lunes, 8 de septiembre de 2025

El lenguaje silencioso. La técnica de la caja de arena en la adolescencia, por Jose Luis Gonzalo Marrodán e Iván Rodríguez Ibarra

Abrimos la 19ª temporada del blog Buenos tratos. Os doy la más cordial bienvenida, aquí seguimos, con las mismas ganas e ilusión con la que empezamos la primera, allá por el 11 de septiembre de 2007.

Y lo hago presentándoos con gran ilusión un nuevo libro sobre la técnica de la caja de arena, esta vez pensando en los adolescentes.


El lenguaje silencioso.
La técnica de la caja de arena en la adolescencia 

Jose Luis Gonzalo
Iván Rodríguez Ibarra

Para adquirir el libro, haz click AQUÍ.
(Para opciones fuera de España, consultar con la editorial)





Con mucha felicidad y dicha, os anuncio la publicación de un nuevo libro sobre la técnica de la caja de arena, esta vez dedicado a los adolescentes. Echaba de menos un material que versara sobre la aplicación de esta técnica a las personas menores de edad que se encuentran en la franja que va desde los doce hasta los veinticinco años (la adolescencia neurobiológica). Porque no existe nada publicado hasta la fecha -al menos cuando, hace un año, hice una búsqueda- y se hacia necesario contar con un texto especializado. Los adolescentes requieren de una psicoterapia propia, no vale ni la que usamos con los adultos ni tampoco la que utilizamos para los niños. El periodo de la vida por la que atraviesan es muy delicado desde el punto de vista del desarrollo del cerebro -este está, literalmente, en construcción-, por lo que necesita conocimientos y propuestas terapéuticas específicas. 

El libro está escrito en co-autoría, junto con mi amigo Iván Rodríguez Ibarra, Trabajador social, Orientador familiar y Traumaterapeuta sistémico, que tiene una vasta experiencia en la terapia con adolescentes y en el uso de la técnica de la caja de arena. Iván dedica, desde hace muchos años, su vida profesional a relacionarse con adolescentes, a ayudarles en un espacio terapéutico, y tiene una capacidad especial para conectar con ellos. Lo hace formando parte de un equipo multidisciplinar -dentro del Programa de Apoyo a Adolescentes NORBERA, de la Fundación IZAN-. No he podido encontrar mejor socio para hablar sobre la caja de arena, la Traumaterapia sistémica y los adolescentes. Sin Ivan este libro no tendría la riqueza que tiene. Las asociaciones entre colegas, cuando hay buena sintonía, dan mucho mejor resultado.

A la hora de aplicar la técnica de la caja de arena, los que nos conocéis sabéis que somos partidarios de integrarla dentro de un modelo más amplio de psicoterapia, y que nuestra apuesta es por la Traumaterapia sistémica, por considerarla comprensiva, moderna -basada en el conocimiento de la ciencia del cerebro-, con aportaciones de la teoría del apego, de la psicología del desarrollo, de la traumatología y de diferentes escuelas de terapia. Es un modelo abierto que integra dentro de un principio de orden neurosecuencial las distintas técnicas que podemos ir utilizando para abordar los objetivos de cada uno de los tres bloques que conforman la Traumaterapia sistémica. Por lo tanto, se trata de un libro que se basa en el uso de la caja de arena con adolescentes dentro de este modelo.

Tanto Ivan como yo hemos querido que el libro lleve fotografías de las cajas de arena de los adolescentes que nos cuentan sus historias, pero que, a la vez, contenga ilustraciones y dibujos propios, para darle ese toque idiosincrásico de la edad que una obra así necesita. Por ello, pedimos a la joven Maider Dorregaray Gorrochategui, estudiante y excelente ilustradora, que nos hiciera unos dibujos ad hoc para la ocasión y, en honor a la verdad, estos, preciosos, ensalzan el contenido y nos ayudan a meternos en el universo adolescente.

Queremos agradecer a Linda Homeyer, una referente mundial en el ámbito del sandplay, el que haya leído el libro y que haya dedicado parte de su escaso tiempo para escribir el prólogo. Es todo un honor que ella nos haya dedicado unas líneas para introducir la obra y ponerla en valor. 

También nuestro agradecimiento a los profesores y amigos Jorge Barudy y Maryorie Dantagnan, con quienes nos formamos en Traumaterapia sistémica, por escribir la presentación del libro y apoyar siempre todo lo que hacemos. 

Os dejamos con esta introducción, que forma parte del libro, para abriros el apetito.

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Son ya casi veinte años utilizando la técnica de la caja de arena. Acumulamos una experiencia que nos ha permitido aprender de nuestra práctica clínica. Cada paciente con el que nos encontramos en sesión realiza una representación en el espacio de la caja única e irrepetible. El conocimiento estadístico no es relevante cuando usamos este abordaje terapéutico. Nos interesa cada uno de nuestros pacientes en su singularidad y en el proceso idiosincrásico de descubrimiento de los arquetipos que pueblan su “inconsciente colectivo”, un proceso al que Jung (2009) llamó “individuación”.

Durante estos años nos hemos sentido conmovidos por los “poderes transformadores de la psique” (Kalffl, 2020), los cuales se ponen de manifiesto cuando se trabaja con una caja de arena. Los numerosos talleres impartidos nos han permitido acercarla y difundirla entre diferentes profesionales del área de la salud mental que trabajan por toda la geografía española, produciendo indirectamente un beneficio en muchos pacientes que desconocían este abordaje terapéutico. Actualmente, son muchas las consultas -públicas y privadas- que cuentan entre sus técnicas con la caja de arena. 

Nuestra apuesta decidida por la Traumaterapia sistémica hizo que desde el principio integráramos esta técnica dentro de la metodología de trabajo de este modelo, ideado y diseñado por Barudy y Dantagnan y colaboradores (2025). Esto no debe de extrañarnos, pues desde que Margarett Lowenfeld descubriera la técnica en el año 1929 trabajando en terapia con los niños de su consulta de Nothing Hill, en Londres y de que, posteriormente, Dora Kalff (tras formarse con Margarett) la desarrollara y la promoviera desde la psicología analítica, la técnica ha conocido una gran expansión y diferentes escuelas la han incluido dentro de su modelo y la han adaptado e incorporado a su metodología. Entre otras, destacan: la terapia de juego de Virginia Axline, la terapia Gestalt y la terapia adleriana (Homeyer y Marshall, 2022). 

Los actuales desarrollos de la neurociencia y de la psicología del trauma sostienen que la cura solo por la palabra no logra contribuir a la sanación emocional. Es necesario implicar al cuerpo y al hemisferio derecho en la psicoterapia (Schore, 2022) para que sea un tratamiento completo y eficaz. Porque el trauma, como se sabe, afecta al cuerpo y a sus conexiones con el sistema nervioso (Van der Kolk, 2020), puesto que los impactos traumáticos quedan inscritos en este y su afectación, si no se trata a este nivel, puede ser duradera e impactar seriamente en la salud de las personas. 

La moderna ciencia del cerebro ha mostrado en su investigación como este es afectado por los traumas tempranos y complejos, con lo cual se hace necesaria una psicoterapia relacional y que utilice técnicas capaces de restaurar la integración cerebral (vertical y horizontal) alterada por experiencias tan estresantes como el maltrato, el abuso y la negligencia (Benito, 2024). La técnica de la caja de arena ha mostrado que posee esta capacidad, si se utiliza dentro de un modelo psicoterapéutico informado por el apego y se trabaja también con el contexto del paciente, es decir, dentro de un paradigma bio-psico-social de intervención (Benito y Gonzalo, 2017)

Nosotros nos hemos dedicado a explicar cómo un uso relacional, no verbal y conectivo de la caja de arena produce beneficios psiconeurológicos, adaptando la técnica a nuestro modelo integral de reparación de las consecuencias que los malos tratos en sus diferentes formas dejan en los niños, adolescentes y adultos: la Traumaterapia sistémica (Barudy, Dantagnan y cols, 2025). Y no por ello hemos alterado la autenticidad de este abordaje. Al contrario, somos totalmente respetuosos con el legado de Lowenfeld y Kalff y conservamos y aplicamos la técnica tal y como ellas, tras muchos años de estudio y trabajo, la diseñaron y desarrollaron, sin perder las esencias. Solamente la adaptamos a un modelo con el que la caja de arena sintoniza muy bien. 

Por ello, nuestros libros anteriores se han centrado en dar a conocer en lengua española los principios básicos y la aplicación de la técnica, como explicamos en "Construyendo puentes" (2013); y, sobre todo, en exponer cómo trabajamos con ella dentro de la Traumaterapia sistémica: "La armonía relacional. Aplicaciones de la caja de arena a la traumaterapia" (2017) y "Traumaterapeutas en la caja de arena" (2021). 

Nosotros pensamos que la caja de arena es un instrumento terapéutico muy beneficioso. La experiencia clínica así nos lo ha demostrado, aunque, recientemente, nos hemos preocupado también de revisar si es una técnica basada en la evidencia, esto es, si los diferentes diseños de investigación demuestran que es eficaz y que obtiene resultados terapéuticos en comparación con grupos control. Comprobar si va más allá del efecto placebo o de ser algo meramente especulativo. La psicóloga Nerea Benito es quien ha investigado sobre este tema, por lo que en este enlace -y en un epígrafe del libro- mostramos las conclusiones de su trabajo de investigación.

Como ya hemos expuesto en obras anteriores, las técnicas deben, a nuestro juicio, de integrarse en modelos globales comprensivos que tengan en cuenta no sólo la realización de un tratamiento psicoterapéutico, sino la valoración y la implicación del contexto del paciente en su proceso de sanación, porque los modelos de salud son siempre bio-psico-sociales. Y si, además, trabajamos con personas menores de edad se hace necesario y obligatoria la participación e implicación en la intervención como co-terapeutas de los padres o responsables del cuidado del niño o adolescente. Es muy importante que el profesional, antes de decidir ninguna psicoterapia, haga un análisis de la demanda. Así lo hacemos dentro del modelo de Traumaterapia sistémica. Porque es posible que una psicoterapia no sea lo prioritario ni lo que un niño o joven necesite en ese momento; e, incluso, puede que esté contraindicada (Barudy, Dantagnan y cols, 2025). 

Ninguna técnica debe de fascinarnos por sí misma. Es la calidad de la relación y del vínculo terapéutico que se va entretejiendo entre paciente y psicoterapeuta, la implicación de todo el contexto, la satisfacción de las necesidades del niño y la protección de este lo que contribuye a su sanación emocional. Sobre todo, cuando estamos hablando de que nuestros jóvenes pacientes han sufrido malos tratos y presentan trauma del desarrollo (Van der Kolk, 2020) y trastornos del apego. Es todo un equipo de personas -red de relaciones significativas y poderosas, con fuertes puntos de apoyo (Perry y Szalavitz, 2017)- lo que favorece que los niños y adolescentes puedan contrarrestar los efectos negativos que los traumas provocados por los malos tratos ejercen sobre su desarrollo y personalidad. Esto es imprescindible cuando nos relacionamos con personas menores de edad; pero también en el tratamiento de pacientes adultos es clave preocuparse por sus redes psicosociales de apoyo y entorno relacional. 

Así pues, nuestros libros más que de la caja de arena, tratan sobre la Traumaterapia sistémica® y la caja de arena. Y este dedicado a los adolescentes no será una excepción. 

¿Y por qué un libro específico de caja de arena, traumaterapia y adolescentes? 

Existen poderosas razones para dedicar una obra a esta población. Primero, la adolescencia es una etapa de la vida crítica donde nuevamente el cerebro sufre espectaculares transformaciones. Es un periodo de grandes riesgos psicosociales, pero también de grandes oportunidades. El libro de instrucciones que es el ADN vuelve a abrirse y está sujeto a las influencias del entorno de una manera muy sensible. Así Rafael Benito (2021), psiquiatra experto en neurodesarrollo, dice:

“No todos los periodos del desarrollo tienen la misma importancia; ya que la proliferación y poda de las conexiones se produce sobre todo en dos etapas de la vida: los primeros dos o tres años, y la pubertad y la adolescencia. Durante esta última el sistema nervioso experimenta una revolución que lo devuelve a una situación análoga a la de los primeros años de vida; una situación en la que el sistema límbico tiene una actividad más intensa, con un déficit relativo de las funciones reguladoras del córtex prefrontal. En esta etapa se hace necesaria de nuevo la presencia de las figuras de apego para guiar la evolución del cerebro adolescente hacia el logro de ese funcionamiento integrado”. 

Por lo tanto, son necesarias personas sanas que acompañen a los adolescentes -además de sus propios padres- que se constituyan en sus tutores de desarrollo (Cyrulnik, 2003) y sean puntos de apoyo desde los cuales poder interiorizar una base segura para conducirse en el mundo. Y, al mismo tiempo, saber que dichos adultos pueden ser un refugio seguro al cual acudir en caso de necesidad (Bowlby, 1989) Es un falso mito sostener que los adolescentes priman el grupo de iguales y que no necesitan de las figuras adultas, siendo ya autónomos. Aunque el grupo y la pareja pueden ser figuras de apego prominentes, los adultos significativos son valorados y buscados por los adolescentes para desarrollarse con seguridad, sentimiento de pertenencia y vivencia de ser amado y valorado. 

Entre las personas que pueden conformar la red de apoyo de un adolescente pueden estar los psicoterapeutas, depositarios, si se logra establecer con ellos un vínculo terapéutico seguro, de su mundo e intimidad personales. Si el psicoterapeuta cuenta con herramientas tan idóneas para conectar con los adolescentes como la caja de arena, se logra con ellos una co-transferencia que hace que la psicoterapia sea una vivencia conectiva y transformadora. Esta técnica, en las manos de un psicoterapeuta competente, puede favorecer las conexiones corticolímbicas (Schore, 2022). Esto es muy importante abordar, con paciencia y perseverancia, en este periodo de la vida. El cerebro de los adolescentes necesita del cerebro maduro de los adultos, algo así como un préstamo, pues son las mentes interconectadas (el cerebro no es un órgano unipersonal, sino bipersonal, como dice Schore, 2022) las que son más fuertes y sabias (Bowlby, 1989), favoreciendo que el adolescente se desarrolle sanamente. Dice Schore (2022):

“Lo que ayuda al paciente a efectuar el cambio es experimentar este empoderamiento en el contexto de seguridad proporcionado por el trasfondo de la regulación afectiva interactiva psicobiológicamente armonizada del terapeuta empático”.

Consideramos que las especificidades propias de los adolescentes precisan de una adaptación de la técnica de la caja de arena a sus necesidades, y no a la inversa. Como veremos, tanto el lenguaje que debemos adoptar para acercarnos a ellos suscitando confianza, la manera de presentar la técnica y la adaptación de las fases de construcción de la caja de arena, deben de amoldarse a ellos. Nuestro conocimiento de los adolescentes y nuestro trabajo con estos durante muchos años (especialmente de Iván Rodríguez, co-autor de este libro, que dedica exclusivamente su vida profesional a la terapia con adolescentes) utilizando la caja de arena nos refrendan en la importancia que tiene aplicar esta de un modo que resulte amable, respetuoso, afectuoso y libre, pero a la vez muy protector (Kalff, 2020).

El adolescente no es un niño y no quiere que le asemejen a uno. Al mismo tiempo, sus intereses se centran en el mundo de lo real (sus amigos, sus relaciones de pareja, sus problemas, la necesidad de comprenderse, sus series y músicas…), por lo que llevarlos al terreno de las miniaturas, de la arena y al mundo de lo imaginario puede suscitarles rechazo. Del mismo modo, enfoques interpretativos, confrontadores y que usen la caja de arena como un medio para hacerles hablar de sus intimidades (cuando no quieren o no están preparados para ello), además de contraproducente, está abocado al fracaso. Más pronto que tarde dejarán de hacer cajas de arena. Finalmente, como ya se ha dicho, debemos de tener claro qué pretendemos al usar esta técnica, en qué objetivos terapéuticos puede ayudar al adolescente que tenemos delante y por qué la elegimos y no otras. No es un juego o recurso para usar sin más ni más por muy fascinante que nos pueda parecer. La técnica por la técnica no sirve de nada. 

Todo ello ha motivado a los autores a escribir este libro, para darles un lugar a los adolescentes en la literatura hispana científico-profesional de la caja de arena y disponer de un libro que pueda guiarnos en el trabajo psicoterapéutico con ellos. 

Esta obra es fruto de compartir nuestras respectivas experiencias dentro del marco profesional de la RED APEGA desde nuestros respectivos trabajos. José Luis Gonzalo en su consulta de LOTURA[1], de psicología y traumaterapia, en la que a diario trabaja con niños, jóvenes, adultos (padres) que han sufrido diferentes formas de maltrato. E Iván Rodríguez en su labor como terapeuta en el Programa de Apoyo a Adolescentes NORBERA de la Fundación IZAN[2], en el que trabaja con adolescentes en riesgo y sus familias, y donde ha acumulado una rica experiencia y un material clínico que merecen ser compartidos en este libro. 

A través del análisis de distintas metodologías de trabajo, el libro abre una ventana a sesiones reales y procesos terapéuticos complejos, narrados con detalle y enriquecidos con fotografías y dibujos realizados por una adolescente. Cada caso es un mapa que nos muestra cómo navegar en la compleja geografía emocional de la adolescencia, siempre con una mirada ecosistémica y protectora. 

En el libro hacemos primeramente un repaso de qué es la técnica de la caja de arena, pero centrándonos en la etapa adolescente, subrayando la importancia de saber presentar la técnica y del lenguaje no verbal en el trabajo terapéutico con jóvenes. A continuación, hablamos de la terapia con adolescentes y de las particularidades de esta etapa. Seguimos aportando novedades y hablamos de la caja de arena y de las técnicas basadas en la evidencia, dando a conocer el estudio de investigación llevado a cabo por la psicóloga Nerea Benito. Tras introducir el modelo de Traumaterapia sistémica y su aplicación con adolescentes, presentamos las metodologías de trabajo con la caja de arena. Comentamos, después, cuál es el proceso de creación de las cajas de arena y damos unos apuntes sobre la interpretación de las cajas. Cerramos la obra con un amplio capítulo donde contamos sesiones -con transcripciones de diálogos completos- de terapia con la caja de arena con adolescentes y exponiendo las tentaciones principales en las que podemos caer cuando trabajamos con esta técnica.

Esperamos que sea de vuestro agrado, que os sea útil y os aporte en vuestro caminar profesional. 


REFERENCIAS

Barudy, J., Dantagnan, M. y colaboradores (2025). Traumaterapia sistémica. Un enfoque comprensivo para abordar el dolor visible e invisible de los procesos traumáticos, desde un modelo terapéutico basado en los buenos tratos, la resiliencia y la justicia social. El hilo Ediciones.

Benito, R. y Gonzalo, J.L. (2017). La armonía relacional. Aplicaciones de la caja de arena a la traumaterapia. Desclée de Brouwer.

Benito, R. (6/09/2021). Adolescencia, pandemia y adversidad temprana: claves desde la neurobiología (II y final). Buenos tratos. http://www.buenostratos.com/2021/09/adolescencia-pandemia-y-adversidad.html

Benito, R. (2024). Cerebro modelando otros cerebros. Cómo las relaciones interpersonales guían la evolución del cerebro infantil y adolescente desde el nacimiento. Desclée de Brouwer.

Cyrulnik, B. (2003). El murmullo de los fantasmas. Volver a la vida después de un trauma. Gedisa. 

Bowlby, J. (1989). Una base segura: aplicaciones clínicas de la teoría del apego. Paidos Ibérica.

Gonzalo, J.L., Cáseda, T. Benito, N. y grupo Apega 5 Donostia (2021). Traumaterapeutas en la caja de arena. Desclée de Brouwer.

Homeyer, L., Marshall, N.L. (2022). Terapia avanzada de la caja de arena. Profundizar en la práctica clínica. Desclée de Brouwer.

Jung, C.G. (2009). Arquetipos e inconsciente colectivo. Paidós Ibérica.

Kalff, M. (2020). Afterword. In Sandplay. A psychoterapeutic approach to the psyque. (p. 107 -115) Analytical Psychology Press: Sandplay Editions. Oberlin, Ohio: EE.UU.

Perry, B. y Szalavitz, M. (2017). El chico al que criaron como perro y otras historias del cuaderno de un psiquiatra infantil. Capitán Swing Libros.

Schore, A. (2022). Psicoterapia con el hemisferio derecho. Eleftheria.

Van der Kolk, B. (2020) El cuerpo lleva la cuenta. Cerebro, mente y cuerpo en la sanación del trauma. Eleftheria.



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[1] Nota de los autores: Consulta situada en la ciudad de San Sebastián, País Vasco, España. www.joseluisgonzalo.com


[2] Nota de los autores: Para conocer el programa: www.izan.org

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