martes, 8 de marzo de 2011

Indómito y entrañable. El hijo que vino de fuera. "Hermoso y emotivo relato de una adopción y un canto al realismo de la esperanza"

Este es el título del libro de José Ángel Giménez Alvira –al cual ya me he referido, de pasada, en otros posts- que quiero comentar y compartir con todos/as vosotros/as.

Mi amiga y colega Maryorie Dantagnan me recomendó su lectura y yo –teniendo en cuenta que el criterio de Maryorie es siempre acertado por las excelentes picadas que me ofrece-, no lo dudé ni un momento. A decir verdad, otros padres y madres y compañeros/as colegas con los que departo habitualmente bien presencialmente o a través de Facebook, también me habían animado a que lo leyera.

Está publicado por la editorial Gedisa. La presentación está a cargo de Jorge Barudy y el prólogo corre por cuenta de Andrés Ortiz-Osés. Este libro cuenta el relato de la experiencia como padres de José Angel y Carmen desde el momento que adoptan a un niño de 10 años llamado Toni –víctima de malos tratos por parte de su familia de origen y abandonado a su suerte, de persona en persona, y olvidado por las instituciones, quienes no supieron darle lo que necesitaba a una edad más temprana- y éste entra en sus vidas produciendo en las mismas, en palabras del autor, "un giro de ciento ochenta grados"

Esta publicación nos muestra el relato real y muchas veces descarnado de las consecuencias nefastas que los malos tratos generan en los niños. El libro transita por todas las dificultades, retos, desafíos, sentimientos, tácticas utilizadas por los padres, situaciones conflictivas, problemas sin fin (porque Toni tardó en madurar, aunque lo consiguió gracias al tesón e incondicionalidad de sus padres, y las situaciones, conflictos y sufrimiento por los que esta pareja de padres atraviesa a lo largo de su historia de crianza son realmente muy duros), alegrías, logros, avances, miedos, etcétera, etcétera. A veces no exento de toques de humor que les ayudaron a buen seguro, a sobrellevar la angustia y desesperación que en muchas líneas del relato se percibe sintieron estos padres. La historia de crianza de esta pareja pone de relieve la enorme dificultad que entraña una parentalidad de este tipo y también la gran incomprensión que viven los padres por parte de la sociedad, pues estos niños no tienen nada fácil integrarse escolar y laboralmente.

El libro viene agrupado por capítulos que recogen los momentos, desafíos y experiencias vividas en la educación de Toni. Lo más significativo queda plasmado: El inicio de la convivencia; la llegada a casa; el primer día (y el primer susto); la relación con el entorno: familia extensa y amigos; la extrema violencia de Toni; la difícil herencia de Toni; la experiencia escolar; la temida adolescencia; la mayoría de edad; la revelación de la condición de adoptado y la búsqueda de orígenes; la entrada en el mundo adulto y ¿quién cuida al cuidador? En todos los capítulos el autor muestra una gran habilidad para la escritura, para conectar con el lector, para hacer sentido el relato y para transmitir su proceso, sus reflexiones y sus soluciones.

Destacaría que lo más significativo y útil de este relato es que está escrito desde el punto de vista de un padre, no de un profesional. Los profesionales que trabajamos con niños víctimas de malos tratos –y en muchas ocasiones, por desgracia, los niños adoptados soportan esta dura carga al llegar a su familia- necesitamos de libros así porque con facilidad nos ubicamos en el sillón de la consulta y creemos que podemos pontificar desde nuestras teorías y prácticas científico-profesionales, lo que los padres han de hacer como si fuera sencillo, como si con un tratamiento de unos meses y unas orientaciones a los padres fuésemos a conseguir milagros. No hay clics mágicos, y el autor nos da una magnífica lección y testimonio que puede ayudar a numerosas familias adoptivas en el sentido de que ser padre –y ser padre adoptivo es, a veces, un desafío mayor- supone mucho más que aplicar unas teorías y unas técnicas de disciplina y unas buenas dosis de amor que lo curarán todo en el niño. El autor lo dice en una frase genial, cuando se refiere a si ser padre de profesión psicólogo y madre de profesión pedagoga como ellos, era lo ideal para afrontar el asunto: "Ser padres es más que aplicar cuatro teorías psicopedagógicas y esperar el milagroso resultado. Ser padres es querer, proteger, mimar, poner límites, educar, acompañar, servir de sparring, aconsejar, ordenar, crear un ámbito cálido de convivencia, sugerir, castigar, orientar, animar, empujar, consolar, servir de modelo, cuestionar, asentir, disentir, comprender, perdonar, resistir, resistir y resistir…, la lista podría ser interminable" (pág. 55)

Y precisamente el mensaje de este libro es ese: comprender siempre -incluso en los peores momentos de la convivencia- que los problemas de comportamiento y emocionales de los niños víctimas de malos tratos son producto de un sufrimiento y de unas habilidades y hábitos aprendidos para la supervivencia en un entorno hostil donde desconfiar y atacar primero era sinónimo de salvar la vida; y a partir de ahí, ser incondicional con el hijo en el sentido no de tolerar sus conductas (porque el autor deja claro en varias ocasiones que hay que tener marcados unos límites que han de cumplirse y respetarse y eso no se negocia) pero sí siempre explicitar este mensaje de la incondicionalidad. Algo así como: “Estamos contigo, te queremos, eres nuestro hijo y jamás cederemos en nuestra tarea como padres, en apoyarte, sacarte adelante y pase lo que pase, siempre volveremos a empezar contigo y jamás te abandonaremos” Toni cuenta (porque escribe en el libro unas líneas muy emotivas) que esta actitud de sus padres de no rendirse y no abandonarle es lo que le sostuvo y le hizo tirar hacia adelante. Pero eso sólo lo pueden conseguir, como dice Jorge Barudy en la presentación, personas buenas como José Angel y su mujer, estas personas son por las que verdaderamente -y por ellas se mantiene- funciona este mundo. El autor nos enseña que la educación de un hijo dañado por su familia de origen y olvidado por las instituciones, como dice Jorge Barudy, es un desafío y un proceso largo en el que con paciencia, tiempo y perseverancia (mucho pero que mucho de todo esto) es posible que un niño haga un proceso resiliente, con sus idas y venidas porque resiliar no es un rasgo sino un proceso que se va vertebrando a lo largo del tiempo.

Felicito doblemente a José Ángel Giménez Alvira y a Carmen, su mujer: primero, por este libro y, segundo, por su parentalidad, porque creo se lo merecen después de toda su lucha. He aprendido con este libro más que con ningún otro manual de psicología o pedagogía.

Y a los padres adoptivos y profesionales interesados en este tema, se lo recomiendo totalmente porque esta experiencia puede ayudarles muchísimo. Con ese deseo está escrito.

18 comentarios:

Elena dijo...

Lo estoy empezando a leer y lo que llevo me está gustando mucho. Gracias Jose Luis por recomendarlo, llevaba tiempo detrás de él.

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Hola Elena: Cuando lo leas, si eres tan amable, nos dejas tu opinión sobre el mismo. Saludos cordiales, José Luis

Anónimo dijo...

Lo leí de un tirón.
Y es curioso, como siendo su historia y su proceso tan tan diferente al nuestro, hay rasgos (no se como expresarlo)en los que me reconozco y reconozco a mi hija.
He aprendido muchas cosas con su historia, me ha permitido asomarme a una ventana y ver con perspectiva, por primea vez, el proceso de una persona adoptada. He entendido un montón de por qués.

Considero su lectura imprescindible.
Cuando lo leí sentí gratitud por esta familia por mostrarnos su experiencia, su vida.

Mil gracias por escribir este libro.
Itsaso

Anónimo dijo...

Hola José Luís, no se si esta es la mejor manera de acceder al bolg pero no se me ocurre otra. Trabajo en la valoración de idoneidad de los padres que quieren adoptar, en Andalucía. Creo que conlleva una gran responsabilidad, y puede que una utopía, el preveer si los padres ofreceremos buenos tratos a los hijos o no en el futuro. La mayoría de las familias a las que hacemos los seguimientos, la mayoría de las veces son familias resilientes, sensibles y preocupadas por sus hijos, pero esto es dificil de entrever en una valoración, unos años antes de que llegue el niño a familias que a lo mejor no han tenido hijos. Yo me guío por la historia de vínculos ya que no hay muchas maneras para hacerlo, sin embargo aún así es un riesgo y a veces asaltan las dudas. Quería comentar desde este espacio mi posición en todo este asunto y destacar la importancia que tiene en mi día a día todo lo que aquí estais comentando. Gracias a todos.
Charo Ramos

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Gracias Charo, la verdad es que tu trabajo es un gran reto, pero la guía que utilizas, la historia de los vínculos de los padres puede ofrecerte muchas pistas. Tu formación, experiencia y otros instrumentos pueden ayudarte en esta delicada pero a la vez trascendental tarea. El ultimo libro de Barudy y Dantagnan, que me imagino conoces, "Manual de evaluación de las competencias parentales", editorial Gedisa, te proporciona la teoría, los criterios y los instrumentos para evaluar las competencias de los padres. Un saludo cordial, Jose Luis

Alejandra dijo...

Recién termino el libro, y estoy por volver a empezar para profundizar algunos pasajes que me estremecieron.
Yo también sentí gran semejanza con algunas vivencias con mi hija a pesar de ser tan diferente nuestro proceso y que ella llegara mucho más pequeña (casi dos añitos).
Gracias por la recomendación José Luis, estoy segura que me ayudará a ponerme en la piel de mi hija y ver las cosas desde su perspectiva.
Saludos desde México.
Alejandra

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Gracias a ti Alejandra, me alegra que la recomendación de este libro te esté ayudando en tu tarea educativa con tu hija. Saludos cordiales, José Luis

Anónimo dijo...

Lo he leído en una tarde, del tirón, me he emocionado y hasta he llorado en muchos momentos. Me parece que la labor de esta pareja como padres ha sido impresionante y me ha encantado el modo en que lo ha contado José Ángel. Creo haber aprendido algo y es que en nuestra labor de padres nunca debemos tirar la toalla, ellos no lo hicieron y Toni salió adelante pese a tener un duro pasado en contra. Gracias

Unknown dijo...

Yo lo leí... perdón corrijo, lo DEVORÉ, hace casi un año (concretamente a principios de curso) y estoy deseando volver a leerlo. Me he quedado enganchada a él tanto por su contenido como por la forma de escribir del autor.

Es impresionante. Nosotros nos hemos identificado con esa pareja en múltiples páginas. Incluso a veces, nos daba la impresión de vivir un " gran hermano" por sentirnos descritos en el texto (principalmente con todo lo relacionado con la escuela, las notas, el rendimiento escolar…).

Es difícil de explicar!!! Lástima que los profesores y maestros de nuestros niños no lo lean...

Anónimo dijo...

Soy madre adoptiva y como tal, estoy cansada de buscar explicaciones a cada gesto, a cada comportamiento de mis hijos, de evitar responder a cualquier persona preguntas personales que nadie haría a una madre biologica, de pensar que siempre puedo hacer más, hacerlo mejor, de leer libros absurdos que nada tienen que ver con la realidad de una adopción, es por eso que le doy las GRACIAS por este libro, su fiel reflejo de la realidad, su demostración de lucha, el poder ver que la realidad es así y no rosa como la pintan y que siempre hay una ventana para la esperanza.

Anónimo dijo...

Yo tuve la oportunidad de asistir a una charla en la que el autor contaba muchas anecdotas de su historia y simplemente me encanto.Muchas gracias x contarnos tu experiencia

Rosario Vasquez dijo...

Sigo tu blog desde hace mucho, y tus recomendaciones me han ayudado mucho como terapeuta. Este libro me abre un mundo especial, el del otro lado del sillón, que ama, sufre y no se da por vencido. El que asume y acepta la diferencia desde el amor, el que deja atrás sus expectaivas idealizadas y construye nuevos caminos. Gracias por la recomendación¡¡ Y desde luego gracias a los autores por su transparencia...
Rosario Vasquez R.

Anónimo dijo...

Yo tambien lo he leido de un tirón, però me asombra la capacidad de control que tienen la pareja, con mi experiència en el tema me cuesta creer tanto dominio ante las complicades situacions, una detras de otra.
Por otro lado me ha ayudado mucho a entender a nuestro hijo.

Anónimo dijo...

Anónimo.
Me motiva la historia en vivo y en directo de un matrimonio adoptante especialista en la materia y que sin embargo presenta batalla ante los conflictos del hijo adoptado al mismo nivel que cualquier otra familia adoptante que no dispone del bagaje cultural de los protagonistas del libro.
Me sobrecogen las situaciones conflictivas y el valor y perseverancia de los padres.

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

¡Completamente de acuerdo contigo! Saludos cordiales.

Anónimo dijo...

Quiero leerlo!!!!

Unknown dijo...

Hola Jose Luis,
Como todos yo tambien me he leido el libro de un tirón. Me ha reconfortado ver que no estamos solos en esta dificil tarea de educar, querer y buscar un futuro a nuestros hijos adoptados. La mia es rusa y hay tantos momentos que tiraría la toalla. Es indomita... y en plena adolescencia me cuesta encontrar momentos en los que sea entrañable. Confio en que esos momentos llegarán. Ojala pudiese tener mas tus palabras y reconfortarme.
Me ha dado mucha pena que se acabase el libro.
Gracias por compartirlo.
Ana Heredero

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Hola Ana, ¡me alegro que te haya gustado y fortalecido este libro que es un canto al realismo de la esperanza! Si te has quedado con ganas de más, el día 4 de noviembre participamos en un taller organizado por PETALES http://petales.es/, donde también estará Toni, el hijo de José Angel y Carmen. Será en Madrid. Saludos cordiales, Jose Luis