lunes, 11 de marzo de 2024

Aviso importante: inscríbete a las VI Conversaciones antes del 8 de abril para beneficiarte de la tarifa reducida

 



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Modalidad presencial y online:



Vídeo presentación VI Conversaciones
¡Te esperamos!



San Sebastián, Bahía de La Concha


El maltrato legal en el siglo XXI, de Bittor Arnaiz y Josu Goikoetxea, documental que se presentará en las VI Conversaciones sobre apego y resiliencia, San Sebastián, 16 y 17 de mayo de 2024

 

VI Conversaciones sobre apego y resiliencia

Enlace para inscribirse:

https://joseluisgonzalo.com/conversaciones-2024/


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Hoy presentamos los cortometrajes 

que se proyectarán en el congreso.

Título del documental:

El maltrato legal en el siglo XXI

Entrevista en vídeo con Bittor Arnaiz y Josu Goikoetxea, autores



Entrevista con Bittor y Josu, autores



Josu Goikoetxea. Psicólogo. Diplomado en traumaterapia infanto-juvenil sistémica. Terapeuta de familia y terapia por la EVNTF. Cuenta con catorce años de experiencia en protección a la infancia en el Ayuntamiento de Bilbao.



Bittor Arnaiz. Psicólogo. Diplomado en traumaterapia infanto-juvenil sistémica. Máster en Terapia Cognitiva (Centro Albert Ellis, Ciudad México). Cuenta con quince años de experiencia en protección a la infancia en el Ayuntamiento de Bilbao. Juntos hemos realizado varias producciones audiovisuales vinculadas, sobre todo, con la salud mental infantil.

martes, 5 de marzo de 2024

Jorge Barudy, ponente en las VI Conversaciones apego y resiliencia, participará con una conferencia sobre el papel traumático por malos tratos de los contextos socioeconómicos actuales

 

VI Conversaciones sobre apego y resiliencia 

Enlace para inscribirse:

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Presentamos a los ponentes

Hoy 4ª entrevista en vídeo: Jorge Barudy




Participará en las VI Conversaciones con esta ponencia:

“La aplicación de la cibernética de tercer orden para mostrar el papel traumático por malos tratos, de los contextos sociales impuestos por los defensores del modelo económico de mercado en la infancia y la adolescencia”

En esta entrevista grabada en vídeo nos explica los contenidos de su ponencia
en las VI Conversaciones:




Jorge Barudy. Neuropsiquiatra, psicoterapeuta y terapeuta familiar. Formador de la EFTA (Asociación Europea de Terapia Familiar). Docente del postgrado en psicoterapia e intervención social sistémica de la Universidad Católica de Lovaina (1983-1998). Fue director clínico del programa de prevención y tratamiento de los malos tratos infantiles (Equipe SOS Enfants Familles) de la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica (1982 –1997). Director Fundador de EXIL Bruselas en 1983, Centro Médico psicosocial para refugiados políticos y víctimas de tortura en Bélgica y desde el año 2000. Director y presidente del Centro Exil (Asociación médico psicosocial para víctimas de violencia, tortura y violación de los DDHH) en Barcelona, España. Docente de varias Universidades españolas, europeas e iberoamericanas en cursos de post-título en relación con la prevención y el tratamiento de los efectos de la violencia en niños, mujeres, la familia y la comunidad. Es co-director de IFIV Barcelona fundado en el 2000. Autor de numerosos artículos y libros sobre el tema del maltrato infantil, los buenos tratos, competencia parental y resiliencia. Codirector y docente de IFIV Barcelona. Autor de numerosos libros y artículos sobre el maltrato infantil, los buenos tratos a la infancia, las competencias y la resiliencia parental. Página web Traumaterapia: www.traumaterapiayresiliencia.com



lunes, 4 de marzo de 2024

Abierto el plazo de inscripción a las VI Conversaciones sobre apego y resiliencia, modalidad presencial y online, San Sebastián, 16 y 17 de mayo de 2024

VI Conversaciones sobre apego y resiliencia
San Sebastián, 16 y 17 de mayo de 2024

Enlace para inscribirse:

https://joseluisgonzalo.com/conversaciones-2024/

Inscríbete antes del 8 de abril para aprovechar la tarifa reducida

Con la participación de:

Jorge Barudy

Rafael Benito

Catherine Young

Patricia Hermosilla

Nacho Serván

Y más...

Vídeo presentación de las VI Conversaciones


Crecer en un entono libre de violencia, derecho superior de la infancia. Jorge Barudy, Rafael Benito, Maryorie Dantagnan, Iciar García, José Luis Gonzalo, Cristina Herce


VI Conversaciones sobre apego y resiliencia

San Sebastián, 16 y 17 de mayo de 2024

Inscripciones:

https://joseluisgonzalo.com/conversaciones-2024/

Inscríbete antes del 8 de abril para aprovechar la tarifa reducida

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Crecer en un entono libre de violencia, 

derecho superior de la infancia

 Autores:

Jorge Barudy, psiquiatra
Rafael Benito, psiquiatra
Maryorie Dantagnan, psicóloga
Iciar García, doctora en psicología
José Luis Gonzalo, psicólogo clínico
Cristina Herce, psicóloga

Miembros del Equipo docente del 


No es la primera vez, ni será la última que encontramos titulares como el de una reciente publicación editada por la Universidad de Burgos y cuya autoría procede de un profesor asociado de esta misma entidad. En dicho titular, se da a conocer un ensayo sobre el estudio de 40 casos de desprotección infantil en el que el docente y psicólogo, autor de la obra, plantea y titula: “¿El robo de niños en democracia?”. 

Este autor alude a criterios de arbitrariedad de los servicios sociales en la elaboración de los informes de declaración de desamparo que las entidades informan y que pueden concluir en la separación del niño o la niña del núcleo familiar en el que se está produciendo maltrato, desatención o ambas situaciones. Alude también el autor, sobre el estudio de 40 casos (podríamos, según los criterios científicos, a los que el propio autor hace referencia, cuestionar la validez de un estudio/ensayo con un tan reducido número de casos estudiados) a “situaciones de injusticia”, “criterios blandos” a un “Estado intervencionista” y al “individualismo, la atomización de las personas, la ruptura del lazo social y el apoyo familiar”.

Como profesionales con larga trayectoria en la materia de protección a la infancia, no queremos dejar pasar, una vez más, esta oportunidad para debatir este mensaje sobre la base de criterios científicos y legislativos acerca de la necesaria intervención para la preservación de los derechos de los niños y las niñas ante situaciones de experiencia temprana de adversidad por malos tratos infantiles. Afirmaciones como las que acabamos de citar pueden llevar a la población general a sacar conclusiones erróneas con resultados nefastos para la infancia que requiere la protección del Estado. 

Emblema de la ONU


En lo referente a los aspectos legales y organizativos del sistema de protección la infancia, debemos encuadrar la acción de protección dentro del deber de atender a los requerimientos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de 20 de noviembre de 1989, en la Convención de Derechos del Niño. En el citado documento, se referencia la necesidad de intervención ante cualquier situación que pueda perjudicar el desarrollo integral del niño o de la niña. Esto que puede ser interpretado como intervencionista, a nuestro juicio tiene una óptica protectora, esto es, una pretendida defensa de derechos humanos, aspecto que se torna clave en nuestra actitud profesional. Por lo tanto, crecer en entornos libres de violencia se configura como un derecho fundamental para todos los seres humanos. Son requerimientos de la CDN (1989) a los estados miembros: 

El adoptar “todas las medidas legislativas, administrativas, sociales y educativas apropiadas para proteger al niño contra toda forma de perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual, mientras el niño se encuentre bajo la custodia de los padres, de un representante legal o de cualquier otra persona que lo tenga a su cargo.”

Añade este mismo documento que: 

“Esas medidas de protección deberán comprender, según corresponda, procedimientos eficaces para el establecimiento de programas sociales con objeto de proporcionar la asistencia necesaria al niño y a quienes cuidan de él, así como para otras formas de prevención y para la identificación, notificación, remisión a una institución, investigación, tratamiento y observación ulterior de los casos antes descritos de malos tratos al niño y, según corresponda, la intervención judicial.”

Por su parte, el Estado pone a disposición de las familias una serie de recursos para tratar de configurar nuevos contextos de protección y procurar espacios de apoyo y génesis de nuevas formas de vinculación que procuren seguridad y oportunidad a las familias, tratando de promover las competencias parentales necesarias para prevenir, o en su caso, reparar el daño en los niños y niñas víctimas de adversidad temprana por malos tratos infantiles. No siempre es posible y la severidad del daño psiconeurobiológico de las personas afectadas por trauma temprano impide el saludable ejercicio de esta labor. Es aquí donde el estado ha de actuar tratando de reparar el daño ya ocasionado en los niños y las niñas y sus familias, tratando de dotar precisamente de contextos seguros de cuidados, protección y vínculos de apego sano, que pasa por la preservación de la integridad física, psicológica y social de la infancia.

Sin embargo, teniendo en cuenta los términos citados en el párrafo anterior, son extensos caminos en los que se trata de revertir este tipo de situaciones. En ocasiones y según expertos, demasiado dilatados en el tiempo, priorizando la preservación familiar y las nuevas oportunidades de posible reparación frente al momento de desarrollo del niño, que en circunstancias de malos tratos se puede ver detenido y seriamente obstaculizado.

La reciente legislación estatal en materia de protección infantil indica que:

“Las administraciones públicas competentes dotarán a los servicios sociales de atención primaria y especializada de profesionales y equipos de intervención familiar y con la infancia y la adolescencia, especialmente entrenados en la detección precoz, valoración e intervención frente a la violencia ejercida sobre las personas menores de edad…… Los equipos de intervención de los servicios sociales que trabajen en el ámbito de la violencia sobre las personas menores de edad deberán estar constituidos, preferentemente, por profesionales de la educación social, de la psicología y del trabajo social, y cuando sea necesario de la abogacía, especializados en casos de violencia sobre la infancia y la adolescencia”. (Ley Orgánica 8/21, 4 de junio de 2021). 

Ya desde el año 1/1996, en la legislación nacional sobre protección del menor, la preservación familiar viene siendo uno de los criterios principales y, por tanto, un criterio objetivable de cualquier actuación en la materia que nos ocupa. Hace alusión esta ley a que:

“Serán principios rectores de la actuación de los poderes públicos en relación con los menores: a) La supremacía de su interés superior. b) El mantenimiento en su familia de origen, salvo que no sea conveniente para su interés, en cuyo caso se garantizará la adopción de medidas de protección familiar y estable priorizando, en estos supuestos, el acogimiento familiar frente al institucional. c) Su integración familiar y social. d) La prevención y la detección precoz de todas aquellas situaciones que puedan perjudicar su desarrollo persona”.

Los programas de apoyo a familias se rigen por una “finalidad general de garantizar la integración del menor en sus grupos naturales de convivencia, en condiciones básicas suficientes que posibiliten su participación en la vida familiar, económica, social y cultural, y su desarrollo como persona”. (Programa de Intervención Familiar, Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades Junta de Castilla y León, 2000).

Reiteramos que, en muchas ocasiones, este criterio rige intervenciones demasiado prolongadas dentro del entorno familiar, tratando de evitar la separación del niño de su familia. Las sucesivas tentativas de la administración por mantener a los niños y niñas en sus hogares, en ocasiones repercute negativamente en el óptimo desarrollo de los niños y niñas, cuyo derecho fundamental pasa por crecer y desarrollarse en entornos libres de violencia y que procuren entornos que admitan el desarrollo de sus potencialidades a nivel, físico, psicológico y social. 

Sin embargo, queremos reseñar aspectos estructurales y/o culturales que en nuestra legislación, si analizamos el concepto de “riesgo”, podemos observar como aparecen fórmulas que se muestran contradictorias. A saber, se asume como tolerable que la persona menor de edad viva en un contexto que perjudique su desarrollo personal, familiar, social o educativo, en definitiva, su bienestar y sus derechos, siempre que no exceda de un determinado grado no concretado legalmente: 

“Se considerará situación de riesgo aquella en la que, a causa de circunstancias, carencias o conflictos familiares, sociales o educativos, la persona menor de edad se vea perjudicada en su desarrollo personal, familiar, social o educativo, en su bienestar o en sus derechos de forma que, sin alcanzar la entidad, intensidad o persistencia que fundamentarían su declaración de situación de desamparo y la asunción de la tutela por ministerio de la ley, sea precisa la intervención de la administración pública competente, para eliminar, reducir o compensar las dificultades o inadaptación que le afectan y evitar su desamparo y exclusión social, sin tener que ser separado de su entorno familiar” (Artículo 17. Actuaciones en situaciones de riesgo. Ley Orgánica 1/1996, de 15 de enero, de Protección Jurídica del Menor, de modificación parcial del Código Civil y de la Ley de Enjuiciamiento Civil. Jefatura del Estado).



Hoy en día, mantener este concepto distorsiona o se aleja del aporte científico que a lo largo de los últimos años ha ido informando de aspectos tan sustanciales como aquellos referidos a la neurociencia. Así, esta disciplina demuestra y alerta de la importancia de que los niños y niñas dispongan de un ambiente familiar protector, especialmente en sus primeros años de vida, cuando se producen infinidad de cambios en el neurodesarrollo, cuyos efectos pueden mantenerse a lo largo de toda la vida de la persona.

La ciencia reseña aportes tan sustanciales a este respecto como los que hacen hincapié en señalar que el bebé nace con un sistema nervioso por hacer; pero con un dispositivo básico cuya finalidad es vincularse al adulto encargado de cuidarlo, y aprovechar la interacción con él para ir integrando su funcionamiento, de modo que todos sus componentes participen cuando conviene, según las demandas del entorno, regulando el ánimo, la conducta y la actividad de los sistemas corporales de un modo que garantice una buena adaptación y un estado saludable (Siegel, 2007). El desarrollo de las redes neurales que constituirán un sistema nervioso sano depende mucho más de las relaciones interpersonales (Sanes & Jessel, 2013; Opendak et al., 2017) que de cualquier otra influencia ambiental. Cuando las interacciones con los demás proporcionan experiencias de seguridad y unos estados emocionales regulados, las redes neurales van adquiriendo un funcionamiento integrado, en el que cada área y núcleo cerebral contribuye al mantenimiento de un estado físico y psíquico saludable. Por el contrario, cuando los niños y niñas viven experiencias de abandono o negligencia, o bien sufren interacciones marcadas por el abuso emocional, físico o sexual, se producen alteraciones del neurodesarrollo (Teicher et al., 2016) que reducirán las posibilidades de que el sistema nervioso logre un funcionamiento integrado; y esta falta de integración acabará perjudicando de por vida la salud mental y física de quien los ha sufrido. Numerosas investigaciones indican claramente que las experiencias de maltrato en la infancia perjudican gravemente la salud, incluso durante la vida adulta (Lanius, et al., 2010), aumentando la probabilidad de sufrir problemas tan graves como obesidad, diabetes, enfermedades autoinmunes o incluso demencia temprana (Walsh et al., 2019). El maltrato en la infancia es también un factor patógeno de primer orden en el origen de trastornos mentales (Kisely, et al., 2018), entre los que destacan por su prevalencia y gravedad la depresión (Lippard, et al., 2020) o la esquizofrenia (Cutajar, et al 2010).

El último libro de Rafael Benito explica cómo
el cerebro infantil para moldearse sanamente necesita del cerebro 
de adultos competentes en los cuidados.


Las consecuencias del maltrato son mayores cuanto más temprano es este. Pasar el primer año de vida en un lugar en el que se sufre maltrato o negligencia puede empeorar la salud de los niños a lo largo de toda su vida (Rutter, et al., 2010). Protegerlos del maltrato y hacerlo lo antes posible es tan importante que su esperanza de vida puede depender de ello. Una investigación reciente (Segal, et al., 2021) indica que la mortalidad entre los 16 y los 33 años aumenta mucho cuando se ha sufrido maltrato; sobre todo si las medidas de protección, como puede ser la retirada de la custodia, se demoran más allá de los 3 años de edad. El efecto de la protección precoz era tan notable que, para quienes eran protegidos antes de cumplir 3 años, la mortalidad era cuatro veces menor. (Maselko et al., 2011)

La neurociencia actual ha descubierto y demostrado que un nivel de afecto temprano es clave para un desarrollo futuro sano, reduciendo el riesgo de desarrollar patologías mentales (Maselko y otros, 2011; Gerhardt, 2016) Con lo cual, tenemos que cambiar la mentalidad y considerar a la afectividad y a la seguridad como una necesidad imprescindible que estimula el crecimiento del cerebro y la conectividad de las neuronas. Del mismo modo que todos entendemos que una buena alimentación es clave para que los niños crezcan y se desarrollen físicamente de una manera adecuada, la afectividad y la seguridad es el alimento que el cerebro también precisa para una óptima configuración, además de ser necesario desde el punto de vista psicológico y de la salud, entendida esta desde una concepción basada en el bienestar integral del ser humano.

Volviendo de nuevo a los aspectos legales, consideramos que el concepto de riesgo es contradictorio con el principio del interés superior del menor que tanto la normativa estatal como internacional afirman que debe regir en todo momento la intervención de las administraciones y de los estados y advierten de los efectos perniciosos del uso inadecuado de este concepto. 

“34. La flexibilidad del concepto de interés superior del niño permite su adaptación a la situación de cada niño y la evolución de los conocimientos en materia de desarrollo infantil. Sin embargo, también puede dejar margen para la manipulación: el concepto de interés superior del niño ha sido utilizado abusivamente por gobiernos y otras autoridades estatales para justificar políticas racistas, por ejemplo; por los padres para defender sus propios intereses en las disputas por la custodia; y por profesionales a los que no se podía pedir que se tomaran la molestia y desdeñaban la evaluación del interés superior del niño por irrelevante o carente de importancia.”. Observación general nº 14 (2013) sobre el derecho del niño a que su interés superior sea una consideración primordial (artículo 3, párrafo 1, pág. 1º)*(convención sobre los derechos del niño).

Por otro lado, queremos reflejar que el paradigma de los buenos tratos (que debiera estar en la base de todas las acciones humanas, pero que cobra especial relevancia en lo relativo la protección infantil), avalado por la investigación científica en neurociencia, postula que estos «aseguran el buen desarrollo y el bienestar infantil y son la base del equilibrio mental de los futuros adultos y, por tanto, de toda la sociedad» (Barudy y Dantagnan, 2005). Esto debe de presidir toda actuación que se haga con los niños y las niñas. Persigue el bien superior del menor, que es el derecho a tener un vínculo sano y seguro (Hernán, 2021). Usualmente, esto lo proporcionan los padres biológicos, pero, en ocasiones, debido a múltiples causas, estos no pueden proporcionar a sus crías la satisfacción de sus necesidades ni garantizar los cuidados y el mantenimiento de un vínculo de apego de calidad, que les otorgue una experiencia prolongada de seguridad, fundamental para el adecuado desarrollo futuro de la personalidad. En otras palabras, la consanguinidad no otorga la competencia de cuidar.

Portada del libro de Jorge Barudy y Maryorie Dantagnan
donde se desarrolla el paradigma de los buenos tratos


Cuando los padres son competentes y en consecuencia mantienen unas relaciones positivas con sus hijos, logrando una dinámica familiar afectiva y cohesiva entre todos los miembros de la familia, con capacidad para la empatía, para expresar las emociones, resolver los problemas y participando de los recursos y redes comunitarias, es posible un desarrollo psicomotor, cognitivo, afectivo y relacional saludable de los niños y niñas y una personalidad capaz de responder con empatía, mentalización (Fonagy et al., 2002) solidaridad y altruismo a los desafíos de la existencia infantil y más tarde de la adulta. (Barudy y Dantagnan, 2005) 

A su vez, cabe señalar que se hacen necesarios cambios en los modelos de evaluación del daño en los niños y las niñas víctimas de adversidad temprana. De hecho, la evaluación a la que alude el autor basándose en criterios de tipos de maltrato es obsoleta. La ciencia psicológica y médica han ido señalando que, la mayoría de los niños que han estado expuestos a un tipo de adversidad también han experimentado muchas otras (Green et al., 2010 ; McLaughlin et al., 2012). Por lo tanto, es importante profundizar en el enfoque de riesgo acumulativo, que se centra en la cantidad de experiencias adversas distintas (incluyendo la diversidad de experiencias maltratatantes), pero también que se acumulan en el tiempo en lugar de la gravedad o el tipo de adversidad (Evans et al., 2013). Es necesario recapacitar acerca de los modos de evaluación de la adversidad temprana confiriendo un mayor peso al enfoque de Riesgo Acumulativo en detrimento de la intensidad de un daño causado (o al menos contemplar ambas perspectivas). 

Un último aspecto para reflexionar de corte cultural y estructural pone en auge la visión adultista que prima en las sociedades actuales. Esta corriente antepone los derechos de los adultos sobre los de la infancia. El autor del libro señala que las intervenciones protectoras del Estado vulneran los derechos de los padres y las madres, obviando el derecho de los niños y de las niñas a un desarrollo saludable y pleno. Nuestra sociedad sigue siendo garantista con los adultos y las administraciones competentes en protección a la infancia son supervisadas por el poder judicial a través de diferentes medios. Todavía estamos muy lejos de poder decir que en nuestras intervenciones prima el interés superior del menor; se requieren cambios importantes en la comprensión y sensibilización sobre la gravedad de los perniciosos efectos del maltrato a los niños y niñas en su desarrollo a lo largo de toda la vida. Lamentablemente el sistema de protección aún está muy alejado de disciplinas como la psicología especializada en los efectos del maltrato en la infancia  y la neurobiología interpersonal, entre otros. Como sociedad debemos tomar conciencia de que la mejor política de promoción de la salud física y mental que puede hacer cualquier Estado es invertir en el bienestar de sus miembros más vulnerables, entre los que, sin duda, se encuentran los niños, niñas y adolescentes. Se hace necesaria la consideración del maltrato infantil como un problema de salud pública, que responsabilice a los poderes públicos sobre la salud mental y física de los niños y de las niñas y procure contextos de comunidades saludables, dinámicas y con oportunidades.

Los avances sociales, culturales, legislativos y políticos han de ahondar en la protección infantil. Siguiendo la estela de importantes avances que ya han ido tomando auge en la igualdad de derechos de las personas, por ejemplo, resuena a tiempos pasados y privativos de libertad el considerar que las intervenciones dirigidas a proteger a mujeres violentadas por parejas supondrían una vulneración de los derechos de sus agresores al “quitarles a sus mujeres”. Sin embargo, todavía hoy, no son pocos quienes afirman que “un bofetón a tiempo a un niño o niña es lo mejor”, y quienes consideran, entre los que parece encontrarse el autor del citado libro, que las intervenciones protectoras de las administraciones públicas y el juzgado vulneran los derechos de los progenitores, ya que “se les quitan a sus hijos e hijas” como si de objetos o posesiones de los adultos se tratasen.

Niños y Niñas libres


Las madres y los padres no son propietarios de sus hijos, más bien adquieren con ellos la responsabilidad de cuidarlos y protegerlos durante largos periodos de tiempo: ser padre o madre no es un derecho; crecer en un entorno familiar protector y libre de violencia, sí lo es. Pero ¿por qué se mantienen y refuerzan estos mitos? Se nos ocurren algunas explicaciones, como la idea a resaltar es que en nuestra sociedad perdura una banalización de la importancia de la violencia hacia la infancia. Estas conductas son reconocidamente intolerables cuando se trata de adultos, y especialmente de adultos más vulnerables; sin embargo, parecen ser toleradas y justificadas cuando se trata de niños y niñas. 

También cabe reseñar el hecho de que, en nuestra experiencia de más de un cuarto de siglo de trabajo con personas menores de edad que han sufrido maltrato y desprotección muy severa, son muy escasos los progenitores que han ingresado en prisión como consecuencia del maltrato ejercido sobres sus hijas e hijos y, en la gran mayoría de los casos, han mantenido un derecho de visitas a sus hijos a los que violentaron profunda e intensamente, en ocasiones en contra de la visión profesional que ha aconsejado preservar a los niños y a las niñas de la exposición a padres con prácticas maltratantes. 

Persistir la idea de que el efecto de la violencia en los niños y las niñas es pasajero y de que cuanto más pequeños sean los niños, antes olvidarán lo ocurrido en sus experiencias tempranas, contradice a la ciencia, como se ha comentado anteriormente, que no solo desmiente estas afirmaciones, sino que nos muestra que cuanto más pequeños son mayor es la gravedad de los efectos de la violencia y su necesidad de protección. 

La experiencia temprana de adversidad está en la base de muchos problemas sociales y de salud, esto requiere de una especial y proyectiva atención con el fin de mejorar la calidad de vida de las personas, no banalicemos, profundicemos con el rigor que requiere el deber protector de toda la sociedad con su infancia.

Referencias bibliográficas 

Barudy, J. y Dantagnan, M. (2005). Los buenos tratos a la infancia. Parentalidad, apego y resiliencia. Barcelona: Gedisa.

Cutajar, M. C., Mullen, P. E., Ogloff, J. R., Thomas, S. D., Wells, D. L., & Spataro, J. (2010). Schizophrenia and other psychotic disorders in a cohort of sexually abused children. Archives of general psychiatry, 67(11), 1114-1119.

Evans, G. W., Li, D., y Whipple, S. S. (2013). Cumulative risk and child development. Psychological Bulletin, 139(6), 1342. https://doi.org/10.1037/a0031808 

Fernández, H. (19 de abril de 2021). El derecho a los buenos vínculos y los derechos de los buenos vínculos. Blog Buenos tratos. http://www.buenostratos.com/2021/04/el-derecho-los-buenos-vinculos-y-los.html  

Fonagy, P. Gergely., Jurist, E., Target, M. (2002). Affect regulation, mentalization, and the development of the self. NY: Other Press.

Gerhardt, S. (2016). El amor maternal. La influencia del afecto en el cerebro y emociones del bebé. Barcelona: Editorial Eleftheria.

Green, J. G., McLaughlin, K. A., Berglund, P. A., Gruber, M. J., Sampson, N. A., Zaslavsky, A. M., y Kessler, R. C. (2010). Childhood adversities and adult psychiatric disorders in the national comorbidity survey replication I: associations with first onset of DSM-IV disorders. Archives of General Psychiatry, 67(2), 113- 123. https://doi.org/10.1001/archgenpsychiatry.2009.186

Kisely, S., Abajobir, A. A., Mills, R., Strathearn, L., Clavarino, A., & Najman, J. M. (2018). Child maltreatment and mental health problems in adulthood: birth cohort study. The British Journal of Psychiatry, 213(6), 698-703.

Lanius, R. A., Vermetten, E., & Pain, C. (2010). The impact of early life trauma on health and disease: The hidden epidemic. Cambridge University Press.

Lippard, E. T., & Nemeroff, C. B. (2020). The devastating clinical consequences of child abuse and neglect: increased disease vulnerability and poor treatment response in mood disorders. American journal of psychiatry, 177(1), 20-36.

Maselko, J., Kubzansky, L., Lipsitt, L., & Buka, S. L. (2010). Mother's affection at 8 months predicts emotional distress in adulthood. Journal of Epidemiology & Community Health.

McLaughlin, K. A., Green, J. G., Gruber, M. J., Sampson, N. A., Zaslavsky, A. M., y Kessler, R. C. (2012). Childhood adversities and first onset of psychiatric disorders in a national sample of US adolescents. Archives of General Psychiatry, 69(11), 1151-1160. https://doi.org/10.1001/archgenpsychiatry.2011.2277

Opendak, M., Gould, E., & Sullivan, R. (2017). Early life adversity during the infant sensitive period for attachment: Programming of behavioral neurobiology of threat processing and social behavior. Developmental cognitive neuroscience, 25, 145-159.

Rutter, M., Sonuga-Barke, E., & Castle, J. (2010). I. Investigating the impact of early institutional deprivation on development: Background and research strategy of the English and Romanian Adoptees (ERA) study. Monographs of the Society for Research in Child Development, 75(1), 1.

Sanes, J. R. (2013). Experience and the refinement of Synaptic Connections. En: E. Kandel, JH Schwartz, TM Jessell, SA Siegelbaum, AJ Hudspeth. Principles of Neural Science.

Segal, L., Armfield, J. M., Gnanamanickam, E. S., Preen, D. B., Brown, D. S., Doidge, J., & Nguyen, H. (2021). Child maltreatment and mortality in young adults. Pediatrics, 147(1).

Siegel, D. J. (2007). La mente en desarrollo. Bilbao: Desclée de Brouwer.

Teicher, M. H., Samson, J. A., Anderson, C. M., & Ohashi, K. (2016). The effects of childhood maltreatment on brain structure, function and connectivity. Nature reviews neuroscience, 17(10), 652-666.

Van den Dries, L., Juffer, F., Van IJzendoorn, M. H., & Bakermans-Kranenburg, M. J. (2009). Fostering security? A meta-analysis of attachment in adopted children. Children and youth services review, 31(3), 410-421.

Walsh, E., Blake, Y., Donati, A., Stoop, R., & Von Gunten, A. (2019). Early secure attachment as a protective factor against later cognitive decline and dementia. Frontiers in Aging Neuroscience, 11, 161.

viernes, 1 de marzo de 2024

Ander Iruretagoyena, actor y director de cine, presentará en las VI Conversaciones un corto sobre la sanación de las heridas emocionales de los profesionales.

VI Conversaciones sobre apego y resiliencia

Enlace para inscribirse:

https://joseluisgonzalo.com/conversaciones-2024/

Inscríbete antes del 8 de abril para aprovechar la tarifa reducida


Hoy presentamos los cortos cinematográficos 

que se proyectarán en el congreso

Título de el primer corto: Beldur Malutak (Copos de nieve)

Entrevista en vídeo con Ander Iruretagoyena, director y actor





Ander Iruretagoyena. Con formación en interpretación en el TAE (Taller de Artes Escénicas), ha complementado su educación en áreas de guión, dirección y producción en instituciones como Larrotxene y Campus Training. En el campo de la actuación, ha participado en la serie televisiva "Goenkale" y ha colaborado en producciones teatrales como “Un beso” y “Mi hijo sólo camina un poco más lento", dirigidas por Fernando Bernués, así como en “Último tren a Treblinka”, bajo la dirección de Mireia Gabilondo. En el aspecto de dirección y guion, Ander ha co-dirigido y co-escrito “Beldur Malutak" junto a Telmo Irureta. También ha incursionado en la producción cinematográfica, trabajando en el cortometraje "Red Bay", dirigido por José A. Cortés Amunarriz, donde además desempeñó un papel como actor principal. Recientemente, ha estado involucrado en la producción, escritura y dirección de "Nahiak", colaborando con un equipo diverso. Actualmente, se dedica al proyecto "REFUGIO" en roles de director y guionista.


lunes, 26 de febrero de 2024

Nacho Serván, psicólogo clínico, participará en las VI Conversaciones con la ponencia "Desorganización del apego: relevancia clínica".

 

VI Conversaciones sobre apego y resiliencia 

Enlace para inscribirse:


Inscríbete antes del 8 de abril para aprovechar la tarifa reducida


Presentamos a los ponentes

Hoy 3ª entrevista en vídeo: Nacho Serván


Participará en las VI Conversaciones con esta ponencia:

Desorganización del apego: relevancia clínica. 

En esta entrevista grabada en vídeo nos explica los contenidos de su ponencia
en las VI Conversaciones:




Ignacio Serván. Nacho Serván es especialista en psicología clínica, ha trabajado durante 20 años en recursos hospitalarios de tratamiento intensivo con pacientes graves, especialmente con trastornos de la personalidad. En la actualidad es director de CEPA: Centro Especializado en Psicoterapia y Apego, en el ámbito privado en Madrid. Está acreditado como psicoterapeuta y supervisor por la Asociación Española de Psicoterapias Constructivistas (ASEPCO), es psicodramatista (EPP) y ha completado el Programa de Formación en Apego de Psimática y la formación en Entrevista de Apego Adulto del Family Relations Institute. Colabora regularmente como docente en varios másteres, en el SNS y en otras instituciones y como revisor de artículos en revistas científicas. Ha publicado varios artículos sobre psicopatología y psicoterapia, y en febrero de 2023 salió publicado su primer libro: “Desorganización del apego: clínica y psicoterapia con adultos” en la editorial Desclée de Brower.


lunes, 19 de febrero de 2024

Catherine Young, experta en apego, presentará en las VI Conversaciones su modelo Terapia Multimodal para el Apego.

 VI Conversaciones sobre apego y resiliencia 

Enlace para inscribirse:

https://joseluisgonzalo.com/conversaciones-2024/

Inscríbete antes del 8 de abril para aprovechar la tarifa reducida



Presentamos a los ponentes

Hoy 2ª entrevista en vídeo: Catherine Young

Nos enseñará su modelo de terapia de reparación de las 
heridas de apego para niños/as
M-MAT 
Multi-Modal Attachment Therapy
(Terapia Multimodal para el Apego)

En esta entrevista grabada en vídeo nos explica los contenidos de sus dos ponencias 
en las VI Conversaciones
Con traducción simultánea a cargo de Nerea Benito, psicóloga:




Catherine Young
Catherine Young, LMFT, es autora, formadora, consultora, conferenciante, supervisora clínica y terapeuta infantil y familiar. Ha dedicado más de treinta años a ayudar a niños y familias en contextos tan diversos como terapia para niños, tratamientos ambulatorios intensivos para niños, asociaciones de crianza y adopción, casas de acogida para niños, libertad condicional para jóvenes y salud mental en la primera infancia. Es la fundadora de un nuevo modelo de terapia práctica para ayudar a los niños con algunas de las conductas más desafiantes y resistentes al tratamiento y a sus familias: la Terapia de Apego Multimodal (M-MAT). En su deseo de llevar esperanza y bienestar a más niños y familias, es autora de dos libros, uno para terapeutas y otro para padres y cuidadores: Para terapeutas: Terapia de apego multimodal M-MAT: un enfoque integrado de todo el cerebro para las heridas de apego en niños y familias. Para padres: Comprender las heridas del apego en los niños y cómo ayudar: una guía para padres y cuidadores, que prontamente serán traducidos al español.



lunes, 12 de febrero de 2024

VI Conversaciones sobre apego y resiliencia: Patricia Hermosilla, psicóloga general sanitaria y traumaterapeuta sistémica, ponente.


VI Conversaciones sobre apego y resiliencia 

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Presentamos a los ponentes

Hoy 1ª entrevista: Patricia Hermosilla


Patricia Hermosilla. Máster en psicología general sanitaria, diplomada en traumaterapia infanto-juvenil sistémica, postgrado en terapia familiar sistémica, postgrado en intervención con víctimas de violencia sexual y de género en la infancia y la adolescencia, con formación en prostitución y trata con fines de explotación sexual en infancia, adolescencia y edad adulta, IFS y EMDR. Me he especializado en trauma, violencia sexual y violencia de género. Tengo experiencia profesional en protección de menores, donde empecé formarme y a intervenir en explotación sexual en niños y niñas, y también con mujeres en situación de prostitución y víctimas de trata. Actualmente trabajo a nivel privado con mujeres que han sufrido cualquier tipo de violencia machista, habiéndome especializado en violencia sexual. Trabajo desde una perspectiva feminista y abolicionista, entendiendo la prostitución en todas sus formas como una de las más graves formas de violencia contra las mujeres.

Patricia Hermosilla nos explica en el vídeo el contenido de la ponencia que presentará el viernes día 17 de mayo a las 11,45h en el Auditorio Orona.

Pronto publicaremos la web del congreso para que podáis inscribiros.

Patricia Hermosilla impartirá la conferencia:

"Maternidad en contextos de explotación sexual: consecuencias en las hijas e hijos"

Patricia Hermosilla

Psicóloga general sanitaria



lunes, 5 de febrero de 2024

VI Conversaciones sobre apego y resiliencia: conocer a los ponentes.

VI Conversaciones sobre apego y resiliencia 



El post de hoy es una breve entrada para anunciaros que, a partir de la semana próxima, publicaré semanalmente una serie de post en los que presentaré, uno a uno, en una grabación de vídeo, formato entrevista, a todos y todas las ponentes que participarán en las Conversaciones.

De este modo, podréis conocerles y saber sobre qué van a hablarnos en esta VI edición de las Conversaciones, que el comité organizador prepara con mucha ilusión. Estamos cerrando todos los asuntos relacionados con la preparación de este magnífico evento. 

Enlace para inscribirse:

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El lema de las VI Conversaciones y sus ponencias y mesas de experiencias girarán en torno a:

Intervenciones ecosistémicas

Con ello, queremos enfatizar que la psicoterapia y la intervención psicoeducativa infanto-juvenil debe de llevarse a cabo apoyando y reforzando las competencias parentales, sin duda. Pero también valorando y colaborando con el contexto y la comunidad en la cual los chicos se relacionan. En este incluimos, sobre todo, a la red psicosocial que rodea a las personas menores de edad. Está conformada por los profesores y tutores escolares, los educadores, los psiquiatras, los médicos, los trabajadores sociales, los abogados, los fiscales y los jueces, entre otros. También pueden incluirse otros miembros significativos de la comunidad, sobre todo si tienen relevancia en la vida de los niños y adolescentes.

Las decisiones, los patrones de relación, las actuaciones, las consecuencias y los modelos que estas figuras muestran ante los niños y adolescentes influyen -e incluso pueden marcar- poderosamente la vida y el devenir de estos. La ciencia y la experiencia de años de trabajo y acompañamiento a niños y adolescentes que han sufrido adversidad temprana, y que presentan trauma complejo y apegos disfuncionales, nos ha enseñado que debemos colaborar codo con codo con los profesionales del contexto de vida de las personas menores de edad. Estos han de ser conscientes de que sus actuaciones deben dirigirse siempre a mejorar las vidas de los niños y adolescentes, respetando siempre el derecho al bien superior de la persona menor de edad; pues aquellas tienen un fuerte impacto en ellos, para bien o para mal.

El próximo lunes día 12 de febrero conoceremos a la primera ponente. Vamos a contar con un cartel de auténtico lujo.

¡Hasta el próximo lunes!

lunes, 29 de enero de 2024

"Esculpiendo palabras en la arena", entrevista a Cristina Cortés, psicóloga, con motivo de la publicación de su nuevo libro

 

Esculpiendo palabras en la arena

Nuevo libro de Cristina Cortés





Cristina Cortés


Para adquirir el nuevo libro de Cristina haz click AQUÍ


Cristina Cortés. Es Psicóloga especializada en infanto juvenil. Dirige el Centro de psicología de la Salud Vitaliza, de Pamplona. Colabora como psicóloga externa con fundaciones de Servicios Sociales que trabajan con niños, adolescentes y familias con dificultades. Imparte formación a diferentes profesionales.

Es entrenadora acreditada de terapia EMDR en niños y adolescentes, profesora externa invitada en el máster de Psicoterapia con EMDR de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y en el curso universitario de Avances en salud mental reproductiva y perinatal de la Universidad de Zaragoza. En su infancia estuvo rodeada de contadoras de historias que deleitaron su niñez, de ahí su vocación de ayudar a poner palabras y reescribir las historias de trauma emocional.

Es autora de "Mírame, siénteme" (Desclée De Brouwer, 2017), "¿Cómo puedo salir de aquí?" (Desclée De Brouwer, 2018), "Cuéntame cuando sí anidé en una tripa y sí nací" (Desclée De Brouwer, 2020), y "El Invernadero Semillero" (Desclée De Brouwer, 2022)

Presentación

Este mes de enero como veis Buenos tratos lo dedica a presentaciones de libros, con las novedades de importantes autoras en el ámbito del apego, el trauma y la resiliencia. Hoy le corresponde un espacio en el blog, y lo merece, la última obra de Cristina Cortés, psicóloga especialista en apego, desarrollo y trauma, trainer en EMDR y una referencia en el uso respetuoso de este abordaje terapéutico, porque su mirada es integradora. Como veis, se llama "Esculpiendo palabras en la arena", en co-autoria con Zuzene Seminario, quien (una vez más) se ha hecho cargo de ilustrar (magníficamente, como siempre) el libro. Leer a Cristina  es una experiencia gratificante, no solo por su saber y competencia en el área, y sus años de experiencia, sino por la exquisita sensibilidad que destilan todas sus palabras, la bondad amorosa que tiene hacia todos los niños/as y sus familias, y la visión sistémica y respetuosa con ellos y sus recursos de supervivencia. Para que nos hable sobre su nuevo libro, he pensado que lo mejor era acercarme a Cristina y hacerle una entrevista, con la que a continuación os dejo. Ella nos cuenta qué podemos encontrarnos al abrir "Esculpiendo palabras en la arena". ¡Muchas felicidades! 

José Luis: ¿Como surgió la idea de escribir este libro, Cristina? ¿Qué quieres transmitir a las personas que lo lean?

Cristina: Este libro surge en un proceso formativo con profesionales que trabajan en acogimiento familiar y comparten las dificultades para facilitar la conexión emocional. A partir de ahí comienzo a elaborar la idea de crear ilustraciones que posibiliten la organización del mundo emocional implícito, que es tan complejo y confuso cuando se han vivido experiencias de abandono y soledad. Y de esa de forma va surgiendo el texto entrelazado con la creación artística de Zuzene, que ha realizado unas ilustraciones que evocan y ayudan a dar forma a esas emociones que no han tenido oportunidad de ser elaboradas.

José Luis: Leyéndolo tengo la opinión de que se pueden beneficiar de su lectura tanto las familias como los profesionales. Hay capítulos con contenidos más técnicos y otros que son perfectamente accesibles para familias. ¿Es así?

Cristina: El libro recoge cómo se forman los vínculos en la etapa temprana y cómo estos constituyen la interrelación entre el bebé, el niño en desarrollo y los cuidados y la atención que recibe, y cómo los padres facilitan el desarrollo. La comunicación, la capacidad de los padres de poner palabras y de elaborar los estados de sus hijos es fundamental para encarnar su cuerpo y reconocer las emociones. Desde ahí que sea un libro que aborda y da recursos sobre la crianza segura tanto a padres como a profesionales.

José Luis: Conforme avanzamos a lo largo de los capítulos, nos vamos adentrando en el mundo del trauma temprano y se desarrollan conceptos e intervenciones sobre trauma de apego y relacional y de nuevo los conceptos desarrollados aportan a familias que acompañan a niños con un desarrollo traumático y a profesionales que trabajan en el campo del trauma infantil. Hablas en tu libro de que el primer lenguaje de todo ser humano, en esa etapa bebé preverbal, es implícito, emocional y afectivo, por lo que dar forma mediante símbolos a ese lenguaje es una de las tareas terapéuticas…

Cristina: El primer lenguaje es corporal, es un lenguaje a través de las sensaciones en ese tocar, contener, alzar, mirar y modular la voz. Ese mundo de sensaciones implícitas se van volviendo emociones que pueden ser reconocidas y contenidas en la medida que los padres o los cuidadores lo pueden hacer. Cuando los padres no han sido traductores del mundo emocional y no han digerido esas experiencias en ellos mismos, el niño no puede acceder a esa vivencia que ha sido percibida y no sentida y queda pendiente de elaboración y organización. Las palabras han faltado y no resulta fácil encontrarlas, hallarlas. Es como si hubiera que esculpirlas, darles forma, a través de símbolos e imágenes para que se levanten y puedan ser verbalizadas. 

José Luis: Los padres y las madres, o quienes cuiden bebés, tienen un importantísimo rol en esto, muchas veces no son conscientes de que el bebé tiene necesidades emocionales, y que la función reflexiva de estos tratando de recoger lo que el infante puede sentir, esa actitud intencional, y traducirlo en palabras que ayuden a que este vaya dando forma a esas primeras impresiones y sensaciones es fundamental porque sienta las bases de la regulación emocional…

Cristina: Así es, de alguna manera el bebé tiene un cerebro incompleto, que es completado con la acción reflexiva y sensible de sus padres. Que estos dediquen tiempo y elaboración a las vivencias de su bebé y del niño, incluso del adolescente, es imprescindible para que esos futuros adultos puedan tener un conocimiento de su mundo, de su mente y de las mentes de los demás.

"La figura de cuidado debe de captar en ella la mente del bebé"
(Cristina Cortés)


Jose Luis: ¿Es complicado interpretar adecuadamente las señales que emite un bebé?

Cristina: Interpretar las señales de los bebés se produce desde la resonancia del hemisferio derecho con el hemisferio derecho como diría Alan Shore. Desde un estado de disponibilidad emocional, donde se infiere el estado o se plantea una serie de opciones hasta que se da con esa resonancia del estado infantil. Cuando esto no ocurre, ese niño se desarrollará sin saber interpretar nombrar o identificar adecuadamente lo que vive o interpretándolo de forma inadecuada, según haya sido inferido por sus padres. Los problemas surgen cuando las figuras de cuidado son muy poco sensibles y poco reflexivas y no captan en ellas las mentes del bebé o del niño. 

José Luis: Dotar al niño de símbolos (como imágenes e ilustraciones) en este proceso de conocimiento es muy importante y por ello el libro aporta unos preciosos dibujos de Zuzene que reflejan las principales emociones humanas. 

Cristina: En realidad, si desde el inicio se captan esos estados esa construcción e identificación emocional se produce por sí sola y no van a hacer falta mediadores que faciliten la organización, es un proceso natural del propio desarrollo. Sin embargo, cuando no se han tenido figuras que digieren por uno, que interpretan y traducen lo que el bebé experimenta, el niño no sabe ni identificar y mucho menos nombrar. No se puede dar el salto directamente al mundo explícito del lenguaje y se requiere realizar procesos intermedios que generen puentes, a través de los símbolos, juego, escenificación, cuentos, ilustraciones..., hasta que esa maraña emocional va tomando forma y finalmente se le puede poner palabras. El pensamiento se expresa a través del lenguaje, pero antes del pensamiento hay sensaciones y luego emociones. 

José Luis: Pones ejemplos en el libro de cómo utilizar las ilustraciones de emociones, sensaciones y creencias a lo largo de la descripción de diferentes vivencias, junto con casos o historias basadas en tu experiencia clínica...

Sí. Me ha parecido que la mejor forma de ver la dificultad para llegar a este estadio madurativo donde puedo identificar lo que vivo era a través de casos que son una compilación de historias reales clínicas. Por eso partimos de cuatro niños que acuden por el mismo motivo a consulta: un accidente de automóvil. Podemos ver cómo la sintomatología, los recursos para manejar el estes postraumático difiere entre ellos, sobre todo por los estilos de apego y las experiencias adversas que han tenido inicialmente. En la medida que el sistema familiar ha dispuesto de menos recursos, la necesidad de usar materiales que facilitan ese puente emocional con el significado es mayor; y ahí es donde los materiales gráficos nos ayudan enormemente. Las ilustraciones se convierten en un recurso para familias y profesionales sanitarios o educadores que se pueden descargar con la compra del libro. 

José Luis: Dichas ilustraciones son preciosas y las caras emocionales vienen con una amplia descripción de cómo se expresa esa emoción con la cara y el cuerpo. Gran trabajo de Zuzene...

Cristina: Cuando la desconexión emocional ha sido la norma, primero hay que realizar enlaces, puentes entre la expresión del cuerpo que resulta desconocida y no se sabe interpretar. Ese lenguaje no verbal necesita de un intérprete, y jugar a representar y amplificar la emoción puede ser una vía para comenzar o facilitar esa conexión entre el cuerpo y el pensamiento expresado en palabras.

Zuzene Seminario, autora de las ilustraciones


José Luis: Cada capítulo aborda un tema relevante en relación al mundo emocional y relacional: conocimiento de las emociones, resiliencia familiar, el miedo, la seguridad, la intuición, las creencias nucleares…. Propones ejercicios y también compartes los protocolos EMDR que pueden usarse terapéuticamente para trabajar estos aspectos… 

Cristina: El libro, sobre todo, quiere hacer hincapié en la necesidad de preparar adecuadamente al niño antes de procesar memorias traumáticas, y para ello tenemos que trabajar con todo el sistema familiar, todo el sistema forma parte y está implicado en las dificultades que presenta un niño. No porque sean responsables directos sino porque son los cerebros auxiliares que tienen que ayudar a manejar las dificultades y las emociones perturbadoras de los menores. Los recursos y dinámicas van salpicando el libro a lo largo de los diferentes capítulos. 

José Luis: Algo más que quieras añadir… Por nuestra parte felicitarte por este magnífico libro que va a ser todo un éxito y darte las gracias por atender la llamada de Buenos tratos.

Agradecerte a ti, José Luis por tú atención y dedicarle un espacio en Buenos tratos. 

Simplemente añadir que el libro es el resultado también de la delicadeza de la Ilustradora, Zuzene y de su capacidad para captar lo que quería transmitir. Sus ilustraciones están cargadas de detalles para ir descifrando y dedicarles tiempo en las dinámicas propuestas.