lunes, 16 de octubre de 2017

Diez momentos de unas jornadas de diez (Relato de las III Conversaciones sobre apego y resiliencia infantil) 1ª parte

Tras acabar las III Conversaciones de apego y resiliencia infantil, escribo estas líneas con un profundo sentimiento de felicidad y agradecimiento a partes iguales. Uno de los mejores fines de semana de mi vida, compartido con amigos/as, colegas y compañeros/as. Siento no haber podido estar más tiempo con cada uno/a de vosotros/as, los requerimientos propios de la organización y coordinación de un evento de este tipo me lo impidieron.

Sólo he recibido palabras de felicitación y elogio por el diseño y el guion de las jornadas. De “formato arriesgado” lo calificó un amigo mío. Es cierto que se puede utilizar esta palabra porque innovar siempre conlleva un riesgo. Es un atrevimiento romper con los cánones. Pero es lo que quería, porque la fórmula al uso de congreso con mesas de control a la entrada, cartelito de plástico en el pecho para saber el nombre, ponencia tras ponencia (con turno de preguntas) donde se habla de conexión emocional, vínculo, emoción, regulación, integración cerebral (en los congresos que versan sobre apego, al menos) sin que entre las personas se esté experimentando eso, es decir, el aspecto vivencial, me parece demasiado académico y frío. Muy correcto desde el punto de vista científico y académico, y profesional, pero insuficiente. Porque si quieres ser un terapeuta o un educador que vincule con los pacientes o personas con las que trabajemos, no sólo necesitas que te expliquen los conceptos, sino que te hagan vibrar con ellos. Y no sólo aprender racionalmente qué son, sino que los experimentes y sientas para que los puedas transmitir. Lo que se suele decir: sin emoción no hay aprendizaje.

He salido desalentado y hasta enfadado de algunos congresos de apego y trauma porque han sido demasiado formales. Esto, aunque no lo comparta, lo acepto: hay organizadores que piensan que lo verdaderamente importante es mantener el rigor científico y traer importantes firmas en el ámbito que expliquen conocimientos relevantes. Pero lo que nunca podré aceptar es que estés escuchando a una persona -ponente de gran prestigio internacional- hablar sobre la enorme relevancia que tiene establecer con el paciente una conexión y sintonía emocional profundas, de la empatía, de la validación de su experiencia interna, etc. Y termine su ponencia, te acerques a darle las gracias, le pidas hacerle una pregunta y te trate con desdén… Es una incoherencia supina que me hace sentir desilusionado y desde luego, provoca que el discurso del pope no me resulte creíble en él.

Por eso, aunque hubiera organizado un congreso formal, esto que os he contado no pasaría, ni de lejos, con los ponentes que estuvieron con nosotros en las III Conversaciones. Todo lo contrario: son un ejemplo de compromiso en su labor y de coherencia. Atendieron a todos/as gustosamente. Pero la apuesta como os digo, no era un congreso formal sino unas jornadas equilibradas. Un equilibrio entre el hemisferio izquierdo y el derecho del cerebro. Precisamente a lo que aspiramos con nuestros pacientes es a que se produzca ese equilibrio.

Ciencia, rigor, disciplina en la exposición, ponentes competentes, datos, resultados de investigaciones… ¡Sí! Cómo llevamos esto a la sala, cómo hacemos vibrar a cada uno/a de vosotros/as que estáis ahí con nosotros, cómo acercamos la emoción, lo implícito, la creatividad, el entusiasmo, la estimulación del vínculo, la motivación para seguir, es algo que no debía de faltar. Y por ello se sucedieron celebraciones resilientes, vídeos musicales, experiencias de familias y profesionales, el relato de una persona resiliente, experiencias de vínculos y expresiones artísticas. Al terminar el congreso multitud de personas me dieron la enhorabuena por whataap, mail y en persona. Mi miedo era que me pasara de hemisferio derecho, que me saliera del cauce central del río (ambos hemisferios cerebrales cooperando juntos para procesar la experiencia del congreso) y que se produjera un desbordamiento, cataratas emocionales sin contención y sin el sentido narrativo y estructurado que el hemisferio izquierdo aporta. Pero nuestros expertos en la materia (Rafael Benito y Jorge Barudy) me dijeron que no, que había logrado la cooperación interhemisférica y que el resultado fue un diseño de jornada creíble y procesable en armonía con los dos lados cerebrales. ¡Todo un honor para mí su valoración favorable!

Teniendo en cuenta que todos/as los/as que estamos allí nos conocemos y nos sentimos parte de un proyecto común que es el paradigma de los buenos tratos, sabiendo que entre nosotros/as existen vínculos afectivos (uno de ellos a través de este blog) de diversos tipos, la apuesta no era tan arriesgada. Un riesgo controlado. Somos como una gran familia bien apegada que comparte un significado común de respeto a la infancia, promoción del buen trato y que pone en el frontispicio al apego, el trauma y la resiliencia como los modelos en los que fundamentar su praxis.

Vamos con los 10 momentos vividos y sentidos intensamente en las jornadas. En este primer post contaré desde mi vivencia los 5 primeros momentos. Dejamos para un segundo post, los 5 restantes.

Creo que todos hemos portado estos días oxitocina a raudales (parafraseando el título de un libro que debéis de comprar y que hablaré de él: Profesionales portadores de oxitocina, de Iñigo Martínez de Mandojana) y hemos gozado de la inefable experiencia que es sentirse en conexión emocional y profunda con el otro/a. ¡Creo que no he dado más abrazos en mi vida! Pienso que vosotros/as también estáis de acuerdo con lo que digo.

Lo primero deciros que yo sólo no he hecho nada, que sin el fenomenal equipo que hemos formado esto no hubiera sido posible. Mi misión ha sido la concepción de las jornadas y ser el coordinador, el cerebro ejecutivo. Y recoger todas las ideas que me han ido transmitiendo, como la de hacer una fiesta con un grupo musical en directo, gran acierto de Cristina Herce. Además de Cristina -que me ha ayudado en eso y en otras muchas cosas-, me han apoyado incondicionalmente Tatiana Caseda, Iván Rodríguez, Vito Falque, Christian Dantagnan, Marisa Montserrat, Larraitz Gorrotxategi, María José Gorrotxategi, Marina Mas, Aitor Uriondo, Cristina Guerrero, Alberto Barbero, Carmen Luna Barudy, Maider Dorregaray, Nerea Benito, Janire Barbero (las cuatro últimas, nuestras niñas/jóvenes, ya más mayores, que han colaborado mucho) A todos/as: ¡Millones de gracias! ¡¡Sin vosotros/as, imposible llevarlo a buen puerto!!

1. El acto de inauguración de las jornadas. Gracias a Aitor Uriondo, director de la Ikastola Axular (y gracias a sus andereños, que nos ayudaron en la escenificación y en ordenar y tranquilizar a los niños/as, Ane Albisu e Itziar Redondo. Andereño significa maestra en euskera) cada niño/a desfiló desde el fondo de la sala con una letra en la mano mientras sonaba la música “Santorini”, de Yanni.



Al llegar al escenario, uno/a a uno/a se fueron colocando en fila para formar una frase en la que se leía: DIEZ AÑOS DE BUENOS TRATOS – ONGI ETORRI.

Remarcar la importancia de los buenos tratos y hacer un guiño al blog y su repercusión durante este tiempo en muchas comunidades y países. Y al mismo tiempo, dar la bienvenida en euskera, idioma oficial también: BIENVENIDOS


Diez años de Buenos tratos - Ongi etorri
Los niños/as de 6º de Primaria de la Ikastola Axular dieron la bienvenida
a los participantes.

El mensaje implícito es que los niños/as son los protagonistas de las jornadas. Hemos de darles una presencia significativa en la vida y dirigir nuestros esfuerzos y tareas en la defensa del INTERES SUPERIOR DEL MENOR. Por eso los colocamos los primeros, simbólicamente, y al principio del congreso, portando una referencia, que es el blog, que tiene como enseña la defensa y promoción de los buenos tratos. Se proyecta un espectacular vídeo de Yanni, con una música alegre y positiva, una melodía sencilla y pegadiza. Porque es un momento alegre.

Janire y José Luis, ahijada y padrino, leen
artículos de la Convención Derechos Niños
Janire Barbero, mi querida ahijada, acompaña a los niños/as junto con el presentador de las jornadas. Ella es la representante de los niños/as menores más mayores. Y junto con el presentador (servidor de ustedes) leen solemnemente algunos artículos de la Convención de los Derechos del Niño, con el fin de recordar los derechos de la infancia, a menudo vulnerados. Un momento de inmensa felicidad poder compartir esa lectura con Janire (¡leíste increíble a tu edad y para ser la primera vez delante de tantas personas!), quien ha crecido junto con el blog, y con quien tengo un vínculo precioso. Le expresé públicamente mi afecto y cariño.

Aitor Uriondo, director de la Ikastola, nos explicó cómo desde esta promueven los buenos tratos y la resiliencia. Los menores que desfilaron con las letras, me impresionaron con las respuestas tan elevadas y elaboradas que compartimos en un breve encuentro, sobre por qué son importantes los buenos tratos, preparatorio de las jornadas.

2. Niels Peter Rygaard nos encantó a todos/as. Sin duda era uno de los principales protagonistas de las jornadas. Todos/as hemos leído y conocido la importancia de su libro “El niño abandonado” en nuestro trabajo. Personalmente, se lo dije y le di las gracias porque con su contribución hemos podido conocer cómo tratar y educar a los niños con trastornos del apego. La idea de que algunos de estos menores necesitan una minusvalía, ha contribuido a que desde que leí el libro (año 2008) haya solicitado certificados a varios chicos y chicas de mi consulta. Gracias a eso, hoy tienen una vida social y laboral protegida y pueden ser un poco más felices. Esto es sólo una parte de las enormes contribuciones de Niels Rygaard al ámbito que nos ocupa. El concepto de permanencia, los estados de auto-organización y la evaluación y trastorno del apego versus problemas de apego, etc. Su prestigio internacional es enorme y el hecho de que haya aceptado venir hasta San Sebastián dice aún mucho más de él. Aquí agradezco la ayuda de Maryorie Dantagnan y Jorge Barudy, que me facilitaron el contacto e hicieron de mediadores.

Niels Rygaard recibe la Barandilla de La Concha
en miniatura mientras le aplauden y escucha
"Always on my mind"

Buena parte del mérito de este éxito la tiene Christian Dantagnan, que fue su base segura en Donostia y su traductor. Christian hizo un soberbio trabajo de acompañamiento, entrega, concentración y dedicación absoluta. Le doy las gracias de todo corazón porque hizo su tarea desinteresadamente y con gran cariño. Niels y Christian conectaron a las mil maravillas. Se conocieron la víspera en la cena oficial de recepción a todos/as los/as ponentes en la Cofradía Vasca de Gastronomía, la manera donostiarra y vasca de hacer las cosas. Sigo insistiendo en que todo se cuece y se prepara a unos niveles de los que no somos conscientes, en las corrientes invisibles de la comunicación sintonizada entre personas, que prepara las cosas, las deja listas, para que luego fluyan, con la ayuda de lo explícito.

Niels se metió al público en el bolsillo precisamente porque es un hombre llano, sencillo, natural. Con gran curriculum y premios, pero no se pone medallas. No las necesita. Agradable y simpático, disfrutó de la gastronomía de Donosti y de la Bahía de La Concha. También del congreso y de las jornadas, se sintió muy acogido y nos regaló dos excelentes ponencias sobre el trastorno del apego y la urbanización y la migración que no tienen desperdicio. Su fundación Fairstart que trabaja para que en el mundo mejoren las condiciones de vida y los cuidados de los niños abandonados en los orfanatos está haciendo una ingente y encomiable labor por los menores. 25.000 niños y niñas se han beneficiado de estos cuidados en base al apego. Tiene programas de instrucción para para profesionales cuidadores en centros u orfanatos y para profesionales que trabajan con familias de acogida. Hoy mismo publico un post escrito por el propio Niels Peter Rygaard donde explica sus programas de formación on line.

Fue entrañable la conexión emocional que logramos todos/as en la sala al despedir a Niels Rygaard con la canción “Always on my mind” haciendo referencia con ello (emocionalmente) al concepto de mentalización, y al entregarle el símbolo que cuando lo vea, le evocará a los magníficos días pasados y sentidos con nosotros/as, y será una manera de mantener el vínculo vivo y fresco en su memoria (si activamos la implícita, como lo hicimos con la música): la barandilla de La Concha en miniatura.

Niels Rygaard me hizo llegar su valoración de las jornadas: “Gracias por este increíble congreso. Y por tu preocupación y hospitalidad sin límites. He intervenido en muchas conferencias, pero ésta ha sido una experiencia única, todo el mundo haciendo un trabajo serio, juego y alegría, grandes ponentes, plenos de espíritu… Gracias a ti y a tu equipo”

Cuando lo leí es cuando me di cuenta de cómo merece la pena empezar a preparar un evento como este con un año de antelación. Y transmitir todo el cariño y amor posibles en lo que haces. Cuidar todos y cada uno de los detalles, grandes y pequeños, de las jornadas. Retirarte cinco días en verano a La Rioja a conectar con lo que quieres transmitir (metas) y cómo lo quieres transmitir (medios), para encontrar la paz y el sosiego que permitan que fluyan las ideas y las conexiones neurales… Gran alegría al recoger el fruto del trabajo bien hecho. ¡Mil gracias, Niels!

3. Jorge Barudy, Maryorie Dantagnan y Rafael Benito. ¡Nuestro querido equipo! Sin ellos, las jornadas tampoco hubieran sido posibles. Además de Niels Rygaard… ¡qué lujo contar con ellos/as! Así, incondicionalmente, pues están siempre dispuestos a embarcarse.  Desde el principio. Desde el minuto cero. Eso es gracias a que compartimos una admiración y afecto recíprocos, por supuesto. Esa es la base. Y, además, porque estamos todos/as trabajando codo con codo en el Postgrado de traumaterapia infanto-juvenil sistémica. Compartimos un modelo común y vínculo sólido desde hace muchos años.

Los tres estuvieron soberbios, de matrícula de honor. Prepararon con mucha antelación y cariño sus ponencias, con el rigor científico que les caracteriza, con los conocimientos que atesoran, que es un regalo que los transmitan de esa manera tan comprometida, sentida, coherente entre su vida personal y profesional.

Jorge Barudy puso encima de la mesa con valentía, sentido del humor y aguda inteligencia el maltrato institucional. Utilizó el modelo de la estupidez humana para argumentar que hay determinadas prácticas en la administración que son estúpidas. Recomendó leer a Cipolla y su teoría de la estupidez. Y claro, entre tanta estupidez administrativa y burocrática (salva de aplausos en la sala cuando hizo mención a todos los protocolos absurdos que la administración ordena cumplimentar ¡Que los protocolos no nos devoren!) se olvida lo fundamental: la atención de calidad al menor. Y la estupidez, lo que es peor, puede conducir a malas prácticas, decisiones sin sentido y por impulsos, decisiones administrativas y no basadas en la ciencia que conllevan en algunos casos volver a dañar donde ya hay daño (retraumatizar) Un daño que las personas menores víctimas de malos tratos y abandono tutelados presentan y por ende no se les protege como es debido. Gracias a Jorge Barudy por su valentía y compromiso, pues su pretensión es hacer crítica constructiva. ¡Una ponencia prodigio de fina ironía, ciencia y defensa de la infancia y sus trabajadores!

Jorge Barudy muestra el libro que le entregamos
"El país de las mujeres"

El momento de la despedida de Jorge Barudy fue un sentido homenaje a su persona. Pudimos comprobar cuánto le quieren y le queremos. ¡Largos minutos aplaudiéndole y vitoreándole! Transmitiéndole el cariño y el afecto que le profesamos.

Al idear la jornada, al despedir a los ponentes, quería además de propiciar momentos de conexión emocional y sintonía entre todos/as nosotros/as, que compartieran un fragmento de su vida que les marcara, les influyera poderosamente y haya llegado a contribuir significativamente en ser quienes son personal y profesionalmente, y simbolizarlo en un libro y una composición musical que actuaran como gatilladores, pudiendo así compartir la experiencia y sentirnos unidos todos/as con los ponentes, y ellos con nosotros. Era sorpresa, los ponentes nada sabían. No tenían ni idea de que ocurriría. Eché mano de un cómplice que conoce bien a cada uno y la verdad es que fue inefable. ¡Una experiencia de integración cerebral interhemisférica sublime!

El fragmento musical “Himno a la alegría” interpretado por Miguel Ríos, evocó en Jorge Barudy la lucha y la unión de todos los repatriados de Chile a causa del abyecto dictador Pinochet. Sin duda, esta dura experiencia fue, a pesar de lo traumática, creadora de belleza pues gracias a la misma Jorge Barudy pudo madurar el concepto de resiliencia, rehacerse tras un trauma y desarrollar toda su teoría de la ecología social de los buenos tratos, el paradigma de las competencias parentales, el dolor invisible de la infancia y la convicción de que experiencias terribles de dolor y daño no tienen por qué determinar una vida. Al contrario, algo bello puede surgir y podemos convertirnos en neuropsiquiatras y personas y profesionales solidarios con los refugiados y la infancia, como lo es él. Ejemplo para todos/as.



Uno de los libros que ha influido poderosamente en Jorge Barudy es “El país de las mujeres” de Gioconda Belli. No lo he leído, pero todos/as sabemos que Jorge Barudy es un profesional y persona totalmente comprometida con la causa de las mujeres y los niños víctimas de violencia intrafamiliar. Y su respeto y admiración hacia la mujer es reverencial.

Fue un momento inefable el que compartimos juntos/as.

La persona que fue mi cómplice para dar este homenaje a Jorge es Maryorie Dantagnan y su hija Carmen Luna.

Maryorie Dantagnan, por su parte, compartió con nosotros una ponencia sobre un concepto actual: la mentalización. Pero elaboró una presentación donde lo aplica a uno de nuestros cometidos más sensibles y que ocupan mucho de nuestro trabajo: la parentalidad terapéutica, un tipo de parentalidad que tiene como misión reparar los daños que los menores con antecedentes de diversos tipos de malos tratos y con traumas presentan. Fue completa, clara, rigurosa, concisa, amena y basada como siempre en las últimas investigaciones sobre el tema. ¡Una maravilla de trabajo el que Maryorie nos regaló, con el cariño y amor por los niños/as que se desliza por cada una de sus palabras!

Un momento inolvidable cuando
Maryorie Dantagnan
escuchó la canción de "La gota fría"
Llegó el momento de conocer qué le había forjado a Maryorie como persona y profesional simbolizado en una canción y un libro. Ella nada esperaba y… ¡fue fascinante comprobar su reacción emocional y su rostro cuando dije!: “…trabajabais en el Ministerio Infantil, en el barrio más bravo, en Barranquilla” Y se proyectó el vídeo de Carlos Vives, “La gota fría”, que le recuerda todo aquel periodo tratando y ayudando a menores y familias desfavorecidas, en lo más básico de las necesidades de la pirámide de Maslow. Allí a buen seguro Maryorie, implícitamente, ya comenzaste a concebir la traumaterapia. Es increíble pero tal y como recogen algunas investigaciones, la mayor parte del procesamiento de la información y la realidad mental suceden a nivel inconsciente e implícito. Eso te enriqueció y te hizo sensibilizarte y aprender, y leer y leer, y experimentar, para finalmente diseñar ese gran modelo de terapia para menores maltratados, abandonados y abusados que es la actual traumaterapia.

Y el libro que también causó influjo en Maryorie es “Los patitos feos” Porque simboliza a las mil maravillas -es la gran metáfora-  de la resiliencia.

El cómplice fue Christian Dantagnan, su hermano, que compartió aquellos años de trabajo duro en Barranquilla con ella. ¡Se dieron un sentido abrazo!



Rafael Benito creó una impresionante ponencia sobre neurobiología del juego y neurobiología del juego con la caja de arena. ¡Es increíble lo que Rafael Benito sabe sobre neurobiología y la manera tan didáctica y atractiva que tiene de explicarla y transmitir pasión por ello! ¡Hace que la gente se interese por este imprescindible campo del conocimiento científico! Hizo una elaboración personal brillante sobre neurobiología y juego con la caja de arena que, hasta la fecha, no se había hecho. El PowerPoint diseñado con auténtica maestría. Y el contenido no exento de toques de humor y simpatía. ¡Otro regalo excepcional el que Rafael Benito nos entregó haciendo gala de su erudición en el tema!

Llegó el momento de vivir con Rafael Benito una experiencia como la que él había descrito, con gran rigor científico y pasión, que ocurre en el cerebro cuando nos conectamos los unos/as con los/as otros/as a través de un acontecimiento compartido, el momento de escenificar la neurobiología desde la vivencia y la relación. Una manera de sugerirle al experto cómo se puede trasladar su conocimiento a la experiencia interpersonal ¡Y que nos dijera si habíamos acertado o no!

Y proyectamos… ¡My way!, de Frank Sinatra. Una canción magistral de una de las voces más prodigiosas del mundo. Rafael Benito señaló que evoca la despedida, el momento de decir “adiós”, algo que sucede en nuestras vidas y en nuestros trabajos con frecuencia, con nuestros niños y niñas… Es un adiós, este, no obstante, referido al momento en que hemos de abandonar el mundo, una canción de despedida que habla de aciertos y errores, pero de lo humanos que somos porque lo hacemos cada uno a “Mi manera”



Fue maravilloso porque conectamos tanto entre nosotros que… ¡Rafael Benito lo sintió y se animó a cantar, eclipsando al mismísimo Sinatra! Rafael Benito es un gran aficionado a la música y canta muy bien. Lo demostró.

Un libro muy significativo para él del que le hicimos entrega, es “La metamorfosis” de Kafka. Fue uno de los libros de su adolescencia. Rafael Benito nos contó el paralelismo que existe con el trauma.
Rafael Benito cantó "My way" junto con Frank
Sinatra. Una de las canciones de su vida.

La persona que fue cómplice en esta escenificación de conexión y sintonía emocional fue Cristina Herce, su mujer. Rafael tuvo un gesto cariñoso para ella.

4. Las mesas de experiencias. Otro plato fuerte de las jornadas. La primera de ellas la dedicamos a la resiliencia en adopción. Utilizamos este vídeo para presentarla.



El objetivo de presentar la mesa con un vídeo es lanzar mensajes sencillos, ideas (de hemisferio izquierdo) pero también con componentes de hemisferio derecho (imágenes, música, metáforas…) a los participantes de tal modo que se produzca una sincronía afectiva con el tema que active a los participantes y estimule su atención y motivación para participar y enganchar con el tema.

Quiero darles las gracias a José Ignacio Pérez, Juncal Fagoaga, Pedro Igartua, Agurtzane Berriozabal y Rocío Fraga por su desinteresada participación y por compartir con nosotros su experiencia y enseñarnos tanto.

En esta mesa de experiencias se puso de relieve que, aunque el proceso es largo y costoso, los menores adoptados y acogidos, si cuentan con cuidadores competentes, con paciencia, perseverancia y permanencia pueden ir haciendo un proceso de reconstrucción resiliente. Darles puntos de apoyo hasta que lo necesiten para que puedan transformar su mundo, como dicen José Luis Rubio y Gemma Puig, es la tarea fundamental de los padres y familias. Compartimos con ellos momentos muy intensos de conexión emocional y sintonía afectiva.

Integrantes de la segunda mesa de experiencias, en
un momento de su intervención.

La segunda mesa de experiencias también fue presentada con un vídeo que, con mensajes y testimonios de jóvenes que han egresado de los centros de menores a los 18 años, nos interpelaban sobre lo que sienten y viven. Y con lo que necesitan, con lo que sufren… Con una música y unas imágenes ad hoc, porque si no, no emocionamos, leemos la partitura, pero no sentimos la melodía, que es lo que nos impulsa energéticamente a la acción.



La segunda mesa de experiencias la formamos María José Gorrotxategi (pedagoga y ex directora del centro de menores Asociación de Educadores Especializados de Gipuzkoa) y María José Rodríguez (educadora de la Fundación Cots, de Manresa) por un lado. Por otro, María Álvarez (psicóloga y psicotraumaterapeuta de la red apega de profesionales, de Barcelona) y servidor (psicólogo y psicotraumaterapeuta de la red apega de profesionales, de Donostia) ambos docentes del Postgrado en traumaterapia infanto-juvenil sistémica de Barudy y Dantagnan. Y el protagonista absoluto, arropado por todos/as, pero especialmente por María José y por mi (sus bases seguras), Ramón Triñanes, joven antiguo usuario del sistema de protección a la infancia de la Diputación Foral de Gipuzkoa, con 30 años en la actualidad. Moderó la mesa una auténtica experta en conexión emocional y comunicación afectiva: Maryorie Dantagnan.

Es necesario decir que ambas mesas se prepararon (con mimo) Todos/as los/as componentes nos reunimos previamente. Porque lo implícito, lo que no se dice, juega un gran papel en que luego, al representarlo, fluya la comunicación y resulte una mesa emocionante, vibrante, sensitiva, que deja huella… A la par que transmite mensajes importantes para nuestro trabajo.

Ramón estuvo magnífico, ¡grande! Dio una lección de saber estar, de manejo de la situación, con respuestas acertadas y emotivas, expresando lo que él deseaba transmitir para ayudar, su verdadera motivación al estar en la sala con nosotros/as. Demostró el maravilloso proceso que ha hecho y me siento verdaderamente orgulloso de verle bien, y de verle ahí, en una mesa, en un congreso, pudiendo contar cómo se rehízo y reconstruyó desde las oscuridades del trauma. Zorionak Ramón! ¡Algo impensable hace años, pero ya sabemos que la resiliencia es que crezcan flores en el asfalto!

El resto de participantes pusimos en la mesa la relevancia del acompañamiento resiliente. La realidad de que los jóvenes que egresan de los servicios de menores no pueden dar los saltos que la administración les pide, y que hace falta centros que conozcan verdaderamente las posibilidades de cada uno y los efectos que el daño por maltrato causan en el neurodesarrollo. Con más recursos materiales y humanos. Con más humanidad, empatía y formación. Porque actualmente, tal y como está la situación, resiliar es un milagro.

Quiero darles las gracias a María José Gorrotxategi, María José Rodríguez, María Álvarez, Maryorie Dantagnan y Ramón Triñanes por su desinteresada participación. Nos hicieron grandes aportes.

5. La celebración resiliente con nuestra invitada de honor al congreso Pilar García Cortázar. Una enorme y entrañable sorpresa estaba reservada para el final. Para mí unas jornadas de resiliencia deben de contemplar el celebrar la resiliencia. Dar un tributo y un homenaje a quien nos demuestra cualidades resilientes, arroparle con nuestro cariño y simbolizar, representar, festejar…  nuestra admiración y apoyo.

¿Cómo podemos hablar de resiliencia y vínculos si luego no lo hacemos entre nosotros? Por eso, ¡lo hacemos!

Pilar García Cortazar fue nuestra invitada de honor a las III Conversaciones de apego y resiliencia infantil. Inaugura esta nueva sección del congreso. Es la primera, siempre lo será.

El vídeo “Eres tú” recibió entre un mar de aplausos a Pilar, nuestra querida apega que ha tenido un incidente de salud del que se está recobrando. Momento indescriptible, intenso y vibrante que hizo que se nos saltaran las lágrimas a más de uno.



Pilar García leyó un texto en el que nos contó su proceso, la vivencia elaborada de ella desde su persona y profesión. Al sufrir un trauma, cambia tu vida y modifica las relaciones con tus seres queridos y también con tus pacientes, y cómo nos sirve para ser más empáticos aún y mejores personas. Su texto, excelentemente redactado, en un equilibrio logrado entre razón y emoción, con sentido del humor también, nos llegó emocionalmente a todos/as. Lo consideramos un gran relato de integración interhemisférica, por lo que Pilar está dispuesta –puede ser muy útil a los que estén atravesando traumas, y en especial traumas por enfermedad- a enviármelo para que lo publique en el blog y sea difundido con el consiguiente beneficio para todos/as los/as que se acerquen. Muchos/as me comentasteis que fue un relato excelente el que Pilar elaboró.

300 personas participaron en las III Conversaciones sobre apego y resiliencia infantil
San Sebastián, Gipuzkoa, 6-7 octubre 2017

¡Y, de repente!, un coro entró en la sala y le homenajeó a Pilar García cantándole el “Boga, boga, mariñela”, “Rema, rema, marinero”, canción tradicional vasca, dedicada a ella porque rema y sigue adelante, a pesar del dolor, como los marineros vascos cuando dejan el pueblo de Ondarroa y se van lejos a faenar. ¡Precioso y bello! ¡Personas bellas como Pilar merecen belleza!

El cómplice (y el autor de la idea) fue Jorge Barudy. Sólo él podía saber en su cuerpo cómo se podía estar sintiendo Pilar. En cuanto me lo dijo, no lo dudé ni un segundo y creé este homenaje.


Y, para invitarnos a la fiesta de las jornadas, el coro nos propuso a ir a la misma cantando el tradicional  “Festara!”

2 comentarios:

Unknown dijo...

Estoy leyendo todo el post, aquí en casita y me emociona un montón, pena habérmelo perdido, ojalá en el mundo hubiese más personas como tu.
Llevo leyéndote mucho tiempo, incluso alguna vez te he escuchado en persona, gracias por ofrecer al mundo tanto conocimiento para cuidar, acompañar a nuestros niños y niñas.

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Hola, me alegro que te emocione, eso he tratado de traer aquí, que podáis aproximarnos a lo que vivimos allí. Gracias por tu comentario y nada, te espero en las próximas jornadas. Serán para el 2019. Un abrazo!