lunes, 1 de octubre de 2012

Psicoeducación para familias adoptivas y acogedoras: sintonizar emocionalmente con nuestro niño (I)


Dentro del bloque del APEGO (en esta saga de entradas que inauguramos el mes pasado), abordamos hoy el de la SINTONIZACIÓN (implicarse en una relación armónica o emocionalmente responsiva con el niño)

Creo que no os resulta nuevo este tema. Si vais a la etiqueta “apego” en este blog, encontraréis entradas dedicadas a la necesidad empática como la más fundamental de estos niños –pues nunca nadie les ha sentido-, y también observaréis que hay varios posts en los que hablamos de cómo fomentar un apego seguro con el niño –según el autor Siegel- Uno de los puntos para conseguir un apego seguro es precisamente el de ser capaz de alinear los estados emocionales del cuidador con los del niño, conexiones hemisferio derecho del adulto con hemisferio derecho del niño.

Las autoras Blaustein y Kinniburgh inciden en la misma línea y nos dan más explicaciones y sugerencias prácticas para trabajarnos este crucial aspecto de la relación con nuestro niño. Está dentro del módulo del APEGO, con lo cual podréis daos cuenta de que para conseguir que el niño vaya desarrollando un “apego de seguridad ganada” (el niño ha ganado la seguridad en una experiencia relacional duradera con unos adultos que han sido capaces de responder sensiblemente a sus necesidades no satisfechas; y entre estas necesidades, las emocionales son tan supervivenciales como la alimentación y la estimulación. Gracias a este adulto capaz de modificar la expectativa del niño y segurizarlo, éste llega a un apego seguro ganado, logrado, conquistado en múltiples interacciones positivas. Esta es nuestra tarea, lenta pero maravillosamente gratificante. Porque cuando el niño y el adulto se perciben en sintonía, unidos emocionalmente, es algo tan inefable que sólo se puede vivir, experimentar. No se puede explicar. El niño está ya, entonces, apegado “ganado a la seguridad” de sus padres o cuidadores)

SINTONIZACIÓN EMOCIONAL

La idea principal que quiero transmitir es que los padres y familias acogedoras han de ser conscientes de que para que el niño vaya funcionando bien, adaptado y haciendo sus tareas, es condición imprescindible que aprendamos a responder adecuada y empáticamente a las acciones, comunicaciones, necesidades y sentimientos de aquél. Si no incluimos esto, la relación con el niño se basará en un desierto emocional y no vinculará auténticamente con nosotros sino más bien funcionalmente. Si los niños que provienen de un apego inseguro no consiguen para la adolescencia una seguridad ganada, los problemas manifiestos aparecerán después, en la adolescencia, explotando o implotando;  pero, probablemente, ya estaban latiendo desde sus primeras y adversas experiencias de vida en las que estuvieron presentes el abandono y los malos tratos; y, claro, su posterior no reparación preadolescente.

En cambio, si ponemos en el centro una tarea de este tipo, lograremos mayores probabilidades de minimizar o manejar mejor los problemas del niño en el futuro. ¿Por qué? Porque si ha habido un “apego ganado a la seguridad” con los acogedores o familias adoptivas, el niño sentirá –y tendrá la expectativa- de que con sus padres se puede retornar, retomar y sobre todo, reparar. Los padres son percibidos como filtro estabilizador.  Hay base emocional: confianza, seguridad… En suma, sienten a nivel de piel que ES su padre o su madre o su adulto cuidador.

Los acogedores y las familias adoptivas (y los profesores de los colegios también) sobreestiman las necesidades de alimentación, higiene, aprendizaje escolar, habilidades sociales, disciplina… y subestiman las necesidades emocionales. La primera revolución en el apego la estableció Bowlby (médico inglés, uno de los pioneros en el estudio del apego) cuando demostró que el vínculo de apego (el primer vínculo) es una necesidad biológica cuyo fin es la supervivencia de las crías. Con las conductas de apego, atraemos la atención de los cuidadores para lograr su protección y seguridad frente a amenazas externas de todo tipo. Pero posteriormente, otro autor llamado Fonagy enfatizó que el apego es también una necesidad emocional y que para lograr ser un adulto reflexivo (con capacidad de contener los impulsos y las emociones) es requisito imprescindible haber tenido una experiencia prolongada (con un cuidador reflexivo) capaz de hacernos comprender lo que sentimos y de hacernos sentir nuestras emociones como propias, marcándolas. Un cuidador reflexivo tiene altas probabilidades de conseguir que su hijo se apegue seguramente.

Pero desgraciadamente, las necesidades emocionales no son consideradas por muchas personas igualmente importantes que las otras que mencionaba al principio del párrafo anterior. Y es que además, algunas de las citadas en el mencionado párrafo dependen de que lo emocional se haya construido en el niño.

Por ello, lo primero es valorar esta necesidad emocional como fundamental, pero no sólo en la teoría sino en la práctica.

El trauma desafía a la sintonización

Sin duda alguna, los niños que han vivido trauma relacional prolongado y presentan serias alteraciones en el apego no son nada fáciles de sintonizar. Es un trabajo largo, difícil, costoso, duro pero a la postre merece la pena. Si los casos son graves, ya he comentado muchas veces que se debe de recurrir a los profesionales.

Los niños que han experimentado trauma presentan frecuentemente un déficit en la capacidad de comunicar sus necesidades, incluso en identificarlas. También manifiestan dificultades para afrontar o gestionar las emociones (probablemente por haber tenido un cuidador que no hizo una función reflexiva)

Los niños frecuentemente comunican las emociones y las experiencias internas a través de la conducta más que con las palabras. Por ello, ante conductas negativas, no censuréis las mismas o las castiguéis al verlas siempre como problemas de disciplina. Pensad QUÉ NECESIDAD PUEDE ESTAR QUERIENDO COMUNICAR EL NIÑO.

Una de las dificultades mayores (incluso para los profesionales) radica en aprender a interpretar qué hay detrás de la conducta del niño. Suele ser bueno, cuando el niño está calmado, ayudarle con tentativas de explicación a modo de hipótesis. Por ejemplo, haciendo los deberes, cuando los padres le corrigieron los mismos y se enfadó y tiró los objetos por el suelo y se descontroló, cuando esté calmado, probar a lanzar a modo de pregunta: “¿Cuándo te corregimos, puedes sentir como que te despreciamos o no te valoramos?” “¿O es la rabia que te entra al pensar que tú no sabes hacer las cosas como los demás?”

Esto requiere de paciencia y tranquilidad, y de ir conociendo al niño que tenemos con nosotros.

Muchas veces las conductas que sentimos los cuidadores como más estresantes son simplemente la expresión de necesidades no satisfechas; o desregulación del afecto. Por eso, cuando el niño se desregula, lo prioritario es CALMARLE y no encenderlo más. Cuando esté más tranquilo, podremos razonar sobre lo ocurrido.

Los disparadores (reminiscencias de experiencias traumáticas pasadas -estímulos del presente que disparan o gatillan respuestas traumáticas que provienen del pasado por la similitud que el cerebro hace entre esos estímulos y los acontecidos en el pasado que desbordaron a la persona-; el cerebro de la persona traumatizada no distingue entre pasado y presente) pueden elicitar emociones intensas o respuestas de indiferencia. Teniendo en cuenta que los disparadores no son obvios, es importante aprender a identificar los eventos que gatillan en concreto a nuestro niño.

Esto será materia para una segunda parte.

Termino la entrada de hoy hablando de dos libros y comunicando un evento en el que participo:

Uno ya lo conocéis, pues se trata del que editamos mi compañero psicólogo Óscar Pérez-Muga y yo hace un año: “¿Todo niño viene con un pan bajo el brazo? Guía para padres adoptivos con hijos con trastornos del apego” Una guía para aprender, de manera sencilla, qué es el apego, la importancia que tiene en la vida del niño adoptado, los perfiles de apego que se pueden desarrollar, pautas para tratar al niño según sea su perfil y orientaciones para fomentar la resiliencia. Lo que quiero comunicaros es que ha salido ya a la venta la distribución de la segunda edición en librerías. Estamos encantados de haber agotado la primera y de recibir el feedback de que está ayudando (por, según nos dicen, su mejor virtud: la sencillez y la claridad con la que se explica algo tan complejo) a las familias a comprender mejor a sus hijos. Os damos las gracias a todos. Si alguien se quedó sin poder adquirirlo en edición impresa, tiene ahora la oportunidad de hacerlo. En e-book también está disponible desde hace poco.

El otro libro lo anuncié a principios de este mes. Es el nuevo libro de Loretta Cornejo, psicóloga y psicoterapeuta gestáltica. Se titula: “El espacio común. Nuevas aportaciones a la terapia gestáltica aplicada a la infancia y la adolescencia”. Editorial Desclée de Brouwer. Bilbao, 2012. Ya lo tengo en mis manos y he comenzado su lectura. En cuanto lo termine, contaréis con una reseña del mismo en este vuestro blog, Buenos tratos. Pero la impresión que tengo del mismo es que es formidable. Un libro como sólo Loretta Cornejo sabe hacer: una equilibrada combinación de piel y cerebro. Os recomiendo que lo adquiráis, tanto familias como profesionales. Precisamente porque el libro habla del espacio de cada uno (el niño, el joven, los abuelos, los padres…); pero también de cómo podemos construir uno común en el que todos seamos red para nuestros niños y jóvenes.

Y para terminar, tengo el placer de anunciaros que el próximo 6 de octubre en horario de 11,00h a 13,00h, en el Centro Cívico “El Pilar” de Vitoria-Gasteiz, sito en la Plaza de la Constitución, 5, la Asociación Besarka Proacogimiento de Menores de Álava me invita a una sesión formativa que girará en torno a este título: “¿El cariño lo puede todo?” A todos/as los interesados/as que viváis por la zona, os espero gustosamente.

Urrengo larunbatean, hitzaldi batean parte hartuko dut. Besarka Elkartearen lagunak gonbidatu didate. Jardunaldiaren izenburua hau izango da: “¿El cariño lo puede todo?” Interesatuak bazarete, Centro Civico “El Pilar”-ean, 11,00tik – 13,00ra, elkar ikusiko dugu.

Cuidarse / Zaindu

5 comentarios:

Unknown dijo...

Acabo de encontar BUENOS TRATOS y mi marido y yo estamos deseando de leerlo TODO.

Somos padres adoptivos de 3 niños
(11, 13 y 15) desde hace 5 años.

Tenemos más dificultades de las esperadas y muy poca ayuda.

Esperamos seguir aprendiendo con vosotros. GRACIAS

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Bienvenidos, y espero que lo encontréis os sirva de guía en vuestro caminar. Un cordial saludo!

Chiquita adorada dijo...

Como siempre, muy interesante y útil. Tus entradas anteriores me están ayudando a no perder la calma con mi hija, pues son muchas las veces que me siento estresada, desbordada, y agobiada, y pierdo el control, no sólo al hacer frente a las fuertes dificultades de aprendizaje, sino por lo que implica vivir en una ciudad de locos como lo es México. Y tener que combinar maternidad con trabajo, terapias, ejercicios y tareas escolares con un tráfico de terror y horas para desplazarse hace que uno pierda la calma bastante rápido!! Y eso cuando los dìas son fàciles, mejor ni hablar de los difìciles...

Ahh y contarte que finalmente tengo tu libro, lo estamos leyendo la terapeuta de mi hija y yo, buenísimo!! Qué bueno que existe en ebook pues no lo había encontrado en México. Un abrazo desde este lado del charco.

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Hola, cuánto tiempo! Comprendo lo que me dices, tienes que compaginar muchos roles y estar a tope en todos. Además, viviendo en una ciudad como México... Buf! Yo que vivo en una ciudad pequeña y que puedo ir a casi todos los sitios andando o en autobús... Tiene que ser estresante, si. Yo creo que necesitas cultivar el auto cuidado. Gracias por adquirir el libro, me alegra mucho saber que te esta ayudando y siendo útil. Un abrazo para ti, tu familia, y viva México!

Anónimo dijo...

Hola jose luis en costa rica puedo conseguir tus libros?
Yo te escribi soy estela de cr tb me olvide q a parte de ser lic en psicologia soy mama adoptiva de una adolescente de 17 anos y una nina de 12 q la tenemos desde agosto de este ano 2012 q durante 2 semanas fue terrible su conducta per sobrevivimos tanto ella como nosotros y ahora esta mas tranquila llevando terapia por medio y mucho amor
Mi otra hija de 17 esta con nosotros desde q tenia casi 5 dias de nacida.
Espero tu respuesta para conseguir tus libros q tb me serviran para mi tedis
Gracias
Saludos
Estela