lunes, 25 de septiembre de 2017

"La dimensión humana del cambio. 'Voces que inspiran', por Jorge Barudy, psiquiatra y psicoterapeuta.

Diez meses, diez firmas III

Profesional invitado en el mes de octubre 2017: 
Jorge Barudy Labrín

Título de su ponencia: La dimensión humana del cambio. "Voces que inspiran"

En octubre la firma invitada del mes en el blog es el experto en trauma, apego, resiliencia y neurodesarrollo, profesional de prestigio internacional, nuestro Jorge Barudy. Con motivo de la celebración de las III Conversaciones sobre apego y resiliencia infantil el próximo fin de semana del 6-7 de octubre de 2017 en la ciudad de San Sebastián, Gipuzkoa, con el fin de calentar motores, he decidido, para que podáis disponer de tiempo para verla, adelantar unos días la edición del post que publicamos todos los meses con la firma invitada. Precisamente porque entre otros ponentes contamos en las Conversaciones con su participación. Es un honor para mí que Jorge Barudy se haya animado a participar en un blog que le debe tanto (y que forma parte de la RED APEGA, impulsada por él y Maryorie Dantagnan, como blog de referencia) Empezando por el nombre Buenos tratos, claramente tomado de su modelo de la ecología social de los buenos tratos y del paradigma de los buenos tratos infantiles, del cual él es creador y precursor. Siguiendo por los contenidos que aquí he vertido a lo largo de estos diez años: sin duda, muchos de los mismos aprendidos en formaciones, charlas, reuniones (formales e informales) donde uno continuamente absorbe todo lo que él enseña desde la sabiduría de sus conocimientos y desde su experiencia y madurez. 

Cuando conocí a Jorge Barudy, me quedé fascinado no sólo por lo que sabe sino también por el planteamiento, por el prisma desde el cual nos animó a acercarnos, comprender y tratar a la infancia (sobre todo a la que es dañada por cualquier tipo de maltrato) y a sus familias. La imperiosa necesidad que tenemos los seres humanos de tratarnos bien y tratar bien a nuestras crías y niños/as. Jorge Barudy ha hecho, en este sentido, inestimables contribuciones: el paradigma de los buenos tratos infantiles; el estudio de las competencias como cuidadores; la visión del apego, el trauma y el desarrollo como modelos explicativos del daño provocado por los malos tratos; un modelo psicoterapéutico integrador adaptado al sufrimiento infantil (y no a la inversa)... En suma, un cambio de mirada. Una mirada sobre el menor de edad totalmente diferente, respetuosa con la infancia, que no había aprendido antes del año 2001 cuando tuve la dicha de conocerle en una reunión de red de profesionales  -trabajábamos con un joven muy dañado por los malos tratos- en la que tuvimos el privilegio de que participara. Me impactó el cariño y la admiración que profesaba a las víctimas y la mirada historiográfica, en detrimento de la patográfica, sobre el menor. Los modelos explicativos de los trastornos (apego, resiliencia, trauma...) de ese joven (¡que hoy tiene 30 años y está bien gracias a Jorge y su supervisión) fueron para mí un aire fresco y una nueva forma de trabajar. Salí transformado de esa reunión, ¡gracias a Jorge!. Además, el trato que él te dispensa es cálido y acogedor, empoderándote como profesional. Esto es también algo que le otorga toda la coherencia a sus ideas. 

Posteriormente, junto con un grupo de colegas de diferentes partes de España seleccionados por Jorge (me sentí afortunado, y me sigo sintiendo así), comenzamos, en el año 2004, la formación en traumaterapia, en Barcelona. Actualmente, dicha traumaterapia se ha desarrollado y se ha plasmado en un programa formativo de dos ciclos diseñado por ellos, donde se aprenden los fundamentos teóricos y las técnicas y herramientas metodológicas necesarias para trabajar con menores víctimas de malos tratos. Los interesados/as pueden visitar la web: Traumaterapia y resiliencia.

Desde que le conocí y me formé con Jorge, mantengo una relación profesional y de amistad. Creo que la gran mayoría de los que os acercáis a este blog le conocéis. 

Jorge Barudy es uno de los autores clave en muchos ámbitos de la psiquiatría y psicoterapia (apego, trauma, competencias parentales, resiliencia, aportes de la neurociencia a estas áreas...) Como ya sabéis, él mismo es un ejemplo de resiliencia porque es un (no ya superviviente, que lo fue) viviente de las abyectas torturas que el dictador Pinochet causó a miles de personas. Exiliado de su Chile natal, se reconstruyó y rehizo en Bélgica, donde creó el Centro Exil (que después se extendió a Barcelona) desde el cual viene desarrollando, junto con su equipo, los programas de atención integral médica y psicosocial a los refugiados de guerra, a las víctimas de malos tratos, a familias adoptivas, a los menores de acogida... Su propia experiencia personal, su formación y el tratamiento de cientos de personas y familias afectadas por historias de vida traumáticas le llevaron a gestar y desarrollar sus teorías y visión resiliente sobre las víctimas. Si queréis saber más sobre él, haced click aquí (Web titulada "Mi espacio resiliente", donde ofrecen una semblanza de autor)

Jorge Barudy afirma que es posible recuperarse de los malos tratos, de experiencias adversas, por muy traumáticas y duras que estas hayan sido, siempre y cuando dispongamos a las personas de un entorno afectivo y solidario, que brinde apoyo y preste recursos externos, y de protección en el caso de los menores sobre todo. El dolor de los malos tratos es un dolor invisible que el niño lleva consigo (así tituló un libro) Jorge Barudy ha concienciado -y conciencia- por todo el Estado y países del mundo, en todos los foros en los que ha participado y trabajado, y en todos los servicios de protección a la infancia a los que ha asesorado, que los malos tratos pueden generar más que trastornos psicológicos (que también): dañan el cerebro de las personas y del niño en desarrollo. Por eso, sólo caben políticas sociales que prioricen y pongan por encima de otros tipos de derechos adultos (en un mundo adultista) el derecho del niño a ser protegido y a contar al menos con un adulto que se encargue de su protección y cuidado. "Si no sentimos afecto por los menores con los que trabajamos, mejor que cambiemos de trabajo" - dice Jorge Barudy en el vídeo que vais a ver.

Todos los que le queremos y admiramos le recibiremos con cariño el primer fin de semana de octubre en San Sebastián, tierra a la que le unen numerosos vínculos. Nos hablará sobre un tema que hay que poner encima de la mesa: el maltrato institucional. Porque desgraciadamente, no siempre la administración pública y el poder judicial protegen. A veces, con sus  decisiones, prácticas y políticas, pueden maltratar a un niño/a o joven. 

Jorge Barudy ha querido aprovechar las nuevas tecnologías y participa como firma invitada del mes en una conferencia que grabó en vídeo para poder ser impartida y difundida. En vez de escribir, él nos habla a través de esta locución, y lo hace de una manera tan natural que es como si le tuvieras presente en una sala de conferencias o en tu propia casa. Jorge me dijo que quería compartir como firma invitada esta charla que, centrándose en la adolescencia, puede ser un compendio de sus conocimientos y experiencia personal y profesional. ¡Muchas gracias por todo, Jorge!

Hasta ahora, en las firmas invitadas de cada mes, no había invitado a Jorge Barudy a colaborar. Y eso no podía ser, porque en un blog inspirado por el título de una de sus principales obras y que forma parte de la RED APEGA del cual él es el maestro ("Los buenos tratos a la infancia. Parentalidad, apego y resiliencia". Editorial Gedisa, escrito en coautoría con Maryorie Dantagnan), nuestro amigo y profesor tiene que estar para los que no podéis escucharle y aprender de él en San Sebastián porque estáis mucho más lejos. Pero gracias a este gran invento que es internet, estamos todos un poco más cerca.

Es cierto que Jorge tuvo hace unos meses un incidente de salud del que gracias a Dios, ya está restablecido. Como él mismo dice en el vídeo, una vez más, la vida le ha dado una oportunidad. ¡Por muchos años, querido Jorge!

¡Adelante, Jorge Barudy, bienvenido!


Jorge Barudy Labrin. De origen chileno y formado en Bélgica, es neuropsiquiatra, psiquiatra infantil y terapeuta familiar establecido en Barcelona desde hace varios años. Fue docente en terapia familiar sistémica en la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica) y es profesor invitado a varias universidades españolas y chilenas. Es autor de las siguientes publicaciones, entre otras: El dolor invisible de la infancia: una lectura ecosistémica (1989) Maltrato infantil: ecología social, prevención y reparación (2000) Los buenos tratos a la infancia: parentalidad, apego y resiliencia (2005) (coautor). Hijas e hijos de madres resilientes. (2007) (coautor). Los desafíos invisibles de ser madre o padre (2010) (coautor) La fiesta mágica y realista de la resiliencia infantil (2011)  (coautor). Co-dirige, junto con la psicóloga y psicoterapeuta infantil Maryorie Dantagnan IFIV, Instituto de Investigación Acción sobre la Violencia y la Promoción de la Resiliencia, en Barcelona, y es co-director del Diploma de Postgrado en Traumaterapia individual infanto-juvenil sistémica. La web es: www.traumaterapiayresiliencia.com  


La dimensión humana del cambio. "Voces que inspiran"

Para seguir la ponencia, haz click en este enlace. El vídeo está en google drive: 

https://drive.google.com/file/d/0B43_PYE2IzoERkZCZHlOQW9GaFk/view?usp=sharing

viernes, 22 de septiembre de 2017

XIV Jornadas de la International Attachment Network Iberoamericana (IAN IA): La intervención en situaciones de trauma relacional desde la perspectiva de la teoría del apego: Escollos y oportunidades, en A Coruña, 26-28 de octubre de 2017.

XIV Jornadas de la International Attachment Network Iberoamericana.

La intervención en situaciones de trauma relacional desde la perspectiva de la teoría del apego: Escollos y oportunidades.

Organiza: International Attachment Network Iberoamericana (IAN IA)



A Coruña, 26, 27 y 28 de octubre de 2017

Información e inscripciones: 

http://ian-ia.org/jornadas-y-congresos.html



martes, 19 de septiembre de 2017

Últimas plazas para este completo curso de psicodiagnóstico infantil y adolescentes gestáltico-dinámico organizado por UmayQuipa, en Madrid, impartido por Sara Fernández Wolf

El Psicodiagnóstico Gestaltico y Dinámico de Niños y Adolescentes 

Organizado por UmayQuipa, en Madrid, curso 2017-18.

Impartido por Sara Fernández Wolf





Temario 

Taller I 


Contactos Iniciales

Entrevistas con los padres y el hijo.

Cómo / para qué.

Figura y Fondo: Motivo de consulta y motivo de preocupación.

Entrevistas con el/la hij@

Cómo/para qué.

La Alianza de Trabajo con el/la niñ@.

Introducción al dibujo de l@s niñ@s

Las pruebas gráficas.

Sentido de su aplicación. Cómo introducirlas.

Aproximación a las pruebas gráficas del Árbol y la Casa

Taller II 


Representación de la Figura Humana.

Representación de La Familia. Lectura Gestáltica y Dinámica.

Taller III 

El dibujo libre dentro de las entrevistas diagnósticas.

Expresión de los Mecanismos de Defensa en los Tests Gráficos.

Supervisión en grupo de representaciones gráficas.

Taller IV 

El Test Desiderativo.

Presentación teórico-vivencial de la prueba proyectiva.

Supervisión en grupo. 


Taller V 

El C.A.T. 

Presentación de las láminas y explicación de los contenidos.

Detección de las angustias y defensas predominantes.

Presentación de casos y supervisión en grupo.


Taller VI 

La devolución de la información:

A los padres: El Informe.
Al hijo: La sesión de devolución.

Trabajo de supervisión en grupo de protocolos diagnósticos completos de niñ@ y de adolescente.


Información e inscripciones

UmayQuipa


C/ Juan Álvarez Mendizabal, 13, 1º dcha.

Tel.: 91 5493 878

E-mail: umayquipae@gmail.com





Nació en Montevideo, Uruguay. Estudió Filosofía y Letras hasta que se trasladó a España en 1977. Se licenció en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid y se especializó en Psicología Pedagógica y Clínica por la misma Universidad. 

Comenzó su formación en Gestalt en los años 80, a la vez que en Psicoterapia Clínica Infantil y de Adolescentes, buscando de integrar la filosofía y la técnica de la psicoterapia Gestalt a la psicoterapia con niños y sus familias.

Psicoterapeuta Gestalt, miembro de la FEAP. Miembro acreditado de la Soc. de Psiquiatría y Psicoterapia del Niño y del Adolescente (SEPYPNA) y del Grupo de Psicoterapia Psicoanalítica de Bilbao (G.P.A.B.).

Es miembro didacta y supervisor de la A.E.T.G. y ha participado en comisiones de trabajo de esta Asociación para reflexionar sobre el trabajo con niños y adolescentes y promover la intervención de los psicoterapeutas gestálticos en este ámbito.

Colaboradora habitual en programas de formación en Terapia Gestalt.

Supervisora de equipos de trabajo dependientes de la Diputación de Bilbao, dirigido a mujeres víctimas de violencia de género.

Docente desde 2015 del Máster de Psicología Sanitaria de la Universidad de Deusto, en Intervenciones a través de técnicas humanistas: La Gestalt aplicada a niños y adolescentes.
 
Actualmente trabaja en consulta privada en Bilbao, Espacio Nexos, donde también  imparte la formación post-grado en Psicoterapia Gestalt aplicada en Infancia y Adolescencia.



Publicaciones

“La No Madre”, Boletín de la AETG.

“Las claves de una psicoterapeuta guestáltica ocultas en dos cuentos infantiles.”, en “El Oficio que habitamos”. Desclée de Brower. 2014.

“El Vizconde Demediado”. Boletín nº  27 AETG. 2007.

“Reflexiones sobre la Depresión”, Fernández Wolf, Sara ; López, Ada y Lekue, J.  Boletín A.E.T.G. nº 22. 2002


“Entre el adulto y el niño: La zona de confianza”. Boletín nº 12 AETG. Noviembre 1991.

Formación en psicología evolutiva aplicada a la Gestalt, organizado por UmayQuipa, en Madrid (2017-18): Comienzan las entrevistas de selección. Abierto a padres, madres y profesionales interesados.

LO ESPERADO Y LO INESPERADO: 

Formación en psicología evolutiva  infantil aplicada a la Gestalt.



Empezamos las entrevistas para el curso de formación: "DE LO ESPERADO A LO INESPERADO. La psicología evolutiva bajo una mirada gestáltica"




PRESENTACIÓN. Por Loretta Cornejo

Seguimos considerando que todo profesional que se encargue de estar al lado de las familias y los niños y jóvenes debe actualizar los conceptos de evolutiva. Y por qué no, los que trabajan con personas adultas para entender desde un punto de vista diferente qué pasó, de qué se vio rodeado en su infancia, que cosas hicieron que la energía familiar derivara en conflictos irresolubles o en chispazos que llevaron a encuentros diferentes y sanadores.

Todo manual nos dice cuando un niño debe comer, cuándo caminar, cuándo sentarse, cuándo tener amigos... pero ninguno o casi ninguno nos habla de los ritmos, de las propia música que trae cada niño y cómo se engarza con la melodía de cada uno de los padres y que pieza instrumentará en el mundo.

Pocos manuales hablan de la angustia de los padres prematuros y cómo acompañarlos, de qué cosas que se hacen o se dejan de hacer en la niñez repercuten en la adolescencia y tampoco de la evolutiva de los niños en acogida o adoptados, que llegan con toda una historia y sus propios recursos a una nueva familia que ellos no saben aún si adoptarán o no y en cuánto tiempo. 

Hablaremos de los niños de alta sensibilidad que muchas veces son diagnósticados como déficit de atención, hiperactividad, trastornos del desarrollo y tantas cosas más. Son niños que vienen con otras tareas que cumplir en esta vida y no los estamos entendiendo. 

En esta formación son bienvenidos los padres que quieren entender y acompañar a sus hijos con estas características y saber más, un viaje que empezarán desde los 0 meses a los 12 años, pasando por conceptos introductorios de neurología afectiva, procesos de resiliencia, figuras de apego y daños que se pueden heredar junto a conceptos de psicoeducación. 

Si están interesados/as: 

Llamar al 91 5493878  o escribir a: umayquipae@gmail.com


 La teoría infantil desde la psicología del desarrollo por edades




TEMARIO Y PROFESORADO

1-Crianza positivaapego y desarrollo en las distintas etapas evolutivasJOSE LUIS Gonzalo Marrodán.

2-La construcción del mundo emocional durante los primeros años de vida (o a 3 años): Los procesos emocionales necesarios a lograr durante el primer año de vida, y la prevención de posibles patologías. DIANA C. de Baumann.

3-Introducción a la neurología afectiva. LUCIA Ema.

4-La personalidad emocional de 3-6 años: Los seis años se termina la esencia de la personalidad adulta. Procesos evolutivos emocionales y formas de intervención. Trabajo con los padres o figuras parentales. Iniciación y desarrollo del  proceso de socialización.

5-La edad de la incertidumbre y la edad dorada De 7 a los doce años LORETTA Cornejo.

6-La primera infancia y sus diferentes etapas en correlación con las etapas de la adolescencia. MARGA de la Torre.

7- El no tirar la toalla: entre la fuerza y lo vulnerable: Acompañando a los hijos prematuros. PEDRO Valentín-Gamazo.

8-Cómo ayudar a sostener las relaciones afectivas desde el principio de la vida. Claves desde la psicoeducación e intervención comunitaria.

9- Distintos niveles de intervenciónDr. CARLOS Pitillas (Universidad de Comillas y Primera Alianza)

10.-Algunos temas especiales: Niños con alta sensibilidad. Evolutiva de los niños adoptados. LORETTA Cornejo Parolini.

lunes, 18 de septiembre de 2017

"La terapia EMDR", por Anabel González Vázquez, psiquiatra y psicoterapeuta.

Diez meses, diez firmas III

Profesional invitada mes de septiembre 2017:

Anabel González Vázquez

Título del artículo: La terapia EMDR


Para inaugurar la sección Diez meses, diez firmas en su tercera edición (sección que abre el blog a la participación de profesionales que trabajan tomando como referencia la teoría del apego, el trauma y la resiliencia), contamos con la psiquiatra y psicoterapeuta -especialista en trauma y disociación y reconocida internacionalmente- Dra. Anabel González Vázquez. Conocí a Anabel en la formación en EMDR organizada por EMDR España, la cual recibo desde el año 2011, pues es trainer (entrenadora) avalada oficialmente para impartir la formación en este ámbito. He tenido la fortuna de que sea mi profesora en trauma y disociación.

Actualmente, en España y a nivel internacional, Anabel es una autoridad en el ámbito de los trastornos disociativos. Ejerce su labor clínica e investigadora en la ciudad de A Coruña (Galicia, España) donde sus pacientes están de enhorabuena. Los psicólogos y psiquiatras que queremos aprender de ella, de sus conocimientos y dilatada experiencia, acudimos a la formación de EMDR y la buscamos para las supervisiones. Pero además de todo esto, Anabel atesora la virtud de recibir a todo el mundo con una sonrisa tan bonita como la que veis en la fotografía que acompaña este texto. Atiende y escucha amablemente a las personas que se le acercan para consultarle cualquier asunto, o te hace un hueco en su agenda para tener una sesión de supervisión, aunque esté hasta arriba de trabajo. Eso es lo que no defrauda de Anabel. Y eso es lo que siempre remarcamos de los grandes: no necesitan ponerse medallas. Y sobre todo demuestran una gran coherencia entre lo que enseñan en sus cursos y la manera que tienen de relacionarse con los demás y vivir la vida.

Quiero dar las gracias de corazón a Anabel por participar en Buenos tratos (¡con todo el trabajo que tiene, nos ha hecho un hueco!) escribiendo sobre un tema del que puede hablar con plena autoridad y que estimo es necesario darlo a conocer: La psicoterapia EMDR. En alguna ocasión he mencionado esta terapia en el blog (precisamente haciendo referencia a Anabel González y a su libro en coautoría con Dolores Mosquera titulado: EMDR. El abordaje progresivo, imprescindible para cualquier profesional que quiera aplicar esta terapia con pacientes con trauma complejo); pero hasta hoy ningún especialista había escrito en el blog sobre la misma. Y creo que es muy importante hacerlo para poner las cosas en su sitio, pues con la popularización puede suceder la desvirtuación. Nadie mejor que Anabel para que hable de EMDR con rigor. Para que estéis bien informados. En este artículo además, Anabel da respuesta a muchas preguntas que las personas se pueden formular con respecto a los problemas psicológicos y EMDR. 

Así, pues, bienvenida Anabel González Vázquez.

Anabel González Vázquez. Soy psiquiatra y psicoterapeuta, empecé a trabajar con EMDR en el año 99, y desde entonces se ha convertido en mi marco terapéutico central. Desde esa perspectiva entiendo los casos, y trabajo con ellos, aunque integrándolo con las teorías del trauma, el apego y la disociación. Soy entrenadora acreditada en EMDR e imparto formación sobre esta psicoterapia y sobre trastornos disociativos, que es el campo en el que más me he especializado. También me gusta mucho la investigación, y junto a varios colegas, tenemos en marcha distintos proyectos. En este tiempo se publicarán los resultados del estudio de EMDR en Depresión, en el que han participado un grupo de compañeros de Galicia.

¿En qué consiste la psicoterapia?

Muchas personas piensan que la psicoterapia consiste en hablar. Esta es la imagen que nos presentan películas y series de televisión se basa sobre todo en el modelo del psicoanálisis. En otros casos, la imagen del terapeuta se asocia al de un profesional que da consejos. Por eso las personas que ya hablan de lo que les pasa, se aconsejan con sus conocidos, y son conscientes de lo que les vendría bien para mejorar, son reacios a ir a terapia porque piensan que no les aportará nada nuevo.

Sin embargo, al igual que con los tratamientos con fármacos o con cirugía, hay muchísimos estilos de psicoterapia, muy diferentes unos de otros. Algunas psicoterapias trabajan con la persona individual, otras con la pareja o la familia, otras en grupo. A veces el foco de la terapia es la búsqueda de soluciones para el momento presente, otras es explorar el origen en la historia de la persona y las experiencias vividas. Algunas terapias se basan en hablar, son las llamadas terapias verbales; otras están orientadas al cuerpo, son las denominadas terapias somáticas.

En cualquier caso, una psicoterapia de calidad y específica no es únicamente ir a hablar o a escuchar consejos. La psicoterapia es un proceso en el que nos damos cuenta de más cosas, nos desbloqueamos, descubrimos aspectos de nosotros mismos o de lo que nos rodea, nos encontramos mejor con quienes somos y con nuestras vidas. El terapeuta simplemente nos ayuda cuando no estamos encontrando salidas constructivas, no nos da soluciones, ni toma decisiones por nosotros. La terapia es un lugar donde encontrar y encauzar nuestros propios recursos.

¿En qué consiste la terapia EMDR?

Cada psicoterapia tiene su propia visión del ser humano, la enfermedad y la salud. Desde la perspectiva de EMDR los problemas psicológicos se generan en experiencias no asimiladas. Todos hemos pasado por momentos duros, y en general no necesitamos psicoterapia para volver a sentirnos bien y recuperar nuestra vida normal. Algunas experiencias son más difíciles, pero nos acordamos de otras situaciones que ya superamos, hablamos con nuestros allegados, tratamos de cuidarnos, pasa el tiempo… y todo esto nos va ayudando a asimilar y superar esta experiencia.

En ocasiones, sin embargo, los problemas son tan complicados, las emociones que nos producen son tan intensas, que nuestro cerebro no puede asimilar la información. Esta se queda bloqueada, atascada en el sistema nervioso. No podemos hablar de lo que pasó sin sentirnos mal, y si lo hacemos es como si lo volviésemos a sufrir de nuevo. Sabemos dónde está la salida, pero por algún motivo no podemos ir hacia ella: nos aislamos, no hacemos cosas que sabemos que nos ayudarían… El cerebro sigue intentando resolverlo, trae a nuestra mente una y otra vez lo sucedido, se repite en nuestros sueños… pero nada cambia realmente.

Como la vida ha de seguir adelante, muchas veces estos sucesos pueden quedar almacenados en la memoria, aunque hayamos dejado de pensar en ellos o de darle vueltas al tema. Un tiempo después (pueden ser incluso muchos años) puede pasar algo, a veces insignificante, que dispara de nuevo todos estos recuerdos, emociones o sensaciones físicas. Podemos ver claramente la conexión entre ambas cosas, o no ser en absoluto conscientes de ello.

Cuando los pacientes nos llegan a consulta muchas veces están en este segundo caso: tienen dolor o síntomas físicos que no entienden, están deprimidos, ansiosos, consumen sustancias perjudiciales… Ellos pueden entender o no la conexión con las experiencias que fueron generando este malestar. Pero en todo caso podemos desbloquear y procesar esas experiencias previas, trabajar con los síntomas y ayudar a la persona a recuperar la capacidad de disfrutar, de vivir su vida.

Yo lo que me pasó en mi vida ya lo tengo superado, lo que me preocupa son mis problemas actuales ¿puedo resolverlos con EMDR?

EMDR siempre está orientado a resolver los problemas actuales del paciente, lo que le preocupa. Hay problemas antiguos que como decíamos, quedan resueltos porque nuestro sistema procesa la mayor parte de las experiencias, sólo muy pocas veces se bloquea. Sin embargo, para estar seguros de que una experiencia está completamente superada, en EMDR siempre hacemos la siguiente comprobación:

Pensemos en una de esas situaciones que creemos que están superadas. Parémonos a pensar con detenimiento en ella, recreemos esos momentos durante al menos un minuto recordando cómo fueron, qué significaron, qué nos hicieron sentir. Prestémosle atención mientras lo hacemos a nuestros pensamientos, a nuestras emociones, a lo que notamos en el cuerpo. ¿Son nuestras sensaciones completamente neutras? ¿Es lo mismo recordar esta experiencia que pensar en qué película veremos en el cine? Si el recuerdo produce cualquier mínima incomodidad, malestar o perturbación emocional o física, es un recuerdo que sigue activo. Probablemente en su momento la sensación fue peor, o diferente, pero sigue generando sensaciones negativas. Aunque de modo aislado no sea significativo, las experiencias parecidas o que generan sensaciones o pensamientos parecidos, se encadenan y producen un efecto acumulativo, que es importante desmontar. Una de las herramientas más potentes para hacerlo es procesar estos recuerdos con EMDR. Tras este trabajo, recuerdos que pueden parecer insuperables, se ven con distancia, sin ningún malestar ni ninguna sensación negativa.

Pero hay cosas que no se pueden superar nunca, siempre estarán ahí…

A veces creemos que determinadas cosas no se pueden superar, simplemente porque llevan con nosotros mucho tiempo, y nos hemos acostumbrado a que estén ahí, a que formen parte de nosotros, incluso de nuestra identidad como personas.

Sin embargo, lo que aprendemos trabajando con EMDR es que no hay absolutamente ninguna cosa que no pueda ser superada de modo profundo y completo. De hecho algunas personas consiguen salir indemnes de situaciones que a otras les resultan devastadoras. La muerte de un ser querido, una agresión, un accidente o una enfermedad grave… pueden ser afrontados adecuadamente o ser un punto de inflexión a partir del cual no podemos seguir del mismo modo con nuestra vida, o quedamos gravemente dañados. Probablemente lo más nocivo es aquello que nos ocurre en nuestra infancia, cuando estamos en etapas muy sensibles del desarrollo de nuestra personalidad y de nuestra mente. Pero aún estos traumas graves pueden ser resueltos por completo y las personas pueden recuperar sus vidas.

Yo no tengo traumas de esos ¿Valdría EMDR para mí?

El concepto de trauma que se maneja en EMDR no se refiere únicamente a accidentes o problemas extremadamente graves. Hablamos de experiencias vitales adversas, de circunstancias cotidianas, que por diversos motivos siguen marcándonos a pesar del paso de los años. Un profesor de matemáticas muy crítico pudo marcar la carrera que elegimos, las burlas de los compañeros por un poco de sobrepeso en la adolescencia pueden hacer que 20 años después nos sigamos sintiendo insatisfechos con nuestro físico. Una mala experiencia con una pareja puede marcar nuestra actitud hacia futuras relaciones. Un padre muy exigente, aunque sea por nuestro bien, puede hacer que nunca sintamos que hacemos lo suficiente. No definiríamos ninguna de estas circunstancias como traumáticas, pero sí diríamos en EMDR que son recuerdos no asimilados, que aún están activos en nuestro sistema. El procesamiento de estos recuerdos con EMDR produce cambios visibles en el aquí y ahora, en cómo nos sentimos con nosotros mismos y en cómo funcionamos en el momento presente.

¿Cómo funciona EMDR?

El trabajo con EMDR es diferente de las psicoterapias clásicas como la terapia cognitivo-conductual o el psicoanálisis. Lo que hace EMDR es activar el sistema innato de procesamiento de la información del cerebro, esto es, la capacidad de autocuración que nuestra mente tiene. El paciente y el terapeuta localizarán las experiencias clave que se conectan con el problema actual, accederán a esos recuerdos y las creencias, emociones y sensaciones que los acompañan, y ayudarán al cerebro a desbloquear esa información, procesarla e integrarla. Usamos muchos elementos, pero uno de ellos son los movimientos oculares, los sonidos bilaterales o estimulación táctil alternante.

El uso de los movimientos oculares para el procesamiento de recuerdos bloqueados fue descubierto por la psicóloga estadounidense Francine Shapiro. El nombre de la terapia corresponde a las iniciales en inglés de desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares (Eye Movement Desensitization and Reprocessing).




¿Por qué funciona?

Se ha relacionado el efecto de la terapia EMDR con la fase REM del sueño, en la que espontáneamente se producen los mismos movimientos de los ojos. En es la fase que se pone en marcha cuando estamos soñando. Es posible que este mecanismo esté en nuestro cerebro como un modo de ayudarnos a asimilar las circunstancias de la vida que durante el día no hemos podido elaborar del todo. Por ello durante el sueño vienen a veces fragmentos de cosas que nos han pasado, o temas antiguos que no hemos superado. Quizás esto explique por qué vemos las cosas distintas después de haber dormido.

Se ha comprobado también en numerosas investigaciones que los movimientos oculares actúan sobre el sistema nervioso autónomo -que regula la activación y la relajación- y podrían volver a poner en marcha un reflejo instintivo de orientación que durante experiencias adversas se quedó bloqueado. También se ha propuesto que el movimiento ocular tiene un efecto directo sobre el procesamiento de la memoria, en concreto de la memoria de trabajo, que haría que los recuerdos fueran reprocesados, esta vez de un modo adaptativo. Aunque se ha comprobado en múltiples estudios y meta-análisis que los movimientos oculares producen efectos contrastables, los mecanismos por los cuales producen su efecto continúan a día de hoy siendo objeto de debate en la comunidad científica.

Aparte de estos estudios sobre el mecanismo básico, la eficacia de EMDR se ha demostrado en muchas investigaciones para el estrés postraumático, y se realizan cada vez más estudios en muy diversas aplicaciones clínicas, como depresión, ansiedad, cefaleas, dolor crónico, y diversas patologías psiquiátricas y médicas.

Más que mover los ojos

Este no es el único ingrediente de la terapia, ni siquiera el central, y pensar que simplemente moviendo los ojos todos los problemas desaparecen es una enorme simplificación. Es cierto que en condiciones normales, el procesamiento de recuerdos se produce de forma automática, en la gran mayoría de las situaciones. Nuestro cerebro tiene un sistema muy eficaz, pero no es infalible. A veces algo es tan intenso, o hay tantas cosas mezcladas, que el sistema se colapsa. El cerebro lo intenta una y otra vez, lo trae a la mente durante el día, o aparece muchas veces en sueños repetitivos, pero el sistema se bloquea. Es, por decirlo de otro modo, como si saltaran los fusibles porque la corriente supera los niveles tolerables. Otras veces nuestra propia reacción es la que bloquea el proceso: lo que sentimos o pensamos es algo que no podemos soportar o aceptar sentir o pensar. Peleamos contra nuestros propios sentimientos o pensamientos. En cualquier caso el procesamiento espontáneo no progresa, no salimos de ahí.




El terapeuta ha de ayudar al paciente a seleccionar con qué objetivos hemos de trabajar, qué situaciones, y de qué modo, así como supervisar cómo se desarrolla el proceso, interviniendo cuando resulte necesario. Esto que aquí resumimos en una frase, tiene múltiples matices dependiendo de las características específicas de cada persona. Por ello no es aconsejable tratar de aplicárselo uno mismo.  Pensemos que cuando no hemos sido capaces de digerir algo que nos ha pasado, es precisamente porque este proceso espontáneo no ha funcionado. No podemos resolverlo desde dentro, es necesario que alguien guíe el proceso, que intervenga si algo no va bien, que nos ayude a regular la intensidad de las emociones que sentimos. El terapeuta nos puede aconsejar y enseñar ejercicios para que podamos trabajar en casa con seguridad.

¿Qué tipo de problemas se tratan con EMDR?

Cualquier tipo de problema puede beneficiarse de un tratamiento con EMDR. Más que una cuestión de diagnóstico es una cuestión de si puede servir a una persona concreta y adaptarse a su situación y sus posibilidades. Muchas veces EMDR ha de combinarse con otros tratamientos. Por ejemplo, hay algunos problemas psiquiátricos que necesitan medicación o terapias de tipo biológico. Lo mismo ocurre con problemas físicos. Por ejemplo, si una persona es diabética, EMDR no sustituye a la insulina, sin embargo, puede ayudar muchísimo a la persona a asimilar su problema y a disminuir la repercusión del estrés sobre sus cifras de glucosa en sangre. Si una persona ha perdido una pierna, puede tratar el dolor del miembro fantasma frecuente después de las amputaciones con EMDR. Ha mostrado buenos resultados en cuadros psiquiátricos graves como el trastorno bipolar o la psicosis, pero siempre como ayuda a la medicación. Hemos tratado con EMDR a personas con todo tipo de patologías, en general con muy buenos resultados. Dado que el efecto puede ser visible en pocas sesiones, es factible hacer una prueba breve y decidir posteriormente si abordar un tratamiento completo.

¿Es EMDR tan rápido como dicen?

En diversos estudios se ha visto que EMDR es más eficiente, es decir, funciona más rápido que otras formas de terapia. Pero hay que pensar que esto va en función de la cantidad de aspectos que una persona tiene que trabajar y de sus características. No es lo mismo haber tenido una historia sin mayores problemas, sufrir un accidente y quedar afectados por esto, que haber padecido situaciones adversas desde la primera infancia. A veces hasta que empezamos a trabajar con un paciente, no podemos valorar qué aspectos habrá que tratar ni el tiempo que puede llevar hacerlo.

El tratamiento puede estar centrado en un problema, y consistir solamente en algunas sesiones, o trabajar para mejorar la situación global del paciente, definiéndose como una psicoterapia completa. Todos estos aspectos son flexibles, y pueden acordarse entre paciente y terapeuta, así como la frecuencia de las sesiones.

¿Hay una edad más adecuada para el tratamiento con EMDR?

Pueden tratarse personas de todas las edades, incluso niños muy pequeños, porque no requiere que el niño entienda o pueda explicar. De hecho, en niños los resultados son aún más rápidos. En principio, cualquier persona, independientemente de la edad o del tipo de problema, puede beneficiarse de esta terapia. Para saber si puede o no ser adecuada en un caso concreto se requiere una valoración individualizada.

El hecho de que EMDR aborde los aspectos emocionales y físicos, y no sólo la parte verbal, racional y cognitiva, hace que sea posible trabajar desde este abordaje con personas con niveles cognitivos limitados, sin lenguaje o con problemas para elaborar reflexivamente lo que les ocurre. El paciente no necesita analizar ni explicar, y por ello se pueden procesar experiencias de las que tenemos muy pocos elementos, o incluso de las que el paciente no se sienta capaz de hablar. Las personas que tienden a somatizar el malestar, pero a las que les cuesta expresarlo en palabras, tendrán problemas para entrar en una terapia fundamentalmente verbal, pero pueden muchas veces beneficiarse de modo más rápido del trabajo con EMDR.

¿En qué casos funciona peor?

Si una persona no quiere o no puede tomar contacto con sus emociones, su historia o sus problemas, estará poco dispuesta a trabajar con este método. Algunos individuos, para sobrellevar sus dificultades, han recurrido a evitar lo que les crea ansiedad o les produce determinadas emociones. A veces están a la defensiva con los demás, les cuesta dejarse ayudar, o tienden a desconectarse de lo que sienten. Estos pacientes necesitan un trabajo de preparación antes de estar en condiciones de entender el origen de sus problemas y a trabajar con sus recuerdos con los procedimientos de la terapia EMDR.

Una terapia que combina el trabajo con aspectos cognitivos, emocionales y corporales

El hecho de que EMDR integre todos estos elementos, le da un gran potencial para el trabajo con patologías psicosomáticas o problemas emocionales asociados a enfermedades médicas. Los distintos niveles de procesamiento de la información: lo que pensamos, lo que sentimos, las sensaciones de nuestro cuerpo, no son elementos separados. Nuestro cuerpo y nuestra mente están estrechamente interrelacionados, y muchas veces son nuestros procesos mentales los que influyen en la evolución de un problema orgánico o en cómo éste responde a los tratamientos. Podemos mejorar así nuestro estado físico a través del trabajo terapéutico, y como decíamos, EMDR aporta la ventaja adicional de trabajar directamente sobre los componentes somáticos.

Por ejemplo, una paciente acude a consulta para trabajar con EMDR en sus dificultades de relación con los demás. Padece además una colitis ulcerosa, una enfermedad inflamatoria del intestino, habiendo tenido numerosos brotes a lo largo de los últimos 10 años. Había probado otras terapias con las que había entendido mejor su problema, pero se daba cuenta de que los aspectos emocionales y somáticos no habían cambiado mucho. Entre la paciente y el terapeuta trazaron un plan para trabajar sobre numerosos recuerdos asociados a su historia familiar y a problemas en diversas relaciones. En el proceso terapéutico se fue viendo cómo estas situaciones, aún cargadas con perturbación, se asociaban muchas veces a molestias abdominales y a síntomas de tipo digestivo. Conforme se iban procesando estos recuerdos con EMDR no sólo empezaron a mejorar sus relaciones, sino que fueron disminuyendo hasta desaparecer los episodios de colitis.

La investigación en EMDR

Aparte de una gran cantidad de estudios en trastorno por estrés postraumático, que han llevado a EMDR al reconocimiento como una de las terapias de primera elección para los problemas postraumáticos en las guías clínicas internacionales, se está estudiando la aplicación de esta psicoterapia en muchas enfermedades, como depresión, esquizofrenia, trastorno bipolar, y diversas patologías médicas y psiquiátricas. A día de hoy EMDR es considerada como una terapia basada en evidencia empírica. Por supuesto, esto sólo es así cuando se aplica EMDR siguiendo los estándares que han sido evaluados en investigación. Muchas corrientes terapéuticas se han apropiado de elementos de la terapia EMDR o incluyen movimientos oculares o estimulación bilateral, sin seguir un protocolo de intervención adecuadamente testado. Hay también terapeutas que afirman trabajar con EMDR, pero que no siguen procedimientos rigurosos. La aplicación de EMDR dista mucho de ser simple, y el terapeuta ha de tener una sólida formación en psicotraumatología para poder aplicarla con seguridad y eficacia.

Más recursos e información sobre EMDR

Puede consultarse un listado de terapeutas acreditados en www.emdr-es.org 

Una revisión más amplia puede encontrarse en el libro de la autora que desarrolló el método de EMDR (Supera tu pasado, Francine Shapiro, Editorial Kairós). También puede verse un listado actualizado de los estudios de investigación en EMDR en la página web del EMDR Institute (http://www.emdr.com/research-overview/).


Los terapeutas interesados en formarse en esta orientación terapéutica pueden acceder a formación acreditada en la página web de la Asociación Española de EMDR (www.emdr-es.org