"Pido por perdón aunque no lo merezca"
Un relato de Dolores Rodríguez Domínguez, psicóloga
Presentación
Podría decir muchas cosas sobre este maravilloso y sentido relato escrito por nuestra colaboradora habitual, Dolores. Ella como psicóloga trabaja con muchas víctimas de violencia, maltrato, negligencia y/o abuso sexual. También con muchos padres y madres en programas de capacitación parental. Podría añadir como presentación unas líneas científicas sobre el reconocimiento del daño causado, el perdón y la reparación de las personas que ejercen prácticas maltratantes. Pero si lo hago, corremos el riesgo de estropear este bello texto. Creo que cada uno de vosotros/as podéis interpretar las metáforas de manera diferente, lo que puede generar diferentes significados y emociones. Esta variabilidad en la interpretación es una de las características que hacen que las metáforas sean tan ricas y expresivas.
Gracias, Dolores, una vez más, por tu excelente aportación al blog Buenos tratos.
*************
"Pido perdón aunque no lo merezca"
por Dolores Rodríguez Domínguez
Quisiera pedirte perdón pero no me atrevo porque sé que no merezco pedirlo y mucho menos recibirlo.
Me gustaría poder explicarte por qué no pude permanecer junto a ti, y por qué mientras estuve perdí mi derecho a quedarme.
Nunca debí volcar mis demonios sobre ti, debí saber que eran míos, que pertenecían a mi historia antes de llegar tú a la mía. Debí haberlos reconocido y dominado, a pesar de su poder.
Ahora cuando te miro, siento mucho miedo por si al acercarme te volviera a pisar, pues no quisiera hacerlo y antes preferiría nunca más caminar. Por eso me detengo y te observo desde lejos. Me escondo para que no te percates de mi triste presencia. Me siento indigno. No tengo nada que ofrecerte, nada que pueda borrar nuestro pasado, nada que pueda reescribir nuestro futuro juntos.
Solo dispongo de mis manos. Unas manos llenas de deseos imposibles que jamás podré ya cumplir ni para ti ni para mí. Pero aún así los deseo.
Desearía no haberme sentido abrumado por tu presencia, por tu llanto, por tu sonrisa, por tus abrazos. Desearía no haber impedido que te acercaras en busca de mi amor, ese que yo también sentí un día al ver tu carita pero que mis fantasmas devoraron sin dejar rastro de él. Debí haber peleado para defender y conservar tu amor, pero no lo hice, permitiendo a mis monstruos alimentarse de él. Sé que rompí tu corazón y desconozco cómo puedo pegar sus trocitos.
Desearía para ti besos sin espinas, palabras sin condenas, silencios sin cuchillas.
Desearía vaciar tus bolsillos, esos que sin saberlo, yo llené de piedras.
Desearía que mis lágrimas, esas que ya no brotan, hubieran curado tus heridas
Desearía haber visto y sanado las mías para protegerte de mis horrores, pero no lo hice y mis torturas ahora también son las tuyas.
Aunque sé que lo fui...
Desearía no haber sido ese faro que se apaga en medio de la tormenta, dejándote a la deriva, solo y atemorizado por la oscuridad.
Desearía no haber sido ese tornado que en volandas te elevó y absorbió tu paz. Ese torrente de agua brava que sin piedad te arrastró río abajo, alejándote de la seguridad de la orilla.
Desearía no haber sido ese volcán en erupción que escupía su furia abrasadora convirtiéndolo todo en cenizas.
Desearía no haber sido ese iceberg que era imposible abrazar sin quedar eternamente helado.
Desearía no haber sido esa voz que paralizó tu mente, que sembró en ella desprecio, rechazo, humillación, la culpa. Esa voz que te golpeó y arrebató tu valía, tu confianza en ti mismo.
Quisiera decirle adiós a todo lo que fui, a lo que hice, pero no sé hacerlo. Esto también soy yo y aunque me avergüenzo cuando me miro en el espejo tengo que vivir con ello. Quizás tu también. A pesar de mis deseos.
Desearía no haber sido tú en un pasado que sí lo fui.
Desearía que también hubieran tenido deseos para mí, que me hubieran encontrado, que mis bolsillos hubieran sido vaciados y que mi corazón nunca hubiera sido desvalijado.
Y a pesar de todo lo deseado seguiría deseando…
Desearía para ti un nuevo corazón, con fuertes raíces que lo alimenten, lleno de vida que te ayude a no revivir lo que yo no debí darte y te di. Un corazón cuyos latidos tengan el poder de encontrar aquello que tanto te mereces y yo te negué.
Desearía para ti unas nuevas huellas que seguir, que guíen tus pisadas para borrar las mías.
Desearía nuevas semillas para ti, que logren florecer y repoblar tu alma, aquella que yo despojé de su luz.
Desearía para ti ese aire fresco tan deseado en los meses de verano, que nos da una tregua y nos permite respirar, aliviando ese calor interminable que parece sofocarnos.
Desearía para ti un padre que no esté perdido para que no te perdiera, para que pueda encontrarte cada vez que te sientas confundido.
Y aunque sé que no lo fui...
Desearía haber sido el susurro que acunara tus miedos y apoyara tus sueños.
Desearía haber sido la presencia que diera sentido a tu existencia, que te hubiera acompañado cuando te sintieras solo cuando el mundo te pareciera peligroso.
Desearía haber sido la persona que secara tus lágrimas cuando tus ojos las liberaran, la persona que pusiera palabras a lo que internamente te pasaba.
Desearía haber sido la persona que te ofreciera cobijo cuando perdieras la calma, cuando tu corazón galopara queriendo salir de tu pecho.
Desearía haber sido el agua que calmara tu sed sin ahogarte, la brisa que alentara tu corazón, que acariciara tu piel sin dañarla, las brasas que hubieran calentado nuestros corazones y nuestros abrazos.
Desearía haber sido el padre que tú necesitabas. Siento mucho no haberlo sido. No haber sido esa agua, esa brisa, esas brasas.
Nada podrá justificar el dolor que te provoqué, un terrible dolor del que yo participé y del que soy tan responsable por no haber sabido mirar dentro de mí para haber aprendido a mirarte y cuidar de ti. Me avergüenzo y atormento por no haberte protegido y por todos por mis deseos incumplidos.
Por eso y aunque no lo merezca, te pido perdón…
2 comentarios:
Que bonito Dolores! Besos grandes!
Precioso relato❤️
Publicar un comentario