jueves, 28 de octubre de 2010

Hiperactividad y trastorno del apego

Uno de los temas que salieron en las jornadas de Asturadop y sobre el que debatimos fue el diagnóstico de Trastorno por déficit de atención con hiperactividad-impulsividad (TDAH) que a menudo reciben muchos de los niños y niñas adoptados/as que acuden a los servicios, privados o públicos, de salud mental (consultas de psicología clínica y psiquiatría) Tanto si presenta déficit de atención con hiperactividad o sin hiperactividad como el subtipo combinado, la realidad es que, en efecto, en la práctica clínica se observa que un alto porcentaje de estos niños/as presentan este cuadro clínico o bastantes de los síntomas que lo definen.

Recientemente, hemos asistido a la noticia de la aparición de un estudio, riguroso, que afirma que el origen de este trastorno es genético. Tal y como puedo leer en un periódico se dice literalmente, así: El TDAH no tiene cura, pero los síntomas pueden ser tratados con fármacos y terapias para mejorar la conducta de los pequeños. Los científicos de la Universidad galesa efectuaron un análisis genético de 366 niños con el trastorno y 1.047 sin este trastorno. Y hallaron que los menores hiperactivos tenían duplicados segmentos de ADN frente a los que no tenían hiperactividad, subraya el estudio. «Esperamos que estas conclusiones ayuden a superar el estigma asociado al TDAH», afirmó Anita Thapar, principal investigadora de este estudio, quien agregó que «ahora podemos decir que el TDAH es una enfermedad genética y que el cerebro de los niños con este trastorno se desarrolla de manera distinta del de los otros pequeños». Otra investigadora, Kate Langley, señaló que el mencionado trastorno «no es provocado por un único cambio genético, sino por una serie de cambios genéticos, que interactúan con factores medioambientales no identificados».
Efectivamente, genes que interactúan con factores medioambientales no identificados. Uno de los factores ambientales que debería tenerse en cuenta e identificarse en las investigaciones es el apego.
Si, como ya hemos explicado muchas veces, el cuidador/a primario/a actúa de una manera negligente, abandónica o maltratante física y/o emocionalmente hacia el bebé en los primeros años de vida en los que la mente en desarrollo es vulnerable y el cerebro depende para desarrollarse sanamente, de un adulto sensible, empático y disponible coherentemente, el niño/a puede desarrollar un trastorno del apego. Uno de los síntomas que caracterizan al apego desorganizado es precisamente la hiperactividad y la impulsividad. Y uno de los cuadros clínicos más asociados con el apego desorganizado es el TDAH.

El origen genético es del 80% en el TDAH, nos dice el estudio. ¿Y en el caso de los niños y niñas con trastorno de apego? ¿Todos tendrían ese riesgo genético? ¿O pesarían más los factores ambientales? ¿O son ambos factores los necesarios para que el cuadro se dé? ¿Qué sería antes, la hiperactividad o el trastorno del apego? ¿Qué es causa y qué es consecuencia? ¿Coexisten ambos? Son preguntas que por ahora, no tienen respuesta. Lo que sí se observa si se revisa la literatura científica, es que ambas alteraciones comparten dificultades con la regulación y la inhibición de respuestas, pues el TDAH no se considera actualmente sólo como un trastorno en el que el niño/a es muy movido y no atiende, así, sin más, sino como un déficit en la autorregulación. Y es también llamativo que en ambos trastornos puedan existir, en algunos casos, alteraciones funcionales en los lóbulos frontales. Estos curiosamente, se programan adecuadamente en una relación de apego.

De todos modos, desde mi experiencia clínica -y esto es ya una opinión personal- observo que la hiperactividad en niños/as que han sufrido malos tratos y/o abandono, como pueden ser los niños/as adoptados/as, no es igual que la de los niños/as que han vivido una relación de apego segura con un cuidador temprano adecuado. Es una hiperactividad más asociada a los problemas de relación interpersonal, a no saber cómo, cuánto y de qué modo relacionarse. Y es una hiperactividad a la que le acompaña un sentimiento de dolor profundo cuando se entra en contacto con las personas o con situaciones en las que el niño/a no sabe manejarse, pues si éste/a ha sido dañado por malos tratos no se fiará de los demás, lógicamente, y uno de los modos de defenderse y demostrarlo es hiperactivándose. El trastorno del apego se definiría más por rasgos o formas de ser alteradas -que no son patología- sino que constituyen factores de vulnerabilidad. Por otro lado, la hiperactividad y los problemas de atención no son las únicas características que definen a un trastorno del apego. Este presenta otras manifestaciones diferenciales con respecto al TDAH -que podéis consultar en los post que he escrito sobre el apego-.


Quiero terminar presentándoos este estudio que he leído en psiquiatria.com en el que identifican, en ratones, una relación entre la ausencia materna y los síntomas de hiperactividad. Esta ausencia es tremendamente angustiante, y en este estudio se descubre que este factor es crucial. Es muy bueno que las investigaciones lo avalen porque -sin negar en ningún momento la importancia de los mecanismos genéticos, eso sería de necios- no todo tiene por qué ser siempre genético. En algunos casos tendrá más peso lo genético, en otros lo ambiental y en la mayoría, ambos en interacción. Os dejo con el estudio, tremendamente revelador y a tener muy en cuenta para comprender las hiperactividades de nuestros niños y niñas, como yo les llamo cariñosamente, y para actuar calmándoles y conteniéndoles adecuadamente.


Un estudio prueba que la ausencia de madres puede causar ansiedad e hiperactividad en los hijos.


La ausencia de las madres puede causar en los hijos hiperactividad y ansiedad, según un estudio realizado en ratones por investigadores de la Escuela de Medicina de Yale que se publica en la revista 'BioMed Central Neuroscience'. En ratones, el destete y la separación precoz de sus madres promueven la hiperactividad y la ansiedad a largo plazo. Los investigadores describen el desarrollo de este modelo de conducta, que esperan utilizar para investigar los efectos a largo plazo de la negligencia en la infancia de las personas.


Los científicos, dirigidos por Arthur Simen, evaluaron su modelo de 'separación materna con destete precoz' (MSEW, según sus siglas en inglés) en un grupo de 80 ratones macho. "La adversidad en la infancia, en la forma de abuso y negligencia, es prevalente en todo el mundo y supone un significativo problema de salud pública. Por desgracia, los mecanismos moleculares que subyacen a las consecuencias de la negligencia en los inicios de la vida siguen sin conocerse", explica Simen.


Los ratones sometidos a este modelo de experimentación pasaron por una separación materna de cuatro horas al día en los días 2 a 5 tras su nacimiento y ocho horas diarias en los días 6 a 16. Las crías fueron destetadas pronto, en el día 17. Así, se comprobó que los ratones expuestos a este tratamiento eran hiperactivos y ansiosos en comparación con los animales control en las pruebas de campo abierto, natación forzada y laberintos. Sin embargo, su peso corporal y los niveles de metabolitos no cambiaron, lo que revela que la deficiencia nutricional no era la causa de la conducta observada.

30 comentarios:

Elizabeth dijo...

cuanta razon tiene..... puede ayudarme con tecnicas que permitan reparar este trastorno de apego en niños con hiperactivas o a su vez recomendarme alguna pagina donde pueda encontrar me ayudaria enormente a ayudar a algunos padres con este gran problema

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Hola Elizabeth: En este mismo blog existen entradas (en las etiquetas "apego" e "hijos adoptivos") que tratan de orientar a padres con niños con trastorno del apego. No obstante, si es necesario por los problemas que el niño padece, el tratamiento psicológico es insustituible. Hay que buscar un profesional que trate los problemas con el vínculo no sólo el trastorno hiperactivo, informándose bien en su localidad o alrededores.

Un cordial saludo, y gracias por su participación.

José Luis

Anónimo dijo...

A mí el tema de la hiperactividad me preocupa bastante pues no llevo bien ver a niños medicados o "etiquetados" desde bien pequeños con la palabra TDHA.
Cuando tienes un niño-a en el aula que presenta un comportamiento asociado a este "síndrome" lo pasas fatal pero , en la mayoría de casos, peor lo pasa el o ella.
Estoy de acuerdo en que la falta de presencia de la madre es un factor común en la gran mayoría de los casos que he conocido (presencia física o emocional).
No estoy de acuerdo en que el componente genético sea tan determinante: si se cambia a ese niño-a del entorno habitual y se le coloca en otro donde recibe la atención y el afecto adecuado experimenta cambios asombrosos.
Y, por supuesto, no apoyo la medicación en estos casos.

Un saludo,
Yolanda Ávila.

Anónimo dijo...

Permitidme dejar enlace a un documental sobre el tema:

http://hablemosdelainfancia.blogspot.com/2010/03/la-triste-realidad-de-los-ninos.html

Quizás os resulte interesante.

Saludos,
Yolanda Á.

Anónimo dijo...

También pienso que muchos de estos niños manifiestan este comportamiento debido al ambiente en el que se desarrollan y educan:
familias que gestionan tiempos y espacios de forma inadecuada para los niños, formas de relacionarse y comunicarse con ellos inapropiadas , modelos educativos donde el niño no puede canalizar correctamente su energía....

Se ha demostrado, por ejemplo, que los niños que sufren trastornos de la concentración e hiperactividad –cuya incidencia está aumentando– mejoran después de las salidas a la Naturaleza y de moverse-jugar al aire libre.
O practicando algún deporte o actividad lúdica dinámica.

El ambiente, es determinante.

No paro de comprobar como niños tranquilos son "arrastrados" y/o "alterados" por el ambiente que crean o bien niños más impulsivos y activos o bien circunstancias concretas. Cuando desaparece dicho ambiente, los niños se comportan según su natural carácter.


Un saludo,
Yolanda A.

Unknown dijo...

Buenas tardes,

Le escribo para pedirle que me proporcine el link o la palabra para buscar en psiquiatria.com el articculo de la investigación que comenta en su blog:

Un estudio prueba que la ausencia de madres puede causar ansiedad e hiperactividad en los hijos.

Muchas gracias

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Estimada Yolanda: La verdad es que estoy de acuerdo en que el ambiente influye poderosamente en los niños y que este factor por sí mismo, puede generar un trastorno hiperactivo. Los casos que ejemplifican esto son los niños víctimas de abandono y/o malos tratos: muchos tienden a la hiperactividad, por lo que esta ausencia puede ser determinante en la aparición del cuadro. ¿Los factores genéticos? Yo abogo por la interacción de factores genéticos y ambientales. Pero la modificaciñon o adecuación de los contextos de acuerdo a las necesidades del niño/a me parece fundamental en estos casos y en todos los demás. Hay veces que no existe tal hiperactividad, es una reacción del niño a un ambiente estresante o existe una disciplina inadecuada. El TDAH es un trastorno que debe ser diagnosticado por clínicos expertos (psicólogos clínicos y/o psiquiatras)y el tratamiento debe ser multidisciplinar. Los fármacos a veces son necesarios porque hay mucho más que ganar que perder, sobre todo cuando los tratamientos psicológicos y educativos no consiguen ayudar a que el niño se adapte y funcione. Yo no soy radical con el tema de los fármacos, hay que evaluar cada caso. En algunos se obtienen mejoríasmuy significativas. Gracias por tus aportaciones y por el documental que sobre el tema nos dejas. Un cordial saludo, José Luis

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

El artículo en psiquiatria.com lo tenéis en este enlace: http://www.psiquiatria.com/noticias/trastornos_infantiles/ansiedad_tr_de/49179/

Un cordial saludo,

José Luis

Anónimo dijo...

=woow!!! es algo muy interesante pero creo que en siertas ocaciones el comportamietno de los ninos ya son asi que son naturalmente feliz y muy inperactivos!!!\

att karina l. lovio mtz. 304

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo contigo en lo de
"Hay veces que no existe tal hiperactividad, es una reacción del niño a un ambiente estresante o existe una disciplina inadecuada..."

El ambiente es un concepto que abarca muchos más aspectos de los que la gente comunmente piensa y pienso que es determinante. Para mí, un ambiente estresante para un niño es aquel que no está respetando sus necesidades de descanso, nutrición, higiene y afecto.

Un saludo.

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Estoy completamente de acuerdo con lo que afirmas, el ambiente es determinante. Y en los casos de trastorno del apego es por donde hay que empezar. Tal es así que Rygaard propone en su libro "El niño abandonado" trabajar en base a una terapia ambiental. Saludos cordiales. Jose Luis.

Anónimo dijo...

Buenas noches, me quedo sorprendida ante lo que he leido, pues veran ustedes yo tengo un niño de 10 años diagnosticado desde los 6 con tdah, y quiero decir que mi hijo ni a sido maltratado, tiene la mejor educacion que le puedo dar, tiene un buen ambiente y me considero una buena madre porque les doy a mis hijos todo el cariño del mundo, no se puede decir que un niño TDAH es porque no tenga todas estas cosas y cuando se medica a un niño es porque realmente lo necesita o acaso a un diabetico lo dejan sin insulina?.

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Hola, encantado de que se pase por aquí y que introduzca nuevos elementos de debate. En efecto, creo que en el artículo hacemos constar que los factores genéticos también explican el trastorno y según los estudios de una manera importante. Yo también he conocido casos como el de su hijo. Lo que sugiero es que hay casos en los que ambiente sí es un factor potente a la hora de la aparición del trastorno: por ejemplo, existe una asociación entre bastantes niños con historias de maltrato y este diagnóstico y que, en estos casos, los factores ambientales podrían jugar un gran papel en la aparición del TDAH ¿por sí solos o en interacción con los factores genéticos? Respecto a la medicación, creo que en un comentario refiero que no estoy en contra para nada y que en muchos casos es necesaria en combinación con un tratamiento psicológico y medidas psicopedagógicas. El ambiente sí resulta crucial para ayudar a los niños porque pueden tener la condición del trastorno pero una intervención sobre el mismo y sobre el niño puede derivar en un mejor pronóstico. Creo que no se puede generalizar porque se pueden cometer errores y su caso es un ejemplo. Gracias por su aportación y hasta pronto. Saludos cordiales, José Luis Gonzalo

Anónimo dijo...

Hola anónimo (no ha firmado el comentario),

tal y como dice Jose Luis no hay que generalizar y usted tiene todo el derecho a elegir lo que piensa es mejor para su hijo. Hay padres que eligen medicar y padres que no.

Me gustaría preguntarle algo si no tiene inconveniente en compartir con nosotros su experiencia:
¿qué otros tratamientos ha probado con su hijo antes o aparte de la medicación?

Gracias.

Saludos cordiales.

Anónimo dijo...

Por si sirve a alguién dejo esta información relacionada con el tema:

http://alternativasterapias.blogspot.com/search/label/D%C3%A9ficit%20Atenci%C3%B3n



El déficit de atención sin fármacos

Impartido por: Gladys Veracoechea Troconis, Psicóloga infantil, autora del libro "El déficit de atención sin fármacos", (Psimática, 2008)

Este taller se imparte en los colegios u otras instituciones (asociaciones de TDA, centros de salud de niños, asociaciones de padres, etc.) y está dirigido a padres, docentes, profesionales de la salud y público en general.

Colegios u otras instituciones interesadas:

contactar con Gladys Veracoechea por los correos gladysveracoechea@yahoo.es o info@psimatica.com
o por el teléfono 654862607

Saludos,
Yolanda A.

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Estimada Yolanda: Como siempre, vienes con muy buenas sugerencias. Esta en concreto creo que puede ayudar a muchos padres que no opten, en su derecho, por el tratamiento farmacológico para el TDAH.

Saludos cordiales,

José Luis

Anónimo dijo...

Bueno, Jose Luis, es que para poder elegir con criterio hay que estar informados de cuantas más opciones posibles mejor. Y en temas tan serios como este pienso que los padres han de conocer todas las opciones posibles y tener la oportunidad de probar y encontrar el tratamiento adecuado para sus hijos.

Saludos.
Yolanda.

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Completamente de acuerdo, Yolanda. Saludos, Jose Luis

Anónimo dijo...

Hola Jose Luis,

¿qué tal el verano? Espero que lo estés disfrutando.

Paso a saludarte y ver cómo estás.

He rescatado esta entrada de mi blog. Me parece muy interesante y he pensado enlazarla en esta entrada tuya por si le sirve a alguien.

http://hablemosdelainfancia.blogspot.com/2011/01/no-se-puede-consentir-que-se-medicalice.html

Un cordial saludo,
Yolanda Ávila.

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Hola Yolanda: Estoy muy bien, gracias. Espero que tú también disfrutes de vacaciones y que estés bien. Me parece fenomenal el enlace que nos propones. Un saludo, José Luis

Anónimo dijo...

Interesante este diálogo. Hay que advertir que también hay padres/educadores contrarios a medicar pero que, sin embargo, no consideran este trastorno solo ambiental. Si un niño no se concentra, no quiere estudiar si no está con alguien adulto en el mejor de los casos, si termina los deberes corriendo, si se pone nervioso y echa uno tras otro de diversas formas (riéndose o enfadándose) a profesores particulares, ¿es el entorno el que le estresa? ¿es falta de atención o dispersión? ¿es déficit gognitivos? Gracias

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Hola: Muy interesante tu pregunta y de difícil respuesta. Lo más adecuado es estudiar cada caso y tener en cuenta, en mi opinión, que un niño es el resultado de su cerebro, su mente y las experiencias que vive y ha vivido, todo ello da como producto la persona, sus rasgos y sus conductas. Saludos cordiales

EVA MARIA FERREIRO CARRACEDO dijo...

Me ha encantado José Luis tu exposición. Soy adoptada y también madre de 3 hij@s (el tercero adoptado en Etiopía). A menudo por mi trabajo veo niños diagnosticados con TDHA con una facilidad impresionante; y se me ponen los pelos de punto, que algun@ de ell@s por esta misma razón no esté recibiendo la atención que se merece. ¿Qué pasaría si a los padres y madres se nos pasara un test de la atención que prestamos a nuestr@s hij@s? Seguro que habría muchos diagnosticados por TDHA! Es necesario formarse al máximo para poder acompañar mejor a est@s niñ@s. Me ha encantado tu artículo! Gracias

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Gracias por tus palabras Eva, y estoy completamente de acuerdo con tu pregunta acerca de qué pasaría si a los padres se nos pasara un test de la atención que prestamos a nuestros hijos. Un cordial saludo, José Luis

Anónimo dijo...

En este blog hay un artículo muy interesante sobre este estudio de la Universidad de Cardiff sobre la genética y el tdah, de donde rescato algunas conclusiones una vez analizado dicho estudio:

"El estudio incluye 410 niños con diagnóstico de TDAH y 1.156 controles. De los casos de TDAH, el 15,6% presentaba alguna de las alteraciones cromosómicas inespecíficas que buscaba el estudio. De los controles sanos, el 7,5% también presentaba dichas alteraciones. Es decir, el 84,4% de los casos de TDAH no presentaban alteración genética.Es decir, el 84,4% de los casos de TDAH no presentaban alteración genética.

Si además, quitamos del grupo de niños con TDAH los que también presentaban retraso mental (medido por C.I. menor de 70), entonces el porcentaje de TDAH con la alteración cromosómica quedaba en el 11%. Es decir, de los niños con TDAH sin retraso mental, el 89% no presentaban la alteración cromosómica dichosa."

Creo que dejarnos llevar por los titulares pueden llevarnos a publicitar y difundir ideas y conclusiones erróneas sobre el tdah que después se quedan en la boca y la mente de la gente, dándolo por bueno y ya no cuestionándose eso de que "el tdah tiene una base genética demostrada", algo que a día de hoy creo que no se ha conseguido todavía...

Y lo más preocupante (y sospechoso -llámame paranoico si quieres, pero el tufo tufa..) es que puedan llega a concluir lo que concluyen...

"Y cómo es posible que, con estos datos, se concluya que se ha demostrado que el TDAH es una enfermedad con causa genética confirmada."


http://postpsiquiatria.blogspot.com/2010/10/hallazgos-en-tdah-genetica-alterada-o.html

Creo que ya lo había linkado pero me parece interesante hacerlo aquí, donde está el "famoso estudio que por fin demuestra que el TDAH es genético".... y que no deja de ser.... agua!

Se que es una tarea inútil aunque no tenga las herramientas y medios para demostrarlo; creo que vendría siendo como si buscaran el gen de la grosería, el de la cabezonería/terquedad o el gen de la simpatía... Una entelequia, sin duda!

Un saludo y enhorabuena por el libro, seguro que tendrá grandes aportes a los profesionales que trabajamos con estos chicos (esperando leerlo pronto)

Eduardo

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Gracias por la felicitación por la publicación del libro. Muy interesante el estudio que nos muestras. Por mi parte, y sin ser experto en el tema ni mucho menos, me decanto por posiciones moderadas y sobre todo por la epigenetica. No importan tanto los genes sino la influencia ambiental que modularía la misma. Gracias y un cordial saludo,

Mara dijo...

hola Jose Luis suelo leer el blog y pues tengo un hijo adoptado. Me voy a tomar el atrevimiento de consultarte pues estimo en mucho tu opinión. Mi hijo tiene 8 años, fué adoptado hace año y medio y desde un principio dio muestras de hiperactividad. Es un niño muy despierto y observador que en seguida aprendió castellano.En casa y en ambientes que le transmiten seguridad se muestra simpático, creativo aunque tiene un genio muy vivo. Sin embargo en el colegio o con sus iguales es conflictivo pues no sabe interactuar correctamente: es muy demandante de atención, y se sirve de las payasadas, los gritos, en clase interrumpe constantemente, no se está sentado, no trabaja y molesta.E
Vamos a terapia familiar especializada en adopción y éstos diagnosticaron "trastorno del vinculo en la infancia deshinbido" por lo que me remitieron a Salud Mental para que le diera algun fármaco que le ayudara con su hiperkinesia mientras recibía terapia en estos momentos de adaptación a su nueva realidad.
Resumiendo, el psiquiatra en una sesión no tuvo duda que se encontraba con un tdah de manual y le recetó "concerta". Aporté informe con el diagnostico psicológico antes mencionado pero no del colegio pues éstos opinaron que no trabajaba por que no quería y que su falta de disciplina en parte era causada por mi sobreprotección y sus ganas de llamar la atención.
Mi pregunta desesperada es ¿que debo hacer? y la respuesta será que mía es la decisión, lo entiendo. Me está creando mucha ansiedad el poder equivocarme pues la medicación es sumamente agresiva, entiendo yo desde mi ignorancia, en caso de no ser tdha.
Gracias por el blogg:
Mara

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Hola Mara, gracias por contarnos tu experiencia. Te diré lo que siempre suelo deciros a todos: que el blog no es para consultar casos personales porque para poder orientar y tratar hay que conocer de primera mano el caso (al niño y a la familia) De otro modo seria muy probablemente hacer, a mi juicio, una mala práctica. Sólo te diré que tu hijo lleva muy poco tiempo con vosotros, sus conductas y síntomas pueden tener más que ver con trastorno del vínculo (que se pone de manifiesto en el proceso recién comenzado, de precisamente vincularse a vosotros) que con la hiperactividad. Pero también es posible que pueda presentar el síndrome hiperactivo. Ambos problemas se pueden confundir porque algunos de los síntomas que los valoran se manifiestan a nivel de la conducta de manera similar. Los profesionales os han orientado a salud mental porque un fármaco puede ayudar a vuestro hijo a reducir impulsividad e hiperactividad y favorecer con ello un ajuste personal y escolar. Además es posible que le ayude a centrarse más en la terapia. Si la medicación no le genera efectos adversos y se obtiene de la misma un beneficio, puede ser positiva para el menor. En caso de efectos indeseados se puede cambiar por otra. La medicación puede quitarse más adelante cuando ya no sea necesaria. Ahora bien, la terapia es imprescindible. Los profesionales os asesorarán. Saludos cordiales.

Luisa dijo...

Hola José Luis. Hace una eternidad que no escribo ni estoy al día en nada.

Desde que llegó mi segundo hijo mi vida se ha transformado en lucha constante y sin tregua.

Mi hijo tiene en la actualidad 3 años y medio y muestra todos los síntomas de hiperactividad pero la pediatra me dice que hay que esperar, que es muy pequeño todavía.

Mi inquietud es porque el día a día es muy difícil y muchos días me supera y no sé cómo actuar. Me siento perdida ante los comportamientos repetitivos de mi niño y muchas veces me descompongo y no se por donde tirar.

No para en todo el día. En el colegio no se sienta, no se centra en casi nada, se pasa de una actividad a otra en cuestión de segundos, no presta atención a lo que le dices...

Se que solo un médico puede valorarlo en persona pero hasta ese momento no se que hacer ni que actitud tomar...

Los castigos no funcionan, si le dices las cosas con suavidad se ríe, no se toma nada en serio, es muy desobediente, no hace caso a nada ni a nadie y hasta que no te enfadas y elevas la voz no presta atención a lo que le estás diciendo...

¿Qué puedo hacer? Cómo debo comportarme? Porque muchas veces la casa se convierte en un campo de batalla...

Muchas gracias, José Luis.

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Buenas noches Alexia: encantado de verte por aquí, hace mucho que no escribías. Entiendo que la maternidad cambia una vida. Creo que el blog no es espacio para los casos personales, debemos de respetar vuestra intimidad. Enviame tu mail privado y tratare de darte mi punto de vista. Un abrazo