lunes, 6 de septiembre de 2010

"Bullying como desencadenante de trastornos de la conducta alimentaria", comunicación presentada por Rafael Benito, psiquiatra.

El Congreso de Oviedo ha sido un foro excelente en el que hemos podido asistir a multitud de aportaciones de expertos en psicología en todas las áreas en las que ésta se aplica.

Mi amigo y colega Rafael Benito Moraga, psiquiatra de la Clínica Quirón de San Sebastián, presentó una comunicación oral titulada: “Bullying como desencadenante de trastornos de la conducta alimentaria”.


No puedo exponer todo el contenido de la comunicación debido a su extensión, pero sí los datos y conclusiones más importantes, sobre todo lo que hace referencia al estudio de investigación que él ha llevado a cabo recientemente. Rafael Benito ha observado cómo bastantes personas con trastorno de la conducta alimentaria (TCA) presentaban asociado al mismo una experiencia de bullying.

Primeramente, disertó sobre el bullying, la definición de este concepto (“una forma de maltrato intencionado de un estudiante -o grupo de estudiantes- hacia otro compañero, generalmente más débil, al que convierte en su víctima habitual”) diferenciándolo del teasing (“interacción social que comprende una serie de conductas verbales y no verbales entre pares que puede ser graciosa o lúdica, pero también dañina”) Seguidamente ofreció datos sobre la frecuencia del bullying en nuestro país basándose en los recogidos por el defensor del pueblo. A continuación, presentó datos de la frecuencia del bullying por comunidades autónomas.

A esto le siguió una caracterización del perfil psicológico que define tanto al perpetrador como a la víctima y las consecuencias que tiene el bullying para ésta, aportando datos de estudios que ponen de relieve que las consecuencias de esta forma de maltrato entre iguales duran toda la vida. Así, expresó que:

Estudio de seguimiento de 15 años de una cohorte de niños de 8 años. Se los controló a los 18 y a los 25 años.

Prevalencia de trastorno mental:

De los que eran al mismo tiempo víctimas y acosadores un 30% tuvieron trastorno psiquiátrico:

De los que eran sólo víctimas tuvo un 17%

De los que eran sólo acosadores un 18%

En los controles sólo un 9% sufrió trastorno mental en el seguimiento.

Tipos de trastornos:

Los que eran acosadores y víctimas tenían 5 veces más probabilidades de tener trastorno antisocial de personalidad y trastorno por ansiedad.

Los que eran sólo acosadores tenían casi 3 veces más probabilidad de recibir un diagnóstico de personalidad antisocial.

Las víctimas tenían 2,6 veces más probabilidades de tener trastornos por ansiedad.

Finalmente nos expuso que existe una relación directa e indirecta entre bullying y trastorno de la conducta alimentaria, para terminar con la revisión de los casos clínicos de su investigación, en la cual observó:

74 pacientes admitidas sucesivamente en tratamiento en consulta privada.

Objetivos de la revisión:

Valorar la prevalencia de bullying o teasing como desencadenantes de un trastorno de la conducta alimentaria.

Presencia de vómitos u otras conductas de purga.

Presencia de maltrato infantil y/o presión familiar para adelgazar asociada al TCA desencadenado por bullying:

19 con historia de acoso escolar y 2 con historia de teasing (36%)

En todos los casos el acoso se lleva a cabo en el colegio y en la mayor parte se relaciona con la figura o el peso:

En 15 de los casos las chicas protagonizan el acoso o secundan a los chicos.

En 12 casos el acoso se inicia al comenzar la educación secundaria.

En los casos de teasing, éste actúa como acontecimiento “gatillo”.

El bullying parece un desencadenante frecuente de los TCA.

Por la importancia que la valoración de los iguales tiene en la forja del autoconcepto:
Se está comenzando a demostrar la relación entre ambos fenómenos.

En las chicas con TCA podría ser un fenómeno oculto.

Dada la alta prevalencia del acoso escolar, su prevención podría incidir en la aparición de los TCA.

Excelente comunicación de Rafael Benito, creo que no puedo añadir mucho más. Subrayar la importancia de la prevención y de la educación socio-emocional en los centros escolares (el establecimiento de los límites respetuosos entre las personas, de los límites sociales, comienza por el buen trato entre las mismas) porque esta forma de maltrato tiene repercusiones en las víctimas que les acompañan a lo largo de toda la vida. Es por lo tanto, grave, y no "un asunto de chiquillos a resolver entre ellos", como todavía hay quien desacertadamente, opina.

1 comentario:

Gabriela Acedo Emmerich dijo...

Os invito a que visitéis mi blog:
“DEL ACOSO LABORAL O MOBBING Y SUS GRAVES CONSECUENCIAS SOBRE LA SALUD FÍSICA Y PSÍQUICA. ANOREXIA NERVIOSA”
http://gabrielaacedoemmerich.blogspot.com/