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viernes, 2 de junio de 2023

Postgrado de traumaterapia sistémica infanto-juvenil de Barudy y Dantagnan, semipresencial. Abierto el plazo de preinscripción promoción 2023-25

 


PREINSCRIPCIÓN AL DIPLOMADO EN TRAUMATERAPIA SISTÉMICA INFANTO-JUVENIL SEMIPRESENCIAL 

Jorge Barudy y Maryorie Dantagnan, directores del
Postgrado

PRE-INSCRIPCIÓN (PRIMER Y SEGUNDO AÑO):


Se abre el plazo de pre-inscripción del 
DIPLOMADO DE POSTGRADO EN TRAUMATERAPIA SISTÉMICA INFANTO-JUVENIL (TSI) 


16ª Promoción Apega 16 Barcelona 2023-2025

10ª Promoción Apega 10 Donostia 2023-2025

5ª Promoción Apega 5 Madrid 2023-2025

Descargarse la información: AQUÍ 

Hoja de inscripción: AQUÍ

Si estáis interesados/as, tenéis que mandarnos la ficha de inscripción cumplimentada, un currículo, una foto formato carnet, una carta de motivación y trabajo personal al correo ifiv2000@gmail.com

Una vez recibidas todas las inscripciones, pasaremos a la fase de selección y nos pondremos en contacto CON LOS/AS SELECCIONADOS/AS vía correo electrónico. Dicha comunicación no implica la celebración del curso. Se iniciará el curso siempre que se cubra el mínimo de plazas ofertadas.


Si lo necesitas, estamos encantadas de atenderte:

Eulalia Mas
T. 932385760 / 618807565 

Foto: página web de IFIV

lunes, 23 de septiembre de 2019

La banda sonora del blog Buenos tratos



IV Conversaciones sobre apego y resiliencia infantil.
San Sebastián
4 y 5 de octubre de 2019
Últimas plazas: www.joseluisgonzalo.com/eventos


Muy emocionado, os anuncio que el blog Buenos tratos ya tiene la que considera su banda sonora.

El 6 de octubre de 2017 el grupo musical M.O.U. (Memorandum of Understanding) hizo su debut en el marco de las III Conversaciones sobre apego y resiliencia infantil, en la fiesta del Décimo aniversario del blog, la cual tuvo lugar en el Café-Teatro El Andén. Tocaron expresamente para nuestra onomástica, y sus canciones han quedado indefectiblemente ligadas (mejor dicho, vinculadas) al blog, considerándolas el autor del mismo como su banda sonora.

Uno escucha el disco -qué suerte tener memoria- y se siente retrotraído a aquellos momentos tan emotivos y sentidos. Te sumerges en la experiencia de la fiesta del Décimo Aniversario del blog y lo que allí vivimos, recreándote y disfrutando de los cinco componentes de toda experiencia: IMAGEN-EMOCIÓN-SENSACIÓN-MOVIMIENTO-COGNICIÓN.

Sentía pena de no haber hecho una grabación de todo el concierto que aquel día tan generosamente nos ofrecieron. Pero M.O.U. tiene calidad, y esta se impone sola. Por ello, un promotor que estaba escuchando su actuación, les propuso grabar un disco. Entonces, fue cuando, sabiendo esto, le dije a Carlos:

Esta va a ser la Banda sonora del blog Buenos tratos -le espeté-.

¿Por? – respondió-.

Porque la mayoría de las canciones las estrenasteis en la fiesta del Décimo Aniversario del blog (Diez Años de Buenos tratos) Tenemos libro del blog, pero nos falta la parte sensorial, la memoria emocional. Cuando escuchamos estas canciones todos vibramos y la piel se nos eriza porque nos recuerdan a aquellos dos días (6 y 7 de octubre de 2017) de inolvidable congreso. Así pues, me atribuyo este disco como la Banda sonora del blog – dije sonriendo-.

Un honor para nosotros -añadió con solemnidad-. 

Dos años de intenso trabajo por parte de la banda han culminado en la aparición, en agosto de 2019, de su primer disco: Blue Planet. 



El resultado es un fantástico disco de rock -del bueno, de toda la vida- de autores como, entre otros, Ray Charles, Buddy Guy, Creedence Clearwater Revival... que M.O.U. versiona con su propio estilo y con excelente calidad. Con la inconfundible voz de Carlos Escribano, la técnica de toda la banda y el contrapunto suave y limpio que da la voz de Olga Frías.



Si queréis escucharlo y/o comprarlo (sobre todo los que estuvisteis en la fiesta del 6 de octubre de 2017) y tenerlo como recuerdo implícito de aquellos dos días podéis hacerlo en esta dirección:






Solo me queda recordaros que actuarán con nuevas canciones el día 4 de octubre de 2019 a las 21,00h en El Convent Garden de Donosti (Entradas para este evento agotadas).

lunes, 14 de mayo de 2018

“No se trata únicamente de ser buenos padres; también se requiere una buena red", Niels Peter Rygaard, psicólogo experto en adopción


Los trabajos que ha escrito sobre los niños/as que han sufrido abandono han dado notoriedad al psicólogo Niels Peter Rygaard. También los decriben sus actos; en su país, Dinamarca, ha asesorado a numerosas personas con infancias complicadas y a sus familias. En octubre estuvo en Donostia, en las jornadas ‘Buenos tratos. Apego, trauma y resiliencia’.

¿Qué tipo de heridas dejan los abandonos sufridos en la niñez y la adolescencia?

Una cosa es el abandono, perder a la madre es complicado. La cuestión es que muchas veces esos niños/as quedan en manos de instituciones, y que crecen en situaciones de privación. Ahora estamos trabajando, por ejemplo, en orfanatos de Rusia; queremos preparar a los profesionales de estos centros para que actúen de otra manera, pero hay resistencias. Ellos defienden que no hay que tener trato personal con las niños/as... Hay que tomar en consideración que muchos orfanatos de este tipo se originan en hospitales, y parten de una base: el niño/a está enfermo, y, por lo tanto, sólo hay que tomar en consideración su situación física. Hemos visto casos similares en Chile; hay centros en los que los niños/as han de ir uniformados, o en los que siguen usando camas de hospital. En esas situaciones se guían por una visión sanitaria: cómo evitar que los niños/as enfermen, cómo alimentarlos...

Por lo tanto, más que el abandono, son esas situaciones de privación las que dificultan un buen desarrollo de esos niños/as.

Así es. Además muchas veces esos niños, ya antes de llegar al centro, han estado con unos padres o una familia que ha tenido un comportamiento disfuncional.

¿Cómo curar esas heridas?

Es importante entender que esos niños/as tienen un handicap mental; frecuentemente se entienden otros handicaps mentales, pero no los relacionados con el vínculo. Por eso, los padres que han adoptado niños/as han de estar formandose constantemente en ese sentido. También es de vital importancia formar el entorno. Las familias que adoptan, por ejemplo, tienen muchos conflictos con la escuela, o los asistentes sociales. Muchas familias adoptantes quedan aisladas; muchas veces incluso sus familiares los aislan. Les dicen que son demasiado estrictas, o que ponen demasiadas normas. Las familias que obtienen la aprobación y el cobijo del resto de los ámbitos de la sociedad son afortunadas. 

¿Qué tipo de ayuda requieren estas familias?

Yo ofrezco asesoramiento mensual a familias adoptivas. En estas sesiones las familias tienen manera de conversar sobre sus problemas, y de verlos con perspectiva. Son padres que tienen una gran carga emotiva. Bueno, este tipo de herramientas también ayudan a familias sin niños adoptados. Unos padres, si están aislados, existe el riesgo de que utilicen violencia contra los niños. No se trata únicamente de ser buenos padres; también se requiere una buena red en la sociedad.

¿Las privaciones de la infancia dejan más rastro en el aspecto emocional o el congitivo? ?Cuál prevalece?

El emotivo. Tienen dificulates para controlar sus impulsos, para tranquilizarse cuando se enfadan... Muchas veces también es dificil para ellos entender lo que dice la gente. Normalmente los niños/as aprenden qué emocion subyace detrás de cada palabra; por éso, según crecen, al oir esa palabra la relacionan con esa emoción. Pero si no has tenido un proceso de aprendizaje que te lleve a ello, no entiendes lo que dice la gente: porque no lo sientes. Puedes hablarle a un chaval/a sobre lo que está mal, sobre sus consecuencia: pero no te entiende. Te puede decir que sí, que no lo volverá a hacer, pero después lo olvida...

¿Hasta qué punto es posible la resiliencia?

Está condicionada por cuatro factores. Uno: un cuidado afectuoso, durante un periodo prolongado de tiempo, efectuado por un número reducido de cuidadores. Dos: a partir de los 2 años los niños/as han de ser parte de un grupo de criaturas de su edad, ya que es eso lo que le enseñará cómo actuar en sociedad. Tres: los padres o cuidadores han de ser supervisados. Cuatro: hay que evitar los conflictos entre los cuidadores. En casos de divorcio, por ejemplo, al inicio el nivel de estudios de los hijos/as baja, pero si los padres tienen una buena relación, los niños empiezan a estudiar bien de nuevo. Al contrario, si los conflictos persisten, la curva de los estudios empeora. ¡En esos cuatro puntos se resumen seis décadas dedicadas a la educación infantil!

¿Si se dan esos cuatro factores los procesos son exitosos?

Ahí tienes el caso de mi hijo: tenía un gran daño, y, actualmente, con 19 años, está a la par de cualquier otro. Cuanto mayor es el trauma, el proceso se prolongará más: hay que ser realista. ¿Cuántos años tiene Donald Trump? Y todavía no se ha recuperado. Muchos niños que han sufrido privación tienen retrasos; igual tienen 22 años, y siguen actuando como chavales de 14... Frecuentemente, a los 11-12 la pubertad es complicada, y en la primera juventud tienen comportamientos conflictivos, y es difícil protegerlos, porque ellos no entienden que hay nada negativo... Una vez avanzan en la veintena, entonces van mejorando...

Cuánto antes se actúe, los resultados mejorarán. ¿No?

Cuanto más tarde se empieza, los resultados son más pobres. Es esencial contar con buenas escuelas infantiles, buenos centros sanitarios y buenas terapias.

lunes, 30 de abril de 2018

Noticias (y un bello poema) de Niels Peter Rygaard

Niels Peter Rygaard
Todos recordamos a Niels Peter Rygaard, psicólogo experto en trastorno del apego y especializado en el trabajo con población adoptiva, autor del libro "El niño abandonado", y su estancia con nosotros/as en San Sebastián. Como ya sabéis, fue invitado (junto con otros relevantes ponentes como Jorge Barudy, Rafael Benito y Maryorie Dantagnan) a las III Conversaciones sobre apego y resiliencia infantil organizadas por este blog el pasado mes de octubre de 2017.

Niels Peter Rygaard dejó huella entre nosotros por su sabiduría, cercanía y trato humano. El también se despidió llevándose una excelente impresión de nuestro compromiso profesional y personal con los menores víctimas de abandono y malos tratos. Siempre le recordamos con cariño y le tenemos muy presente en nuestro blog. Su libro nos ha inspirado, pues ha favorecido que incorporemos al modelo de traumaterapia las nociones de permanencia, los estadios de autoorganización del niño y su propuesta de terapia ambiental con los menores con trastorno de apego reactivo. 

He tenido, posteriormente, noticias de Niels Peter Rygaard informándome de sus programas de formación para instructores de cuidados basados en el apego. Como ya sabéis, Niels es responsable de una Fundación denominada Fairstart dedicada a mejorar los cuidados de los menores en los orfanatos de todo el mundo. 








Os recuerdo el post publicado en Buenos tratos donde informamos de los programas formativos de Fairstart Foundation. Han despertado gran interés y aceptación en la comunidad de América Latina y también en España. El paso de Niels Peter Rygaard por el País Vasco está siendo útil y beneficioso para impulsar su trabajo y labor formativa a través de la Fundación. 

Nuevamente me ha escrito Niels Peter Rygaard y tras saber de él a nivel personal, me ha informado que en octubre participará en un congreso en la provincia de Baja California, Méjico. Volverá a España de nuevo en noviembre, donde participará en un congreso sobre adopción (No puedo decir dónde ni quién organiza, ni las fechas concretas, pues el programa aún no se ha hecho oficial y debo ser discreto. Cuando sea oficial, os lo anunciaré) 

Además, Niels me envía un archivo pdf para compartirlo con vosotros/as donde describe los resultados de un proyecto que llevaron a cabo en pueblos de seis países de África con SOS Children. Niels refiere que el desarrollo infantil de 380 niños/as mejoró un 20% después de la formación recibida por sus acogedores o familia extensa durante 4 meses en base a cuidados basados en el apego.


Para descargaros el archivo pdf: 

Y, finalmente, compartir con vosotros/as que Niels escribió un poema durante su estancia en San Sebastián, en octubre de 2017, inspirado por la Bahía de La Concha y por las emociones suscitadas a lo largo de un entrañable congreso. Lo ha compartido por su Facebook, pero es posible que muchos no hayáis tenido noticia del mismo. Os lo transcribo y ¡le doy las gracias nuevamente a Niels por escribirme para hacernos saber que está bien y compartirnos sus planes!.

A mis amigos en España y América Latina. En todos los países donde he trabajado en todo el mundo, he conocido a mujeres fantásticas que pasaron la vida cuidando niños abandonados, en orfanatos y familias de acogida. Siempre están sobrecargados de trabajo y mal pagados, así que cuando estuve en San Sebastián, les escribí este tributo:



MADRE DE NIÑOS SIN MADRES

Oda a un cuidador anónimo de niños abandonados.

Selena, en mis sueños la reina
de la fuente eterna
de amor por la vida
para todos los niños
perdido en este mundo despiadado.

Abandonado en una noche sin luna
por vergonzantes madres jóvenes
desesperado de la pobreza y la vergüenza
con corazones sangrantes
úteros vacíos
y dolor sin fin
sus yemas de los dedos
anhelando tocar las suaves mejillas de su bebé
perdido por siempre.

Selena, madre de niños sin madres
nadie te ve mientras trabajas pacientemente
a través de interminables días y noches.
Cuando cien caras congeladas te miran fijamente
respondes simplemente con una sonrisa
acariciando sus mejillas
atando suavemente las cadenas para rodear sus corazones
y sacarlos del infierno
para encontrar la paz otra vez en tus brazos.
Sus lágrimas doradas de alivio
el único pago que recibes.

Selena, ayudas a los niños a salvar el mundo venidero
en la madrugada del futuro.
Y así, reparar los pecados que cometemos cada día:
guerra, codicia desgarrando niños de sus padres,
destrucción de nuestra tierra sagrada.
Tú sanas sus heridas
para que el terror del amor perdido
no ciega sus corazones y los convierte en terroristas.

Tu magia los convierte en espíritus libres
volando como mariposas, transformado en
amantes, amigos, padres.
Conviertes el desierto del abandono en un prado
flores que florecen de la esperanza, ríos que fluyen de alegría,
cuando sonríes.

La risa de los niños hace eco
como un rayo en el valle de la muerte.
Tantos soldados desconocidos han sido elogiados
por matar a sus hermanos en el espejo del miedo.
Pero te elogio, Selena
madre de niños sin madres.

Niels Peter Rygaard.

lunes, 8 de enero de 2018

"He conocido el pánico, [...] mi cerebro se desorganizó [...] como el de los niños que sufren malos tratos", por Pilar García Cortázar, psiquiatra y traumaterapeuta.


Diez meses, diez firmas III

Profesional invitada en el mes de enero de 2018: 

Pilar García Cortázar

Título de su artículo: 

"He conocido el pánico, [...] mi cerebro se desorganizó [...] como el de los niños que sufren malos tratos"

He querido que el 2018 (¡Feliz Año Nuevo a todos/as, mis queridos/as seguidores de Buenos tratos!) lo empecemos al revés de como solemos hacerlo: este mes tenemos, primero, la firma invitada y después, otro día, mi post. Creo que comenzar con un testimonio, con una experiencia real, vivida por una profesional de la salud mental (psiquiatra y compañera de la Red Apega), nos va ayudar a entrar en un mensaje importante en el que quiero volver a incidir: la empatía. Solamente podemos realmente ayudar al otro si tratamos de ponernos en su piel, en cómo siente en su mente/cuerpo los sucesos que le acontecen en su vida. Sobre todo cuando este otro sufre injusticias.

Este relato que tenéis a continuación, hecho a corazón abierto, consigue que nos situemos en cómo es bregar con un cerebro desorganizado, como muchos/as de nuestros/as niños/as adoptados/as y acogidos/as, víctimas de malos tratos, están abocados a vivir (sufrir) Quizá de este modo podamos llegar a comprenderles, y cuando se muestren agresivos, hostiles, resistentes, despreciativos, distantes, aprovechados, etc. seamos capaces, en ese momento, de darnos cuenta que dichas características son rasgos interpersonales interiorizados en la relación con cuidadores sumamente incompetentes, con cerebros desorganizados que precisamente desorganizaron su propio cerebro. 

El pasado mes de octubre de 2017, se celebraron en San Sebastián, Gipuzkoa, la ciudad donde vivo, las III Conversaciones sobre apego y resiliencia infantil. Pilar García Cortázar fue la invitada de honor de dicho acontecimiento. Le hicimos un homenaje por mostrar su capacidad para hacer un proceso resiliente en la enfermedad. No sólo por hablar de resiliencia, sino por hacerla posible. Por su coherencia. Ella se comprometió a hacer una comunicación sobre este tema. Tenía carta blanca para expresar lo que ella quisiera, por supuesto. Y eligió contarnos en primera persona el pánico que se siente cuando el cerebro se desorganiza como consecuencia de un trauma -en este caso, un tumor cerebral- Además de conmovernos emocionalmente con su experiencia, Pilar García Cortázar quiso aprovechar para hacer una similitud con lo que los niños/as pueden sentir cuando su cerebro se desorganiza por la neurotoxicidad de los malos tratos. "Estudiarlo es una cosa, pero vivirlo es diferente". Ahora sí que Pilar sabe de lo que habla...

Pilar García Cortázar recibió una atronadora salva de aplausos, nuestro reconocimiento y cariño por su valentía al mostrarnos la vulnerabilidad del ser humano y acercarnos, además, a sentir empatía por los menores maltratados. Ella, en este doloroso proceso, ha estado acompañada por una red psicoafectiva de personas significativas en las que se ha apoyado para poder afrontar toda la intervención. Los niños/as maltratados -afirma Pilar-, en cambio, muchas veces se quedan en el pozo porque nadie les ayuda ante el pánico, un miedo muy intenso, de la experiencia de los malos tratos, tan desorganizadora del cerebro como lo puede ser la aparición de un tumor. 

Le dije a Pilar García que un testimonio tan edificante, valiente, conmovedor, coherente y empático merecía que llegara a más personas, y le invité a ser una de las colaboradoras del blog. Aceptó de mil amores, y aquí la tenéis. Espero que sirva para que seamos empáticos con lo niños/as, pues tener un cerebro desorganizado es algo que complica enormemente la vida. Ellos/as, además, tienen que funcionar en un mundo que les plantea unas exigencias muy altas y arrostrar la incomprensión de los adultos que hacen lecturas actitudinales de sus problemas. Este es el mensaje para el 2018: empatía hacia nuestros niños/as, un año más, desde aquí, hacemos votos para que esto sea una realidad.

Muchas gracias de todo corazón Pilar García Cortázar, por formar parte del ilustre elenco de colaboradores del blog Buenos tratos y por ofrecernos este enriquecedor relato. 

¡Termino diciéndoos con gran alegría que el proceso de recuperación de Pilar García está siendo positivo!. 

Pilar García Cortázar. Pontevedra, 1967. Psiquiatra. Diplomado en traumaterapia Infantil Sistémica en IFIV Barcelona. Desde 1997 trabajo en servicio público del Salud Mental Infanto-Juvenil en Galicia. En este trabajo comparto testimonio de una experiencia traumática orgánica cerebral sufrida hace 7 meses.

He conocido el pánico, el miedo más intenso y desorganizador, he convivido con él, aún sigue conmigo por momentos. Como psiquiatra, llevo años trabajando con gente que sufre trastorno mental grave con adultos, y sobre todo con niños. Entre ellos muchos son niños cuyos padres tienen su cerebro desorganizado por traumas, niños con enfermedad mental, padres con enfermedad mental. Pero experimentarlo es diferente.

Tras la intervención de un tumor cerebral hace unos meses, mi cerebro se desorganizó, perdió su conexión vertical. Recordando simplificadamente lo que nos enseñó Jorge Barudy, interpreto que mi cerebro reptiliano, aquél que te mantiene con vida, regula las funciones vitales, se mantuvo; el cerebro límbico emocional se hiperactivó por el estrés, el pánico, los fármacos y, la corteza cerebral, el cerebro racional, el que piensa, se desconectó temporalmente, por la hiperactivación del sistema límbico.

Experimenté la falta de control del pensamiento, el dominio del pánico. Se me representaba, sentado a mi lado, una especie de perro fiero lleno de pinchos que se clavaban en mi garganta y yo pequeñita como una niña asustada sin atreverme a mirarlo. Mis defensas alternaban entre la proyección-referencialidad, la negación maníaca... en un estado de desaferentización donde no recibía nada del exterior, era imposible desconectarme de mis pensamientos destructivos, atrapada en la errónea y destructiva interpretación hipervigilante de mis sensaciones corporales.

Tras la intervención de una lesión cerebral importante permanecí 15 horas en Reanimación. Es una estancia hospitalaria, sala única grande donde se ubican varios enfermos que han salido de quirófano y precisan una vigilancia intensiva, permanentemente atendidos por personal sanitario. Mi mente permanecía pegada al monitor por donde desfilaban mis constantes: tensión arterial, frecuencia cardíaca, frecuencia respiratoria... en números y gráficas que yo interpretaba funestamente desde el pánico atroz a la muerte. Avisaba cuando veía 25, “soy médico pone 25" o "140 u 89", sin pensar qué significaba, sólo guiada por el presentimiento de la muerte inminente, no pensamiento sino certeza incuestionable. Los sanitarios me prestaban su corteza cerebral: “no pasa nada, todo está bien, te vigilamos todo el tiempo y todo funciona bien, eso es la frecuencia respiratoria y está bien”, lo cual me tranquilizaba 2-3 minutos, pero al rato volvía a avisar sobre otra cifra alarmante en mi caos mental. 




Durante ese tiempo pudo pasar mi marido a verme, de lo que hablamos mi mente quedó atrapada por la información de que mi hijo pequeño tenía una tortícolis, él estaba en Pontevedra con la abuela; mi mente tradujo: “mi hijo tiene meningitis y se murió”. En REA me conectaron con una tele con subtítulos en un intento de sacarme de mi autoobservación catastrófica, pero mi cabeza sólo estaba esperando el corte de la serie para conectarse con mi ciudad e informar del brote de meningitis.... Posteriormente escuché, o surgió en mi cabeza, porque es evidente que perdí el juicio de realidad, la posibilidad de desarrollar un síndrome de secreción inadecuada de ADH (hormona antidiurética, una hormona secretada por el cerebro)... El centro de mi tortura era la bolsa de orina conectada a mi sonda urinaria imbuida en el pánico de que aquella orina no era mía, no salía sino que subía hasta mi cerebro encharcándolo y sólo yo me daba cuenta, porque yo era médico y tenía la certeza de mi muerte. Esa certeza es terrible, a pesar de los razonamientos prestados por el personal sanitario, razonamientos que no conseguían combatirlo, o de conseguirlo asomaba otro más o igual de terrible (congelamiento del cerebro si se me enfriaba un pie, aura epiléptica ante episodios de sudoración intensa por efecto secundario de los medicamentos…) Terrible ver desfilar cigüeñas (ahora me alegro de no haber visto buitres carroñeros sino aves asociadas a elementos de vida) con la cabeza cortada o bebés sin cabeza, observar cómo se derriten las paredes de la habitación que se volvían entre rosa y verde, aterrador, me quedaba mirando fijamente aterrada, pensaba que avisaba al personal de lo que me sucedía, pero no fue así... Yo creía, le decía a la enfermera que tenía alucinaciones, y ella me contestaba: "Qué alta eres, te voy a peinar". Yo replicaba: "Habré crecido aquí", mientras me colocaba la venda de la cabeza. Otra noche me visitaron dos hadas, fue muy confortante, dos amigas que me han estado ayudando, aparecieron y en silencio una me pasaba sábanas suaves y blancas por encima, la otra movía placas de TAC, en silencio y sin parar. Sentía calma, “están haciendo su trabajo”

Después, el terror mucho tiempo, meses, miedo a comer y vomitar (con lo que me estallaría la cabeza), a caminar... Me parecía que nunca más me iba a levantar, ¡a bajar escaleras! Miedo a escuchar a la gente, a sus miradas, interpretaciones referenciales, todo el mundo habla de mí y sabe que no hay solución, espiar conversaciones, mi hermana ingeniero habla con mi madre por teléfono y le cuenta lo que me va a suceder, ella “lógicamente” me lo oculta, la mirada del vecino que me mira, "¡estás viva!”, me aterra, no me atrevo a llevar mis informes a mi médico, todos saben... En otros momentos, mi convicción de que ya no me sucede nada me lleva a la necesidad de comprobar mi fortaleza, visitas, paseos y ¡hasta una consulta médica en la calle!, por supuesto, bien atenta a no parar porque sería mostrar cansancio, síntoma de enfermedad y seguir, seguir, la negación maníaca. 

Ha habido una pérdida de juicio de realidad. Ni lo que decía ni lo que yo escuchaba se correspondía a la realidad. He asistido a consultas médicas de las que salía con información errónea. Ha habido una legión de cerebros alrededor prestándome su corteza cerebral diciéndome con firmeza qué tenía que pensar y qué tenía que hacer. Sola es el pozo que me traga.

Ha habido también cabezas a mi alrededor que mostraban sus emociones, de forma sutil y lícita, hacían crecer mi pánico de forma insoportable, gatillaban mis miedos de nuevo. Me llevó al aislamiento, pude permitírmelo. Me recuerda al descontrol que sufren los niños víctimas de malos tratos, experiencias escolares de acusación-huida que se nominan como agitación y acaban en la urgencia hospitalaria.

Mi cerebro está tomando el control, retorna a su estado de organización, la organización de un cerebro sano. Soy capaz de analizar retrospectivamente, de empezar a juzgar con cierto realismo, lo prospectivo aún me cuesta. Sigo desregulada, aunque no continuamente. Sigue habiendo gatilladores de mi pánico, pero me he vuelto una artista en su detección. 

He reconocido en mi recuperación los tres bloques de intervención explicitados en el cuidado de los menores objeto de la traumaterapia, de una forma más rápida y autónoma, porque es evidente que el daño que yo he sufrido ha sido importante, pero agudo y transitorio, sobre un cerebro sano y con un entorno sano. Mi recuperación ha comenzado en la regulación de mis hábitos, necesitando ayuda para hacerme yo cargo de ellos. He tenido cuidadores disponibles y accesibles en todo momento, bien personal sanitario bien mi familia. Ha habido una sintonía emocional de todos aquellos que han sido capaces, no todo el mundo ha sido capaz de contener sus propias emociones, lo cual gatillaba las mías, lo mismo me ha pasado inicialmente a mí con mis hijos. He ido recuperando mi capacidad de autoobservación y autoconciencia, legitimando y comprendiendo mis emociones….Con el avance del tiempo también las de los demás a mi alrededor.

Y he utilizado la palabra para calmarme, el hare krishna, como dice mi marido. E identifico las situaciones que gatillan mis miedos, mis proyecciones o las palabras que me los gatillan, y recupero mis estrategias autónomas para calmarlas casi todo el tiempo. Entiendo que puedo dedicar un rato a lamentarme, no todo. He modificado mis creencias respecto de lo que me ha ocurrido, ha tardado. Empiezo a poder proyectarme en el futuro.

Puedo empezar a evaluar aspectos fortalecedores de mi persona en este destructivo acontecimiento. Soy capaz de reirme de mí misma. Proyecto hacerme voluntaria de la AECC (Asociación Española Contra el Cáncer) para acompañar a gente sola. Y he aprendido a comprender mejor a mis pacientes. Me he dado cuenta del magnífico entorno que tengo.




Y me acuerdo de quien sufre lo primero y no tiene lo segundo, la ayuda de la palabra prestada por la cabeza del otro. Y de los niños que han organizado su desarrollo cerebral en el trauma múltiple complejo, el efecto neurotóxico de los malos tratos. Yo tengo un retorno a mi cerebro organizado, ellos no. Sólos no pueden salir del pozo, ni siquiera pedir ayuda, hay que asomarse a ayudarles, tiene que ser algo proactivo por nuestra parte.

Estos niños afectos de la neurotoxicidad de los malos tratos no cuentan con los efectos protectores de cuidadores con cerebros organizados y a su disposición. Estos niños tienen un muy difícil acceso a los servicios de atención sanitaria-social, tanto ellos como sus familias suelen generar un rechazo generalizado de los profesionales sanitarios, escolares... No hay en estas familias ni en estos niños una clara conciencia de sus dificultades, son los demás no ellos, con lo cual no hay un motor para el cambio. Esta desorganización cerebral transitoria de causa orgánica como la que yo he sufrido, tanto en el contexto de atención sanitaria como social y familiar, se entiende y se atiende. Esta afectación, bueno, mucho más grave en un niño abandonado o víctima de cuidados negligentes y/o abusos en contexto escolar, y me atrevo a decir sanitario, ni se entiende ni se atiende. Y qué decir de los padres de estos niños a quienes en todo caso culpamos, pero se nos escapa el mecanismo autoperpetuador que subyace en estas familias.

Esta experiencia ha completado mi formación, si alguien duda de las enseñanzas recibidas yo doy testimonio. Después de esta experiencia, creo haber aumentado mi capacidad para sentir a mis pacientes, espero que no sea excesiva o sólo sufriré por ellos y no los podré ayudar. He aumentado mi capacidad para reconocer el valor en la recuperación de los cuidados del otro, la necesidad de prolongarlos en el tiempo. Y seré una voz más alta y más clara en reclamar la necesidad de proporcionar voz y un lugar digno a los niños víctimas de trauma múltiple complejo. Si los dejamos sólos se los traga el pozo.