lunes, 13 de mayo de 2013

Diálogos mano a mano sobre el buen trato en las "II Jornadas de Resiliencia Aplicada: Tutores de Resiliencia", organizadas por Addima en Zaragoza


El pasado 26 de abril, Addima (Asociación para el Desarrollo y Promoción de la Resiliencia) sita en Zaragoza, me invitó a participar en las “II Jornadas de Resiliencia Aplicada: Tutores de Resiliencia” Era la jornada de clausura del Curso que sobre Resiliencia Aplicada han estado llevando a cabo los alumnos/as. El colofón a dicho curso. Para mí ha sido un honor y una satisfacción poder participar aportando mi experiencia en este apasionante terreno de la resiliencia desde el marco de la psicoterapia, que es donde la aplico.

La Jornada de Clausura de Addima fue diferente a lo que estamos acostumbrados a ver. Dinámica, original, participativa y creativa. Se puede contar lo que es la resiliencia pero es mucho mejor tener experiencias. Y allí las hubo. Muchas y de calidad. Uno de los aspectos innovadores de Addima estuvo en sus diálogos mano a mano. Me invitaron a uno de ellos, en concreto a interactuar y generar conocimiento compartido con la Red de Promoción de Buen Trato a la Infancia y la Adolescencia de Burlada (representada por dos maravillosas personas: Gema Mañu y Rocío Ibáñez) Ya sabéis de sobra que mi blog se llama Buenos tratos. Con lo cual nos juntamos para dialogar tres personas que sintonizan y conectan emocionalmente pues comparten lugares comunes. Un caldo de cultivo ideal para que fluyan ideas y conocimientos sobre cómo trabajamos para que emerja en los niños ese fenómeno que llamamos resiliencia.

Toda la jornada brilló a gran altura. Podría hablaros de muchos temas que salieron, a cual más interesante. Por mi parte, en concreto, os presento un relato escrito en tercera persona que recoge, desde mi punto de vista, lo que en ese diálogo mano a mano, y en relación a los buenos tratos, reflexionamos. Espero que os guste y que os aporte ideas interesantes para vuestra tarea:

Gema Mañu y Rocío Ibáñez como representantes de la Red de Promoción del Buen Trato a la Infancia y la Adolescencia de Burlada, por un lado; y, por otro, José Luis Gonzalo como psicoterapeuta que trabaja también con niños y adolescentes en el ámbito privado de una consulta desde un modelo psicoterapéutico adaptado y respetuoso con el sufrimiento infantil y que dirige el blog Buenos tratos, cada uno desde diferentes realidades socioculturales pero desde un marco ideológico similar (promotor de la parentalidad positiva y del buen trato, conceptualizando al niño desde una visión ecosistémica y no patográfica) se descubrieron muchas afinidades y puntos en común en los diálogos mano a mano que mantuvieron en el marco de las jornadas organizadas por Addima con motivo de la clausura del II Curso de Resiliencia Aplicada.

Los ejes en torno a los cuales fluyó el diálogo y la co-construcción del conocimiento fueron los siguientes: cómo es el apoyo instrumental y de la red; la empatía y la comunicación; cómo nos posicionamos ante el sufrimiento del otro y, finalmente, experiencias.

Burlada y José Luis Gonzalo son dos redes de trabajo que comparten una filosofía común pero dos realidades distintas: Burlada es una red macrosocial y la de José Luis es una red microsocial. Burlada tiene un programa institucional para tratar y prevenir el maltrato infantil a gran escala que implica a los diferentes agentes de la comunidad y con participación de diferentes recursos, donde la coordinación es un aspecto central y clave. La coordinación es llegar a pensar no auto-referencialmente sino transprofesionalmente. La red de Burlada, ejemplo paradigmático que puede exportarse a otros municipios, nace en marzo del año 2000. La red se propone como finalidad promocionar el buen trato. Agrupa a todos los agentes sociales que trabajan con niños y adolescentes. Es una red organizada en tres niveles: la Asamblea (se reúne dos veces al año), el Grupo de trabajo de cada caso (profesionales que trabajan con el menor y la familia, en base a unos protocolos) y el Grupo pequeño de la red (es el auténtico motor de la red, el grupo operativo)

A José Luis Gonzalo, durante los diálogos, le pareció que esta red se puede comparar con el viejo adagio que reza: “hace falta toda una tribu para educar a un menor” O le resonó a una idea -que aún cuesta que sea asumida por la sociedad- que defiende que los niños no son propiedad de nadie, nos pertenecen a todos y todos hemos de velar por su cuidado, buen desarrollo y bienestar. Y para ello es indispensable trabajar los casos de maltrato y sobre todo difundir la cultura del buen trato a nivel social. Todo un pueblo (Burlada) se compromete socialmente en ello, es un logro admirable. Pensar que un bombero y un policía, que los maestros y los médicos, o cualesquiera otros profesionales, estén formados, sensibilizados y preparados para actuar ante el maltrato y quede todo recogido en un protocolo, a la par que se trabaje por el fomento del buen trato, es caminar hacia un modelo de sociedad avanzada porque no hay peor futuro social que menores que han sido maltratados y llegan a la vida adulta con un dolor invisible y un trauma oculto. Por lo tanto, no es sólo una red, sino unas actitudes, una construcción social compartida por un territorio. La red está pensada, ha sido construida pero hay que mantenerla día a día.

En un ámbito psicoterapéutico, el espacio pequeño de la consulta, la propuesta tiene vocación similar. José Luis Gonzalo parte de la idea de que la terapia sucede y debe suceder en el marco relacional privado de una consulta, en un espacio y tiempo protegido. Pero eso no quiere decir que el psicoterapeuta trabaje con el niño ignorando la realidad social en la que éste se desenvuelve. En los casos en los que el niño no ha desarrollado suficiente resiliencia primaria (un apego seguro=los cimientos de la casa) la única manera de ayudarle a desarrollar la secundaria es disponer en torno a él de una red que es en pequeño lo que Burlada es en grande. Una psicoterapia para un menor víctima de malos tratos en la cual el profesional no trabaje en coordinación con el referente adulto del niño, los maestros, otros profesionales (psiquiatras…), los responsables de caso en la administración, etc. está abocada al fracaso y no tiene sentido. Primero porque el psicoterapeuta, antes de comenzar con un tratamiento, ha de cerciorarse de si el menor cuenta con al menos un referente adulto que pueda acompañarle, brindarle apoyo y afecto y contenerle. Y también ha de estar en coordinación con todos los demás profesionales que intervienen para juntos diseñar y marcar un camino y una forma de pensar común para ayudar a resiliar a ese menor. Menor que debe de conocer esta red y saber cuál es su lugar en la misma y qué papel desempeña cada uno. Esta red microsocial que José Luis Gonzalo trata de impulsar desde su manera de trabajar en la consulta sería como el grupo de casas que sujetan a la casa que no tiene cimientos. Donde dice casa, póngase niño o menor de edad. Y le sujetan el tiempo que necesite, pues de ellas va a extraer los recursos internos para ir sanando de sus heridas. Lo que Burlada hace en una dimensión macrosocial, José Luis trata de hacerlo en una microsocial. La experiencia de José Luis, como Maura comentó, es más a nivel de su baldosa.

La idea de trabajo en red, en la mente del niño, tiene unas connotaciones que son terapéuticas en sí mismas. Como Giovanni Liotti expone, que el niño sienta que existen unas mentes que se conectan con otras mentes para hablar de la suya propia favorece un déficit que algunos niños maltratados suelen presentar, que no es otro que el de carecer de la capacidad de mentalizar (el otro tiene una mente con intenciones, deseos, emociones y pensamientos propios)

Para el niño importan más las personas. Las instituciones no existen en su mente, son algo inconcreto. Cuando por temas profesionales o de otra índole, alguien debe de dejar la red y viene otro profesional, es un momento muy delicado. Supone un duelo y posiblemente una regresión en los logros del niño.

La empatía es una de las capacidades humanas que muestran tanto los profesionales de la red de Burlada como José Luis Gonzalo. Ambos coincidieron en que transmitir a alguien esa sensación interna de sentirse sentido, es vital cuando estamos tratando con personas que han sufrido la terrible experiencia de los malos tratos. Nadie se puso en su piel, nadie les hizo sentir que lo sentían. Los profesionales empáticos y que favorecen la comunicación segura se convierten en tutores de resiliencia de los menores de edad. Muchas personas víctimas de malos tratos nunca han recibido ese reconocimiento de que su dolor y su sufrimiento se ratifique, legitimarlo. A partir de aquí se puede empezar uno a ver como víctima y no como culpable de lo ocurrido. Esta genial idea del reconocimiento del dolor (y la necesidad de reflejarlo por parte de los profesionales de manera empática) del menor maltratado es compartida tanto por Burlada y José Luis, pues ambos tienen el mismo origen formativo: la persona de Jorge Barudy (pionero en reconocer esta necesidad en las víctimas) Cuando una persona comienza a verse como víctima puede ir avanzando, con el apoyo de la red, hacia la posición de supervivencia y de ahí hacia la vivencia (alegría de vivir pese a lo ocurrido). Entonces emergen los aspectos resilientes de la misma. Es la visión que el niño o el menor debe ir desarrollando en su trabajo con los adultos que le tutorizan: él es el “héroe de una historia” Puede sentir orgullo por estar saliendo adelante. Esto permite el cambio de mirada (un concepto importante y que salió una y otra vez a lo largo de las jornadas de Addima): de alguien culpable, humillado, devaluado y merecedor del maltrato, el menor pasaría a verse a sí mismo como una persona a la que admirar y elogiar por su capacidad de lucha, que está en proceso de resiliar pues se está transformando al ir elaborando su historia (cuando la trabajas, te apropias de ella, te empoderas de la misma y ésta ya no te acontece) y desarrollar una visión de sí mismo como alguien merecedor de buen trato, afecto, cualidades, límites y apoyo.

Finalmente, hemos de destacar las experiencias tanto de Burlada como de José Luis. Burlada lleva adelante un innovador proyecto dentro de su red que es un taller para el fortalecimiento del vínculo afectivo entre las madres y sus bebés, sobre todo aquellas madres que están en riesgo de generar apegos inseguros. En este periodo de la vida, los cambios en el bebé se logran de una manera más rápida y asombrosa. Es más fácil reorientar al bebé hacia un apego seguro cuando se trabaja con la madre y se le pauta sobre la trascendencia del vínculo. José Luis por su parte habló -dentro del apartado experiencias- de cómo la red física que se tejió en torno al niño permanece en su mente tiempo después. Y que en un momento dado hace uso de la misma en caso de necesidad (para una orientación, un apoyo o búsqueda de ayuda)

En conclusión, en Burlada un pueblo entero, una tribu entera, educa y promociona el buen trato. El ciudadano, además, encuentra una respuesta ante la dura experiencia del maltrato y el dolor que genera. Toda la comunidad, articulada y coordinada, actúa de una manera sensible, comprometida y organizada. José Luis comparte esa visión y manera de trabajar y trata de llevarla adelante desde su pequeña baldosa.

En  la página web de Addima podréis leer más sobre esta experiencia tan gratificante que fueron estas jornadas. Anuncio que  el "III Curso de Resiliencia Aplicada" comenzará en breve. Os lo recomiendo por la calidad con la que Addima trabaja.

Cuidaos / Zaindu

4 comentarios:

Jose Ramon Santana Vazquez dijo...

...traigo
ecos
de
la
tarde
callada
en
la
mano
y
una
vela
de
mi
corazón
para
invitarte
y
darte
este
alma
que
viene
para
compartir
contigo
tu
bello
blog
con
un
ramillete
de
oro
y
claveles
dentro...


desde mis
HORAS ROTAS
Y AULA DE PAZ


COMPARTIENDO ILUSION
JOSE LUIS



CON saludos de la luna al
reflejarse en el mar de la
poesía...




ESPERO SEAN DE VUESTRO AGRADO EL POST POETIZADO DE DJANGO, MASTER AND COMMANDER, LEYENDAS DE PASIÓN, BAILANDO CON LOBOS, THE ARTIST, TITANIC…

José
Ramón...

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Hermoso, José Ramón. Muchas gracias.

Amparo dijo...

Buenas Jose Luis que bueno seria poder hacer prevencion en este campo, como bien dices ayudar a madres que pudiesen necesitar ayuda despues de tener o incluso antes a sus hijos, para favorecer el vinculo y poder desarrollar apegos seguros. Necesidad sentida hace tiempo. Tu blog me aporta mucho, gracias

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Gracias, Amparo, me satisface mucho que el blog te aporte. Un saludo cordial.