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lunes, 4 de agosto de 2025

A todas las normas jean del mundo (Homenaje a Marilyn Monroe)


A todas las normas jean del mundo (Homenaje a Marilyn Monroe)

José Luis Gonzalo Marrodán


"Es una niña hermosa. No me refiero a eso de la manera obvia, quizás demasiado obvia. No creo que sea una actriz en absoluto, no en ningún sentido tradicional. Lo que tiene, esta presencia, esta luminosidad, esta inteligencia parpadeante, nunca podría salir a la superficie en el escenario. Es tan frágil y sutil que solo puede ser captado por la cámara. Es como un colibrí en vuelo: solo una cámara puede congelar su poesía".

(Truman Capote)


Como os dije en el último post, este verano el blog va a estar más activo de lo habitual. Además de publicar los podcasts de Traumaterapia sistémica, escribo un artículo especial. Hace muchos años que tenía in mente redactarlo pero por unas cosas u otras no había podido hacerlo.

Miniatura de Marilyn.
Foto: Aliexpress.

Me refiero al personaje de Marilyn Monroe, aunque yo prefiero hablar de la persona que se escondía en su interior: Norma Jean. ¿Por qué un artículo sobre ella?. Si yo estuviera delante de una estantería con miniaturas para hacer la caja de arena y tuviera que expresar un sentimiento de desamparo, creo que elegiría la de Marilyn. Pienso que representa el arquetipo del abandono. Este se manifiesta a través de su imagen pública de vulnerabilidad y fragilidad, contrastada con su búsqueda constante de afecto y aceptación. Ello se ve reforzado por su historia personal, marcada por la falta de figuras paternas estables y relaciones amorosas problemáticas. 

Se han escrito ríos de tinta sobre ella. Sesenta y tres años después de su muerte, sigue siendo un icono para las generaciones pasadas, las actuales y las venideras. Me niego a verla como una imagen sexual, como muchas veces ha sido injustamente valorada a nivel sociológico. Ella era mucho más: una excelente actriz (formada en el Actors Studio de New York) que tenía ángel y gustaba mucho a la gente. Además, Norma Jean fue una persona que sufrió mucho y creo que no se le ha tratado como tal, se ha banalizado mucho la visión que se ha tenido de ella, sin poner el énfasis en lo más importante: que los traumas infantiles no resueltos pueden afectar de por vida. 

El legado de Marilyn Monroe sigue siendo hoy en día muy lucrativo. Continúa generando dinero a través de la venta de memorabilia, como autógrafos, fotografías y objetos personales, así como con la comercialización de su imagen en productos como ropa, perfumes y otros artículos. 

Portada del Los Ángeles Times del 4 de agosto de 1962
Foto: El Mundo


Hoy celebramos su aniversario. Un 4 de agosto de 1962 el mundo entero se conmocionó con su fallecimiento. Hasta la fecha dos han sido las hipótesis más probables sobre las causas de su muerte: suicidio por barbitúricos o una sobredosis fortuita de estos. Sin embargo, recientemente se ha planteado que esta sobreingesta pudiera no ser accidental y que alguien (ella estaba en poder de información muy sensible sobre los Kennedy) pudo habérsela suministrado. De todos modos, no hay ninguna prueba concluyente. Así se cuenta en el documental de Netflix “El misterio de Marilyn Monroe: las cintas inéditas”: "Durante décadas, la trágica muerte de Marilyn Monroe, icono de Hollywood, suscitó conspiraciones y rumores que a menudo eclipsaron su talento y sagacidad. Este documental reconstruye sus últimas semanas, días y horas mediante grabaciones inéditas de quienes mejor la conocieron para arrojar luz sobre su glamurosa y complicada vida y ofrecer una nueva visión de aquella fatídica noche. La directora, Emma Cooper, se centra por completo en la investigación del periodista Anthony Summers (que ganó el Pulitzer por un libro sobre el 11-S publicado en 2011); unas entrevistas que realizó para escribir 'Goddess: The Secret Lives Of Marilyn Monroe' y de las que se comparten las cintas, inéditas hasta ahora”.

Quiero centrarme en la persona de Norma Jean y hacer un paralelismo entre su historia y la de miles y miles de personas que han sufrido trauma en el desarrollo como ella, víctima de abandono temprano, desgraciadamente no conoció el fenómeno de la resiliencia. Norma es el arquetipo -con el que podrían identificarse todos aquellos que sufrieron una historia de abandono- de la desiliencia. Término por el cual Cyrulnik (2025) describe a la persona que habiendo sufrido trauma de abandono no encuentra en el entorno personas solidarias y afectivas que puedan sostenerla. Y entonces sucede la fatalidad en la desgracia: su muerte prematura. La desiliencia es una situación de vulnerabilidad donde un individuo o grupo social presenta unas circunstancias desfavorables determinadas por unos niveles inadecuados de adaptación. Es la relación de equilibrio entre fortalezas y debilidades a nivel interfactorial lo que determina la caracterización de la vulnerabilidad.

Voy a hablar de algunos aspectos de su vida que considero importantes, tratando de no entrar en su carrera cinematográfica, que ahí está y fue brillante. Una pena que cuando era una estrella y estaba en todo lo alto, cuando podía empezar a interpretar papeles más relevantes, la muerte le sorprendiera rodando la inconclusa “Something´s got to give”. De hecho, fue expulsada del rodaje porque este se paraba continuamente por varios motivos: impuntualidad e inasistencias de Marilyn (por encontrarse física y psicológicamente muy mal) y por acudir a la fiesta donde le cantó el famoso "Cumpleaños Feliz" a Kennedy). Sin embargo, la insistencia de su compañero Dean Martin, que se negó a continuar la filmación con otra actriz que no fuese Marilyn, hizo que la readmitieran. 


El último metraje (inacabado) de Marilyn Monroe


"Una infancia infeliz no determina una vida…"

Cyrulnik (2013) afirma en "Los patitos feos" que una infancia infeliz no tiene por qué determinar una vida. Miles y miles de personas sobrevivientes a todo tipo de traumas nos demuestran que es posible no sólo llevar vidas adaptadas y funcionar sino incluso, a partir de las cicatrices, crecer y rehacerse. Sin embargo, en el caso de Norma Jean se puede decir que, desgraciadamente, no fue así. Ella conoció la resistencia, pero era alguien sumamente infeliz. En el documental de Netflix la describen como una “chica generosa, dulce y encantadora” que cuando la mirabas su rostro reflejaba un alma sensible. Tan sensible que ella decía siempre de sí misma: “soy una niña abandonada” Y en los momentos en los que sufría episodios depresivos, afirmaba: “nada saldrá bien”, “no le gusto a nadie”, “todo lo que hago es una mierda”.

La psicóloga Belén Picado ha escrito en su blog un artículo sobre Norma Jean, excelente, y recoge lo que fueron sus primeros años de vida: 

No llega a conocer a su padre. Este abandonó a su madre, Gladys, al saber que estaba embarazada.
Al poco de nacer, su madre la entrega a un matrimonio con quien pasa sus primeros siete años de vida.
A los 8 años, vuelve con su madre, pero por poco tiempo, ya que esta tiene una crisis y es internada en un sanatorio psiquiátrico donde le diagnostican esquizofrenia paranoide. Aunque no hay pruebas de que la maltratase o intentara ahogarla en la bañera, como se muestra en la película "Blonde", la inestabilidad de la mujer hizo que Norma viviera en un ambiente negligente, falto del afecto y sin el apoyo que necesita una niña para su desarrollo.
De ahí, Norma pasaría a vivir en varios orfanatos y casas de acogida, donde la negligencia continuó en forma de todo tipo de abusos, tanto físicos y psicológicos como sexuales. En ese tiempo el cine fue su refugio. «Algunas de mis familias de acogida me enviaban al cine para sacarme de casa y allí me sentaba todo el día y hasta la noche», contaba en una entrevista para la revista Life en 1962.

La propia actriz se expresa así en una de las grabaciones que forman parte del documental "El misterio de Marilyn Monroe. Las cintas inéditas" (Netflix): "No me considero huérfana, fui una niña abandonada. Nunca llegué a ser feliz. No era algo con lo que pudiera contar. Cuando me llevaron al orfanato me dejaron allí y no paraba de gritar ‘¡No soy huérfana!’. Me fijaba en todas las mujeres que veía y decía: ‘Es una mamá’. Y si veía a un hombre decía: ‘Es un papá".

Déficits en los cuidados tempranos y síndrome del peloteo

Si Norma Jean hubiera sido mi paciente, le hubiera aplicado la "Pauta de Evaluación Comprensiva de Barudy y Dantagnan para niños y niñas víctimas de violencia y malos tratos” Si hubiera tenido que cumplimentar la parte relacionada con el apego, en el apartado dedicado a los cuidados tempranos, hubiera podido consignar:

Tipo de cuidados recibidos por Norma Jean los dos primeros años de vida:

- Entregada a un matrimonio (sin saber nada sobre su competencia parental) y separada de su madre, ¿cómo se hizo esta transición y tuvo repercusión sobre su sistema nervioso, generando una vulnerabilidad neurobiológica al estrés?

- Síndrome del peloteo: continuos cambios de cuidadores. Sabemos por Bowlby (1953), creador de la teoría del apego, que estos cambios afectan de manera severa al establecimiento del vínculo de apego, lo cual puede dejar efectos duraderos negativos en la futura capacidad para sentirse en seguridad y confiar en las personas. 

- Presencia de experiencias traumáticas graves de naturaleza relacional: víctima de negligencia y de una relación probablemente con una comunicación perturbada con su madre biológica. Le pudo afectar al desarrollo de la coherencia mental y por lo tanto favorecer que entrara en episodios de desorganización (Serván 2023). Además, fue abusada sexual y físicamente en los orfanatos y en las familias de acogida.

Este tipo de experiencias traumáticas infantiles que suponen un estrés abrupto e incontrolable con nulas oportunidades de reparación relacional y para encontrar un vínculo de apego estable, seguro y confiable, afectaron de manera severa a su futura personalidad adulta. Probablemente, Norma desarrolló una personalidad con un funcionamiento límite: inestabilidad emocional, cambios en los estados de mente, dificultades para desarrollar habilidades mentalizadoras y reflexivas, presencia de adicciones, modificaciones abruptas de su autoimagen, terror al abandono, sentimientos de vacío y soledad crónicos… Era, no obstante, una persona muy inteligente (con un CI de superdotación), profunda, con inquietudes intelectuales y con el deseo de formarse y ser una buena actriz. Otra cosa es que para sobrevivir tuviera que aceptar, al principio, lo que le ofrecían. En su carrera dejó muy buenas interpretaciones, por ejemplo, en "Vidas rebeldes". Una película muy triste y dura, y muy significativa, porque la interpretó junto con otro actor mítico trágicamente muerto: Monty Clift, de quien Norma dijo que estaba más dañado que ella.


"Vidas rebeldes", última película completa de Marilyn Monroe
La protagonista, sensible, no soporta un mundo tan rudo y cruel


Este análisis de sus primeros años de vida mediante la Pauta de Evaluación Comprensiva (Barudy, Dantagnan y Gonzalo, 2020) muestra que Norma Jean sufrió todos los tipos de victimización posibles: negligencia, abandono y abuso sexual y físico. Como miles de niños y niñas que actualmente lo siguen padeciendo en todo el mundo. Ella sufrió, además, el síndrome del peloteo descrito por Jorge Barudy (2005), muy nefasto y dañino para el desarrollo del infante. Consiste en mover a los niños de unos cuidadores a otros, por motivos administrativos o burocráticos o de otra índole. El síndrome del peloteo describe el daño que las intervenciones inadecuadas en casos de maltrato infantil pueden causar en la capacidad de los niños y su entorno para establecer vínculos duraderos. Estas intervenciones inadecuadas pueden incluir diagnósticos prolongados, incompetencia profesional o motivos ideológicos, y resultan en una detección tardía de los malos tratos.

No encuentra "El amor que nos cura" en las parejas

Tras alcanzar el éxito, la vida en pareja que podía haberle ayudado no lo hizo. Boris Cyrulnik (2020) dice en el libro “El amor que nos cura” que "el amor de pareja puede devolver a la vida a quienes están marcados por profundas heridas a causa de antiguas experiencias traumáticas. Es el milagro afectivo que trae consigo el amor en la pareja. Aquellos que han padecido graves maltratos y humillaciones, encuentran la posibilidad de redefinir el sentido del dolor por sus propios medios afectivos gracias al vínculo que supone el encuentro y el inicio de una relación amorosa”.

Dice Cyrulnik “que la fuerza que orienta el curso de las cosas en un sentido u otro -se refiere a sanar un vínculo o, por el contrario, a desgarrarlo aún más- es una conciliación de los estilos afectivos, un conjunto de fuerzas históricas y paraverbales que organiza la forma en que la pareja se mantiene unida. La vida conyugal que se organiza de este modo ofrece una posibilidad de reorganización afectiva en la que cada miembro de la pareja influye en el otro para bien o para mal".

En este excelente libro -entre otros muchos interesantes aspectos que no podemos trasladar aquí por cuestiones de espacio-, Cyrulnik explica que “los jóvenes que volvieron de los campos de concentración se casaron con urgencia, tan pronto como regresaron a la vida. Estos matrimonios precoces entre supervivientes recibieron el nombre de ´matrimonios de la desesperación´.

Portada del libro de Boris Cyrulnik



Pues bien, Norma Jean se casó muy joven, con dieciséis años, con el fin de sobrevivir. Es uno de esos matrimonios precoces que le permitió poder encontrar una figura a la que aferrarse. El primer esposo de Marilyn Monroe fue James Dougherty. Se casaron en 1942 cuando ella tenía dieciséis años y él veintiuno. Se conocieron mientras vivía con unos amigos de la familia en Los Ángeles. Dougherty era policía y veterano de la Segunda Guerra Mundial. Su matrimonio duró hasta 1946. James Dougherty también fue autor de un libro sobre su relación con Marilyn Monroe, titulado "To Norma Jean with Love, Jimmie". En él, describe que su matrimonio podría haber sido feliz si ella no hubiera perseguido la fama en Hollywood. Al comenzar de lleno su carrera en La Meca del Cine, no pudo continuar con el matrimonio y este terminó en 1946, mientras su esposo se encontraba todavía en el extranjero. Un contrato que le ofrecía 20th Century Fox influyó en esta decisión, pues una de las cláusulas decía que no podía estar casada. Digamos que este hombre estuvo casado antes de que ella se lanzara a la fama con su nombre artístico (Marilyn Monroe).

Su segundo matrimonio fue con el jugador de beisbol Joe Di Maggio. Ella parece que nunca estuvo enamorada de él, le atrajo porque mostró mucho interés en ella y en su rota biografía. Di Maggio era un hombre educado a la manera patriarcal, posesivo, celoso… Además, no llevaba nada bien que Norma fuera tan admirada, querida, famosa y… que encendiera el deseo de millones de hombres. El jugador de beisbol quería un matrimonio convencional y ella no lo era. Cuando vi la aclamada comedia “La tentación vive arriba”, estaba muy lejos de sospechar que detrás de una de las imágenes más famosas de la historia del cine existiese una triste y dolorosa realidad. En el rodaje de la escena en la que el viento de los tubos de ventilación del metro sale por la rejilla y le levanta la falda a Marilyn, estaban concentradas -como se ve en la fotografía- muchísimas personas, dicen que unas diez mil, que gritaron -entre ellos muchos hombres- procacidades. Convirtiendo a Norma Jean, una vez más, en un objeto. La maquilladora de la magnífica actriz cuenta en el documental de Netflix titulado: "El misterio de Marilyn Monroe. Las cintas inéditas" , que Joe Di Maggio le pegó por la noche en la habitación del hotel, celoso y enfadado a causa de lo ocurrido en esa escena. Ella le tapó los moratones (sobre todo en los hombros) para que nadie se diera cuenta. Desde que lo supe, esta secuencia del metro me produce una profunda pena. 

A partir de aquí, Norma y Di Maggio se separaron, aunque siguieron teniendo relación. El propio Di Maggio fue quien, tiempo después, insistió para que le dieran el alta de un hospital psiquiátrico donde había ingresado. Después de que ella y Miller (con quien se había casado) anunciaran su divorcio, Norma Jean estaba claramente afectada, así que su psicoanalista, la Dra. Marianne Kris, decidió enviarla a descansar a una clínica psiquiátrica en Nueva York.

Pero, las clínicas psiquiátricas de los sesenta no eran como las de hoy y la estancia de Norma Jean no era exactamente lo que ella tenia en mente. A su llegada, fue encerrada en un cuarto con paredes acolchonadas y pasó cuatro días en el pabellón psiquiátrico, lo que, en sus propias palabras, fue una de las peores experiencias de su vida.

Tan pronto como fue liberada, la actriz le escribió una carta a otro de sus doctores en la que le contaba su experiencia en el hospital. El Dr Ralph Greenson recibió una carta de seis páginas en las que Norma Jean le contaba lo que había vivido.

Ella le compartió que no había empatía en el hospital, que se sintió desesperada y que su visita tuvo un efecto terrible “me preguntaron después de ponerme en una "celda" (me refiero a bloques de cemento y todo) para pacientes deprimidos muy perturbados, excepto que sentí que estaba en algún tipo de prisión por un crimen que no había cometido. La inhumanidad que encontré allí era arcaica. Me preguntaron por qué no era feliz allí (todo estaba bajo llave); cosas como luces eléctricas, cajones, baños, armarios, barrotes ocultos en las ventanas: las puertas tienen ventanas para que los pacientes puedan ser visibles todo el tiempo, también, la violencia y las marcas aún permanecen en las paredes de los antiguos pacientes. Respondí: ´Bueno, tendría que estar loca si me gustara estar aquí´.

Rodaje de la famosa escena de "La tentación vive arriba"
Cuentan que su marido Di Maggio la maltrató después de grabarla.


Su tercer hombre fue el famoso escritor Arthur Miller, mucho más mayor que ella. Quizá buscaba en él la seguridad que le había faltado de niña. Ella se casó enamorada, realmente le quería. Pero las presiones de la fama y sus adicciones le pasaron factura a la relación de pareja. La revista Fotogramas refiere que las grietas en su matrimonio empezaban a manifestarse, y en el rodaje de "El multimillonario", Monroe tuvo una aventura con su compañero de reparto, Yves Montand. Mientras tanto, Miller entabló una relación con la fotógrafa Inge Morath, con la que posteriormente se casó y tuvo hijos. Una de ellas es Rebecca Miller, actual pareja de Daniel Day Lewis.

Sin embargo, Miller no fue una persona segura y confiable para Norma. Ella encontró un cuaderno del escritor abierto sobre una mesa donde leyó que él estaba decepcionado con Norma Jean, que temía que su propia creatividad se viera amenazada por esta penosa, dependiente e imprevisible niña con la que se había casado y que se arrepentía seriamente de la unión. Marilyn contó a sus amigos que él también escribió: 'La única persona a la que amaré siempre es mi hija'. Vanity Fair declaró más tarde: "Uno de sus mayores temores, el de decepcionar a quienes amaba, se había hecho realidad". La pareja se separó oficialmente tras el rodaje de "Vidas rebeldes" -guion que Miller escribió- y se divorció en México. Una película de las llamadas malditas porque poco después Norma falleció; y más tarde lo hicieron los otros dos protagonistas: Clark Gable y Monty Clift. Miller no fue a su funeral, Di Maggio, en cambio, sí lo hizo.

Una terapia peligrosa

Norma Jean fue tratada por varios especialistas, pero el que merece un lugar especial es el psicoanalista Greenson. Él se dio cuenta pronto de que lo que ella relataba en sesión no eran fantasías. Estas no eran fruto de la sexualidad infantil ni de fijaciones en las etapas del desarrollo psicosexual, sino que eran resultado del trauma en el desarrollo causado por los abusos sexuales repetidos que Norma Jean sufrió en su infancia. También el psicoanalista fue consciente del abandono que ella padeció. Greenson se sentía desbordado por su paciente, pensó que necesitaba una familia y... ¡la integró en la suya propia…, saltándose las reglas del psicoanálisis y actuando la contratransferencia! 

Fotografía de Greenson
Fuente: Wattpad


La hija de Greenson cuenta que Norma Jean tenía algo especial, sin maquillaje y sin pañuelo. Dice que desprendía calidez: era preciosa y poética. 

Sin embargo, considero que Greenson tampoco fue una persona confiable, porque tenía un acuerdo comercial con la Fox para tratar a las celebridades, entre ellas a Marilyn. Le suministraba barbitúricos, a veces a dosis muy altas, con el fin de que estuviera en condiciones de rodar. Un tiempo antes de su muerte, Greenson se marchó de viaje a Europa, no queda claro a hacer exactamente qué, porque a diferentes personas les dijo cosas distintas. Dejó temporalmente a su paciente con otro psicoanalista, algo que Norma Jean vivió como una suerte de abandono. De la desorientación de Greenson y de la incapacidad del psicoanálisis clásico para tratar a pacientes como ella, da cuenta este fragmento del libro “Últimas sesiones con Marilyn” (Schneider, 2008):

"Esa misma noche, muy tarde, Greenson llamó a la puerta de Wexler:

-¿Puedo hablar contigo?

-¿De ella?

-¡Evidentemente! ¿De quién, si no? Te voy a confiar a la loca. Cuidado con ella. Se engancha de una manera inimaginable. De pequeña le pasaron cosas terribles, realmente terribles, violaciones, seducciones a cargo de sus padres adoptivos. Al principio pensaba que esos abusos eran meros fantasmas, pero ahora creo que tuvieron lugar. Tengo la impresión de estar desbordado, de que no puedo con ella. Desde la primera sesión, dos son las cosas que me han quedado claras. Uno, no íbamos a realizar un análisis clásico, con el marco bien delimitado y la escenografía del diván de espaldas al sillón. Dos, sólo nos podía separar la muerte, la suya o la mía.

-¡Bonito panorama! ¿Y qué esperas de mí, que haga de canguro?

-Me voy a Europa seis semanas. No puedo dejarla sola y no estoy seguro de que sobreviva aunque tú me sustituyas.

-Ya puestos, ¿por qué no te la llevas con vosotros?

-Freud lo hacía con sus pacientes favoritos. 

-También realizaba análisis gratuitos e invitaba a sus pacientes a comer con él en su casa o en la consulta. Era muy charlatán en las sesiones y analizó hasta su propia hija… Pero, ¿qué prueba eso? Pues que Freud a veces no era nada freudiano y violaba las reglas que él mismo había establecido. ¡Eso es todo!

-No me entiendes. Llevo dos años intentando desintoxicar a Marilyn de los barbitúricos. Pero en realidad se los he estado proporcionando. El otoño pasado, sin ir más lejos, cuando estaba terminando el rodaje de una película y me consultaba siete veces a la semana. Y a mis espaldas, Hyman le enchufa las inyecciones milagrosas de Lee Siegel. Pero el psicoanálisis en sí se ha convertido para ella en una droga. Con una rapidez asombrosa, se ha instaurado entre ella y yo una dependencia mutua. Dependo de su dependencia hacia mí. Tienes que saber que, en mi ausencia, la he autorizado a llamar a mis hijos si necesita cualquier cosa.

-¿No estarás exagerando? - Le preguntó Wexler-. Espera, que te voy a leer una cosa.

Se levantó, se acercó a una pila de papeles que había en una estantería, se hizo con un montón de hojas grapadas y leyó:

-El psicoanálisis no es el tratamiento más adecuado en situaciones de urgencia o en los primeros cuidados psiquiátricos. Cuando se presenta una situación semejante en el curso de un análisis, por lo general hay que aplicar una psicoterapia no analítica. El deseo de calmar la tristeza del paciente es fundamentalmente contrario al análisis y a la comprensión de sus problemas. Firmado: Ralph R. Greenson. Doctor en Medicina. 

-¡Para ya! ¿Cómo cuidar sin intervenir, si es necesario, por la fuerza? La fuerza del amor es lo único de que disponemos. Soy su analista, quiero encarnar una imagen paternal positiva, la de un padre que no la dejaría tirada, que despertaría su conciencia o, por lo menos, la trataría con bondad".

Cuando Norma Jean falleció, se puede decir que Greenson, que tenía una relación personal y profesional con Anna Freud -con quien se desahogaba-, no levantó cabeza. Quedó afectado de por vida. “La muerte de su paciente tuvo sobre Ralph Greenson un efecto tan devastador como breve. Aunque él hablaba de amor y de duelo, a lo que en realidad se refería era al amor propio" […] "Sus colegas observaron que ya no era el agresivo animal de antaño y que había adoptado el aspecto de un hombre viejo y poderoso" […] "Sus fotos muestran una auténtica decadencia física y emocional" ("Últimas sesiones con Marilyn").

No pudo confiar en nadie… salvo en Truman Capote

El conocido escritor Truman Capote y Norma Jean tuvieron una amistad y relación muy estrecha. Quedaban a menudo y se amaban, aunque Capote era homosexual. Norma Jean estuvo rodeada de muchas personas, tuvo amistad con los Strasberg y con otra gente que formaba parte de su constelación afectiva, pero como toda víctima de abandono y abusos, la confianza en el género humano estaba menoscabada. Hay quien ha dicho que Norma tenía una tendencia paranoide. Lo que pienso es que su historia de vida abandónica, esas duras experiencias, justificaban y explicaban su recelo hacia las personas. Por ello, ella a pesar de todo, se sentía muy sola. 

Capote y Norma Jean bailando


El último apartamento o casa donde vivió Marilyn Monroe fue la que compró en Brentwood, Los Ángeles, en 12305 Fifth Helena Drive. La adquirió a principios de 1962 y falleció en ella el 4 de agosto de 1962. La casa, de estilo colonial, fue su único hogar en propiedad. Fue la única casa que Marilyn Monroe compró y donde vivió durante sus últimos meses. En la entrada de la casa había un mosaico con la frase "Cursum Perficio", que significa "Mi viaje termina aquí" en latín, una frase que coincidió con su muerte. La casa ha sido declarada monumento histórico-cultural para protegerla de la demolición. 

Los teléfonos de su casa estaban pinchados por su relación con los Kennedy. Ella pensaba que la vigilaban y parece que respondía a la realidad. Para compartir sus miedos y revelar estas inquietudes recurrió a Truman Capote, su amigo más fiel. Marilyn Monroe y Truman Capote se conocieron en otoño de 1949 en el rodaje del film "La jungla del asfalto", del director John Huston. Y aunque habitualmente se comunicaban por teléfono, en esta ocasión Marilyn optó por la carta "que té enviaré de la manera más anónima posible". Es una carta recientemente descubierta, aun está en duda su autenticidad, aunque todo apunta que sí lo es. Dice en ella: "Te escribo esta carta en un auténtico estado de desesperación. No confío en nadie de mi entorno, y te mando esta carta porque tú sabes que tú y yo nos parecemos en muchos aspectos y conocemos muchos de nuestros secretos". 

Esto nos da que pensar en que probablemente el nombre de Capote estaría hipotéticamente escrito en su mano de la confianza (técnica que utilizamos en la Traumaterapia sistémica), si le hubiéramos pedido a Norma Jean en terapia cinco nombres de confianza para escribir en cada dedo de una mano.

La profundidad de Norma Jean

Norma Jean era todo lo contrario de lo que a Marilyn le hacían expresar los guiones de algunas de su películas. Ella era de una profundidad psicológica y tenía una capacidad de comunicación asombrosas. Sobre todo no verbal, que es la que muestra la verdadera esencia del ser humano. Muchos fueron sus fotógrafos, pero en mi opinión quien mejor supo retratar el alma de Norma, incluyendo una gama enorme de estados de ánimo, fue André de Dienés. Él tiene publicado un libro en la editorial Taschen titulado: "Marilyn". Este fotógrafo le hizo una serie de fotografías, incluyendo unas impresionantes que representaban cómo se imaginaba ella la muerte. Las tituló "The end of everything" En este blog tenéis las fotografías y un texto extraído del libro de André. Me fascinan porque están completamente alejadas de la imagen que de esta mujer tiene la mayoría de la gente, la prefabricada, la de rubia icono sexual. 

Así recreó Norma Jean en una fotografía la imagen 
de su propia muerte.
Fotografía: CBS News



¿Por qué Norma Jean no y otros sí?

Voy a dejarle la palabra a Cyrulnik (2003), que es quien escribió en su libro “El murmullo de los fantasmas” por qué Norma Jean no conoció la resiliencia y Christian Andersen sí:

Fotografía de la portada del libro
de Cyrulnik "El murmullo de los fantasmas"
Foto: iberlibro.com 


“Cuando era niña, Marilyn Monroe no conocía la ternura y comenzó a buscar a cualquier precio vivencias que le dieran un soplo de vida. 

En Manhattan, donde cursó estudios de teatro, se convirtió en la alumna favorita de Lee Strasberg, que había quedado fascinado por su gracia extraña. Ya por entonces con mucha frecuencia había estado muerta. Era preciso estimularla mucho para que no se dejase arrastrar a la no vida. Se quedaba adormecida, no se levantaba de la cama y dejaba de lavarse. Cuando la despertaba un beso, el de Arthur Miller, por quién se volvió judía, el de John Kennedy o el de Yves Montand, volvía a la vida, deslumbradora y cálida. Y nadie se daba cuenta de que estaba siendo embelesado por un fantasma.

Marilyn Monroe jamás pudo encontrar ni vínculo ni sentido, las dos palabras que permiten la resiliencia.

Ni siquiera aquéllos que la amaron con sinceridad pudieron penetrar en su mundo psíquico para ayudarla a hacer un trabajo de reconstrucción de su propia historia que fuera capaz de dar sentido a su infancia atropellada. Cegados por tanta belleza no supimos ver su inmensa desesperación. Permaneció sola en el barro, lugar al que, de vez en cuando, le arrojábamos un diamante..., hasta el día en que se dejó ir".

Tuvo la mala fortuna de caer con unos acogedores incompetentes y abusadores. Tuvo la mala suerte de ser víctima del síndrome del peloteo. En una época donde no existía el concepto "protección a la infancia" y los acogimientos y adopciones se hacían de manera voluntaria y sin control, podría haber caído en una familia de buenas personas pero... no. Aquí es donde se pudo sembrar la semilla de la resiliencia, pero no fue posible. 

En la adultez, se podría pensar que Greenson le ofreció un vínculo… pero este no le resultó seguro. Ni tampoco los del resto de las personas que conoció en su vida. Su trastorno del apego le dificultaba el establecimiento de vínculos confiables y saludables con las personas con las que se fue relacionando, sí; pero es que estas tampoco se ganaron su fidelidad y confiabilidad. Norma tampoco encontró sentido a sus duras experiencias. El psicoanálisis clásico no trabaja la reconstrucción de los relatos de historia de vida, no ayuda a construir narrativas que den sentido a las vivencias traumáticas que puedan favorecer la resiliencia. Ella no hizo ninguna terapia narrativa. 

La terapia informada por el trauma y el apego no estaban desarrolladas. Hoy en día podía haber recibido otro tipo de psicoterapias que quizá hubieran podido ayudarla más. Del mismo modo, la revolución farmacológica que se experimentó en los años noventa estaba muy lejos todavía. Los medicamentos existentes en su época eran escasos y con riesgo tanto para ella -por su tendencia a hacerse dependiente- como para todas las personas. Un tratamiento farmacológico hoy en día, dentro de una relación psiquiátrica confiable, podría haberle generado mucho beneficio y escasos efectos secundarios. 

La soledad, el vacío y la angustia de abandono se le hicieron insoportables y se dejó ir… En su funeral no estuvo Miller (él explicó por qué) y sí Capote y Di Maggio. El doctor Greenson también.

A pesar de que sabemos mucho hoy en día sobre trauma, apego, neurobiología y desarrollo humano, y aunque conocemos a ciencia cierta que el maltrato, el abandono y el abuso sexual son muy dañinos para los niños y niñas, estos y estas siguen en todo el mundo sufriéndolo, vulnerándose sus derechos, sin los debidos cuidados y protección de calidad. Todavía miles de niños se mueren o se desesperan a diario, víctimas de las consecuencias que los malos tratos tienen sobre su cerebro/mente en desarrollo (provocado por la desidia de los adultos responsables de que no ocurra, por acción u omisión). 

Hay una película rodada recientemente y protagonizada magistralmente por Ana de Armas titulada "Blonde", impresionante, que nos acerca a la figura de Norma Jean, aunque no es una biografía exactamente, sino que es la adaptación de una novela de ficción-biográfica. 


Trailer oficial de Blonde

Sirva este artículo de homenaje a ella y a todas las normas jeans del mundo.

REFERENCIAS

Barudy, J., Dantagnan. M. (2005). Los buenos tratos a la infancia. Parentalidad, apego y resiliencia. Editorial Gedisa. 

Barudy, J. Dantagnan, M. y Gonzalo, J.L. (2020). (PEC 4r) Pauta de Evaluación Comprensiva para Niños y Niñas víctimas de violencia. 4ª revisión. Ad usum privatum. 

Bowlby, J. (1953). Cuidado maternal y amor. Editorial Fondo de Cultura Económica.

Cyrulnik, B. (2013). Los patitos feos. Editorial de Bolsillo Clave. 

Cyrulnik, B. (2003). El murmullo de los fantasmas. Gedisa Editorial. 

Cyrulnik, B. (2020). El amor que nos cura. Gedisa Editorial.

Cyrulnik, B. (Ed.) (2025). Las dos caras de la resiliencia. Contra la recuperación de un concepto. Editorial Herder. 

Schneider, M. (2008). Últimas sesiones con Marilyn. Editorial Alfaguara.

Serván, N. (2023). Desorganización del apego. Clínica y psicoterapia con adultos. Editorial Desclée de Brouwer.

ENLACES DE INTERÉS UTILIZADOS PARA REDACTAR ESTE ARTÍCULO

 

https://belenpicadopsicologia.com/marilyn-monroe-infancia-traumatica-blonde/

 

https://www.elle.com/es/living/ocio-cultura/a39844973/el-misterio-de-marilyn-monroe-las-cintas-ineditas-documental-netflix/

 

https://es.wikipedia.org/wiki/Something%27s_Got_to_Give

 

https://storehouseofmemory.blogspot.com/2015/06/marilyn-monroe-el-final-de-todo-andre-dienes.html

 

https://elpais.com/elpais/2017/01/27/laboratorio_de_felicidad/1485506734_387382.html

 

https://www.lajornadamaya.mx/internacional/173063/james-dougherty-el-primer-esposo-de-marilyn-monroe

 

https://www.fotogramas.es/noticias-cine/a41481371/blonde-arthur-miller-marilyn-monroe-relationship/

 

https://www.lavanguardia.com/cultura/20210610/7518112/marilyn-monroe-carta-truman-capote-frederic-cabanas.html 


https://www.gq.com.mx/entretenimiento/articulo/historia-marilyn-monroe-estuvo-hospital-psiquiatrico 

lunes, 26 de mayo de 2025

"Pido perdón aunque no lo merezca", un relato de Dolores Rodríguez Domínguez, psicóloga.



"Pido por perdón aunque no lo merezca"



Un relato de Dolores Rodríguez Domínguez, psicóloga

Presentación

Podría decir muchas cosas sobre este maravilloso y sentido relato escrito por nuestra colaboradora habitual, Dolores. Ella como psicóloga trabaja con muchas víctimas de violencia, maltrato, negligencia y/o abuso sexual. También con muchos padres y madres en programas de capacitación parental. Podría añadir como presentación unas líneas científicas sobre el reconocimiento del daño causado, el perdón y la reparación de las personas que ejercen prácticas maltratantes. Pero si lo hago, corremos el riesgo de estropear este bello texto. Creo que cada uno de vosotros/as podéis interpretar las metáforas de manera diferente, lo que puede generar diferentes significados y emociones. Esta variabilidad en la interpretación es una de las características que hacen que las metáforas sean tan ricas y expresivas. 

Gracias, Dolores, una vez más, por tu excelente aportación al blog Buenos tratos. 

*************

"Pido perdón aunque no lo merezca"
por Dolores Rodríguez Domínguez

Quisiera pedirte perdón pero no me atrevo porque sé que no merezco pedirlo y mucho menos recibirlo.

Me gustaría poder explicarte por qué no pude permanecer junto a ti, y por qué mientras estuve perdí mi derecho a quedarme.

Nunca debí volcar mis demonios sobre ti, debí saber que eran míos, que pertenecían a mi historia antes de llegar tú a la mía. Debí haberlos reconocido y dominado, a pesar de su poder.

Ahora cuando te miro, siento mucho miedo por si al acercarme te volviera a pisar, pues no quisiera hacerlo y antes preferiría nunca más caminar. Por eso me detengo y te observo desde lejos. Me escondo para que no te percates de mi triste presencia. Me siento indigno. No tengo nada que ofrecerte, nada que pueda borrar nuestro pasado, nada que pueda reescribir nuestro futuro juntos.

Solo dispongo de mis manos. Unas manos llenas de deseos imposibles que jamás podré ya cumplir ni para ti ni para mí. Pero aún así los deseo.

Desearía no haberme sentido abrumado por tu presencia, por tu llanto, por tu sonrisa, por tus abrazos. Desearía no haber impedido que te acercaras en busca de mi amor, ese que yo también sentí un día al ver tu carita pero que mis fantasmas devoraron sin dejar rastro de él. Debí haber peleado para defender y conservar tu amor, pero no lo hice, permitiendo a mis monstruos alimentarse de él. Sé que rompí tu corazón y desconozco cómo puedo pegar sus trocitos. 

Desearía para ti besos sin espinas, palabras sin condenas, silencios sin cuchillas.

Desearía vaciar tus bolsillos, esos que sin saberlo, yo llené de piedras. 

Desearía que mis lágrimas, esas que ya no brotan, hubieran curado tus heridas

Desearía haber visto y sanado las mías para protegerte de mis horrores, pero no lo hice y mis torturas ahora también son las tuyas.



Aunque sé que lo fui...

Desearía no haber sido ese faro que se apaga en medio de la tormenta, dejándote a la deriva, solo y atemorizado por la oscuridad.

Desearía no haber sido ese tornado que en volandas te elevó y absorbió tu paz. Ese torrente de agua brava que sin piedad te arrastró río abajo, alejándote de la seguridad de la orilla. 

Desearía no haber sido ese volcán en erupción que escupía su furia abrasadora convirtiéndolo todo en cenizas.

Desearía no haber sido ese iceberg que era imposible abrazar sin quedar eternamente helado.

Desearía no haber sido esa voz que paralizó tu mente, que sembró en ella desprecio, rechazo, humillación, la culpa. Esa voz que te golpeó y arrebató tu valía, tu confianza en ti mismo.

Quisiera decirle adiós a todo lo que fui, a lo que hice, pero no sé hacerlo. Esto también soy yo y aunque me avergüenzo cuando me miro en el espejo tengo que vivir con ello. Quizás tu también. A pesar de mis deseos.

Desearía no haber sido tú en un pasado que sí lo fui. 

Desearía que también hubieran tenido deseos para mí, que me hubieran encontrado, que mis bolsillos hubieran sido vaciados y que mi corazón nunca hubiera sido desvalijado.

Y a pesar de todo lo deseado seguiría deseando…

Desearía para ti un nuevo corazón, con fuertes raíces que lo alimenten, lleno de vida que te ayude a no revivir lo que yo no debí darte y te di. Un corazón cuyos latidos tengan el poder de encontrar aquello que tanto te mereces y yo te negué.

Desearía para ti unas nuevas huellas que seguir, que guíen tus pisadas para borrar las mías.

Desearía nuevas semillas para ti, que logren florecer y repoblar tu alma, aquella que yo despojé de su luz.

Desearía para ti ese aire fresco tan deseado en los meses de verano, que nos da una tregua y nos permite respirar, aliviando ese calor interminable que parece sofocarnos. 

Desearía para ti un padre que no esté perdido para que no te perdiera, para que pueda encontrarte cada vez que te sientas confundido.



Y aunque sé que no lo fui...

Desearía haber sido el susurro que acunara tus miedos y apoyara tus sueños.

Desearía haber sido la presencia que diera sentido a tu existencia, que te hubiera acompañado cuando te sintieras solo cuando el mundo te pareciera peligroso.

Desearía haber sido la persona que secara tus lágrimas cuando tus ojos las liberaran, la persona que pusiera palabras a lo que internamente te pasaba.

Desearía haber sido la persona que te ofreciera cobijo cuando perdieras la calma, cuando tu corazón galopara queriendo salir de tu pecho. 

Desearía haber sido el agua que calmara tu sed sin ahogarte, la brisa que alentara tu corazón, que acariciara tu piel sin dañarla, las brasas que hubieran calentado nuestros corazones y nuestros abrazos.

Desearía haber sido el padre que tú necesitabas. Siento mucho no haberlo sido. No haber sido esa agua, esa brisa, esas brasas.



Nada podrá justificar el dolor que te provoqué, un terrible dolor del que yo participé y del que soy tan responsable por no haber sabido mirar dentro de mí para haber aprendido a mirarte y cuidar de ti. Me avergüenzo y atormento por no haberte protegido y por todos por mis deseos incumplidos.

Por eso y aunque no lo merezca, te pido perdón…

lunes, 17 de febrero de 2025

"No vuelvas a olvidarte de mi", un relato de la psicóloga María Dolores Rodríguez Domínguez.

¡¡No vuelvas a olvidarte de mí!!


Un relato de Dolores Rodríguez, psicóloga

Presentación

De vez en cuando, tienen cabida en este blog relatos que escriben profesionales de la psicología o de otros ámbitos, que guardan estrecha relación con los temas que aquí nos concitan. Es otro modo de aprender y reflexionar, desde otro estilo, desde otra mirada, pero puede sernos tan útil como un artículo científico. 

Conocéis a Dolores Rodríguez Domínguez, psicóloga y traumaterapeuta sistémica de la red apega, ha participado en varias ocasiones con textos profesionales y literarios. En esta ocasión me hace llegar nuevamente este breve relato, inspirado en su trabajo con los pacientes en la consulta, sobre la soledad.

Muchas gracias, Dolores, por regalarnos y compartir tu texto, ya sabes que esta es tu casa, eres una de nuestras colaboradoras habituales y ocupas un lugar destacado en Buenos tratos.

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¡No vuelvas a olvidarte de mí! Por Dolores Rodríguez Domínguez

Quisiera dejarme ver, enseñarte mis heridas pero no recuerdo me hayan enseñado cómo. Tengo miedo que al hacerlo te asustes y cada día ahogo mis lágrimas para evitar que tú derrames las tuyas. 

A pesar de la luz, siento estar en la sombra.

Necesito gritar, expresar lo que siento, lo que yo también necesito, pero mi voz no me obedece. Se muestra insonora, incolora. 

Con mi silencio desearía que pudieras descubrir mi sufrimiento, mi dolor, mi existencia. Pero el silencio no reclama tu atención y celebras que todo vaya bien, que yo soy distinto, que puedo valerme por mí mismo. 

¡Ojalá pudiera!

¡Ojalá supiera!

En soledad, a veces pienso que no tengo derecho a sentir, a necesitar, a pedir. Otras veces, sin embargo, siento que eres tú quien me niega la posibilidad de recibir lo que necesito, y entonces, siento rabia, desprecio. Rabia hacia tu ceguera. Desprecio hacia mi cobardía por secuestrar mi valentía, por dejar al silencio que decida por mí. 

Pero a pesar de todo, sonrío y me rearmo por fuera. Solo.

Lloro y me desarmo por dentro. Siempre solo.

Foto Mentis psicología



Quisiera hacerme visible. Saber mostrar mi miedo a tus ojos, a los míos. Lograr que mi silencio llegara a tus oídos.

¿Pero cómo? Fuera hay mucho ruido, demasiado.

Al mirar tu rostro, siento pena por ti, por el cansancio que muestras, por la tristeza que reflejas. 

Entonces, esa voz me grita: “Maldito egoísta”.

¡Egoísta! por no valorar que haces lo que puedes. 

¡Egoísta! por no entender que estás preocupado y aturdido por el ruido, ese que sí se oye, ese que casi se puede ver y que satura cualquier mente, incluida la tuya. 

“Soy lo peor”. Me digo.

“Me lo merezco”. 

Y la culpa me asalta, sacudiendo mi dolor, amordazando fuertemente mi silencio. Avergonzado, me cobijo en él. Ahora quiero permanecer en la oscuridad, ser arropado solo por ella, ser invisible para ti y para todos.

El silencio se hace intenso, y acepto ser su prisionero. Aun te veo a lo lejos, pero el miedo logra cerrar mis ojos. Ya no puedo ver a nadie, ni siquiera a mí mismo. Solo siento SOLEDAD. 

Quiero abandonarme a ella. Sé que nunca me fallará, siempre me acompañará. Vaya donde vaya. Así será. Su agridulce aroma me embriaga, pareciera hechizarme, invitándome a permanecer con ella para siempre. Es tentador. Ya no más sufrimiento por no sentir tu mirada, tu comprensión, tu amor. Renuncio a todo. No lo necesito. No te necesito.

Y cuando estoy a punto de sucumbir a ella, a comprometerme para siempre con su compañía….

Ocurrió.

Sin esperarlo, sin saber que lo deseaba, mis ojos parecen mostrarme su resistencia a permanecer eternamente cerrados. Quieren abrirse. Hay algo que les invita a hacerlo. Siento su presencia, su calor, su olor. No sé bien qué ocurre. Mi curiosidad ofende a la soledad, pues se siente traicionada por dejarme tentar por otro aroma. 


Foto: Nueva tribuna


“¿Quién es ella?” Me increpa. 

“No lo sé”.

Se hace el silencio. 

“Soy la ESPERANZA” ¿Me recuerdas?. 

De un gran salto, me lanzo a sus brazos. “! No vuelvas a olvidarte de mí ! ” 

“¡Salgamos juntos de este lugar!” 

¿Quieres acompañarnos SOLEDAD? También hay sitio para ti.

lunes, 18 de noviembre de 2024

"Koko, en busca de sus koalidades", un relato para ayudar a los niños y sus familias a prevenir el impacto traumático de los accidentes y las enfermedades, por Paula Moreno, psicóloga



Paula Moreno, psicóloga experta en trauma


Paula Moreno es colaboradora de este blog y nos ha visitado varias veces para presentarnos su trabajo y sus obras. Para quienes la conozcáis por primera vez, ella nos cuenta en su web profesional que "desde los inicios de mi carrera me he dedicado a la docencia, dando cursos y presencias en congresos nacionales e internacionales. Hace muchos años que trabajo en el área del maltrato infantil, llevando a cabo los diagnósticos de riesgo de los niños y sus familias como los tratamientos específicos". Para saber más sobre Paula: https://www.paulamoreno.org/sobre-mi


José Luis: Gracias por atender al blog Buenos tratos, no es la primera vez que participas, sabes que es un gusto siempre tenerte por aquí. Lo primero quiero felicitarte por la publicación del relato “Koko en busca de sus koalidades”, creado para sensibilizar sobre el impacto que tienen los accidentes y las intervenciones médicas en los niños. ¿Puedes decirnos qué te motivó a escribirlo?

Paula: Gracias José Luis por esta invitación. Gracias por ser parte de la visibilización en relación a este tema fundamental para aquellos que trabajamos con la infancia y adolescencia: la posible traumatización desde las intervenciones médicas.

A lo largo de mi vida personal y profesional me he cruzado con muchos niños que han pasado por accidentes o enfermedades que necesitaron de la intervención médica para su recuperación. Noté que tanto la psicoprofilaxis como el tratamiento psicológico quedaba relegado. En algunos casos ni siquiera era sugerido.

Por otro lado, poder acercar una mirada desde la psicotraumatología constituye un cambio de mirada a la hora de prevenir el impacto traumático que las prácticas médicas pueden ocasionar. Y en el caso de que ya hayan generado algún impacto, poder recuperar la vitalidad y la calma en medio de un proceso de salud difícil.

Mi práctica profesional está impregnada del arte como modo de trabajo. Por eso, acercar un libro que aborde las distintas aristas de estos procedimientos, me parece una manera amorosa de explorarlos, prevenir y sugerir medios hábiles para su abordaje.

El trauma afecta muchos aspectos relacionados con el lenguaje, la semántica, la imaginación, la organización de la memoria. En este sentido, poner palabras/imágenes, a lo que no tiene palabras, es fundamental. 

Mi mayor aspiración es contribuir en la humanización de las prácticas médicas.

J.L.: ¿Cuál es tu experiencia en cuanto al grado de conocimiento y sensibilidad que los médicos y el personal sanitario tienen con respecto al impacto que las intervenciones médico-quirúrgicas generan en los niños?

P.: En mi experiencia, hay mucho desconocimiento respecto de lo que potencialmente puede provocar una intervención médica. También se desconoce la existencia de abordajes específicos para esta problemática como por ejemplo EMDR. No es posible generalizar esta cuestión, porque todos sabemos que los médicos están allí para cuidar de la vida de esos niños, aliviar el dolor y son profesionales que dedican su vida a este objetivo. Sin embargo, cuando las prácticas médicas generan dolor, o períodos largos de internación, donde los padres tienen que estar separados por períodos de tiempo de los niños, o cuando los niños son muy pequeños y no logran entender los procedimientos, cuando el miedo abruma, es necesario ofrecer al personal médico, enfermeros y operadores de salud, la información necesaria para prevenir cierto impacto traumático.

Muchas veces se requiere de pequeños ajustes que hacen a la diferencia en la intervención.

Un adolescente tras una cirugía compleja, me comenta: “ ¿Sabes lo que me hizo sentir seguro? La sonrisa del médico residente cuando me vio y me dijo vas a estar bien”.

Una niña, luego de una intervención con anestesia, me dice: “Tenía miedo en esa camilla, con todas las luces y el frío de ese lugar. Pero cuando llegó el doctor de la anestesia, me llamó por mi nombre y me hacía bromas, me hizo una caricia en el brazo. Un poquito el miedo se fue”

Muchos profesionales médicos piensan que, si empatizan con el paciente, o se acercan de una manera más amorosa a su sufrimiento, ellos podrían verse perjudicados en su eficacia médica o en el impacto psicológico que pudiera acarrear para ello mismos. Está estudiado, que ocurre todo lo contrario. Incluso puede resultar beneficioso en el sentido de tener mayor claridad y una comprensión más profunda en el trabajo. En definitiva, estamos hablando de una manera de conexión humana. Si tenemos formas de mejorarla, seguramente, el beneficio es para ambos lados de la ecuación. 

Por otro lado, cuando los médicos comienzan a ver los cambios en el trabajo con los niños, antes, durante y después de la intervención psicológica, reconocen que aminora el esfuerzo de ellos, ya que los niños van más confiados, con un grado menor de temor, preparados, con recursos nuevos. 

Me gusta pensar toda esta intervención desde un paraguas más amplio: el de la interdependencia. Si hacemos foco en este elemento crucial en nuestras vidas, podemos trabajar aunadamente en beneficio de la infancia y en el beneficio de cada uno de los profesionales y de los cuidadores/familia de esos niños.

Si lo miramos desde la perspectiva de la Teoría Polivagal desarrollada por Steve Porges, podemos fundamentar cómo la percepción inconsciente de seguridad o peligro de nuestros cerebros afecta a nuestras emociones y comportamientos. Y este principio vale tanto para el niño como para el profesional de salud. Si los médicos pudieran estudiar sus prácticas desde esta óptica, entenderían que la sensación de seguridad es un organizador del comportamiento de los seres humanos. Si ellos transmiten señales de seguridad a ese niño y a su familia, el panorama será seguramente diferente.

Gran parte del cuento muestra esta co-regulación. Ya sea entre los padres de Koko y Koko, la Cangura y Koko, la Cangura y los padres y el personal de salud que atendió a Koko.

El mayor secreto que guarda esta manera de humanizar las prácticas médicas, es que el niño (y su familia) se sientan vistos, que el mensaje que reciban es que se les comprende en su dolor y se los valida. Que al personal médico le importa ese niño que no es un “caso clínico” sino que tiene un nombre. Es lo que los autores denominan la “conexión social”, un elemento imprescindible para la supervivencia del ser humano. Es la que permite el desarrollo de la confianza, sentir menos miedo, estar menos a la defensiva y estar más abiertos y conectados.

¿No sería todo este panorama un marco ideal para el trabajo de los médicos? ¿pero sobre todas las cosas, para el bienestar de ese niño?

Porges dice que cualquier cosa que refuerce el compromiso social o la seguridad vagal ventral aumentará la capacidad de las personas para tolerar y restringir un mayor nivel de energía simpática, evitando así que se inunden (Sanders Marilyn y Thompson George, La teoría polivagal y el desarrollo infantil, 2024. Ed. Eleftheria, pag. 118). De allí la importancia de todos los recursos que ofrecemos para esta regulación. Tal como la Cangura le enseña a Koko.

Portada del relato Koko. En busca de sus koalidades

J.L.: En el relato se cuenta a través del protagonista, un simpático Koala, cómo este tras un accidente cambia su conducta, dejando de ser el de siempre e incluso desconcertando y cansando a los que le rodean. ¿Es importante comprender cuáles son las manifestaciones de un trauma infantil para no confundirlas con problemas de disciplina o de comportamiento?

P.: Gracias por esta pregunta José Luis. Es fundamental entender el impacto traumático. Lo es por varios motivos: 

Porque nos da la pauta de que hay que intervenir desde un abordaje multimodal, no sólo médico

Porque si confundimos las conductas con cuestiones diferentes al impacto traumático podemos re victimizar a ese niño y dejarlo en soledad con su sufrimiento.

Porque no estaremos previniendo posibles traumatizaciones

Porque, como le ocurre a Koko, los pares (y, hasta los adultos) pueden alejarse del niño por no entender lo que le ocurre. Esto vuelve a dejar al niño en una situación de indefensión y vulnerabilidad, al no ser comprendido.

Porque no estaremos acompañando a la familia de manera tal que puedan activar sus recursos y buscar las fuentes de resiliencia familiar para atravesar el momento de vida.

En este sentido es tan importante conocer las conductas, emociones y fisiología afectada por un trauma, como las especificidades del trauma médico. Ya que, en este último, hay aristas diferentes: los sonidos específicos que pueden estar involucrados en el recuerdo traumático, las sensaciones del cuerpo invadido por los procedimientos, los aromas propios de cada intervención o del hospital, la re distribución de la vida de esa familia, de los hermanos, etc.

El trauma médico puede potencialmente, afectar tanto al niño como a la familia. Puede haber un desborde desde lo emocional, pueden aparecer conductas desreguladas, tanto hacia el extremo de la agresividad, como hacia el extremo de la hipoactivación. Entonces el niño puede verse afectado en los intereses que tenía hasta ese momento, puede perder la capacidad de juego, la alegría, las conductas pueden estar regidas por un embotamiento emocional, aparecer ansiedad y una desconfianza generalizada. Algunos niños pueden sentir síntomas como la desrealización o la despersonalización, sentir que lo que está ocurriendo no les sucede a ellos o no recordar parte del evento sufrido.

Las conductas de los niños pueden cambiar tanto que las personas del entorno pueden no entender lo que les ocurre. En el cuento, Koko se muestra teniendo conductas que no son propias de los Koalas. Entonces el bosque entero se molesta y sus amigos lo rechazan.

También es posible que los niños sufran de re experimentaciones de escenas del trauma vivido. Pueden aparecer imágenes intrusivas, ya sea de manera espontáneo o con algún disparador del presente que las active. Por ejemplo, si los niños fueron hospitalizados, el sonido de una sirena o el blanco de un delantal, pueden ser suficientes para que el niño sea invadido por fragmentos de recuerdos o bien se desarrollen manifestaciones corporales desreguladas.

J.L.: ¿Son la confianza y la seguridad en las personas y el mundo que rodea al niño claves en la recuperación de un trauma infantil tras sufrir un accidente?

P.: Exactamente. Necesitamos trabajar tanto con el niño como con la familia para que la seguridad y la confianza sea reestablecida.

En las situaciones de trauma, el niño siente que el mundo se ha vuelto peligroso. En el trauma médico, siente que el mundo es hostil, que le produce dolor. 

La seguridad es uno de los principales objetivos de trabajo. Requiere que podamos trabajar con esos niños en el reconocimiento de su mundo interno, de cómo sus conductas, emociones y reacciones físicas están desreguladas. Trabajamos en función de que puedan reconocer los disparadores que las activaron y cómo hacer para regularse ellos solitos o con ayuda de los padres, hasta inclusive de los médicos.

Idealmente, esta posibilidad de trabajar con la recuperación de la confianza, de los recursos, debería estar acompañada por el personal de salud. Por ejemplo, en el cuento, Koko va al hospital acompañado de un peluche. Este muñeco ayuda a Koko a estar en calma. Poder explicarles a los médicos la importancia de los recursos trabajados con los niños para regularse, es fundamental.

Por otro lado, ayudar a los padres con estrategias que otorguen seguridad en el niño y en ellos mismos, será la condición necesaria para la co regulación entre ellos. Por ejemplo, en el cuento Koko se encuentra con una mamá que sabe que, si lo abriga y se calma ella primero, podrá asistirlo mejor. También los papás de Koko saben que es necesario buscar ayuda para que Koko vuelva a encontrar sus “koalidades”. Por eso buscan la ayuda de una cangura sabia. 

Poder generar conciencia en la población y en el mundo de la salud acerca de la importancia del trabajo psicológico en los procesos médicos, es fundante.

J.L.: A los lectores de Buenos tratos puede interesarles que nos cuentes tu experiencia de trabajo con los niños y las familias que han sufrido procesos traumáticos debido a procedimientos médico-quirúrgicos invasivos…

P.: A lo largo de mi experiencia clínica he trabajado con muchos niños que han sufrido consecuencias por las intervenciones médicas. Ya sea por algún accidente, por el diagnóstico de alguna enfermedad, o por procedimientos médicos de diferente índole.

He descubierto que la posibilidad de trabajar en el antes, durante y después de las intervenciones, repercutía en la mejora de las condiciones emocionales para que lo niños enfrentaran esa realidad.

En todas estas instancias de vida, el trabajo con las familias, los médicos e instituciones que intervienen en la vida del niño, se convierte en una condición.

La integración de varios abordajes clínicos me permitió crear una manera eficaz de intervención. Los abordajes a los que me refiero son: el trabajo desde EMDR, desde las Artes Expresivas, la Terapia Familiar y la Terapia Centrada en la Compasión.

Para este objetivo, suelo tomar entrevistas con los cuidadores para conocer los pormenores de la situación médica del niño. Este rastreo será fundamental para entender la experiencia que abordaré con el niño como la dinámica familiar antes del proceso médico, durante y después del mismo.

Si los médicos acceden, pido hablar con ellos para obtener información de los procedimientos desde sus perspectivas. Es importante el rastreo de todas las aristas que vamos a trabajar: olores, sonidos, saber si hubo internación, si hubo procedimientos invasivos o no, si se utilizó anestesia, si hubo otros agentes de salud interviniendo, etc.

También es importante preguntar tanto por los temores como por las fortalezas de la familia. Indagar acerca de traumas previos y cómo la familia y el niño pudieron enfrentarlos.

En el trascurso de estos años de trabajo con esta temática, he recolectado material de arte y de juego para el abordaje con estos niños.

Tengo en mi consultorio varias valijas médicas. Algunas de ellas tienen material relacionado a la medicina que es real, como un estetoscopio o una lupa de dentista, vendas médicas, barbijos, etc. También hay objetos médicos de juguete. Ambos estilos de elementos conviven a la hora de jugar con la valija del doctor. Estas valijas están custodiadas por varios títeres que hacen de personajes cómicos: enfermeras, médicos y médicas, bomberos, policías.

Hay también a disposición de los niños, ambulancias con y sin sonido y juegos tipo playmobil con todo lo que podría haber vivido el niño en el hospital o clínica.

Suele ser eficaz, en algunas oportunidades crear los propios elementos de medicina. Es así que hemos hecho jeringas gigantes, o envolvemos con vendas a toda una parte del consultorio o hacemos mundos en 3D en relación a determinadas enfermedades (como el mundo de la diabetes).

Poder trabajar desde el arte y el juego posibilita la tramitación de las emociones, un alejamiento de la experiencia lo suficientemente adecuada para una exploración sin miedo.

Por otro lado, le otorga cierto dominio al niño frente al caos que pudo sentir en su cuerpo y en su vida emocional y familiar.

Al trabajar con títeres, algunas veces he inventado “títeres a medida”. He creado (junto a la titiritera con la que trabajo), un títere gigante de un “corazón real” para trabajar con una niña que había tenido intervenciones por una patología cardíaca. Ese corazón que tiene arterias y venas, que late y habla, nos permitió procesar gran parte de su malestar emocional. 

He desarrollado muchas ideas en cuanto a rituales amorosos para que las familias puedan incorporar. Los rituales, a diferencia del trauma, generan predictibilidad, consistencia y generan vínculos, puentes entre los integrantes de la familia. En general son procesos que ayudan a que el sistema de calma se active.

Suelo trabajar con los niños y con las familias, en la psico educación respecto de los sistemas de regulación emocional con varios títeres que conforman una adaptación original y propia de la Teoría Centrada en la Compasión, para niños. Uno de esos títeres es un cerebro terapéutico que permite encontrar en su interior el sistema de calma, el de recursos y el de amenaza.

El trabajo desde el humor será un ingrediente fundamental, ya que permite que el niño se acerque al dolor y a los procesos que ha vivido desde una perspectiva menos trágica. Esto no quiere decir menos seria, o que se minimice su dolor. Sino que utilizaremos el humor como un elemento más a la hora de crear resiliencia.

Cada uno de estos procesos creativos conforman la base para el abordaje desde EMDR en el momento de instalar recursos, o reprocesar las escenas traumáticas.

La creatividad y la imaginación son grandes aliados a la hora de sanar. Muchas veces los niños han perdido estas habilidades propias de la infancia. 

Una niña con una intervención médica por un tema en su piel, logró representar su herida con tierra de su jardín y arena. Poder amasar la tierra y la arena como habían hecho con su piel, estirarla, apretarla, sacar lo que tenía dentro la herida, buscar colores para aclarar la tierra (al igual que su piel que necesitaba curarse), llevó a que tanto la niña como sus padres, recobraran la alegría.

En muchos procesos terapéuticos olvidamos la importancia que tiene el trabajo desde la recuperación de la alegría. Es la base para que los niños puedan encontrar un sentido a lo que están viviendo.

El hecho de narrar una nueva perspectiva, una nueva narrativa, es parte de mi objetivo al escribir relatos como el de Koko. 

Cada uno de estos momentos que les voy compartiendo se hilan con parte de la historia que puede ofrecer Koko. Los niños pueden identificarse más fácilmente con un personaje animal. Verse reflejados en las conductas de Koko y de su familia, como también lo ocurrido con los médicos. Ya sea por la positiva o la negativa. Esta historia permitirá entonces generar las bases para el abordaje de las experiencias vividas por los niños.

La narrativa en la sanación del trauma tiene mucho campo desarrollado. Yo cree mi propio sistema de trabajo con la narrativa. En donde trabajo especialmente en el uso de mi voz para poder regular aquellos sistemas que pudieron verse afectados en el trauma como el del oído y el del habla. La voz y sus matices generan grandes posibilidades de intervención en el trauma médico. Es una herramienta que activa el sistema de calma y disminuye el de amenaza. 

La narrativa del trauma es totalmente diferente a la que uno ofrece desde una historia segura. Me refiero a una historia segura ya que hay un terapeuta que acompaña el ritual de lectura, de exploración del cuento. La exploración es otro hito del desarrollo del niño que pudo verse afectado por el trauma. Por este motivo la invitación a explorar la biblioteca y los cuentos es un camino precioso de conexión. La guía que el terapeuta haga en este proceso es fundante.

Una guía amorosa, que deje espacios para el silencio, para recorrer con todo el cuerpo el cuento, para actuarlo, para esconderlo, para taparlo, etc. Estoy hablando ni más ni menos que de una integración de Mindfulness y el arte como forma de intervenir clínicamente.

Incluso detenerse en alguna parte del cuento y generar las condiciones para armar un protocolo y poder trabajar desde EMDR.

El enraizamiento en este punto es un eje de trabajo también. El libro ofrece esa posibilidad. Hay un cuerpo que es el libro mismo que permite conectarnos con el presente. Otra virtud de ofrecer un cuento, una historia, es que el niño puede entrar y salir de ella tantas veces como lo necesite, en los lugares que él decida entrar o salir del cuento. Suelo ofrecer en estos casos un PUP (Pequeño Universo de Posibilidades). El PUP es un elemento tomado de los narradores para contar historias. Este PUP es un paraguas intervenido con telas de tul que cumple la función de refugio, de lugar seguro y donde el niño puede entrar y salir de él al igual que en el cuento.

Cuando narramos a un niño en sesión, podemos trabajar con aquello que el trauma a afectado como la secuencialidad y lo predecible. 

Koko muestra también sus cicatrices. Y este punto es un mundo a la hora de intervenir con los niños. Hay tantas maneras creativas de abordar las cicatrices como cicatrices en el mundo.

En niños que han sufrido intervenciones médicas en su cuerpo, es factible que a nivel de la piel aparezcan diferentes manifestaciones emocionales y conductuales como cenestésicas perturbadoras. Mu gusta mucho ofrecer la posibilidad de dibujarlas o hacerlas en 3D. Invito a bordear la cicatriz, colorearla, jugar a transformarla a preguntar qué historia guarda, a decorarla, a contemplarla.

El hecho de trabajar desde un cuento, desde la narrativa, EMDR y la integración del arte y mindfulness, da el espacio para aumentar la conciencia corporal. Un cuento es cuerpo. Y si podemos generar esta conciencia podemos desarrollar recursos para la calma y la seguridad.

Es impensado un abordaje en trauma médico sin el trabajo desde la integración de Terapias Sensorio Motoras. Por este motivo creé un abordaje que se llama El Cuerpo Narrado. Tomé desde el campo de los narradores orales la idea de crear un cuerpo de tela para narrar sobre el cuerpo y junto a la realizadora de títeres con quien trabajo, hicimos un cuerpo de cuento de tela. El niño puede usarlo como vestimenta en el consultorio y así poder narrar sobre el cuerpo. En general, la que narra el cuento soy yo mientras guío la exploración corporal. Este abordaje permite la exploración de las sensaciones corporales, la conciencia corporal, el desarrollo de la autocompasión, la tramitación de las emociones y la posibilidad de procesar algún evento traumático guardado en el cuerpo (texto desarrollado en paulamoreno.org)

Este trabajo es sumamente interesante cuando además se realiza junto al grupo familiar. Las posibilidades de intervenciones son infinitas.

Si los padres o cuidadores son figuras confiables y seguras para el niño, y se hace una intervención terapéutica a tiempo, se puede lograr la recuperación psicológica del niño, esto es lo que nos cuenta el relato de Koko, ¿cierto?

Absolutamente cierto, José Luis. No debemos descuidar el trabajo profundo con estos padres, ya que pueden ser confiables y seguros para los niños, pero pueden verse afectados por el miedo, la incertidumbre y el dolor de ver sufrir a su hijo o hija. Por eso, nunca podemos pensar una intervención desarticulada de la familia y el equipo médico.

Tal como lo muestra el cuento de Koko, darles a los padres la información necesaria y trabajar en la creación de recursos para el proceso médico que van a enfrentar, es de vital importancia.

En algunas ocasiones necesitaremos trabajar de manera separada con los padres para ayudarlos a procesar sus propios miedos.

Intercalando entrevistas familiares o vinculares donde poder crear a su vez estrategias familiares de afrontamiento. Crear por ejemplo un “bastión familiar” con las cualidades familiares, con los recursos que tienen como familia, con historias de resiliencia familiar, suele ser muy sanador. Estos bastiones pueden hacerse con ramas de árboles, dibujados, con cartón, etc. 

Vuelvo a remarcar aquí la necesidad de crear en familia rituales que permitan tramitar ciertas emociones y ayuden al niño y a la familia en determinados momentos. Por ejemplo, las canciones que pueden acompañar antes de ir a la anestesia, o cajitas con muñecos que representen recuerdos familiares, o con recursos simbolizados en texturas o peluches.

Si los padres pueden acompañar los momentos previos a alguna intervención basándose en los recursos practicados en sesión, se podrán prevenir momentos de stress para el niño.

Ellos tienen que estar psico educados respecto de lo que significa el impacto traumático en sus hijos y las maneras de leer esas conductas y las necesidades de los niños. Este circuito genera mayor confianza y seguridad en el niño y en los padres también.

También resulta importante, entrenar a los padres para solicitar al equipo médico lo que la familia y el niño necesitan. Por ejemplo, si el niño necesita llevarse un juguete hasta la sala de anestesia, o si necesita practicar algún recurso antes de la intervención propiamente dicha.

Suele ser muy beneficioso incluir a los padres en entrevistas donde se trabaje con el armado de la historia de lo vivido. Algunos niños pueden no recordar partes del evento, o eran muy pequeños para recordar con una memoria narrativa. Existen, desde EMDR, ciertos protocolos específicos para llevar adelante este proceso. Es muy sanador cuando los padres juegan en la consulta a curar o sanar a algún muñeco o a representar con ellos, las escenas de la historia médica de su hijo y de ellos mismos. Trabajar en familia cómo las reglas de la vida familiar han cambiado y cómo han encontrado maneras de responder a estos cambios, colabora en el fortalecimiento de la resiliencia familiar.

J.L.: Enhorabuena por tu nueva obra, déjanos una dirección donde las personas puedan adquirir el relato si lo desean.

P.: El libro puede pedirse a mi mail: pmoreno2702@gmail.com