lunes, 8 de septiembre de 2014

Potenciemos el sistema de juego de los niños con trauma y trastorno del apego

Regresa el blog Buenos tratos tras una temporada larga de descanso estival. Con nuevos bríos y cargado de propuestas temáticas y otras sugerencias que espero os apasionen. Lo primero, os envío un saludo cariñoso. Espero que vosotros/as también hayáis pasado muy buenas vacaciones. Estoy encantado de retomar el blog, ¡la octava temporada (2014-15), siete años naturales!. Cuando pienso que ya ha transcurrido todo este tiempo, me entran escalofríos porque tengo la sensación de que no han pasado rápido sino vertiginosamente. Os doy las gracias por seguir el blog y por estar ahí. Vosotros/as sois la única razón de ser de este bendito proyecto que es Buenos tratos.

Primero voy a versar sobre un tema, como es habitual. Continuaré con un sumario de las novedades que nos esperan en relación al blog y finalizaré, como es tradición, con la picada que cierra cada post.

El tema que he elegido para hoy tiene que ver con el juego. ¿Por qué? Porque estamos a comienzo de un nuevo curso escolar. Los niños esta misma semana ya comienzan sus clases. De nuevo vuelta a la rutina. Para muchas familias (especialmente para las que tienen niños vulnerables en relación al manejo de la presión escolar, como les ocurre a los menores de edad que presentan trauma y trastorno del apego, quienes tienen severas dificultades para mantenerse dentro de la ventana de tolerancia a las emociones y gestionar el estrés. No es una cuestión de inteligencia. Muchos lo son, lo que les ocurre es que la capacidad de modulación y auto-regulación emocional está afectada y son más proclives a descompensarse psicológicamente) es el retorno a esa odisea en la que se convierte diariamente el hacer los deberes: las peleas, las discusiones, los estallidos de rabia, la inatención, la inquietud motora, la demora en empezar las tareas, la impaciencia y desesperación de los padres… Es el pan nuestro de cada día. Y claro, con esta dinámica diaria y el escaso tiempo que las ocupaciones dejan a las familias y a los niños, no hay momentos ni espacios para que padres, madres o cuidadores jueguen (un juego que implique entrar en relación, por supuesto) 

Existe un sistema escolar con un programa académico y una situación educativa (llamémosle así) a la que el alumno se tiene que adaptar. Raramente sucede al revés. Las situaciones escolares clásicas llevan manteniéndose con un esquema metodológico y con unos contenidos básicamente inalterados desde hace más de quinientos años. Hay niños que aprenden de otra manera, para quienes la metodología (ésta tendría que ser más lúdica) y la enseñanza deberían estar centradas en su estilo de aprendizaje y en los problemas y cuestiones que les/ nos conciernen en la vida (Freire, gran pedagogo, lo denominó la educación problematizadora) No cuestiono que determinados contenidos tengan cabida, sino que cuestiono sobre todo el camino (método significa en griego camino) que se utiliza, así como los procedimientos, el tipo de evaluaciones y el excesivo número de alumnos por tutor. Además, en nuestra actual escuela se potencia casi exclusivamente en casi todos los centros la inteligencia académica, obviando otras inteligencias que el ser humano posee y no potenciándolas; cuando sabemos que existen inteligencias múltiples (Es una teoría postulada por Gardner hace ya unos cuantos años y que aún no se ha aplicado en la escuela, excepto en contados centros; aunque afortunadamente, la revolución está cercana y en unos años éstos organizarán su curriculo y su metodología en base a esta teoría de las inteligencias múltiples, tal y como queda reflejado en esta noticia. ¡Eso esperamos! Porque hoy por hoy hay chicos inteligentes que fracasan en la escuela porque ésta no es capaz de potenciar su particular tipo de inteligencia)

La relación tutor (abogaría más por la noción de tutor personal que profesor)- alumno es el eje sobre el que debería de pivotar toda la vida escolar. Las aportaciones de la teoría del apego en el aula son la base sobre la que descansarían todas las intervenciones. Y las inteligencias múltiples son las que deberían potenciarse en el niño. Una escuela así creo que se adaptaría y acomodaría mejor a las necesidades de los niños con trastornos del apego y trauma (no nos olvidemos que han sufrido o sufren maltrato y/o abandono emocional)

En una escuela de esta naturaleza el juego como metodología (no como entretenimiento o algo marginal a hacer en el patio; o ya en casa, después de los deberes escolares, para que el niño esté un rato distraído y no moleste mientras los padres preparan la cena) sería también un elemento vertebrador de toda la experiencia de aprendizaje.

No quiero con todo esto soslayar el esfuerzo, trabajo y profesionalidad de muchos profesores y tutores que tratan, dentro de lo que el sistema les permite, de llevar a la práctica una educación basada en el diálogo y la relación, en dar cabida a la inteligencia de las emociones, en ser base segura para los niños más vulnerables psicológicamente, que promueven otros medios de evaluación que no son el clásico examen. Profesores que están adscritos a la línea de Freire y que tratan de dejar de lado la educación bancaria (usando la expresión freiriana)

Os recomiendo que veáis este vídeo denominado La educación prohibida. No tiene desperdicio.



Tras este excursus sobre la escuela (me he ido un poco del tema) me ciño a la cuestión central de este post: el juego

¿Por qué el juego? El juego es un sistema que organiza el cerebro del niño. Los niños que han sufrido malos tratos y que provienen de contextos abusivos, maltratantes, violentos… no han tenido la oportunidad de jugar. Algunos no saben jugar y el juego no les atrae. Los niños adoptados que han vivido estas adversas experiencias en sus lugares de origen no han jugado o han jugado poco. Por ello, tanto a los profesores como a los padres y madres adoptivos/as os aconsejo que le deis al juego un valor y una posición central en vuestra relación con el niño. Éste, mediante el juego, puede recuperarse mejor de las heridas emocionales y relacionales que las experiencias continuadas de abandono y maltrato generan y que aparecen en forma de problemas y trastornos en el apego. 

Los niños que han padecido maltrato, abandono o abuso no han podido jugar. El juego no puede darse cuando el organismo está en un estado de alerta o miedo. Los niños que crecen en un entorno inseguro, caótico, traumático o negligente no han tenido la oportunidad, como decimos, de jugar. Un autor que es referencia en este tema, Panksepp, afirma que el cortex y el cerebro social se han construido y desarrollado mediante herramientas como el juego y el juego físico también. Por eso la ausencia de actividad lúdica y movimiento que muchos niños han sufrido (por ejemplo, los niños/as adoptados/as y acogidos) que han vivido en entornos negligentes, durante varios años, a edades clave para el neurodesarrollo; el cerebro se construye en la interacción con el entorno, es dependiente de la experiencia para su maduración) ha podido afectar al desarrollo social y emocional de los circuitos neurales del cerebro. ¡Si jugamos con los niños, estamos reparando y estimulando estos circuitos!

La actividad deportiva y el juego que implique movimiento (con juegos y dinámicas como las que se trabajan en las colonias y los campamentos) son fundamentales porque estimulan el sistema de implicación o unión social con los demás, tan infraestimulado en los niños que han sufrido experiencias traumáticas (Recordad este post sobre Porges y su teoría polivagal; en el mismo nos habla de la importancia de estimular este sistema de implicación social en los niños)

Del mismo modo, nosotros, los adultos, ¿cómo nos relacionamos con los niños? ¿Cómo es nuestro carácter, nuestra manera de dirigirnos a ellos? ¿Estamos cuando nos relacionamos, física y mentalmente presentes? ¿O estamos desconectados? ¿Cuándo nos enfadamos, perdemos los papeles? ¿Cuándo el niño no responde de acuerdo a nuestra expectativa, somos rígidos o capaces de flexibilizar? ¿Usamos el sentido del humor, la risa, la complicidad… con el niño? No nos olvidemos que el sistema de defensa de estos niños está listo para dispararse porque vivieron multitud de amenazas para su seguridad. Por ello, siendo nosotros conscientes, hemos de ser hábiles para mostrarnos estables y positivos. Panksepp afirma que el sentido del humor, una sonrisa en un momento tenso, el saber presentar las normas y tareas del día a día de manera lúdica... potencian la habilidad del niño (¡y del adulto!) para manejar las emociones y ayudan en la regulación de los estados internos (altamente desregulados por las experiencias traumáticas) Y el adulto (el padre, la madre o el cuidador del niño) se adecuará al perfil de apego de éste: si es evitativo la cercanía y la intimidad emocional deben de ir haciéndose gradualmente, por ejemplo.

Volveremos, a no mucho tardar, con este apasionante tema del juego.

Tras la exposición, vamos con las novedades para este curso 2014/15: La primera de ellas, es que estoy ya inmerso en la redacción de un nuevo libro. Preparo un manual para familias adoptivas y acogedoras y profesionales interesados en la protección a la infancia. Mi deseo es que esté en la misma línea que el anterior libro ("¿Todo niño viene con un pan bajo el brazo?") y que el estilo sea similar al que caracteriza a este blog. Quiero seguir acercando a vosotros/as (padres, madres y familias adoptivas y acogedoras) los conocimientos que tengo sobre el apego y el trauma y hacéroslos accesibles y comprensibles, plasmando en el libro mi experiencia de trabajo con estos niños y adolescentes. Espero, si todo va bien, acabarlo para el año próximo y poder presentarlo en compañía de todos/as vosotros/as (Contextualizando su aparición en un acto formativo similar al que hemos celebrado en otras ocasiones. Será una ocasión inmejorable para poder vernos de nuevo y reflexionar sobre los temas de apego y trauma que tanto nos atraen e interesan) Seguiré informándoos sobre mis progresos ¡Estoy encantado de retomar mi labor como escritor!

Finalmente, además de la picada que cierra cada post, me propongo, este curso, añadir otra que consistirá en rescatar del olvido posts que ya he escrito en Buenos tratos. Desempolvarlos y volverlos a ofrecer porque es un material a libre disposición que quizá muchas personas no conozcan y que puede resultar útil y válido para nuestro trabajo.

Me despido hoy de todos/as vosotros/as con la picada de esta semana: entre el 19 y el 21 de septiembre tiene lugar en Roma un congreso sobre apego y trauma en el que participan, entre otros: Dan Siegel, Kathy Steele, Pat Ogden, Stephen Porges, Allan Schore… ¡Un congresazo! Organiza EMDR Italia y ha logrado reunir a los mejores expertos en el tema. Servidor de ustedes se ha apuntado. Me hace muchísima ilusión conocer y saludar en persona a todos pero en especial a Siegel. ¡Espero poder hacerlo! ¡Una oportunidad única! Todo lo que aprenda allí os lo iré contando.

El primer post que rescato del baúl de los recuerdos de Buenos tratos es: Retraso en el desarrollo como consecuencia del abandono físico y emocional. He elegido este porque a comienzo de curso sensibilizar sobre las dificultades para aprender de estos niños y la necesidad de una detección e intervención tempranas, es muy importante.

Hasta dentro de 15 días, cuidaos / zaindu.

3 comentarios:

Chiquita adorada dijo...

Bienvenido!! Ya extrañaba tus entradas, siempre tan interesantes, útiles y sobre todo aplicables.

Nosotros tenemos la suerte que mi hija está en un colegio con método Montessori, las dificultades de aprendizaje son muy severas, pero aquí va a su ritmo, y se siente feliz de ir a la escuela. No hay profesores sino guías,los deberes se hacen en pocos minutos, la escuela es muy pequeña, todos nos conocemos, se fomenta mucho la participación de papás, en fin, una maravilla!! Anoche justo estuve en la reunión de inicio de curso y salgo llena de optimismo y alegría por tener una escuela así! La película de La educación prohibida es excelente, las autoridades educativas deberían tomar nota.

Qué importante todo lo que señalas acerca del juego y de la manera en la que los adultos conectamos con los niños, muchas veces podemos estar presentes más no conectados, o perder totalmente los papeles al enfadarnos. Leerte siempre es de gran ayuda.

Muero de envidia del congreso de EMDR en Italia!! Justo estoy leyendo el libro de Dan Siegel del cerebro del niño.

Estaré esperando a que salga tu libro y se pueda comprar en ebook para poder adquirirlo en México.

Un abrazo grande y gracias por todo lo que nos aportas!!

Alejandra

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Hola Alejandra: Un verdadero placer verte de nuevo por aquí, gracias por valorar las entradas del blog. Desde luego que estar presente no es lo mismo que estar conectado con los niños, y que lo subrayes es fundamental porque conectar y sintonizar es la vía de la construcción del apego.

A Siegel lo tenéis en Los Ángeles, no tan lejos de México. Seguro que organiza eventos formativos allí. Por Europa viene menos y esta es una oportunidad que no se puede dejar escapar.

Espero que digas por aquí, por Buenos tratos, tu y todas las buenas gentes de México, esa bella tierra, de la cual el blog tiene muchos seguidores. Además, aquí en Donosti con eso de que tenemos en la Real al mejor delantero mexicano, Carlitos Vela, todo el mundo se ha hecho mexicano! Un abrazo, Jose Luis

Chiquita adorada dijo...

Me encanta lo de que todo mundo se ha hecho un poco mexicano, suerte con la Real y Carlitos Vela!!! Ojalá algún día tengamos la suerte de tenerte por México, y también a Siegel! Un abrazo, Alejandra