viernes, 9 de enero de 2009

Series de TV y niños y jóvenes

El columnista y crítico de televisión José Javier Esparza da cuenta de un estudio llevado a cabo por la periodista y técnica de Igualdad Carmen González Vicente para la Asociación Plaza del Castillo de Usuarios de Medios de Comunicación, en colaboración con el Departamento de Consumo del Gobierno de Navarra.

El estudio versa sobre 50 personajes infantiles y juveniles de las series de televisión, centrándose en las series de producción española emitidas por Antena 3 y Telecinco: “Hospital Central”, “MIR”, “Aída”, "Escenas de Matrimonio”, “Cámera Café”, “Sin tetas no hay paraíso”, “Yo soy Bea”, “Impares”, “Los hombres de Paco”, “Lalola”, “Física o Química” y “El Internado” Como se puede comprobar, las series son de lo más visto en televisión por niños y jóvenes.

Conclusiones del estudio:

1/ En general se trata de personajes que transmiten rasgos de comportamiento demasiado exagerados y estereotipados.

2/ Los personajes actúan como soportes comerciales de una amplia gama de productos que van desde la música hasta las mochilas.

3/ Los jóvenes de televisión carecen de cualquier profundidad; cosas como la cultura, la política, la espiritualidad, por ejemplo, rarísimas veces aparecen en las frases que pronuncian. Lo que más les preocupa son el materialismo y el sexo.

4/ En el caso de los personajes infantiles, éstos aparecen asociados siempre a una gran preferencia por las nuevas tecnologías.

5/ Las series se sitúan en un entorno urbano y “la mejora de la situación individual mediante el esfuerzo, ya sean los estudios o el trabajo, no es considerada como una opción en la vida”

¿Se trataría de prohibir el visionado de estas series o de acompañar a los jóvenes y ayudarles a discernir entre la fantasía y lo real, tratando de que comprendan que el mundo en el que vivimos se rige o se ha de regir por otros valores? ¿Tienen más influencia en los niños y jóvenes estas series o nuestro modelo de actuación como padres que debe encarnar valores, actitudes y normas basadas en lo contrario a la felicidad mediante lo material, el tener y el consumir? Es decir, ¿podemos confiar en que la familia se convierta en el espacio privado que contrarreste estas influencias que deshumanizan a las personas? ¿O hay quien ve con buenos ojos que los jóvenes sean socializados en estos valores porque lo que importa en la vida es el éxito a través de ser atractivo, tener mucho dinero, usar las nuevas tecnologías, dejarte llevar por los impulsos y considerar las relaciones con los otros con un fin funcional?

Que cada uno reflexione y extraiga sus conclusiones.

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