lunes, 26 de diciembre de 2011

Las II Jornadas Europeas de Resiliencia cierran el año de manera brillante (apuntes útiles para familias y educadores que trabajan con niños adoptados o acogidos)

Ya estoy de vuelta en Donostia-San Sebastián y dispuesto a contaros lo que destaco de las pasadas II Jornadas Europeas de Resiliencia celebradas los días 16 y 17 de diciembre de 2011.

Las Jornadas han sido todo un éxito de participación, 300 personas han asistido a las mismas, con lo cual nos da la idea del enorme interés que suscita el tema del Trauma, la Terapia y la Resiliencia. Además, no todos los días tenemos el privilegio de poder escuchar a Boris Cyrulnik, Maryorie Dantagnan, Franz Baro, Ana Forés, Jordi Grané, Jorge Barudy…

El lugar donde se celebraron las Jornadas fue la sede del Instituto Francés, un sitio magníficamente equipado y con todo lo necesario para poder celebrar las ponencias, conversaciones, comunicaciones…

¿Qué destaco de las II Jornadas? La verdad es que todo, pero no puedo contarlo todo porque necesitaría casi otro blog. Así que tengo que elegir. Aunque mencione pero no comente otras cosas (conversaciones, charlas o ponencias) no quiere decir ni mucho menos que no fuesen de interés. Todo fue interesantísimo y emotivo.

Hubo ponencias de Jorge Barudy (“Los buenos tratos: tutorías de desarrollo y de la resiliencia, organización cerebral, memoria y resiliencia primaria”) del profesor Franz Baro (“La teoría del sentido de coherencia de Antonovsky y los modelos de resiliencia: analogías y diferencias”) y de Anna Forés y Jordi Grané (“El desafío de educar promoviendo la capacidad resiliente de todos y todas”) A estos últimos tuve el placer de conocerles después de haber leído su didáctico libro sobre resiliencia titulado: "Resiliencia; crecer desde la adversidad" También hubo dos conferencias de Boris Cyrulnik (“El origen, las características y las competencias de los/as tutores de resiliencia” y “Factores y programas que favorecen o dificultan la resiliencia social”) De todas ellas, voy a exponer las ideas de Boris Cyrulnik, teniendo en cuenta que las aportaciones de Jorge Barudy y Maryorie Dantagnan las he contado muchas veces aquí -y las seguiré contando- y las conocéis más; y considerando además, que, lamentándolo, no pude quedarme a la conferencia de Anna Forés y Jordi Grané y por lo tanto no puedo hablar de la misma.

Vamos, pues, con la primera conferencia de Boris Cyrulnik. No lo conocía personalmente (aunque sí le escuché en San Sebastián, hace doce años, en un congreso) y pude acercarme a él. Hombre cordial y de trato agradable, su cara, a veces se nos puede antojar seria -su carácter no creo que lo sea porque atesora gran sentido del humor-, pero se ilumina cuando sonríe. Tiene una sonrisa muy cálida.

Es uno de los primeros espadas en el tema de la resiliencia y como sabéis él mismo es una persona que ha conseguido resiliar (de experiencias muy traumáticas) y ser un modelo en este sentido. Tiene numerosas obras y muchas de ellas las hemos referenciado aquí. Para acercarse a su vida se puede leer “Me acuerdo…”, en la editorial Gedisa, la cual publica todos sus libros en castellano. Es un libro precioso.

En la primera de sus participaciones (la que versó sobre el origen y las competencias de los/as tutores de resiliencia) resumo las ideas más importantes que expuso:
- "Los determinantes genéticos existen pero el hombre no está determinado genéticamente"

- "El peor maltrato es la negligencia afectiva. Nuestro cerebro no se organiza y estamos condicionados para aprender" Cyrulnik evaluó a niños provenientes de los orfanatos de Ceaucescu (Rumanía) que parecían autistas pero no lo eran (pseudoautistas) Se balanceaban y tenían movimientos estereotipados y conductas autolesivas, sin apenas lenguaje. La negligencia afectiva que habían sufrido les había provocado este tipo de conductas que se asemejan al autismo pero no lo son. Cyrulnik realizó resonancias magnéticas y comprobó que existía atrofia del sistema límbico y de los lóbulos frontales del cerebro. "Al ser adoptados, la atrofia cerebral iba recuperándose al ser integrados en un entorno rico afectiva y sensorialmente. Pero no es el mismo cerebro como si nada hubiera ocurrido. Pueden retomar con tutores de resiliencia un buen desarrollo pero no olvidan: la memoria implícita (la que contiene los recuerdos de emociones, sensaciones…) queda activada: son sensibles al abandono y se alteran mucho cuando ven a otros sufrir" Boris Cyrulnik nos dice que incluso los niños provenientes de situaciones extremas recuperan si encuentran a las personas adecuadas. Así pues, también pueden recuperarse los niños que padecen negligencias afectivas no tan graves como las de los niños de los orfanatos de Rumania (en nuestro libro “¿Todo niño viene con un pan bajo el brazo? Guía para padres adoptivos con hijos con trastornos del apego” contamos cómo trabajamos con un joven que había sufrido negligencia extrema durante 7 años en un orfanato de Rumania y lo bien que se ha recuperado), pero los padres deben de ser conscientes de que esta negligencia ha sido muy dañina y no negarlo y comenzar a presionar al niño con aprendizajes y desarrollos imposibles.

- Con lo anterior enlaza esta otra idea que Boris Cyrulnik lanzó: los niños que son dañados emocionalmente no suelen querer contar lo que han vivido (su maltrato o su negligencia) si no nos mostramos abiertos a creerle siempre, acogerle emocionalmente y apoyarle. Dice Boris que se callan porque la vergüenza les hace callar. "Es muy negativo que el adulto muestre su sorpresa e incredulidad cuando nos cuenta su historia" Esto es muy importante porque pasa con más frecuencia de lo que nos pensamos. Algunos padres y familias adoptivas toman la postura de pensar que se inventa cosas y esto daña a los niños. "Tardamos mucho para encontrar la fuerza para contar nuestro trauma; la sociedad debe de prepararse para escuchar estos relatos" - dice Boris Cyrulnik.

- "Es muy importante ayudar a que el niño encuentre un sentido al trauma que ha sufrido. La narración del niño debe encontrar su lugar en la narración de los otros. Hablando no a los niños sino alrededor de los niños (acariciando, riendo, jugando, meciendo…) estimulamos las zonas del lenguaje"

- "Si no hacemos nada, la resiliencia será difícil. Con un entorno afectivo, verbal y cultural crearemos muchos tutores de resiliencia"

En su segunda conferencia (la que versó sobre factores que promueven o dificultan la resiliencia), dijo que "los niños o personas que han sufrido un trauma pueden retomar un buen desarrollo; no es como si nada hubiera pasado pero es un buen desarrollo. Si no retomamos el desarrollo no se puede hablar de resiliencia. El trauma deja un rastro que a veces puede durar toda la vida pero es posible una recuperación a través de la palabra y de la producción cultural y social. Las obras de arte tienen un papel muy importante en la elaboración de los traumas" De hecho, las técnicas de arteterapia las trabajamos con los niños traumatizados como una parte del tratamiento que seguimos con ellos.

"Hay tres factores a evaluar –dijo Cyrulnik-: antes de sufrir el trauma, durante el trauma y después del mismo"

"Antes del trauma, es muy importante considerar el apego seguro y la mentalización. Si el niño ha conseguido una mínima base segura, logrará, con el nuevo entorno afectivo y sensorial que se le ofrece, abrirse a éste en seguida y confiar en sus nuevas figuras. La mentalización es el mundo interior, representacional, del niño. Si tienen un mundo representado dentro, pueden compartir"

"Durante el trauma, unos niños están más afectados que otros. Por ejemplo, en el caso de agresores sexuales, si existía apego seguro y/o mentalización y el niño recibe ayuda y la agresión viene de un desconocido (no del propio hogar), puede recuperarse"

"Después del trauma: las dos palabras clave que permiten la resiliencia son: el apoyo y el relato. Los relatos le dan sentido al niño, a lo que le ha pasado. Si alrededor del niño hay relatos (de amistades, vecinos, familiares…) podrá recuperarse. La solidaridad afectiva que tengamos con el niño dará sentido a su vida. Dar sentido a lo vivido es muy importante. Nuestro mundo moderno está disminuyendo los factores de resiliencia. Cada vez más niños son educados por una nevera y una televisión con consola de juegos y aprenden a reconcentrarse en sí mismos. La vergüenza del siglo XXI va a ser la pobreza y un mundo sin los demás"

Así pues, sólo quiero añadir -en especial para todos/as los que trabajáis y tenéis hijos/as adoptadas/os o acogidos/as- que dediquéis tiempo al relato, a esa reconstrucción de lo vivido que dará sentido a su vida. En general y exceptuando casos, y hablando sólo a partir de los niños y jóvenes adoptados que acuden a mi consulta, los padres y las familias dedican (en proporción a otras actividades) muy poco tiempo a la construcción de este relato alrededor del niño que sabemos que le ayudará, a la larga, a resiliar.

Las dos conferencias de Boris Cyrulnik fueron impresionantemente buenas, y aquí os he dejado lo principal que dijo (dijo mucho más en sus conferencias y en otras intervenciones, pero es lo que os destaco que me pareció más interesante)

Además de las conferencias, hubo conversaciones en torno al tema de cómo he ayudado y me han ayudado a sobreponerme de las adversidades y las atrocidades que he vivido. En una primera conversación participaron Emilia Comas, Olga Guerra, Juan Manuel Bendala y José Luis Gonzalo (servidor) Animó la conversación Jorge Barudy. En la misma, expusimos -cada uno desde nuestros contextos y nuestro saber y características personales- cómo ayudamos a ser resilientes a los niños/as en psicoterapia. En una segunda conversación, se habló de la adopción como una oportunidad de desarrollo y de resiliencia primaria y secundaria, participando Maryorie Dantagnan y José Ángel Giménez Alvira, madre y padre adoptivo, respectivamente. Animó la conversación Patricia Jirón. Ambos nos expusieron sus sentimientos y pensamientos como madre y padre adoptivos. José Ángel Giménez Alvira, a quien muchos ya conocéis por su magnífico libro “Indómito y entrañable. El hijo que vino de fuera”, Editorial Gedisa, nos habló de una dificilísima adopción con su hijo Toni, pues éste tenía antecedentes de maltrato y abandono y presentaba un comportamiento habitualmente violento y una carencia de hábitos y pautas normativas, a la vez que un tipo de vinculación muy punitiva. Pero con trabajo, paciencia, perseverancia y aguante el mensaje que José Ángel transmite es que estos chicos terminan por madurar sólo que el recorrido que necesitan y el acompañamiento son más largos. Toni, su hijo, está muy bien en la actualidad, llevando una vida normalizada. Nos lo presentó en un emotivo vídeo que el mismo Toni ha creado para que la gente le conozca, y es realmente enriquecedor escucharle y comprobar cómo habla de su experiencia.

También hubo un diálogo intimista entre Jorge Barudy y Diana Garrigosa. Dialogaron sobre cómo ha cambiado su vida y qué ha podido aprender de la experiencia adversa de la enfermedad de Alzheimer que padece su marido y político Pascual Maragall. Una mujer que no se rinde, con una actitud encomiable ante la vida y que, además, defiende y aboga por su independencia y no renunciar a su propia vida. Para cuidar bien de los demás, hay que autocuidarse.

Y, finalmente, participaron los responsables de proyectos que promueven y apoyan la resiliencia humana. De aquí destaco la participación de José Luis Rubio, miembro de Addima, Asociación para el Desarrollo y la Promoción de la Resiliencia, de la cual ya he hablado otras veces. A José Luis, tocayo zaragozano, no lo conocía personalmente y tuve el gusto de hacerlo una semana antes, en su Zaragoza natal, pues la AFADA (Asociación de Familias Adoptivas de Aragón) nos invitó a impartir un taller para familias adoptivas y a presentar nuestra guía para padres adoptivos y él asistió. Me encantó la ilusión y la pasión que transmite, que es con la que Addima hace las cosas; y me gustaron mucho sus actividades, sobre todo los cursos de formación en resiliencia. Os los recomiendo. Además, José Luis Rubio -junto con Gema Puig- acaba de publicar un libro titulado: “Manual de resiliencia aplicada” del que pronto os hablaré, magnífico manual y diferente a todo lo visto hasta ahora en resiliencia. En Addima también participa Pilar Surjo –a quien todavía no conozco personalmente pero ya llegará, ya- una excelente persona con la que mantengo contacto por mail y compartimos experiencias, materiales…

Al final de las Jornadas, hubo una mesa en la que expusieron sus testimonios las personas beneficiarias de los diferentes programas. Un acto muy emotivo al cual no pude asistir. Mi amiga y colega Olga Guerra me contó que fue realmente un testimonio de que la resiliencia, ese proceso y esa construcción, se pueden conseguir, son posibles. Las víctimas nos lo dicen. Pero hacen falta tutores de resiliencia, y en eso tenemos que seguir formándonos todos (profesionales, familias, profesores…)

Pude hablar, conocer, saludar, compartir, charlar… con innumerables personas que participaron. Muchas de ellas me testimoniaron en privado lo mucho que les gusta este blog. Gracias a todos/as. Para mí es una satisfacción y un estímulo para seguir adelante. Con otras personas, compartimos inquietudes, vivencias, recuerdos, experiencias de manera formal y también informal (con mesa y mantel) en la bella ciudad de Barcelona. He venido muy lleno y pleno de esta maravillosa experiencia. Podría contar muchas anécdotas pero me quedo, de todas, con esta: Un joven se me acercó en privado. Era una de las personas que después intervendría en la conversación final con otros beneficiarios de los programas. Me felicitó por mi intervención en las conversaciones y me dijo que lo que había dicho sobre cómo ayudar a los niños a hacerse resilientes desde la psicoterapia, le había ayudado mucho y se había sentido identificado. Me marché feliz de allí rumbo a Fuerteventura, donde me esperaban los ciclistas de Caja Rural Navarra para trabajar con ellos en su concentración de pretemporada. Me dijo unas cosas tan bonitas que creo no las podré olvidar nunca.

Me tomo un descanso hasta después de Reyes. Buenos tratos vuelve con todos vosotros y vosotras el 9 de enero (ya sabéis que siempre publico los lunes)

¡¡Quiero desearos a todos/as un Feliz Año Nuevo y mis mejores deseos para el 2012!! Urte berri on guztientzat!!

10 comentarios:

F Javier Romeu dijo...

Gracias, Jose Luis, por esta entrada. Por motivos familiares no puede ir a Barcelona y es un lujazo poder tener acceso a un resumen como el tuyo.
Javier. Valencia.

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Encantado de poder serte útil a ti y a todas las personas que por unos motivos u otros no pudisteis acudir. Es solo un breve resumen de lo que allí aconteció que fue mucho, muy bueno y muy sentido. Gracias a ti, un abrazo

Mei dijo...

Feliz todo...Jose Luis...y continúa siendo nuestro guía psico...un abrazo

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Feliz año nuevo para ti, gracias por seguirme, me hace feliz saber que te soy de ayuda. Un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

Hola José Luis,
Ante todo feliz año 2012! Soy seguidora de tu blog desde hace pocos meses (que considero muy interesante) y madre de un niño de casi 9 años, adoptado en Ucrania a los 4 años. Hasta ahora pensaba que su evolución y adaptación era bastante buena, pero después de hacer una primera lectura de tu libro (tengo que releerlo para procesar mejor toda la información) y ver alguno de sus comportamientos actuales (falta de madurez, mal comportamiento con sus compañeros, dificultad para solucionar conflictos) creo que sería bueno ayudarle a nivel emocional (4 años en un orfanato no es poco). Por eso me gustaría que me indicases, si es posible, la referencia de algún colega tuyo o centro especializado en resiliencia y/o adopción donde poder dirigirnos en Barcelona.
Gracias a tu sabiduría y tu generosidad, ayudas a muchas familias que, como la mía, aun estamos un poco en las nubes en temas importantes y cruciales para el futuro de nuestros hijos.
Muchas gracias de antemano.
Carmen

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Estimada Carmen: Feliz año nuevo para ti también. Si el libro te ha servido para suscitar la reflexión sobre tu hijo, me alegro. Respondiendo a tu pregunta, tienes la inmensa suerte de contar en Barcelona con el Centro Exil, dirigido por Jorge Barudy y Maryorie Dantagnan, con su fenomenal equipo de profesionales, en el cual me formé yo y muchas otras personas en psicoterapia especializada en el apego y la resiliencia. Son los mejores especialistas. Puedes dirigirte a ellos y harán una valoración de tu hijo. Su dirección:

Avda. República Argentina, 6, 4º 2ª
08023 Barcelona
Tel.: 93 238 57 60
Mail:ifiv2000@yahoo.es

Gracias a ti, un saludo cordial

José Luis

Marina dijo...

Descubri tu blog hace poco y me encanta. Enhorabuena. Soy "mami" de acogida desde hace pocos meses de un nene de 5 años con "graves problemas psiquicos". Estoy leyendo muchisimo sobre el apego, resiliencia..y veo en este niño tantas posibilidades de salir adelante!
Te leere cada semana. Gracias.

Marina

Anónimo dijo...

Muchas gracias José Luis!!!!
Gracias por responder tan rápido y sí, tienes razón, es un privilegio tener a tan buenos profesionales tan cerca. Nos pondremos en sus manos lo antes posible y te mantendré informado.
Un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

Perdona ,me olvidé de poner mi nombre en el post anterior.
Soy Carmen de Barcelona.

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Hola, Marina: Bienvenida a este blog! Como acogedora, creo que los contenidos de este blog (y de otros que están referenciados) así como los libros que se citan, te pueden ayudar en tu tarea. Recibe un saludo cordial!

José Luis Gonzalo