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miércoles, 1 de abril de 2020

Cuarentena con un bebé en casa. Vídeo del Canal "Quédate en casa con salud" (3)

El canal de Youtube que dirige la psicóloga Violeta Alcocer, titulado "Quédate en casa con salud", me ha pedido colaborar con vídeos que ayuden a las familias y a los/as niños/as durante el confinamiento por el coronavirus.




En este canal participan también otros colegas que trabajan con niños/as y sus familias con orientaciones que ayudan en otras áreas diferentes a las que yo abordo: dificultades de aprendizaje, claves para lograr buen clima en casa...

Además, este canal ofrece otros vídeos dirigidos a adultos sobre otros temas importantes durante el confinamiento: manejar las preocupaciones, sobre la tristeza, las relaciones sexuales, alimentación saludable...

Por mi parte, en los vídeos ofrezco las mismas orientaciones que encontráis aquí en los post escritos para las familias ante el coronavirus y la nueva situación creada con el confinamiento de las personas en los hogares. 

Todos los vídeos han sido grabados por psicólogos/as sanitarios o clínicos colegiados en su respectivo Colegio Oficial de La Psicología.

Así, los/as que no podéis acceder a la lectura de los textos, podéis verlos y/o escucharlos y acceder a la información y las orientaciones.

Felicito a Violeta por esta iniciativa solidaria.

Os dejo con el tercero de ellos.


Video nº 3: Cuarentena con un 
bebé en casa



lunes, 3 de junio de 2019

Entrevista a Maryorie Dantagnan, ponente en las IV Conversaciones sobre apego y resiliencia infantil, a celebrarse en San Sebastián, los días 4 y 5 de octubre de 2019


IV CONVERSACIONES SOBRE 

APEGO Y RESILIENCIA 

INFANTIL

SAN SEBASTIÁN, 4 y 5 DE OCTUBRE 2019


Entrevista a 
Maryorie Dantagnan
Ponente en las Conversaciones.






Información e inscripciones: www.joseluisgonzalo.com/eventos


Me siento feliz de poder presentaros por primera vez en este blog, inspirado por ella, a mi querida profesora, amiga y colega Maryorie Dantagnan, psicóloga chilena y co-directora del Diploma de Postgrado en Traumaterapia Infanto-Juvenil Sistémica. Ella participará como ponente en las IV Conversaciones de Apego y Resiliencia Infantil, y tenía pendiente compartiros la entrevista que ha tenido a bien concedernos. Le agradezco enormemente que haya contestado a las preguntas que le he formulado, pues la agenda de Maryorie siempre está cargada de trabajo. He citado, referenciado, mencionado y explicado aportaciones suyas infinidad de veces a lo largo de los doce años de existencia de este blog, pues a ella debo mi formación. Pero hasta hoy nunca había aparecido por aquí para contarnos su experiencia personal y sus conocimientos y vasta práctica clínica. Por fin, ha llegado el día. Me siento entusiasmado porque los que me seguís en el blog y en las redes sociales, o en los cursos, talleres y conferencias que imparto, sabéis que le rindo tributo porque con ella he aprendido a ser mejor persona y psicoterapeuta infantil, algo verdaderamente complejo, una ciencia y un arte. 



Encontrarme con Maryorie en lo que fue el germen del actual Diplomado marcó un antes y un después en mi carrera y en mi devenir como persona. Ella transformó la manera que yo tenía de concebir mi trabajo y, en suma, mi mirada a la infancia. Solamente una persona como Maryorie Dantagnan solidaria y con valores humanos basados en el total respeto a los niños/as, puede ser una gran psicóloga y psicoterapeuta infantil. Además, es una apasionada de su trabajo, atesora amplísima formación y experiencia en psicología y psicoterapia especializada en niños/as y adultos traumatizados por los malos tratos (desde que comenzó trabajando con las personas más desfavorecidas por las desigualdades en Colombia, allá a mediados de los 80) y es una gran estudiosa y ávida lectora. Actualmente, compartimos esta pasión por los temas que nos mueven a mejorar cada día las vidas de los niños/as y adolescentes vulnerables y vulnerados. Es una suerte, un regalo de la vida haberla conocido y poder aprender cada día de ella construyendo, junto con todo el equipo docente, el proyecto de la Traumaterapia.

Cuando me preguntan por qué hice la formación de lo que hoy denominamos Traumaterapia, siempre contesto que no he encontrado en mis 25 años mejor psicóloga y psicoterapeuta, con una mirada que destila amor y respeto por los niños/as y con un modelo de psicoterapia especializado para los niños/as traumatizados que tiene la gran virtud de ser ecléctico pero integrador, estructurado por objetivos y metodología, que permite guiarte y fundamentar tu práctica con sentido y coherencia y no utilizar la técnica por la técnica. Es, sin duda, fruto de muchos años de trabajo. 

Maryorie Dantagnan se asoma hoy en estas páginas, y emocionado, os dejo con ella. Es un honor para mí presentárosla. Conoceréis un poco más sobre su persona y nos contará sobre el juego neurodramático, tema del que nos hablará en las IV Conversaciones.

Millones de gracias, Maryorie.

1. Maryorie, es la primera vez que participas en este blog. Te he citado muchas veces, pero nunca hasta la fecha habíamos tenido la oportunidad de que hablaras para nuestros lectores. Estamos encantados. Aunque yo creo que la mayoría de personas que siguen el blog te conocen. Me gustaría saber por qué decidiste hacerte psicóloga.

De niña, independientemente de mi relación con mis pares, tuve un especial interés por los niños, despertándome curiosidad e inquietud algunos de ellos, esto porque mis padres estuvieron siempre rodeados en sus trabajos con padres, madres y niños. Me encantaba reunirlos y hacer de profesora, supongo que eran los inicios de mi carrera profesional, porque estudié primero para ser maestra y no es de extrañar, teniendo una madre con una vocación extraordinaria para ello, cuya manera de mirar y respetar a los niños supongo también ha marcado mi historia. Cuando hice mi práctica docente me despertaban mucha curiosidad los niños que tenían dificultades para aprender, aún sin problemas cognitivos aparentes, disfrutaba más el patio con ellos que estar dentro de la sala, ¡como muchas criaturas creo yo! Y por circunstancias de la vida llegué a Colombia y tenía clarísimo que continuaría estudiando para mejorar mi manera de ayudarles y así decidí mi segunda carrera: psicología y por supuesto, en el área clínica.

2. ¿Desde cuando te interesas y dedicas tu vida profesional al tratamiento de las personas -niños, adolescentes y familias-  afectadas por el trauma de los malos tratos?

Aunque parte de esta pregunta ya la he contestado de alguna manera en la pregunta anterior, mi trabajo profesional comenzó en Colombia, en Barranquilla, en un contexto con una marcada desigualdad social, en un período tremendamente violento a mediados de los 80. Tuve una formación que considero fue muy buena, porque tuve la oportunidad de estudiar en la Universidad del Norte, que nos permitía hacer trabajo de terreno desde el principio de nuestra carrera con una línea muy clara de compromiso social. Luego continué en Chile trabajando con niños vulnerados en sus derechos y desde hace 20 años continúo desarrollando mi vida profesional aquí en España. Para mí ha sido un regalo de la vida poder compartir con Jorge Barudy, esta vocación y compromiso por la infancia. Creo que este compromiso se radicalizó más cuando fui mamá, ¡cómo si no1, ser mamá de Carmenluna ha sido para mí un exquisito regalo de placer y aprendizaje continuo.

3. Estarás en San Sebastián en las IV Conversaciones... Estamos felices de que participes una edición más. El título de tu ponencia es Juego y terapia neurodramática para estimular el desarrollo de los niños afectados por el trauma y los trastornos del apego ¿Puedes hacer un resumen de lo que vas a abordar? Trata de que quien te lea se motive a ir a escucharte...

El juego neurodramático nace hace unos 20 años atrás con Sue Jenning, ella centra su atención en los beneficios del juego temprano que naturalmente existe entre madre y bebé. Si todo va bien, los bebés o niños pequeños van a pasar por diferentes fases y maneras de jugar, que ya podemos observar en la interacción cuidador/a- bebé o niño en el día a día, este juego temprano, sería clave para que la confianza básica, la seguridad, la empatía, la capacidad de disfrute y la creatividad de un niño emerja. Al contrario, cuando las cosas no van bien, los bebés y niños pequeños a menudo no experimentan estos juegos tempranos, acarreando deficiencias en su desarrollo emocional y social. Entonces, tengo la intención de reivindicar la importancia del juego desde el espacio psicoterapéutico, de qué manera compartir este modelo de intervención ilustrando esas fases del juego y el modo en que podemos fomentarlo.



4. El juego es un elemento central para la estimulación del neurodesarrollo y para el fomento del vínculo de apego, por eso en tu modelo de intervención en trauma infantil has incluido el juego neurodramático, ese juego temprano cuidador-bebé, para que aquellos niños que no han tenido esta experiencia puedan vivirla con sus padres o cuidadores. ¿Es realmente tan importante?

Pues no solamente es importante, sino crucial para mejorar el modo en que los niños se relacionan con otros, porque es el camino más amigable o mejor dicho, menos amenazante desde el punto de vista del niño, que les permite re-conectar o conectar con un adulto y así ir abriendo espacios sociales más gratificantes, y no sólo esto, sino además ir adquiriendo las habilidades sociales cuyas bases han estado fragilizadas. Los niños que no han tenido la experiencia de “encantar” ni “ser encantado” por otro, lúdicamente en sus inicios, no han podido desarrollar las habilidades pre-sociales que les prepararían para tener una vida socialmente satisfactoria. Por tanto, si el adulto cuidador invierte tiempo en estos juegos, no importa si la criatura ya es mayorcito, esto no sólo mejorará su relación con el niño, también nutrirá las bases de sus habilidades sociales. Es lamentable que los niños en edad preescolar, y también en algunas sala cuna, se gaste tanto tiempo en aprendizajes que no tienen ningún sentido para esa edad, como hacer triángulos y cuadrados, por ejemplo, y no se invierta tiempo en estos juegos o en hacer teatro, que son maravillosos para mejorar estas destrezas sociales. Hemos aprendido que el juego es uno de los requisitos para desarrollar las capacidades mentalizadoras de una persona. Si los bebés tienen a muy temprana edad alguien que diariamente se interesa por lo que les place hacer, mirar, tocar, mover, por lo que se podría estar imaginando, etc., en esa interacción lúdica y placentera con otro, seguramente aprenderán a sentirse también curiosos de lo que ese otro hace, dice, piensa, etc. Y así es cómo a través de esa danza de jugar con otro se van asentando las bases para ser empático.

5. Tempus fugit es el lema del congreso. Con ello queremos aludir a que el neurodesarrollo no espera y que un niño necesita los nutrientes físicos y afectivos necesarios para un pleno desarrollo físico y psicológico. ¿Crees que existe una verdadera concienciación social sobre estos periodos sensibles del desarrollo o por el contrario aún estamos muy lejos de darnos cuenta de ello y actuar en consecuencia y protegiendo al niño?

Me gustaría tanto pensar que estamos sabiamente mirando a los bebés y los niños pequeños desde su altura y no desde la nuestra, pero aún falta mucho para dimensionar que la esencia de la vida se amasa en estos periodos sensibles del neurodesarrollo. Pero vamos en buen camino creo yo, cada vez más conscientes de la importancia de ofrecer contextos neuroprotectores en que no solo haya ausencia de violencia, sino presencia de buenos tratos, sobre todo presencia de cuidadores sensibles y disponibles, y digo PRESENCIA porque me parece “imprescindible” para un desarrollo sano y armónico. El lema de este congreso me hace pensar en las sabias palabras de Gabriela Mistral, maestra y poetisa chilena: “el futuro de los niños no es mañana, ¡es hoy!".

5. Hay algunos niños que se recuperan mejor que otros de un trauma relacional o complejo. Desde tus conocimientos y experiencia profesional, ¿de qué factores depende?

Si me remonto a lo que he aprendido con mis maestros, los niños y niñas, me vienen a la cabeza muchos de ellos que han podido salir adelante, a pesar de sus traumas complejos, con eso digo desatención o maltrato activo en los primeros años y durante mucho tiempo. Estos chicos han contado al parecer con un legado biológico que les permitió nacer sanos en su mayoría, aunque también he sido testigo de chicas y chicas que habiendo nacido prematuramente o con complicaciones en la vida intrauterina, ahora ya mayores están teniendo una vida constructiva. Estos niños pudieron recibir un maternaje al principio de sus vidas, aunque no fuera del todo competente. Yo estoy convencida que ese maternaje les permitió la posibilidad de humanizarse y resistir a lo que les tocó vivir sin fragmentarse; por supuesto, posteriormente, estos chicos tuvieron la oportunidad de crecer en contextos con cuidados más competentes, donde pudieron encontrar una o más personas que les miraron, que creyeron en sus recursos, encontrando como digo a menudo, sus talentos, porque claro, ¡vivir pensando que no eres bueno para nada ni para nadie debe ser bien insoportable!. Yo rescataría esas tres variables de mi saber profesional. Lo que me produce mucho entusiasmo es seguir leyendo sobre esto… la resiliencia, la neurociencia, la construcción del apego, etc. Es un tiempo lleno de conocimientos extraordinarios para que todos los que nos dedicamos o estamos con niños o adolescentes afectados por estos traumas relacionales o complejos, realmente le sigamos tomando el peso al cuidado temprano y presente de los niños.

6. ¿Qué consideras que las familias, educadores, maestros, psicólogos, médicos... que acompañan y trabajan con los niños deben de tener presente en su día a día en su mente y no olvidar?.

Bueno, además de lo que he comentado en la pregunta anterior, yo agregaría…

- No todo el esfuerzo que haces ahora tiene los resultados ahora.

- Paciencia, permanencia y perseverancia son claves para reparar la afectación de un niño herido, porque son exactamente lo que ha faltado al principio: alguien con paciencia para calmar, que esté presente, y si marcha siempre vuelve. Y, por último, ser firme de ánimo para que el otro aprenda.

- Mantener en mente que todo niño herido hace lo que hace para protegerse, es lo que puede hacer, no lo que quiere hacer.

7. ¿Tu cita favorita?

¡Jo!, hay tantas bellas... pero tengo una en mente que me gusta y me hace pensar en esa paciencia y constancia que debemos tener todos con los niños, niñas y adolescentes heridos crónica y tempranamente…




“La gota de agua perfora la roca, no por su fuerza, sino por su constancia” 
Frase bella como trabajosa de constatar.

8. ¿Quieres compartirnos un momento clave de tu vida en términos resilientes?

Como no hay resiliencia sin adversidad, debo empezar por esto último, ¿no?. La vida ha sido tremendamente generosa conmigo, si hago un recorrido de mi historia, desde la cuna o antes, hasta aquí, sería arrogante de mi parte pensar lo contrario. Pero, como parte de la vida misma, también me han pasado cosas muy tristes, como perder personas claves en mi vida, mi hermana con 14 años cuando yo tenía 16, también a mi esposo cuando yo tenía 34, con quién también compartía un compromiso social por la vida. Con lo de mi hermana imagino que mi fuerza vino de mi familia entera y también de mi entorno, sin duda, porque me sentí siempre muy arropada para continuar, aunque ese tiempo fue muy difícil para mí y para todos. Después ya con 34, no es que me fuera más fácil remontar, pero estoy convencida que todo lo previamente recibido, particularmente en mis inicios, explica en gran parte que ese duelo lo pudiera elaborar. ¡Gracias a la vida que me ha dando tanto, como dice Violeta Parra! ¡Pues sí, parece que también soy resiliente!

martes, 12 de mayo de 2015

"Vacaciones, una oportunidad para divertirse y crecer como personas y familia", charla-coloquio en Barcelona y desde el ordenador de casa, sábado 30 de mayo.




Charla Coloquio de mayo en Barcelona y 
en el ordenador de tu casa 





Las vacaciones de verano son un espacio de ocio y tiempo libre para disfrutar y crecer como personas y familia, haciendo otras actividades que aporten un valor añadido. Os invitamos a venir a esta charla con vuestros hijos.



En la charla coloquio de mayo vamos a reunir a diferentes profesionales que nos hablarán de sus experiencias con niños y adolescentes en un espacio lúdico y terapéutico, en diferentes ámbitos, como:

Danza creativa, con Aina de Gispert, adoptada y madre biológica que hace muchos años empezó con el mundo de la danza contemporánea y el jazz y decidió redirigir sus cursos hacia un espacio más libre, creativo y terapéutico. 

Teatro, con Rosa Galindo de Eòlia, que es mucho más que una escuela de teatro; es un proyecto vivo, un espacio donde todo el mundo puede encontrar un lugar en el que desarrollarse. 

Vela, con Toni Olivas hablaremos de una actividad que ya os hemos recomendado desde Instituto Familia y Adopción en otras ocasiones. "Acompañados por el viento" es un proyecto que nace con la intención de que los adolescentes se dejen acompañar por el viento navegando con velero.  

Y más....

Ponentes:

Toni Olives.  Educador Social y Capitán de barco con atribuciones profesionales (P.P.E.R.) 

Xavi Pérez. Educador social.

Aina de Gispert. Adoptada, madre biológica y profesora de danza.

Rosa Galindo. directora Escola Eolia ESAD (Escola Superior d’Art Dramàtic), fundada el año 2000  y asociada con las compañías de teatro Tricicle, Dagoll Dagom y desde 2012 también con Projecte Galilei.

Facilitadora:
Eva Gispert, Fundadora y Directora del Instituto Familia y Adopción, Terapeuta y Mediadora Familiar. Adoptada y madre adoptiva. 
Día y hora:
Sábado, 30 de mayo del 2015. 
HORARIO de 11:30 a 13:30 horas.
Información y reservas: aquí

lunes, 20 de octubre de 2014

Cómo pueden las familias adoptivas jugar con sus hijos/as para favorecer una vinculación segura

Seguimos dándole vueltas (si me permiten mis amigos del blog hermano usar la expresión que les denomina) al tema del juego. Ya empezamos la nueva temporada del blog indicando que en general -en el ámbito familiar y en la escuela- jugar (o la metodología que implique juego) es algo marginal. Se priorizan los deberes escolares y las actividades extraescolares (que a veces incorporan aspectos lúdicos) Pero cuando hablo del juego me estoy refiriendo a una actividad mucho más específica que implica unión, conexión y sintonización emocional con el niño.

El objetivo de la entrada de hoy es despertaros el interés por una forma de juego en concreto que podéis utilizar con vuestros/as hijos/as. Que varias veces por semana dediquéis un tiempo a jugar con los niños y niñas. Jugar contiene los elementos que necesitamos para poder ayudar a nuestros menores a sanar de sus heridas emocionales: estimula el desarrollo, fomenta la confianza, potencia el sistema de conexión social y enseña a los chicos/as a relacionarse de manera adecuada. Recordemos que muchos niños y niñas adoptados/as acogidos/as mantienen la respuesta de lucha/huida que tuvo valor de adaptación para sobrevivir en entornos hostiles y/o amenazantes para su integridad personal; o, por el contrario, tuvieron que recurrir a distintos niveles de disociación como mecanismo de defensa (hacer click aquí para recordar los post sobre disociación)

Con el juego, de una manera no amenazante, podemos contribuir progresivamente al fomento de la capacidad de vincular con las personas de manera más segura. Es imprescindible, eso sí, que seáis personas con disposición para jugar, cercanas y accesibles para el/la niño/a, y que vuestra relación con él/ella no esté severamente perturbada. Si la relación está deteriorada o estáis en un momento de crisis, es mejor que consultéis y pidáis ayuda profesional. Por otro lado, si como padre o madre no te ves jugando, tampoco te aconsejaría que pusieras en marcha lo que vamos a exponer a continuación. Es necesario que el/la niño/a nos vea como personas dispuestas al juego. Además, la actitud del adulto no debe ser correctiva, censuradora y excesivamente directiva. Hay padres que cuando juegan con sus hijos, les dicen frases de este tipo: “¿Para qué usas esto?” “Que los coches se choquen no, que sean amigos”, etc. coartando su expresividad. Solamente si el juego se torna peligroso o no se respetan los límites básicos de no hacerse daño, es cuando se debe de limitar. Si el menor de edad repite una y otra vez un determinado juego, obsesivamente y de manera circular, como en bucle, también debemos reflejarlo y proponer cambiar de actividad lúdica. El adulto se responsabiliza y hace cargo en todo momento del/la niño/a y de lo que acontezca.

El tipo de juego que me gustaría pusierais en marcha con los niños es una adaptación que realizo para vosotros/as de un tipo de terapia llamada terajuego.

El terajuego es un método terapéutico basado en la teoría del apego desarrollado por la autora Ann Jernberg. El terajuego se ha ido adaptando para focalizarse en la seguridad (aportación de Bowlby, pionero de la teoría del apego); el sistema de conexión social (teoría de Porges, que podéis refrescar consultando este post); y las aportaciones de Panskepp (otro autor del que hablamos recientemente cuando mencionamos la importancia del juego como organizador cerebral)

El terajuego se construyó basándose en la observación de las interacciones padres/hijo/a cuyos apegos y funcionamiento familiar ofrecen una base de seguridad al niño/a. Los padres capaces de crear una relación con su hijo/a que apoye, nutra (también en lo emocional), estimulante y sensible y respetuosa, pueden conducir al niño hacia el apego seguro. Los padres atentos y sintonizados a las necesidades del niño/a pueden ajustar sus actividades de acuerdo a las mismas.

Los componentes básicos de una interacción padres/hijos/as que fomenta una relación conducente a un vínculo de apego seguro son los siguientes: ESTRUCTURA-INTERACCIÓN-NUTRIMIENTO-RETO. Los/as niños/as son diferentes y precisan actividades de cada uno de estos cuatro componentes en diferentes momentos y de maneras distintas.

ESTRUCTURA: Sucede cuando los padres crean unas rutinas que sean capaces de redirigir al niño hacia conductas que puedan conducirles a la obediencia, el orden y la organización pero sin entrar en luchas de poder. Por ejemplo, el día siempre tiene una estructura pero además, termina con un juego por las noches para ayudarle a entrar en un estado de calma que favorezca el sueño: somos como la luna que ya está cansada y camina pesadamente porque es hora de dormir.

INTERACCIÓN: ¿Cuántas veces a lo largo del día tu cara mira sintonizadamente a la de tu niño/a? ¿Os miráis casi de soslayo? Cuando le hablas para cualquier cosa (darle una instrucción, hacerle un comentario, contarle algo…) ¿le miras a la cara? Mirarse a los ojos y sonreír y reír en una relación sintonizada, es la base de la interacción. Si mirar a la cara resulta amenazante para el niño/a, evidentemente no se hace (o se hace de otro modo: por ejemplo, poniéndose unas caretas) Un padre o una madre adecuados seleccionan lo que necesita en cada momento.

NUTRIMIENTO: Un niño de cuatro años entra en casa y el padre o la madre observan que tiene una herida en la rodilla. Uno de los dos le limpia la zona, le pone una tirita y le da un beso en la misma. Con este ejemplo ponemos de relieve con claridad qué queremos decir cuando hablamos de nutrimiento.

RETO: Un padre o madre persuade a su hijo para que una vez que ha conseguido lanzar la pelota hasta un determinado lugar, pueda intentar lanzarla un poco más lejos. Otro ejemplo que clarifica qué puede ser un reto. No se trata de fomentar la competitividad sino de crear retos que puedan empoderar al niño/a y animarle a superar obstáculos (a sabiendas de que puede lograrlos, claro)

Desarrollamos más extensamente estas dimensiones y proponemos algunas actividades lúdicas para fomentarlas.

ESTRUCTURA

En una relación padres/niño-a o adulto/niño-a es el mayor de edad quien está al cargo. El tono puede ser firme y directivo en el día a día, y durante el juego, si se necesita con determinados/as niños/as en momentos concretos. Firmeza no quiere decir rudeza ni pérdida del control emocional por parte del adulto ni descargar nuestra cólera en el menor. Firmeza no equivale a tratar mal al niño, ni mucho menos. La firmeza es un tono y una voz que transmiten determinación y ayudan al menor a contenerle, si lo necesita.

En el día a día con el niño/a (y cuando se juega) hay claridad y organización. Con ello ayudamos al menor de edad a reducir la ansiedad y la incertidumbre (muy presentes, por desgracia, en el pasado de muchos de nuestros niños y niñas)

El juego comienza con un principio, una mitad y un final (se pueden acordar con el niño/a) La sesión de juego tiene una duración determinada. Esto estructura ya al/a la pequeño/a.

Juegos estructurados como lanzarse la pelota, encestarla en una pequeña canasta, meter las fichas en la boca de una rana de juguete, lanzar los dardos… Pueden ser muy adecuados para ayudar al niño a seguir turnos, esperar, observar lo que hace el otro, tolerar la frustración cuando se pierde… También podemos estructurar el juego haciendo variar la intensidad del mismo (por ejemplo, vamos a lanzarnos la pelota a cámara lenta; a cámara rápida; a cámara normal) Con ello podemos enseñar al menor a regular los estados emocionales internos y la activación generalizada del organismo. En este sentido, son muy apropiados los juegos que chocan las manos entre sí -y que es más habitual verlos en las niñas- mientas se canta una canción.

El adulto siempre está preparado para modificar la actividad con el fin de adaptarla a las necesidades del niño/a. Estar al cargo no significa ponerse en una actitud de rígido control, lo cual puede ser contraproducente. Si un día el niño/a no tiene energía o está cansado y habíamos previsto jugar a lanzarse la pelota, hemos de amoldar el plan a cómo se siente ese día, con otro juego más calmado, y hacérselo notar.

Cuando se termina -adulto y niño/a ya habían quedado de acuerdo previamente-, se recogen los materiales que se hayan podido utilizar.
La estructura ayuda a que el niño/a, en el juego, desarrolle sentimientos de seguridad y confianza en el cuidador, así como la experiencia de aprender a regularse.

INTERACCIÓN

Si os imagináis la escena de un niño/a y un adulto jugando a esconderse la cara tapándose la misma con la mano (apareciendo y desapareciendo) o con una sábana, y el niño y el adulto estallando en un mar de risas (conectando cara a cara y sintonizando y resonando emocionalmente), nos podemos hacer una idea de lo que es interacción.

Hay niños/as que pueden tolerar mejor que otros el contacto y la interacción cara a cara en estos juegos. Por ello, conviene que regulemos el mismo usando quizá más paradas o no manteniendo un contacto muy prolongado, haciéndolo con aproximaciones, en intervalos de tiempo. Los juegos que suponen contacto cara a cara (como todos los que sean imitación de gestos, juguemos a mirarnos con ojos de lobo; con ojos de gato; con ojos de pez…) son muy útiles para todos/as los/as niños/as que han sufrido experiencias de deprivación (tienden a evitar el contacto e incluso, de disocian) Se puede graduar la distancia y el tipo de juego: por ejemplo, vamos a jugar a que nos miramos con catalejos.

Hay muchísimos juegos que implican interacción y que pueden servir de medio además para favorecer interacciones cara a cara. Todos los juegos de mesa (los de cartas, oca, parchís…) en los que el adulto puede jugar con la gestualidad (e incluso teatralizar los gestos, llevando a la práctica, por ejemplo, el poner cara de póquer) son muy válidos. Realmente, cuanto más sencillo el juego y menos tecnológico, mucho mejor.

NUTRIMIENTO

El nutrimiento lo conocen muy bien la mayoría de los padres y madres (y adultos) que son afectivos, cariñosos y transmiten ternura y cercanía, permitiendo vivir la misma con comodidad.

Los/as niños con apego seguro, cuyos padres y entorno han sido competentes en satisfacer sus necesidades, han brindado a sus hijos/as las primeras experiencias de nutrimiento físico y afectivo. Algo tan cotidiano como sentar al niño en las piernas, mientras se le abraza, es algo que, desgraciadamente, no experimentaron muchos niños/as que tuvieron que vivir en un orfanato desde nada más nacer. Al mismo tiempo, nutrimiento consiste también en hacer sentir al niño/a que él es especial. Especial no en el sentido de convertirlo/a en el centro del universo, hacerle egocéntrico/a, sino que él/ella es único/a con características propias que lo hacen original, irrepetible e inmejorable para nosotros/as. Hay niños/as que, desafortunadamente, no han podido experimentar sentirse pertenecientes y queridos/as por alguien de manera única.

Finalmente, muchos niños/as con experiencias extremas (como violencia en el hogar, convivencia desde edad temprana en orfanatos de baja calidad, víctimas de abandono emocional…) no han tenido a nadie que celebre sus logros: las primeras palabras, el gateo, dejar los pañales… Sólo sufrieron experiencias emocionales dolorosas (a veces en grado sumo)

Los padres pueden nutrir al niño/a (si éste lo recibe bien; siempre graduaremos las expresiones de afecto según el menor de edad las tolere; hay niños/as a quienes no les gustan los besos, pero sí reciben bien un entrechocar de manos, por ejemplo) en cualquier momento del día y de mil maneras.

El juego es ya un nutrimiento. Se puede contemplar, en el tiempo que se esté jugando, el poder tomar una ligera merienda, algunos días con algo que le guste especialmente al niño/a. Durante el juego se pueden propiciar, suceder sin forzar, excelentes, únicos e impagables momentos en los/as que el adulto y el/la niño/a se pueden sentir conectados el/la uno/a con el/la otro/a (pero sin invadir) En esos momentos, el adulto puede expresarle al niño/a que le gusta tal y como es. Hay que ser habilidoso para transmitir el mensaje de que ellos/as son amados simplemente por cómo son, incluyendo sus vulnerabilidades, defectos e imperfecciones. Esto es un poderoso mensaje sanador.

RETOS

Los retos que suponen un desafío al alcance del/la niño/a y en los que éste/a sale exitoso/a, son una importante fuente de empoderamiento y autoestima. Les permite recuperar el poder perdido (que se perdió en los momentos y situaciones en las que padecieron los distintos sucesos traumáticos, a menudo duros y a veces padecidos durante tiempo prolongado)

Los retos también ayudan a regular el nivel de activación generalizado del organismo (en psicología se le denomina arousal) y a aprender a canalizar adecuadamente emociones e impulsos como la rabia y la ira.

En el juego con el/la niño/a los/as padres/madres podréis proponerle retos acordes a sus posibilidades que traigan como consecuencia el éxito (en el caso de no calcular bien y no obtener un resultado positivo, es un buen momento para ayudarle con la frustración, para que pueda entender que los fracasos forman parte de la vida)

Retos no significa meterle al niño en una dinámica competitiva porque los menores traumatizados han tenido que pasar y sufrir desafíos innecesarios y adoptar el rol de adulto cuando no lo tenían que hacer. Los retos deben incluirse siempre como el último estadio, cuando hayamos trabajado los aspectos anteriores. Además, podemos dejar que las cosas se conviertan naturalmente en retos: “Has apilado tres cojines, ¿podrías apilar cinco cojines?”, por ejemplo. Los retos son especialmente necesarios para los/as niños/as que presentan pasividad, indefensión o tienen miedo de su propia rabia.

Otros retos ayudan al niño/a en la regulación y canalización de la ira y la agresividad. Tras este tipo de ejercicios y juegos, los menores de edad funcionan luego de una manera más tranquila. Por ejemplo, usando unos palitroques de poliespan (como unas barras con las que se puede golpear fuerte pero sin dañar) se le puede proponer golpear la pared todo lo fuerte que pueda. Podemos regular el ejercicio y conducirlo a manifestaciones más tranquilas, si el niño precisa esto. Amplificar como un eco, emocionalmente, el logro y la superación del reto, es lo que el adulto debe de devolver al niño/a.

Espero, una semana más, que esta entrada os resulte interesante y la podáis aplicar en vuestro día a día. Creo sinceramente que el juego interactivo, nutriente y estructurado con el niño/a se está perdiendo. Y nuestros menores de edad lo necesitan por encima de todo. Todos/as los/as niños/as lo necesitan, pero los traumatizados, especialmente.

Cerramos la entrada de hoy con esta picada (picada triste la de esta semana pero necesaria) que pretende denunciar y despertar nuestras conciencias. El psiquiatra donostiarra Joaquín Fuentes, una eminencia en el mundo del los trastornos del espectro autista, ha sido galardonado recientemente (agosto 2014) en el marco del XXI Congreso Mundial de Psiquiatría Infantil, con la  medalla que otorga la Asociación del mismo nombre. Es el máximo reconocimiento internacional que existe en su especialidad. Desde aquí, mis felicitaciones.

Joaquín Fuentes fue entrevistado en El Diario Vasco por este motivo el pasado 31 de agosto y afirmó lo siguiente (estamos totalmente de acuerdo): “Durban [ciudad Sudafricana donde se celebró el Congreso] ha sido la constatación por parte de todos del sufrimiento que existe en el mundo. A los seres humanos nos sale de manera espontánea cuidar a los niños y a las personas vulnerables, es algo que hemos tenido desde Atapuerca porque evolutivamente es necesario, pero resulta que de repente, en pocos años, este esquema ha cambiado y ahora tenemos niños que sufren secuestros, que son rehenes, los alistan en ejércitos, les obligan a asesinar a gente, los maltratan, los violan… es una negación horrible de algo que es consustancial con el ser humano. Estropeamos el desarrollo de estos niños para toda su vida y convertimos la promesa de la humanidad en el desastre de la humanidad”

Existe La Convención de Los Derechos del Niño desde 1989 (este año celebramos, además, el vigésimo aniversario de su proclamación) Todos los agentes sociales debemos, desde nuestros respectivos roles y lugares, velar por estos derechos. Pero los gobiernos de los diferentes países y en concreto la UNICEF, deben de poner todos los medios necesarios y adoptar todas las medidas a su alcance para evitar las atrocidades que están ocurriendo y de las que están siendo víctimas indefensas miles y miles de niños/as de todo el mundo. Fuera de nuestras fronteras donde los niños y las niñas padecen todo tipo de calamidades y atrocidades. Y también aquí, cerca, a nuestro lado, tenemos el escalofriante hecho de que han aumentado, desde 2009, las muertes de mujeres, este pasado verano, por violencia del hombre contra la mujer. Muchas mujeres injustamente asesinadas con hijos e hijas que pierden a sus madres, por lo que éstos/as son víctimas a su vez y sufren un trauma. Y no parece que esto, por desgracia, vaya a tener fin. Han de ponerse todos los medios para garantizar la protección de las mujeres y los/as niños/as

La entrada que rescato hoy de la memoria de Buenos tratos no puede ser otra que un artículo que publiqué hace un tiempo en la Revista Haurdanik que edita la Asociación AVAIM (Asociación Vasca para la Infancia Maltratada), y que también colgué en el blog, titulado: “El impacto de la violencia de género en niños y adolescentes”

POST SCRIPTUM: Antes de publicar la entrada, me llega la grata noticia (ayer domingo) de que mi amiga y colega Conchi Martínez (del blog hermano Resiliencia Infantil) ha publicado un maravilloso post en el que da cuenta, con sentido y cercanía emocional, de lo sucedido en las "III Jornadas Europeas sobre Resiliencia" celebradas esta pasada semana en Barcelona, organizadas por EXIL (dirigido por Jorge Barudy y Maryorie Dantagnan) y en las que tuve el honor de participar. Os recomiendo que leáis dicho post haciendo click aquí. Las jornadas fueron excelentes, cargadas de momentos emotivos, sabiduría científica y el reencuentro feliz con amigos/as y colegas de la red APEGA.  

Cuidaos / Zaindu

lunes, 8 de septiembre de 2014

Potenciemos el sistema de juego de los niños con trauma y trastorno del apego

Regresa el blog Buenos tratos tras una temporada larga de descanso estival. Con nuevos bríos y cargado de propuestas temáticas y otras sugerencias que espero os apasionen. Lo primero, os envío un saludo cariñoso. Espero que vosotros/as también hayáis pasado muy buenas vacaciones. Estoy encantado de retomar el blog, ¡la octava temporada (2014-15), siete años naturales!. Cuando pienso que ya ha transcurrido todo este tiempo, me entran escalofríos porque tengo la sensación de que no han pasado rápido sino vertiginosamente. Os doy las gracias por seguir el blog y por estar ahí. Vosotros/as sois la única razón de ser de este bendito proyecto que es Buenos tratos.

Primero voy a versar sobre un tema, como es habitual. Continuaré con un sumario de las novedades que nos esperan en relación al blog y finalizaré, como es tradición, con la picada que cierra cada post.

El tema que he elegido para hoy tiene que ver con el juego. ¿Por qué? Porque estamos a comienzo de un nuevo curso escolar. Los niños esta misma semana ya comienzan sus clases. De nuevo vuelta a la rutina. Para muchas familias (especialmente para las que tienen niños vulnerables en relación al manejo de la presión escolar, como les ocurre a los menores de edad que presentan trauma y trastorno del apego, quienes tienen severas dificultades para mantenerse dentro de la ventana de tolerancia a las emociones y gestionar el estrés. No es una cuestión de inteligencia. Muchos lo son, lo que les ocurre es que la capacidad de modulación y auto-regulación emocional está afectada y son más proclives a descompensarse psicológicamente) es el retorno a esa odisea en la que se convierte diariamente el hacer los deberes: las peleas, las discusiones, los estallidos de rabia, la inatención, la inquietud motora, la demora en empezar las tareas, la impaciencia y desesperación de los padres… Es el pan nuestro de cada día. Y claro, con esta dinámica diaria y el escaso tiempo que las ocupaciones dejan a las familias y a los niños, no hay momentos ni espacios para que padres, madres o cuidadores jueguen (un juego que implique entrar en relación, por supuesto) 

Existe un sistema escolar con un programa académico y una situación educativa (llamémosle así) a la que el alumno se tiene que adaptar. Raramente sucede al revés. Las situaciones escolares clásicas llevan manteniéndose con un esquema metodológico y con unos contenidos básicamente inalterados desde hace más de quinientos años. Hay niños que aprenden de otra manera, para quienes la metodología (ésta tendría que ser más lúdica) y la enseñanza deberían estar centradas en su estilo de aprendizaje y en los problemas y cuestiones que les/ nos conciernen en la vida (Freire, gran pedagogo, lo denominó la educación problematizadora) No cuestiono que determinados contenidos tengan cabida, sino que cuestiono sobre todo el camino (método significa en griego camino) que se utiliza, así como los procedimientos, el tipo de evaluaciones y el excesivo número de alumnos por tutor. Además, en nuestra actual escuela se potencia casi exclusivamente en casi todos los centros la inteligencia académica, obviando otras inteligencias que el ser humano posee y no potenciándolas; cuando sabemos que existen inteligencias múltiples (Es una teoría postulada por Gardner hace ya unos cuantos años y que aún no se ha aplicado en la escuela, excepto en contados centros; aunque afortunadamente, la revolución está cercana y en unos años éstos organizarán su curriculo y su metodología en base a esta teoría de las inteligencias múltiples, tal y como queda reflejado en esta noticia. ¡Eso esperamos! Porque hoy por hoy hay chicos inteligentes que fracasan en la escuela porque ésta no es capaz de potenciar su particular tipo de inteligencia)

La relación tutor (abogaría más por la noción de tutor personal que profesor)- alumno es el eje sobre el que debería de pivotar toda la vida escolar. Las aportaciones de la teoría del apego en el aula son la base sobre la que descansarían todas las intervenciones. Y las inteligencias múltiples son las que deberían potenciarse en el niño. Una escuela así creo que se adaptaría y acomodaría mejor a las necesidades de los niños con trastornos del apego y trauma (no nos olvidemos que han sufrido o sufren maltrato y/o abandono emocional)

En una escuela de esta naturaleza el juego como metodología (no como entretenimiento o algo marginal a hacer en el patio; o ya en casa, después de los deberes escolares, para que el niño esté un rato distraído y no moleste mientras los padres preparan la cena) sería también un elemento vertebrador de toda la experiencia de aprendizaje.

No quiero con todo esto soslayar el esfuerzo, trabajo y profesionalidad de muchos profesores y tutores que tratan, dentro de lo que el sistema les permite, de llevar a la práctica una educación basada en el diálogo y la relación, en dar cabida a la inteligencia de las emociones, en ser base segura para los niños más vulnerables psicológicamente, que promueven otros medios de evaluación que no son el clásico examen. Profesores que están adscritos a la línea de Freire y que tratan de dejar de lado la educación bancaria (usando la expresión freiriana)

Os recomiendo que veáis este vídeo denominado La educación prohibida. No tiene desperdicio.



Tras este excursus sobre la escuela (me he ido un poco del tema) me ciño a la cuestión central de este post: el juego

¿Por qué el juego? El juego es un sistema que organiza el cerebro del niño. Los niños que han sufrido malos tratos y que provienen de contextos abusivos, maltratantes, violentos… no han tenido la oportunidad de jugar. Algunos no saben jugar y el juego no les atrae. Los niños adoptados que han vivido estas adversas experiencias en sus lugares de origen no han jugado o han jugado poco. Por ello, tanto a los profesores como a los padres y madres adoptivos/as os aconsejo que le deis al juego un valor y una posición central en vuestra relación con el niño. Éste, mediante el juego, puede recuperarse mejor de las heridas emocionales y relacionales que las experiencias continuadas de abandono y maltrato generan y que aparecen en forma de problemas y trastornos en el apego. 

Los niños que han padecido maltrato, abandono o abuso no han podido jugar. El juego no puede darse cuando el organismo está en un estado de alerta o miedo. Los niños que crecen en un entorno inseguro, caótico, traumático o negligente no han tenido la oportunidad, como decimos, de jugar. Un autor que es referencia en este tema, Panksepp, afirma que el cortex y el cerebro social se han construido y desarrollado mediante herramientas como el juego y el juego físico también. Por eso la ausencia de actividad lúdica y movimiento que muchos niños han sufrido (por ejemplo, los niños/as adoptados/as y acogidos) que han vivido en entornos negligentes, durante varios años, a edades clave para el neurodesarrollo; el cerebro se construye en la interacción con el entorno, es dependiente de la experiencia para su maduración) ha podido afectar al desarrollo social y emocional de los circuitos neurales del cerebro. ¡Si jugamos con los niños, estamos reparando y estimulando estos circuitos!

La actividad deportiva y el juego que implique movimiento (con juegos y dinámicas como las que se trabajan en las colonias y los campamentos) son fundamentales porque estimulan el sistema de implicación o unión social con los demás, tan infraestimulado en los niños que han sufrido experiencias traumáticas (Recordad este post sobre Porges y su teoría polivagal; en el mismo nos habla de la importancia de estimular este sistema de implicación social en los niños)

Del mismo modo, nosotros, los adultos, ¿cómo nos relacionamos con los niños? ¿Cómo es nuestro carácter, nuestra manera de dirigirnos a ellos? ¿Estamos cuando nos relacionamos, física y mentalmente presentes? ¿O estamos desconectados? ¿Cuándo nos enfadamos, perdemos los papeles? ¿Cuándo el niño no responde de acuerdo a nuestra expectativa, somos rígidos o capaces de flexibilizar? ¿Usamos el sentido del humor, la risa, la complicidad… con el niño? No nos olvidemos que el sistema de defensa de estos niños está listo para dispararse porque vivieron multitud de amenazas para su seguridad. Por ello, siendo nosotros conscientes, hemos de ser hábiles para mostrarnos estables y positivos. Panksepp afirma que el sentido del humor, una sonrisa en un momento tenso, el saber presentar las normas y tareas del día a día de manera lúdica... potencian la habilidad del niño (¡y del adulto!) para manejar las emociones y ayudan en la regulación de los estados internos (altamente desregulados por las experiencias traumáticas) Y el adulto (el padre, la madre o el cuidador del niño) se adecuará al perfil de apego de éste: si es evitativo la cercanía y la intimidad emocional deben de ir haciéndose gradualmente, por ejemplo.

Volveremos, a no mucho tardar, con este apasionante tema del juego.

Tras la exposición, vamos con las novedades para este curso 2014/15: La primera de ellas, es que estoy ya inmerso en la redacción de un nuevo libro. Preparo un manual para familias adoptivas y acogedoras y profesionales interesados en la protección a la infancia. Mi deseo es que esté en la misma línea que el anterior libro ("¿Todo niño viene con un pan bajo el brazo?") y que el estilo sea similar al que caracteriza a este blog. Quiero seguir acercando a vosotros/as (padres, madres y familias adoptivas y acogedoras) los conocimientos que tengo sobre el apego y el trauma y hacéroslos accesibles y comprensibles, plasmando en el libro mi experiencia de trabajo con estos niños y adolescentes. Espero, si todo va bien, acabarlo para el año próximo y poder presentarlo en compañía de todos/as vosotros/as (Contextualizando su aparición en un acto formativo similar al que hemos celebrado en otras ocasiones. Será una ocasión inmejorable para poder vernos de nuevo y reflexionar sobre los temas de apego y trauma que tanto nos atraen e interesan) Seguiré informándoos sobre mis progresos ¡Estoy encantado de retomar mi labor como escritor!

Finalmente, además de la picada que cierra cada post, me propongo, este curso, añadir otra que consistirá en rescatar del olvido posts que ya he escrito en Buenos tratos. Desempolvarlos y volverlos a ofrecer porque es un material a libre disposición que quizá muchas personas no conozcan y que puede resultar útil y válido para nuestro trabajo.

Me despido hoy de todos/as vosotros/as con la picada de esta semana: entre el 19 y el 21 de septiembre tiene lugar en Roma un congreso sobre apego y trauma en el que participan, entre otros: Dan Siegel, Kathy Steele, Pat Ogden, Stephen Porges, Allan Schore… ¡Un congresazo! Organiza EMDR Italia y ha logrado reunir a los mejores expertos en el tema. Servidor de ustedes se ha apuntado. Me hace muchísima ilusión conocer y saludar en persona a todos pero en especial a Siegel. ¡Espero poder hacerlo! ¡Una oportunidad única! Todo lo que aprenda allí os lo iré contando.

El primer post que rescato del baúl de los recuerdos de Buenos tratos es: Retraso en el desarrollo como consecuencia del abandono físico y emocional. He elegido este porque a comienzo de curso sensibilizar sobre las dificultades para aprender de estos niños y la necesidad de una detección e intervención tempranas, es muy importante.

Hasta dentro de 15 días, cuidaos / zaindu.

martes, 25 de febrero de 2014

Otro seminario para el aprendizaje de la técnica de la caja de arena, el 1 de junio, en Madrid, organizado por UmayQuipa


Seminario para el aprendizaje de la técnica de la caja de arena
 
Imparte: José Luis Gonzalo, psicólogo clínico y psicoterapeuta infantil
 
Organiza: UmayQuipa, centro de psicoterapia
 
 
 
 
 

De nuevo imparto un seminario para aprender a utilizar la técnica de la caja de arena. Tendrá lugar el 1 de junio de 2014, domingo, en el Centro de Psicoterapia UmayQuipa de Madrid, el cual es dirigido por la psicóloga Loretta Cornejo. Vamos ya por la quinta edición de este seminario, que siempre tiene una fenomenal acogida. Las plazas son limitadas pues se necesita un grupo pequeño donde todos los participantes aprendan los conceptos básicos y sobre todo practiquen la técnica. El Seminario es práctico y vivencial. Trataremos de llevar a la práctica los contenidos y metodologías del libro que he publicado el año pasado titulado: "Construyendo puentes. La técnica de la caja de arena (sandtray) Editorial Desclée de Brouwer"

La técnica fue desarrollada por dos autoras: Dora Kalff y Margaret Lowenfeld y hunde sus raíces en la teoría jungiana. No obstante, la técnica también puede concebirse como un método dentro de la terapia de juego. Al primer enfoque se le llama sandplay. Y a este segundo, sandtray. En este Seminario nos centraremos en el sandtray.

La técnica consiste en la elaboración de mundos o escenas utilizando miniaturas diversas (hay que proveer al paciente de una muestra representativa de todos los seres animados e inanimados que existen en el mundo externo así como en su imaginario) que se colocan en la superficie de una bandeja (de unas proporciones determinadas) cubierta de arena hasta aproximadamente la mitad de su cabida.

La técnica me parece la más idónea para trabajar contenidos traumáticos cuando existen bloqueos emocionales que impiden al niño la verbalización. O para niños que no son hábiles o presentan un retraso del lenguaje de etiología diversa. El juego, por lo general, es el lenguaje del niño y aporta una narrativa que le permite liberar, expresar y simbolizar, desarrollando sentimientos de control, lo que le sucede y lo que vive en su interior. El modelo teórico en el que insertamos la aplicación de la técnica se basa en el trauma, el apego y la resiliencia.

Los niños, generalmente, no dominan el lenguaje verbal como lo pueden hacer los adultos. Jugar con ellos, en cambio, es acercarse a la manera que tienen de hablar y contar. La caja de arena podría insertarse dentro de este propósito porque implica un lenguaje no verbal que aporta numerosos símbolos universales, y al niño se le hace fácil y accesible.

Pero la técnica no sólo son los símbolos (muñecos, figuritas, miniaturas y todos aquellos elementos que también se convierten en símbolos como casas, puentes, árboles, vehículos, etc.) que equivaldrían a las palabras del diccionario. Es también una escenificación de todos esos elementos en la bandeja que suponen la gramática de la técnica.

El niño, además, se sitúa en una postura que le convierte en sujeto que crea y construye (visión muy resiliente): un mundo imaginario, una escena, una historia, un cuento, una secuencia… Y la gramática supone narrar. Y ya sabemos la importancia que la narrativa tiene sobre todo para los niños que necesitan reconstruir su historia. Especialmente cuando lo que se narra está cargado de emociones dolorosas que permanecen disociadas, como es el caso de los niños traumatizados por la violencia u otros acontecimientos duros y sobrecargantes para la mente en desarrollo. La técnica ayuda a la integración del trauma.

En este Seminario, eminentemente práctico, pretendemos:
OBJETIVOS

Conocer los orígenes de la técnica, hacer un poco de historia.

Perfilar para quiénes está indicada esta técnica.

Aprender los pasos en la conducción de una sesión con la técnica de la caja de arena.

Explicar cuál debe ser la actitud del terapeuta.

Alcances y límites de la técnica.

La metodología comprende la elaboración de cajas de arena por parte de los alumnos, aprendiendo los pasos en la aplicación y conducción de una sesión junto con breves exposiciones teóricas y el visionado de vídeos con casos prácticos reales.

Dirigido a: Psicólogos, psicopedagogos, psiquiatras, psicoterapeutas, pedagogos y trabajadores sociales.

Información e inscripción en:

Fecha: 1 de junio de 2014
Precio: 160€
Horario: De 10,00h a 14,00h y de 15,30h a 18,30h
Telefax: 91 5493878
Clases en: Juan Álvarez Mendizabal 13 1ºdcha. 28008-Madrid
E mail: umayquipae@gmail.com