lunes, 10 de septiembre de 2012

Buenos tratos levanta la persiana. Este curso, ayudando a resiliar a nuestros niños y jóvenes


Buenos tratos levanta la persiana tras el descanso veraniego. Estoy encantado de estar con todos/as vosotros/as nuevamente, y os saludo cordialmente esperando que hayáis gozado de un verano tranquilo y reparador. Por mi parte regreso al blog con más ganas que nunca y muy contento de retomar los temas que a todos/as nos concitan aquí referidos al apego, al trauma y la resiliencia.

Durante este trimestre vamos a centrarnos en nuevos temas y vamos a volver a referirnos a otros ya abordados pero haciéndolo desde una nueva perspectiva.

Uno de los temas que considero tiene vital importancia es el de la psicoeducación a los padres, familias y profesionales de la adopción y el acogimiento sobre los efectos del trauma y las relaciones de apego subóptimas en los niños y adolescentes que han vivido historias de malos tratos y abandono. Ha llegado un material a mis manos, muy interesante, este verano (está en inglés), sobre este particular y mi intención es ir ofreciéndooslo para que os sea de utilidad en el trabajo con vuestros niños/as y adolescentes. Muchas de las alteraciones emocionales y conductuales de los menores tienen su origen en un trauma relacional temprano. El desconocimiento de los efectos que provoca en los niños y adolescentes conduce a un manejo inadecuado de los problemas emocionales y conductuales que éstos a menudo suelen presentar. Saber qué hacer y cómo actuar ante estos problemas es una necesidad de primer orden. Si ya de por sí resulta complejo para los profesionales, para los padres y las familias es un reto y un desafío en el que necesitan apoyo pero también conocimientos -explicados de una manera sencilla- y orientaciones claras de actuación. Los métodos clásicos, las referencias en las que hemos sido educados la mayoría de nosotros, no son útiles cuando lo que falla y están alteradas son las relaciones tempranas en las que -cuando hay cuidados y buen trato al bebé- se interiorizan la autoestima, la confianza y la seguridad en el otro. Esto es lo que debemos de reconstruir.

En esta reconstrucción observo a menudo impaciencia, agobio y desesperación en muchos padres. El hartazgo conduce a la pérdida del control emocional y a realizar interpretaciones de la conducta de los niños y adolescentes tales como “nos toma el pelo”; “esto es intolerable”; “le voy a demostrar quién manda aquí”; “es un caradura” y otras similares. Comprensible cuando uno está sometido a tensiones emocionales derivadas de una crianza muy exigente pero incorrectas porque en realidad el joven no puede, no sabe, está frustrado o inseguro y necesita de nuestra contención pero también de nuestro reconocimiento. Y permitidme que os lo diga con cariño, reconocemos muy poco los méritos y los esfuerzos de estos niños y en cambio, nos prodigamos en jucios de valor peyorativos con mucha frecuencia.  Y además, las interpretaciones culpabilizadoras de las conductas negativas de los niños o jóvenes nos conducen a métodos inadecuados como el castigo, las broncas, la retirada de premios o refuerzos que lo que suelen hacer es precipitar el recuerdo traumático de la violencia o la carencia que sufrieron. Tratamos de frenarles mediante el límite (sin duda necesario) pero descuidamos que el niño sienta que le sentimos (ponernos en su piel) Muchos padres me dicen que esto es una bonita teoría difícil de poner en práctica y yo les suelo responder que es un camino que no nos ofrece, probablemente, una eficacia a corto plazo pero sí una reparación, a largo plazo, de las relaciones de apego que están dañadas lo cual es de suma importancia para el futuro de los niños/as. Y que es posible hacerlo si uno se deja enseñar y orientar y está dispuesto a revisar sus propios referenciales educativos. Pero primero hemos de partir de la necesidad de aprender como adultos a controlar nuestras propias emociones. Es difícil poder educar si no somos modelos de contención emocional para los hijos.

Un niño con trauma relacional temprano tiene unas heridas abiertas en lo que a sus modelos internos de apego se refiere, a cómo se representa al otro en su mente y qué expectativas de conducta tiene respecto a ese otro. Este tipo de niños tiende a vivir experiencias disociativas (quedarse como congelado o presentar respuestas de gran agresividad ante estímulos que recuerdan el trauma del maltrato), tiene dificultades regulatorias a nivel comportamental, déficits en la mentalización (en reconocer que el otro tiene una mente propia) y utilizan estrategias relacionales muy controladoras. Todo esto requiere de una psicoterapia, sí, pero de unos adultos a su lado que entiendan lo que le ocurre y trabajen con ese niño para que pueda ir cerrando esas heridas. En eso consiste la resiliencia: en contar con un tutor (persona) que acompañe al niño en un proceso largo y difícil donde pueda aprender a crecer y rehacerse desde la adversidad. Resiliencia, en una de sus acepciones, es volver hacia atrás. Como cuando arrugamos una botella de plástico y luego la enderezamos. Ha vuelto hacia atrás, pero quedan arrugas. O como las heridas de las piernas de este ciclista que se prestó a que le hiciera esta fotografía. Fijaos: cicatrices cerradas. Heridas que han vuelto hacia atrás, se han restañado. Puede seguir funcionando. Pero la piel no queda igual. La mente humana tiene heridas emocionales que pueden volver hacia atrás, que pueden rehacerse. Pero queda marca, es imposible hacer como si nada hubiera pasado. Es imposible cambiar el cerebro, es el mismo para toda la vida. Pero como pasa en la pierna de este ciclista (un deporte de resilientes, sin duda) que se ha rehecho, nuestros niños pueden conseguirlo si les apoyamos incondicionalmente. Y no es teoría. La práctica clínica y el trabajo con niños y adultos demuestran que es posible. Pero sé que necesitáis apoyo y pautas y este año vamos a centrarnos en esto ampliamente.

También -en esta presentación que es el post de hoy- os anuncio que hablaré de dos libros imprescindibles: uno de la psicóloga y psicoterapeuta Loretta Cornejo que ha sido publicado la semana pasada. Se titula: "El espacio común: Nuevas aportaciones a la terapia gestáltica aplicada a los niños y adolesentes" Editorial Desclée de Brouwer. Colección AMAE. En palabras de la propia Loretta: "Se trata de un libro donde se plantea que todos debemos trabajar para hacer un espacio común en y con el mundo y, para empezar, en la situación terapéutica donde el profesional trabaja en colaboración estrecha con el niño, el joven, los padres, la familia, los abuelos... Es un libro escrito por Loretta Cornejo Parolini pero hecho en conjunto con la colaboración de muchas personas, para justamente crear desde el propio libro ese ESPACIO COMÚN.  Los jóvenes y niños con sus dibujos, los padres y los abuelos con sus palabras y comentarios, los profesionales del equipo con técnicas creadas por ellos, los alumnos en formación con sus trabajos a modo de ejercicios... Todos han conformado y creado esta obra contribuyendo a construir este espacio común" Un planteamiento innovador y necesario porque todavía hoy muchos profesionales "cierran" el espacio de la psicoterapia a la red social de los niños y adolescentes. Loretta lo abre sabedora de que las experiencias interpersonales conforman el ser y crean un espacio común que es, entre otras muchas cosas, conexión emocional.

Viniendo de Loretta Cornejo, prestigiosa profesional con valores humanos poco corrientes en nuestra sociedad, con amplia experiencia en psicoterapia, conocedora del corazón humano como pocos, con una lupa prodigiosa para leer y comprender los sentimientos, el libro va a resultar una herramienta de trabajo útil e imprescindible. Lo voy a comprar y a comenzar prontamente su lectura. Os hablaré de él con detalle. Enhorabuena, Loretta, por esta nueva aportación que nos haces que nos enriquecerá como personas y psicoterapeutas.

Otro libro del que hablaré y que me ha parecido magnífico es “El cerebro del niño”, del gran Siegel. Este autor nos explica de una manera sencilla pero rigurosa cómo funciona el cerebro en desarrollo de los niños y nos ayuda a aprender a estimular su maduración partiendo de situaciones de la vida cotidiana. Nos ofrece una serie de estrategias para utilizar con los niños en esos momentos de la vida en los que el niño se niega a hacer algo, se enrabieta, se opone o le entra un miedo inexplicable a afrontar una actividad que antes hacía sin problema. Pautas basadas en el conocimiento del cerebro del niño, en cómo funciona. Nos dedicaremos a ello también.

Y, como ya os dije cuando me despedí en julio, hay otros temas que han aparecido en este blog que han interesado mucho como lo son el del bullying y las consecuencias de la violencia familiar en los niños, que volveremos a abordar.

Así pues, un menú variado y rico, pero más estimulante si lo comparto con vosotros/as y lo enriquecéis como siempre con vuestras opiniones, comentarios, sugerencias, críticas…

Aquí os espero, bienvenidos/as a todos/as, espero que os embarquéis conmigo un año más en este apasionante caminar que es la creación y mantenimiento de un blog.

Ongi etorri guztioi. Hemen nago berriro zuekin. Oso pozik nago eta ikasurte honetan gai ezberdiñari buruz hitz egingo ditugu blog honetan. Zure eritziak espero ditut.

21 comentarios:

Anónimo dijo...

Kaixo Jose Luis,

Uda honetako aurkikuntza izan da zure bloga. Benetan interesargarria! Desiorik onenak kurtso hasera honetarako! Zorte on!

Lore

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Eskerrik asko, Lore. Zure hitzak asko eskertzen dizkizut, desiorik onenak zuretzat ere bai! Agur bero bat, José Luis

Anónimo dijo...

Lástima que entre mis prioridades no figure la de aprender vasco. No sigo blogs bilingües salvo los español-inglés.

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

La mayoría de lo que se escribe en este blog esta en castellano, sencillamente porque no domino euskera, aunque me gustaría dominarlo porque es el idioma de mi tierra y trato se usarlo con sano orgullo y respeto a todo el mundo, sabiendo que el idioma es fundamentalmente, un vehículo para comunicarnos y entendernos. Por eso me gusta me dirigirme en euskera a muchas personas de mi comunidad que me siguen y lo hablan y lo hago en un idioma que compartimos. Aqui todos los idiomas son bienvenidos, y si una comunidad de hablantes en ingles me siguiera, me dirigiría a ellos en ingles. Opino que en este blog tienes la mayoría de contenidos en castellano y aun siendo bilingüe, no creo que sea impedimento para que tu, si quieres, lo puedas seguir. Un saludo cordial.

Isabel dijo...

Hola José Luis, espero que hayas tenido buen verano y ver tu plan para el blog me ha encantado. Aquí estaré cada semana leyéndo tus entradas, preguntando, aprendiendo... ¡Bienvenido¡

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Gracias Itsaso, encantado de que me sigas y aquí nos vemos, aprendiendo todos/as, un abrazo!

Anónimo dijo...

Te agradezco esta entrada, muy oportuna después de unos días en los que los gritos parecían salirme más fácilmente que los abrazos. Me la voy a colgar en la nevera!! Ayuda a no olvidarse de lo importante.

Aprovecho para recomendarte la entrevista de la contraportada de la Vanguardia de hoy. No está colgada en Internet, así que no sé si te será fácil... es a una mujer llamada Montserrat Juventany, educadora social y directora de varios centros de acogida que me parece tener una forma muy humana de entender cómo hay que tratar a los chicos.

http://madredemarte.wordpress.com/

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Gracias, todos debemos de tenerlo en cuenta, no nos vendría mal colgarlo en la nevera. Me interesa mucho esa entrevista, voy a ver si aparece en la edición de internet. Un abrazo, José Luis

Anónimo dijo...

hermosa entrevista!

http://www.lavanguardia.com/lacontra/20120911/54348850479/la-contra-montserrat-juvanteny.html

lis

Anónimo dijo...

Me alegro de que vengas con energía, porque estamos deseando poder seguir difrutando de tu blog. Un saludo.

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Gracias por poner el enlace a la entrevista. Y, si, estoy con energia y ganas de continuar con el blog, me alegra que lo esperéis con tantas ganas e ilusión. Saludos.

Anónimo dijo...

Hola José Luis
Te sigo desde hace unos meses.
Y he recomendado este blog a otras personas, me parece muy interesante, aunque no siempre entiendo todos tus artículos.

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Gracias por difundir el blog, y voy a tratar de que los artículos se entiendan mejor, ya siento que no comprendas algunos de ellos. Saludos cordiales.

María dijo...

¡Qué bien que estés de vuelta! Ya tenía ganas de leer tus nuevas entradas y después de esta introducción, todavía más. Un saludo, María.

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Gracias, María, y saludos para ti igualmente! José Luis

Anónimo dijo...

Buenos días!

He encontrado tu blog por casualidad, pero me apasiona todo lo que escribes y ya está en la cabecera de cama para seguirlo. Trabajo con jóvenes, sobre su emancipación socio-laboral, y todo lo que sea aprender continuamente, será bienvenido.

Gracias!

Un saludo desde Galicia.


Pilar.

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Hola Pilar: Bienvenida, un gusto contar contigo, es una satisfacción para mi saber que este blog te interesa. Saludos cordiales,

José Luis Gonzalo

Anónimo dijo...

Hola José

Acabo de dar con este blog y aunque debo profundizar más, creo que nos va a ayudar mucho. En pocos sitios se habla de la "mochila emocional" que traen los niños adoptados.

Agradecerte que compartas tu tiempo y conocimientos con nosotros.

Un saludo,
Helen

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Bienvenida Helen, y aqui tienes todo a tu disposición, me alegra que te sea útil. Saludos cordiales

Cuaderno de Retazos dijo...

Hola José Luis, estoy encantada con estas entradas que has hecho. Me he puesto manos a la obra, he cogido papel y boli y estoy contestanto cada una de las preguntas. Estoy descubriendo muchas cosas en mi. He llegado a un punto que creo que para ayudar a mi hija necesito limpiarme yo. LOs primeros años con mi hija me han dejado su moratones y alguna rozadura que tengo que curar. No sabía como y empiezo con tus preguntas. ¡Cómo nos cuesta aceptar que a veces no todos nuestros sentimientos como padres son buenos, qué a veces sentimos rabia (como he leido en un comentario de un anónimo.
Gracias por darnos herramientas para trabajarNOS.
Itsaso

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Hola Itsaso: Como éste es un tema que yo recurrentemente he observado en los padres que vienen a la consulta, me propuse editar unas cuantas entradas con el fin de ayudaros. Encontré el material de las autoras del libro, muy bueno y sistemático, y me he apoyado en él. Me alegra mucho saber que te es de utilidad, y más saber que lo estás trabajando. Est oque haces dará sus frutos porque te permitirá tener un mayor conocimiento de tus estados internos y regularlos más en la relación con tu hija. No es fácil, no, pero es mejor la toma de conciencia que el evitar. Animo y adelante!