lunes, 5 de abril de 2021

Conjunto de secuencias del libro "Una nueva vida florece. La historia resiliente de mi adopción"


"Una nueva vida florece. 

La historia resiliente de mi adopción"

Janire Goizalde, José Luis Gonzalo, Cristina Herce, Carmen Ortiz de Zarate

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Quiero anunciaros que el libro de la joven Janire Goizalde (junto con las miradas del psicólogo, José Luis Gonzalo, de la psiquiatra infantil, Carmen Ortiz de Zarate y la psicóloga del taller de familias adoptivas, Cristina Herce) en el que nos relata la historia resiliente de su adopción, una vez que ha logrado publicarse gracias a la generosidad de todos y todas los/as que habéis colaborado promoviendo su distribución y compra, ya está disponible, tanto en la página web de la editorial como en las principales librerías (formato electrónico y libro clásico). Por si no pudisteis haceros con un ejemplar durante la campaña de crowfunding y deseáis adquirirlo. Os recuerdo que el porcentaje de derechos de autor se destina a la ONG Exil. 

Nos sentimos felices por la joven. Los profesionales que la acompañamos notamos que esta experiencia la está transformando profundamente. No sólo por el hecho del indudable valor terapéutico de escribir, sino porque ella siente que puede contribuir a que las familias y adolescentes adoptados/as puedan aprender de su historia y seguir adelante con esperanza. El libro viene a contar que, si se encuentran los profesionales adecuados, junto con una poderosa red de relaciones, puntos de apoyo (para los menores de edad y sus familias) y un trabajo perseverante especializado basado en un modelo biopsicosocial, es posible la resiliencia; en el sentido de “dame un punto de apoyo y moveré MI mundo”, como dicen los expertos Gema Puig y José Luis Rubio (2015).

Este libro, como ya he comentado, es solidario. Esto quiere decir que el porcentaje de los derechos de autor se ceden a una institución, en este caso a la ONG EXIL de Barcelona, que destinará la cantidad obtenida a su programa socio-terapéutico para familias adoptivas. La motivación para escribirlo provino de Janire Goizalde quien durante el confinamiento de la población española el pasado mes de marzo de 2020, debido a la emergencia mundial provocada por el virus COVID 19, escribió su historia y nos sorprendió a todos/as con un texto que es un relato descarnado y en estado puro del trauma temprano y la resiliencia, pero de una resiliencia auténtica: sentir que se florece después de haber estado muerta (como bien define Boris Cyrulnik (2003) el trauma psíquico) 

Por eso creo merece la pena que lo tengáis en la biblioteca de vuestras casas, porque os nutrirá de esperanza y de confianza y os dará muchas pistas en clave resiliente. Hemos de tener en cuenta que la definición de resiliencia, al popularizarse y venderse como remedio mágico en forma de libro de hipermercado, se está mal usando. La resiliencia es un proceso que se construye en contante interacción entre las potencialidades de un sujeto y sus interacciones con un entorno afectivo y solidario que le provee de recursos externos. La resiliencia, como dice nuestro maestro y amigo Jorge Barudy, es un proceso que requiere siempre de un otro y difícilmente ocurre en soledad. La resiliencia no es un rasgo, ni una forma de ser, ni equivale a invulnerabilidad. No se es resiliente, sino que se pueden hacer procesos resilientes. No es ensalzar a las personas para instarles a ser lo que no pueden ser metiéndoles presión, sino un camino que se hace durante toda una vida, cuando, tras descubrir las heridas psíquicas provocadas por un trauma temprano, una persona puede transformarse positivamente, si hay OTROS (entorno afectivo y solidario) a su lado acompañándole mediante un vínculo afectivo de calidad. Esta persona experimentará una energía positiva que le llevará a desear construir y reconstruirse; y podrá hacer bien las cosas (del mejor modo que sea capaz), tras haberlo pasado muy mal en la vida. Así la definen los chicos y las chicas como Janire: sienten que florecen.

Quiero compartiros, para abrir boca y estimularos a haceros con el libro y honrar a la joven Janire Goizalde, con varios fragmentos que elijo, uno de cada autor/a que ha participado en el mismo. Así os hacéis una idea de lo que os vais a encontrar y os animáis a celebrar la vida junto con Janire Goizalde.

José Ángel Giménez Alvira, psicólogo y padre adoptivo, autor del libro “Indómito y entrañable. El hijo que vino de afuera”:

“Todo arranca de una iniciativa de Janire que, para sorpresa y asombro de sus terapeutas, ha sido capaz, de modo espontáneo durante el confinamiento, de escribir su historia y contar los acontecimientos que recuerda casi de modo periodístico. Este es el punto de partida. Nos hace una narración detallada junto a algunas reflexiones que nos permiten vislumbrar su inseguridad, sus temores, sus pequeñas alegrías y logros, las dificultades para relacionarse, sus problemas escolares, sus ilusiones y fantasías, resaltando de modo especial el reconocimiento que despiertan en ella las personas que la han tratado bien por primera vez en su vida: su madre y sus terapeutas, quienes constituyen la fuerza que le ha permitido seguir adelante y ser optimista respecto a su futuro. Solamente esto ya significaría un triunfo terapéutico de primera magnitud que hubiera sido imposible sin un entorno acompañante del calibre del que explica este libro. Aquí hay una extensa y bien tejida red de intervenciones que durante muchos años han permitido acompañar, apoyar, abrir caminos de comunicación, dar seguridad, reforzar actitudes, aportar autoestima y aceptar la realidad; en definitiva, fomentar la capacidad de resiliencia y crear el clima adecuado para una intervención terapéutica en profundidad"

"Recuerdos traumáticos"
por Janire Goizalde. 


Janire Goizalde, la gran luchadora, como ella se define, protagonista del libro y a quien este honra:

Mi infancia no es que fuera como la de un niño o una niña normal por varios motivos. En concreto, mi familia de origen no era muy normal que digamos. En ella había muchos problemas: mi madre era alcohólica, al igual que mi padre, y entre ellos siempre discutían y sus frustraciones las pagaban conmigo, como si yo fuese la culpable. Mi padre maltrataba a mi madre, y a mí, y yo no entendía el porqué, aunque a veces pensaba que yo era la causante de sus desgracias. Me acuerdo de algunas cosas, no de todas, pero algo es algo. Recuerdo, por ejemplo, que mi hermano y mi abuela vivían en otra casa, una especie de caserío, y que mi hermano todas las mañanas iba a recogerme para llevarme con él y mi abuela, ya que sabían en qué circunstancias vivía con mis padres. Hasta que un día mi madre se fue de compras y no volvió en tres días, y ya nunca más. Durante esos días mi hermano no fue a por mí, y se me hace sospechoso, ya que ningún día faltaba a su encuentro conmigo. Mi padre fue a la cárcel por razones que yo desconozco, y que tampoco me importan, después de haber visto cómo me trataba a mí y a mi madre biológica”

José Luis Gonzalo, psicólogo de Janire Goizalde:

“Este apego terapéutico la ha ayudado mucho, creo, en la reparación de su trauma relacional temprano. Ambos sentimos afecto y cariño genuino el uno por el otro, yo desde José Luis psicólogo y ella desde Janire paciente. Yo creo que es imposible contribuir la reparación relacional si el terapeuta no se involucra, aunque debe hacerlo, eso sí, desde el rol profesional. Ser un profesional afectivo y relacional no es incompatible con el trabajo técnico y clínico. Hay que ser siempre consciente de dónde se está y de las enactuaciones, que siempre van a surgir. La clave está en resolverlas adecuadamente. Si las necesidades de apego y afectivas del profesional están satisfechas porque tiene un apego seguro o uno ganado a la seguridad (Cantero y Lafuente, 2010), cuando este es consciente de las enactuaciones, las resuelve haciendo intervenciones seguras para el paciente. La supervisión de casos es imprescindible”

Carmen Ortiz de Zarate, psiquiatra infantil de Janire Goizalde:

“Las familias de los niños adoptados deben ser acompañadas tanto antes de que el niño llegue a la familia como después. Deben conocer los riesgos y dificultades que probablemente se encontrarán en su camino tanto en el proceso de adaptación mutua como en su transitar hacia la edad adulta. Ello requiere de profesionales de diferentes ámbitos: desde el pediatra, que debe conocer la vulnerabilidad especial de estos niños, hasta los psicólogos y educadores que asesoran a las familias y tratan a sus hijos. Este tratamiento multidisciplinar también requiere un apoyo psiquiátrico”


Cristina Herce, psicóloga del taller de familias adoptivas de la Asociación Ume Alaia, donde acude la madre de Janire Goizalde, Miren:

“Como hemos comentado, Miren tenía ya cierta edad y sabía que eso limitaba sus posibilidades respecto a la edad de la niña que podía adoptar. Era consciente también de que, cuanto mayor fuera la niña, más complejo sería el periodo de adaptación; pero, como muchas otras familias, imaginó que con algo más de tiempo y con el amor y los cuidados que la niña iba a recibir aquí la situación se normalizaría. En ese momento no podía imaginar cuán equivocada estaba ni que iba a ser tan duro. Como ella misma dice, «si tú no trabajas el tema, no eres consciente… Tú estás criada en una familia “normal”, tienes un hijo, funciona…; solo conoces esa realidad… Pensaba que, en un tiempo razonable, la cosa funcionaría, pero todavía vamos de la mano… Es muy duro de asumir». El mito del amor, y especialmente del amor materno, ha generado falsas ilusiones y expectativas irreales en muchas personas. […] Miren lo expresa de forma más sencilla comentando que, «cuando tú ves a un niño que es cojo, ya ves que es cojo, pero, cuando es algo interior y unas veces funciona y otras no, dices: “¡Caramba!, ¿qué pasa aquí?, ¿será que no quiere?” (refiriéndose a hacer las cosas como se espera de ella). Además, ¡nunca sabes! Se supone que estamos haciendo bien, pero...".

“La historia de Miren es reflejo de la vivida por otras familias adoptivas que, aunque no cambiarían a sus hijos o hijas por nada del mundo, en muchos momentos se han sentido abrumadas y sobrepasadas por una realidad desconocida y para la que no estaban preparadas. Cuando pensamos en escribir este libro, una de nuestras principales motivaciones fue precisamente reconocer y poner en valor esa lucha silenciosa, y muchas veces solitaria, de tantas familias…”

Jorge Barudy y Maryorie Dantagnan, reseña del libro, en su contraportada:



“A través de las páginas de este libro, Janire narra el inicio de su vida en medio de un contexto de adversidad, sus vivencias de sufrimiento y dolor, pero, sobre todo, su tenacidad para superarse. Janire da también gracias a la vida por el encuentro con sus terapeutas que, con una visión rompedora, apoyaron sus recursos a través de la Traumaterapia Sistémica: un acompañamiento cercano, continuado en el tiempo y coordinado entre los profesionales implicados y comprometidos con Janire y Miren. La experiencia de ser vista y sentida desde su red de apoyo, junto a su madre adoptiva, es lo que, sin duda, ha hecho posible que Janire espante la soledad, el miedo y la vergüenza; y, a la vez, le ha permitido saborear y apreciar todo lo bueno que la vida ofrece”

Creo que el libro ofrece muchos atractivos para todo joven, sea adoptado o no; para las familias adoptivas, pues les hace consciente de que nada ni nadie sustituye su ardua pero también gratificante labor (bien apoyada, por profesionales expertos en el ámbito, desde un modelo coherente de intervención, como lo es la Traumaterapia Sistémica infanto-juvenil de Barudy y Dantagnan) y también de que esta dará su fruto si se trabaja con paciencia y perseverancia; para los profesionales de la medicina, psiquiatría, psicología, trabajo social, educación social, integración social, pedagogía, psicopedagogía, logopedia, magisterio y técnicos de protección a la infancia, pues les ofrecemos una novedosa y atractiva experiencia profesional -trabajando multidisciplinarmente y en estrecha coordinación- en base a la Traumaterapia.

Gracias de corazón a todos y todas los/as que lo habéis hecho posible. Que lo disfrutéis y os sea útil. 

El libro solidario ya es vuestro.

REFERENCIAS

Cantero, M.J. y Lafuente, M.J. (2010). Vinculaciones afectivas: apego, amistad y amorMadrid: Pirámide.

Cyrulnik, B. (2003). El murmullo de los fantasmas. Barcelona: Gedisa.

Puig, G. y Rubio, J.L. (2015). Tutores de resiliencia. Barcelona: Gedisa.

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