miércoles, 16 de diciembre de 2009

Reconocer el dolor y el sufrimiento de la persona maltratada

Esta semana, conversando con un colega psiquiatra, hablábamos de que (al menos en nuestro ámbito) es relativamente reciente el hecho de reconocerle a una persona adulta maltratada en la infancia el derecho a su dolor y sufrimiento, así como la trascendencia que ello ha tenido y tiene en el posible padecimiento de trastornos mentales y/o de la personalidad.

En una reciente revisión de estudios, encontré que haber padecido maltrato en la infancia se asociaba en la vida adulta con depresión, trastornos de la conducta alimentaria, dolores de cabeza, trastornos de personalidad, ansiedad, trastornos del control de los impulsos, trastornos disociativos, trastornos psicosomáticos, peor salud en general y menor calidad de vida.

Cada vez con más certeza se avanza hacia una neuro-psico-fisio-terapia. Ello supone la certeza de que las experiencias tempranas infantiles positivas influyen directamente en el cerebro/mente, estructurándolo, organizándolo y haciéndolo funcionar, usando la metáfora, como una orquesta bien dirigida. Es muy importante caminar hacia la superación de postulados decimonónicos que resultan insuficientes para explicar determinadas patologías y que además resultan equivocados y, por lo tanto, no benefician a la persona. Y también es necesario adoptar una visión ecosistémica: la historia de vida y los contextos tienen una importancia capital.

Todo esto va entrando en la cultura educativa, médica y psicológica (en algunos ámbitos todavía sigue sin calar, aunque a alguien le parezca mentira) No hace mucho era algo que se consideraba colateral o marginal. Me relataba mi colega psiquiatra que cuando él hizo la residencia a finales de los años ochenta, cuando al paciente se le entrevistaba y se hacía su historia clínica y refería que había padecido malos tratos de niño, se anotaba como algo a lo cual no se le concedía la suficiente trascendencia. Se pensaba que era algo que el adulto habría resuelto porque ya era mayor. O que ya no le afectaba. Cuando ahora se sabe que no es así en muchos casos.

Toda persona víctima de malos tratos, niño o adulto, necesita en la psicoterapia que el profesional le reconozca de manera abierta, respetuosa y empática su dolor y sufrimiento. Desde esta condición de víctima le ayudaremos a dar el paso para que pueda avanzar a verse como superviviente y de ahí a viviente. Este reconocimiento tiene efectos curativos per se en muchos casos.

Y no sólo los profesionales. También los padres adoptivos, los padres de acogida, los educadores de los centros de menores, los profesores de los colegios e institutos… en suma todo aquel que se encuentre con una persona (niño o adulto que haya sido maltratado) generará un gran beneficio y alivio si reconoce a la víctima su legítimo derecho a sentirse como se siente, que es comprensible y que es muy duro por lo que ha pasado. A veces se tiende a minimizar el maltrato y hacerlo es perjudicial y contraproducente. Algunos padres adoptivos suelen creer que eso se pasa, se olvida con la edad y que no tiene por qué influir tanto y no es así. No reconocer el dolor a las víctimas les daña. Muchas convivencias problemáticas de padres adoptivos con hijos que presentan reacciones agresivas producto de ese sufrimiento que provocan los malos tratos se suavizarían más si aquéllos actuarán limitando la conducta negativa, claro que sí, pero a la par transmitieran comprensión empática.

Personalmente, es lo que hago en mi consulta con toda víctima: empatizar con su dolor. Muchos me dicen (aunque parezca increíble) que nunca nadie lo había hecho de ese modo tan claro. La víctima ha pasado normalmente por durísimas experiencias y a pesar de las secuelas, conserva áreas sanas y fuertes (como suele ocurrir afortunadamente) Por ello, además, hay que hacerle el honor de expresarle directamente que para nosotros ha sido un valiente y un héroe anónimo. Para todos (pero especialmente para los adolescentes y los niños maltratados) eso es como agua bendita.

4 comentarios:

LUISA dijo...

Como siempre me parecen muy interesantes tus reflexiones sobre un tema tan importante.

Creo que tienes toda la razón. Se suele pensar que en la edad adulta, lo que hemos vivido en nuestra infancia lo tenemos superado y asimilado, no dándole importancia erróneamente.

Como sabes mejor que nadie, no son solo malos tratos los físicos sino también los psicológicos y puedo decirte que te afectan a lo largo de tu vida en todos los aspectos que has mencionado y no solo psicológicamente. Logras vivir con ello, a veces malvives, y vas "tirando" de la vida...

Y para lo padres adoptivos como dices, tiene que ser una de las primeras cosas importantes, el ayudar a nuestro hijo a liberarse de su pasado, hablando de él cuando esté preparado, empatizar con él, que sepa que lo entiendes, que entiendes sus comportamientos a veces incomprensibles, que estás ahí para cuando te necesite. Pero no dejarle que lo utilice para hacer lo que quiera...

Por cierto, José Luis, cuando tengas un ratito te pasas por mi blog y recoges unos premios para el tuyo.

Hasta pronto.
http://adoptaextremadura.blogspot.com/

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Estimada Alexia: Estoy completamente de acuerdo con lo que planteas, y me encanta la empatía que se destila en tus palabras hacia los niños adoptivos, cuando transmites que es crucial hacerles sentir que sientes lo que les ha ocurrido.

Estás en lo cierto, con la experiencia de malos tratos a veces se malvive, sobre todo si hubo acontecimientos muy traumáticos. Pero cada día las víctimas nos sorprenden también por su inusitada capacidad para mostrarse resilientes.

¡¡Es para mí un motivo de satisfacción que me honréis dedicándome un premio desde vuestro blog!!. Me siento muy agradecido por esta distinción que me anima y estimula para seguir adelante. Mil gracias y un abrazo. José Luis

Anónimo dijo...

Gracias José Luís, aunque de golpe acabo de conocer asu blog y me han parecido muy interesantes muchos de los posts del mismo. No obstante agradecería si me pudiera decir de algún centro en Madrid en el que impartan terapias como las que comenta en sus posts sobre "el atormentado". Recientemente he sido madre y el padre de mi hijo nos abnadonó cuando el niño tenía tan solo 2 meses. El es un adulto víctima de malos tratos (hacia su madre) en la infancia y visualizo en él muchos de los comportamientos, recciones, que comenta en sus interesantes posts. El caso, es que yo estoy superando una situación que ha sido dura y, por otra parte, me veo en la tesitura de que la persona que me ha dañado acude a mí a solicitando ayuda con sus problemas. Agradecería infinitamente si me pudiera informar sobre algún centro, psiquiatra o psicólogo para que sea él el que apoye profesionalmente al padre de mi hijo. Gracias!!

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Estimada Sra.: Sí que es cierto que su ex pareja precisa de ayuda profesional especializada para tratar su infancia traumática. Usted poco puede hacer para ayudarle en este sentido. Lo que ocurre es que no tengo ninguna referencia en Madrid para derivarle de un profesional que trabaje en esta línea. Lo siento, pero no puedo hacer nada. Infórmese y pregunte más y probablemente le den alguna referencia. Quizá pueda ponerse en contacto con el Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid y explicando su caso (víctima de malos tratos) le puedan dar un listado de profesionales especializados.

Gracias por sus palabras, un cordial saludo

José Luis Gonzalo