martes, 14 de abril de 2009

La imagen de la ansiedad

Muchos pacientes refieren, cuando hablan de los síntomas de ansiedad, que sienten ganas de gritar. Comentándolo con un colega de profesión, muy aficionado y entendido en arte, me dijo que existe un cuadro muy representantivo del expresionismo, llamado El grito, de Edvard Munch, en el cual se expresa la emoción de la ansiedad a través de lo que muchos de los pacientes comentan: gritar. "Mira el cuadro en internet y ya me dirás" - me comentó al despedirme mi colega.

Así lo hice. Y la contemplación de la imagen de El grito me ha llegado tanto que me ha parecido interesante para compartirlo con todos vosotros.
Si me dijeran cuál es la imagen de la ansiedad, qué metáfora la representa acertadamente, elegiría sin dudarlo este cuadro. No lo conocía ni había oído hablar de él. Y me he quedado cautivado por lo bien recogida que está esa desesperación a la cual aboca la ansiedad crónica.

He consultado en Wikipedia y allí nos dicen que “la fuente de inspiración para El grito podría encontrarse, quizá, en la atormentada vida del artista, un hombre educado por un padre severo y rígido que, siendo niño, vio morir a su madre y a una hermana. En la década de 1890, a Laura, su hermana favorita, le diagnosticaron una dolencia bipolar y fue internada en un psiquiátrico. El estado anímico del artista queda reflejado en estas líneas, que Munch escribe en su diario hacia 1892:

Paseaba por un sendero con dos amigos - el sol se puso - de repente el cielo se tiñó de rojo sangre, me detuve y me apoyé en una valla muerto de cansancio - sangre y lenguas de fuego acechaban sobre el azul oscuro del fiordo y de la ciudad - mis amigos continuaron y yo me quedé quieto, temblando de ansiedad, sentí un grito infinito que atravesaba la naturaleza” Hay varias versiones de este cuadro, pero todas versan en torno al mismo tema: la ansiedad.

Años más tarde, el trastorno de ansiedad que padecía, agravado por el alcoholismo y por años de sufrimiento, provocaron que tuviera que ingresar en un hospital psiquiátrico. A partir de aquí, los entendidos en arte comentan que su obra reflejó una nueva vitalidad, ésa que se consigue después de enfrentarse al dolor y que habla de un renacer en las personas.

A buen seguro que este genial artista –merece la pena pararse un buen rato a contemplar la imagen de El grito- encontró en la pintura los recursos de arte terapia que le brindaron la oportunidad de exteriorizar y concretizar sus emociones, su mundo interno, su sufrimiento infantil. El arte para Munch, como para muchos otros, se convirtió en una experiencia que fue más allá de una expresión artística –que ya es mucho-: fue una vivencia resiliente.

2 comentarios:

natis dijo...

bueno ps solo pedo decir q es cierto todo lo q dices....yo sufro de ansiedad y es un sentimiento q ahoga, uno no tiene control sobre ello y se desea gritar para poderse desahogar. la ansiedad no esta sola, va acompañada de otros sentimientos como la angustia, la tristeza, depresion, entre otros. en mi caso para calmar un poco la ansiedad como dulces y alimentos q sean deliciosos, cosa q fue un problema para mi salud,y como consecuencia de todo esto tengo SII(sindrome de intestino irritable).
son muy buenos los temas q se publican aki...

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Hola. Gracias por tu participación. Me alegra que te gusten los temas que se publican. Cuando ya está instalada la ansiedad y perturba la vida y hace que nos sintamos infelices, es importante buscar ayuda profesional para poder trabajar el malestar y enfrentarlo.

Saludos,

José Luis