
Los niños víctimas de malos tratos que generan rechazo a su alrededor por sus conductas maladaptativas, las personas víctimas de una enfermedad mental, los que padecen disfunciones cerebrales, los que sufren un trastorno de la personalidad… Tienen como denominador común tener como problema no encajar en contextos sociales. Se ven abocados a una desesperante soledad…
Tienen que superar y afrontar sus miedos y temores, poner de su parte para conseguir integrarse en grupos porque depende de ellos, claro. Pero no es menos cierto que todos estamos llenos de prejuicios y etiquetamos rápido, a veces con burla, y no permitimos que puedan acercarse y darles una oportunidad. Nos cerramos.
Los profesionales podemos ayudarles pero es tarea de todos poder proporcionar a estas personas posibilidades relacionales. No por ser diferentes son inferiores. Ellos lo creen así y la sociedad tampoco pone mucho de su parte. La sociedad somos cada uno de nosotros. ¿Por qué no toleramos al diferente, lo rechazamos y en muchas ocasiones hasta lo despreciamos?