viernes, 9 de noviembre de 2007

Del exceso de empatía a la sobreprotección, ¿un pequeño paso?

Hoy he tenido una reunión con colegas de profesión que trabajan también de psicólogos infantiles. Durante la misma, aparte de intercambiarnos las preguntas habituales sobre cómo nos va a cada uno, ha surgido un debate sobre algunos aspectos relevantes de la educación que los padres de hoy en día proporcionan a los niños. Una colega planteaba que existe un exceso de empatía en muchos padres. Y de la empatía invasiva (ya no sería empatía auténtica, sino de la “mala”) se puede llegar a la sobreprotección. Los padres tienden a sobreproteger a los hijos en demasía, sufren porque ven sufrir a sus hijos y quieren evitarles cualquier tipo de frustración, tensión emocional, sentimiento negativo… Y el riesgo que se corre (y la factura que se puede llegar a pagar) es que el niño no se desarrolla aprendiendo a afrontar las dificultades (con el consiguiente sentimiento de refuerzo para la autoestima personal) y, por lo tanto, no quiere crecer. Se gestarían así futuras personalidades inmaduras, dependientes, que se hunden a la mínima frustración, ante el más nimio problema… Como Boris Cyrulnik ha apuntado, un exceso de sucesos adversos negativos y traumáticos afecta a la salud psicológica de las personas, indudablemente. Pero un ser humano que sólo ha conocido y experimentado la felicidad, una existencia cómoda, tampoco llegaría ser alguien psicológicamente ajustado.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

buenas tardes...
tengo 16 años de edad.. soy hombre, y estoy experimentando un exceso de empatia sobre mis seres queridos ¿ah que se debe? nunca lo habia experimentado tanto... antes ni si quiera le daba importaancia a las emociones y sentimientos y ahora estoy del otro extremo... todo me afecta, todo me duele, todo me pone triste...
¿que puedo hacer?
saludos y gracias
buitre_simbol_22_doble@hotmail.com

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Hola: es dificil saber qué te puede ocurrir sin conocerte; además no das demasiados datos e información sobre tí, tu familia, amigos, contexto de vida... La empatía es positiva, pero un exceso de la misma nos hace muy vulnerables ante los demás porque vivimos, dejándonos invadir, todo lo que les ocurre, tanto lo bueno como lo malo, y eso nos inunda. Quizá estés atravesando una etapa en la que estás afectado por los sentimientos y eres más vulnerable, por lo tanto, a los de los demás y a los acontecimientos de la vida. Si estás sufriendo y notas un deterioro en tu actividad, lo mejor es que consultes con un profesional para que averigües las razones por las que todo te afecta tanto.
Saludos, José Luis

Anónimo dijo...

Hola. soy una mujer de 42 años. Creo que tengo un problema de exceso de empatía. Desde niña sufrí siempre que vi sufrir a alguien ya fuese persona o animal. Precisamente por un animal, un perro, llevo varias semanas angustiada. Lo vi perdido, vagando por una aldea. Me siguió pero yo no supe que hacer con el y lo dejé. Esa noche no dejé de darle vueltas al suceso y al día siguiente busque un refugio donde podrían acogerlo. Me fui a buscarlo, pero no lo encontré. He seguido su pista, preguntando aqui y alla, pero finalmente no lo encontré. Desde entonces, no dejo de pensar en cómo estará, si pasa hambre, frío, soledad... No consigo quitarmelo de la cabeza. Se que en el mundo hay cosas mucho más importantes que un perro. No soy tonta. Yo misma he pasado sucesos muy duros, como una grave y larga enfermedad de un hijo unos meses después de un doloroso divorcio. Pero no puedo evitar esta angustia. Que hacer?

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Gracias por tu comentario. Difícilmente puedo darte una orientación acertada sin conocerte a tí, tus circunstancias vitales y tu historia de vida. Dices, no obstante, que has pasado por un doloroso divorcio y una larga y grave enfermedad de un hijo. Esto es un suceso vital lo suficientemente importante como para generar angustia en las personas. Todo esto te habrá afectado mucho, sin duda. Tú sabes lo duro que habrá sido bregar con eso. ¿Puede ser que la angustia que desplazas hacia el animal del que hablas sea interna tuya y referida a acontecimientos vitales como el divorcio y la enfermedad de tu hijo y que no has podido procesar y elaborar? Es sólo una hipótesis.

De todos modos, si esa angustia te agobia en exceso, como así parece ser, te recomiendo que consultes con un profesional e indagues en sus causas.

Tu rasgo de empatía es excelente, y gracias a personas como tú el mundo es más cálido y funciona. Ahora bien, como tu sabes perfectamente, ese exceso puede que se deba a una hipersensibilización por una angustia vital que late en tu interior y que, si te afecta a la salud, sería bueno que trataras.

Tómate todo esto como posibilidades para que reflexiones sobre tí y lo que te acontece.

Cordialmente,

José Luis

Anónimo dijo...

Hola.(soy la chica del perro).
Te agradezco mucho tu rápida respuesta. Lo que tú me dices de que mi angustia puede en el fondo deberse a otras causas me lo ha dicho también algún amigo, pero creo que no es eso, ya que los dos problemas que he mencionado han ocurrido hace ya algunos años y se han solucionado, de manera que hoy tengo otra pareja, y mi hijo ha superado su enfermedad, que aunque le ha dejado alguna secuela, no le impide hacer una vida completamente normal. Estoy ahora, y desde hace algún tiempo en una etapa tranquila, y bastante felíz.Claro que las vivencias van marcando la manera de ser de las personas, y todo eso me habrá afectado, igual que otros episodios tristes de que me han ocurrido a lo largo de la vida. También he tenido momentos estupendos, y soy, cuando las cosas me van bien una persona muy alegre. Pero demasiado sensible y vulnerable. Creo saber los motivos que me han hecho como soy. Sirve esto de algo para que no me afecten tanto las cosas? Hay alguna terapia que consiga que una persona se haga realmente más fuerte? Gracias. Un saludo.

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Hola. Bueno, quizá los sucesos que viviste, como bien dices, pueden influir en tu forma de ser. De ese modo, tiendes a reaccionar de manera demasiado sensible y vulnerable, y te afectan mucho algunas cosas (las que se asocian a seres que están abandonados, sólos, que pueden sufrir..., como el perro) Revisar qué aspectos del pasado pueden incidir, aunque tú no seas demasiado consciente de ello, al tiempo que tratar de reaprender (se puede volver a aprender a reaccionar de maneras diferentes) otras respuestas que te afecten menos es posible. Una psicoterapia te puede ayudar, pues hace que nos conozcamos mejor y también nos enseña recursos de afrontamiento. Todo ello contribuye a que nos sintamos liberados y desarrollemos sentimientos de control sobre lo que nos pasa y lo que sentimos.

Respecto a qué tipo de terapia elegir lo importante es el profesional que elijas, que sea cualificado, experimentado, que te sientas cómoda, que puedas expresar lo que sientes, que el vínculo que se cree entre los dos sea positivo y la base para el cambio. Al final todas las terapias buscan que el paciente pueda hacerse cargo de sí mismo y su vida. Hay terapias más centradas en abordar los aspectos incoscientes que nos influyen en nuestras reacciones, hay otras terapias más basadas en aprender nuevas respuestas y formas de interpretar nuestras experiencias pasadas y presentes.

Puedes pedir una sesión informativa para saber qué tipo de trabajo puedes hacer, según tu caso.

Indicadores para asisitir a terapia son que no puedas con las emociones negativas (malestar), te desbordan, sufres por ello, que interfieran en tu vida cotidiana, que pierdas el control, que afecte a la vida de otros, que tengas el sentimiento de no tener bienestar...

En fin, espero haberte sido de utilidad y insisto en que te tomes todo esto como una recomendación, pues no te conozco y tengo el riesgo alto de equivocarme.

Saludos,

José Luis

Anónimo dijo...

Muchas gracias por tus respuestas. Sí que me han sido de utilidad. Y veo que lo que necesito es aprender recursos de afrontación, ya que sufro por cosas que ocurren a mi alrededor, y no sé, o no puedo hacer nada por evitarlas o solucionarlas. Y esto influye claro en mi vida diaria, que me siento agustiada, y no consigo olvidarme de lo que me preocupa. Esto hace que no tenga ganas ni de trabajar, ni de divertirme, ni de nada. Lo que no sé es si a estas alturas, ya podré cambiar. Pero voy a intentarlo. Si viviese en Sansebastián, iría a tu consulta, pero me quedas muy lejos...
Un saludo.

Anónimo dijo...

¿Puede un exceso de empatía por parte de los padres crear el efecto contrario en los hijos? Es decir, ¿pueden unos padres sobreprotectores ser el gérmen de un vástago psicópata manipulador y totalmente falto de empatía? ¿Depende de la personalidad innata del crío?
¿Y viceversa? ¿Unos padres narcisistas pueden crear un hijo excesivamente empático? Se que estos casos se podrían dar, ¿por qué no? pero, ¿son comunes?

Un saludo.

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Hola, super interesantes tus cuestiones, y dificiles de contestar. La casuística puede ser variada. Para hablar de psicopatía, parece claro que hay un déficit innato. Aunque hay biografías con sucesos traumáticos e influyen poderosamente en la psicopatía (abandonos, malos tratos...) hay otras en las que, aparentemente, no. O el sujeto no informa de ello. Los expertos (por ejemplo, Hare) refiere que exite un déficit constitucional en estas personas. Sería largo de explicar, pero se pueden leer los libros de Vicente Garrido. El lo explica muy bien, pero sí existe un componente cerebral (que interactuaría con el ambiente, claro, el cerebro no se puede desligar de la experiencia)de base. Por lo tanto, auqí echar toda la culpa a los padres y a la educación sería exagerado.

Pero se describe (Por ejemplo Javier Urra) el síndrome del emperador: niños que han crecido en un ambiente de sobreprotección excesiva pero sin límites normativos. Entonces, esta ausencia de límites y ese no tolerar la frustración que van los padres gestando sí podría dar como consecuencia, o contribuir, a la aparición de una persona manipuladora, egocéntrica, que reacciona inmaduramente...

El narcisismo maligno (cercano a lo antisocial, donde el niño crece aprendiendo a violar las normas de convivencia) sí puede generar sujetos narcisistas, psicópatas o delincuentes. El estilo narcisista de educación no tiene por qué estar reñido con la empatía. Pueden ser unos padres con estilo arrogante, soberbio, que engrandecen al niño, que le tornan muy competitivo, que le dicen que trate de ser el mejor pero sin sobrepasar la barrera de la falta de respeto al otro, esto es, ponerse en su lugar, en suma empatizar. Creo que se puede dar. Conozco casos de personas así, un tanto chulescas con hijos chulescos pero que para nada llegan a traspasar el límite y con capacidad para darse cuenta cuando se pasan con el otro y pedirles perdón.

Ahora bien, un narcisista maligno que enseña a su hijo a manipular, engañar... creo que tiene todos los boletos para terminar diciendo de tal palo tal astilla...

Saludos,

José Luis

JyQ dijo...

Hola, soy el anónimo de antes con mi nick.

Una respuesta bastante aclaratoria gracias, a lo que yo añado algo más:

Tú hablas de alguno padres narcisistas y afirmas que éstos enseñarán a sus hijos a ser iguales pero poniendo unos límites, habrá casos por supuesto, pero creo que es muy facil que en un caracter así formado se acabe escapando de las manos el autocontrol en determinadas ocasiones.

Pero pienso que también pueden haber casos de padres narcisistas cuyo comportamiento con los hijos es la ignorancia y desentendimiento total o la explotación de los mismos, los niños son los esclavos encargados de la manutención de los padres en gran medida y no al revés, dado que para los padres ellos mismo son lo principal y los niños algo que nació sin que lo desearan o que sirve para mantenerles. Supongo que en este caso, saldría un niño bastante enfadado con la sociedad, tímido e inestable debido a la falta de amor. ¿Cómo crees que sería el caracter de un niño bajo esas circunstancias? ¿Probable delincuente suponiendo que los padres no le enseñaran a mentir y manipular pero sí a complacer todos sus deseos?

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Hola. Pienso que el hacerse delincuente dependerá de un buen número de variables. Una cuestión importante, creo, es hasta que punto este niño que ha crecido con todos sus deseos complacidos es capaz de postponer la gratificación y tolerar la frustración, si ha desarrollado algún control inhibitorio, quizá por efecto de otros agentes sociales o quizá porque teme el castigo y eso le frena y por ello no delinque.

Saludos,

José Luis

natis dijo...

hola, soy una joven de 19 años y mis padres me sobreprotegen, siento q me tratan como si yo apenas tuviera 15 años. esto a ocacionado graves problemas en mi, pues soy una persona insegura, temerosa y dependiente. tambien a afectado mi salud, mantengo deprimida, frustrada y con mucho rencor hacia ellos. no tengo vida social, y es x culpa de ellos x q pues ya q me limitan tanto no me puedo relacionar con pesonas de mi edad. hasta para salir a un centro comercial tengo q pedir permiso y me controlan mucho SIEMPRE la hora de llegada. tengo novio y no me dejan ir a visitarlo tiene q ser el el q venga a mi casa. siento tambien q ellos no me tiene la suficiente confianza. a toda hora me viven diciendo q mientras yo dependa de ellos tengo q hacer caso a lo q ellos me digan......no se q hacer, no soporto mas esto, y si sigo aki con ellos es x q me pagan el estudio, x q tengo techo y comida para pode subsistir, x q si yo pudiera pagarme yo misma mi estudio y tambn tener mi propia casa y alimentacion ya me hubiera ido....me puedes dar un consejo x favor, te lo agradeceria!!!

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Hola. Es dificil orientar los casos a distancia. Por lo que me cuentas, pareces tener muy claro lo que te pasa y cómo te sientes. Por eso, lo que se me ocurre es que te armes de valor y hables sinceramente con ellos de cómo te sientes y cómo afecta a tu vida sus pautas educativas. Eres ya mayor de edad, ¿no? ¿Qué es lo que hace entonces que no puedas expresarles tus necesidades de independencia y autonomía propias de tu edad? ¿Qué les pasa a ellos para actuar así? ¿Saben hasta qué punto te está pasando factura sus pautas restrictivas? Dialoga y así podréis comprenderos y cambiar la situación. Si no puedes, busca ayuda profesional.

Saludos,

José Luis

natis dijo...

muchas gracias x su consejo....la verdad es q yo creo q seria mejor ayuda profesional, x q ya he intentado de mil maneras hacerles entender q me estan perjudicando y no lo kieren aceptar.....muchas gracias de nuevo y me agrado esta pagina, ya q permite q uno se exprese.