lunes, 16 de mayo de 2011

Del diplomado y de los temas tratados: la expresión de las emociones y la orientación al profesorado que trabaja con niños con trastornos del apego


Esta semana, cambio de tercio: como ya comenté, voy a hablaros del Diplomado de Formación Especializada para Psicoterapeutas Infantiles organizado por el IFIV (Instituto de Formación e Investigación-Acción sobre la Violencia y sus Consecuencias), de Barcelona, dirigido por Jorge Barudy y Maryorie Dantagnan.


Este diplomado comenzó su andadura en el año 2004 y tuve el inmenso privilegio de ser seleccionado, junto con otros compañeros/as de todo el estado, como alumno. Durante cuatro veranos -una semana por verano- con un total de 200 horas -incluyendo la supervisión de casos-, pude aprender los fundamentos teóricos y prácticos para trabajar con niños y adolescentes víctimas de abandono, malos tratos y/o abuso sexual.

Hasta entonces había estado aplicando uno de los modelos clásicos de psicoterapia en mi trabajo con estos niños: la psicoterapia cognitivo-conductual. En ella me había formado y, evidentemente, operaba de acuerdo a lo aprendido. No es que esta psicoterapia (u otras como la sistémica, psicodinámica, guestáltica…) no sea válida. No es eso lo que quiero decir. Lo que sucede es que, por sí solas, resultan insuficientes. Pero, por supuesto, hay desarrollos teóricos y técnicas -de cada uno de estos modelos psicoterapéuticos- indicadas para el tratamiento de estos niños y adolescentes.

La gran innovación del diplomado radica en integrar en un modelo teórico-práctico las aportaciones de todas las escuelas psicoterapéuticas y darles un enfoque vertebrado –como denominador común- en torno a la teoría del apego, la psicología del trauma, la resiliencia y los descubrimientos de la neurociencia como grandes ejes en torno a los cuales pivota todo. Además, hemos de añadir el conocimiento y la experiencia de Jorge Barudy y Maryorie Dantagnan -los cuales han tratado multitud de casos-, y también los instrumentos de evaluación y técnicas propias diseñados por ellos en su proceso de investigación-acción.

Jorge Barudy y Maryorie Dantagnan han consagrado sus vidas al estudio, investigación y tratamiento de niños y adolescentes, adultos y familias víctimas de la violencia y el abandono, de los traumas como las guerras, la pobreza, los genocidios… Son profesionales experimentados y prestigiosos, autores de numerosos libros, que han sido capaces de desarrollar un modelo teórico y práctico propio que integra y recoge -como decimos- las influencias y las aportaciones de la neurociencia más actual, de los teóricos del apego, de los autores más renombrados en el estudio del trauma y de los distintos enfoques y corrientes psicoterapéuticas.

El Diplomado –que ya va por su tercera promoción- prepara al alumno para adquirir las competencias psicoterapéuticas específicas que se requieren para el tratamiento de los niños y adolescentes víctimas de malos tratos. Las técnicas se trabajan y se experimentan vivencialmente dentro de todo el diplomado, se aprenden haciéndolas.

El grupo ofrece un espacio ideal para el aprendizaje y el desarrollo profesional, así como para establecer lazos de amistad con otros colegas que trabajan en distintas áreas de la protección a la infancia. El grupo nutre por sí mismo, y es otra fuente de crecimiento, ya que el formato es en grupo pequeño. En mi experiencia en el diplomado, aprendí muchísimo de los profesionales con los que compartí la formación. Con algunos de ellos, estreché lazos y surgió una amistad que se mantiene.

Poco después de terminar el diplomado, me ofrecieron ser profesor/colaborador para la impartición de algunos módulos. ¡Así pues, imaginaos mi alegría y satisfacción por esta consideración!

Esta semana pasada me correspondía co-animar -junto con Maryorie Dantagnan- un módulo con los profesionales del segundo curso.

El módulo lo dedicamos a dos aspectos que consideramos fundamentales: (1) Profundizamos en las técnicas de conocimiento y expresión de las emociones que, ya sabéis, en los niños víctimas de malos tratos -especialmente los que han vivido esa dura experiencia en los primeros años de vida-, o bien se produce una desconexión e inhibición o bien una hiperactivación. La regulación de las emociones y de las respuestas fisiológicas automáticas se producen en los primeros años de vida, cuando el cuidador favorece con sus cuidados el equilibrio cerebral suficiente para que los neurotransmisores (las sustancias que interconectan las neuronas) fundamentales (la dopamina y la serotonina) funcionen adecuadamente. Genéticamente podemos tener una predisposición a ser más reactivos o menos. Pero eso es -permítaseme la metáfora- la carne “cruda” Y lo importante es cómo se “cuece” esa carne. El cuidador es quien la cuece adecuadamente. Si el padre, la madre o la persona que está a cargo del niño o niña es capaz de calmar y cuidar bien al bebé, se sabe que estas pautas de buenos tratos regulan los sistemas de neurotransmisión, y esta tendencia quedará instalada para el futuro. Así lo expone Sue Gerhardt en su libro “el amor maternal”.

Por ello, ayudar al niño con técnicas que le enseñen a conocer, expresar y, por lo tanto, a regular sus emociones es un trabajo prioritario a realizar y mantener durante toda la psicoterapia, pues les ayuda a un mejor conocimiento de sí mismos, favorece una adaptación más positiva y les enseña recursos psicológicos y fisiológicos para hacer frente a los factores estresantes, a los cuales son más vulnerables. El trabajo regulatorio es crucial y prioritario en niños con trauma, pues un abordaje de los contenidos traumáticos sin que el niño tenga recursos regulatorios previos puede ser totalmente contraproducente y retraumatizante. El menor debe aprender a calmar su cuerpo, pues es en él donde radican las emociones.

El segundo (2) aspecto al que dedicamos gran parte de la jornada fue a cómo orientar y formar adecuadamente al profesorado y orientadores escolares que trabajan educativamente con estos niños. Lo consideramos una de las piedras angulares, pues el profesor/a puede ser esa persona que provea al niño de una experiencia escolar que fomente su resiliencia. No somos ajenos a las dificultades que los/as profesores/as tienen cuando trabajan con estos niños y por ello la formación y orientación a los mismos es uno de los elementos que debemos incorporar a la psicoterapia, como un engranaje importantísimo. Coordinarse e ir a una con los profesionales escolares es vital para que el niño tenga la estructura que le facilite reparar su daño. Nos centramos en las pautas del libro de Heather Geddes, “el apego en el aula", Editorial Graó, del cual ya hemos hablado en este blog hace unos meses.

Con esta participación, me despedí de los alumnos/as de segundo curso, de quienes guardo un grato recuerdo y a quienes no digo “adiós” sino “hasta luego” porque nos hemos de ver. A todos/as muchas gracias y decirles que he aprendido muchísimo de todas las innumerables experiencias, libros, conocimientos, técnicas… que han aportado y, sobre todo, que he disfrutado mucho de la convivencia con ellos/as.

Por cierto, que el plazo de matrícula para el Diplomado 2011-12 ya está abierto. A los que estén interesados en apuntarse porque quieren formarse o profundizar en el trabajo psicoterapéutico con niños que arrastran la pesada carga del maltrato, les animo a hacerlo por la calidad del mismo. Ya hay bastantes personas inscritas, y las plazas son limitadas, así que es mejor reservar sitio cuanto antes. Para más información:

IFIV Barcelona. Preguntar por Marina Mas
Avda. República Argentina, 6, 4º 2ª
08023 Barcelona
Tel.: 93 238 57 60

La semana que viene estaré de nuevo con todos/as vosotros/as para seguir hablando, comentando y reflexionando sobre todos estos temas que nos apasionan y que tanto nos ayudan en nuestro trabajo diario.

3 comentarios:

  1. Hola José Luis, me alegra de que te haya ido tan bien. Lo que cuentas resulta esperanzador y prometedor. De veras que necesitamos especialistas que nos ayuden, asesoren... con nuestros hijos.
    Y qué decir de los centros escolares donde se
    estrellan muchos de nuestros niños tanto por culta del sistema educativo como por la falta de formación o implicación de los docentes.
    Nosotros hemos carecido de un seguimiento post-adopción porque la Diputación no lo da. Todo lo que hemos hecho ha sido por pura intuidicón, leyendo libros y las experiencias de otras familias en internet.
    un saludo
    Itsaso

    ResponderEliminar
  2. Como me gustaría que alguien hiciera un módulo de este tipo de tratamientos psico para padres...
    Nosotros sí que hemos acudido ya dos veces al psico de postadopción y ha sido muy positivo...aunque...te dan pocas herramientas reales, estrategias palpables...eso lo echo en falta...no sólo que me digan qué muleta tengo que coger, sino cómo se torea con muleta, con qué pases...entiendes???? Hay situaciones en las que no sé bien cómo actuar...

    ResponderEliminar
  3. Si por favor, que llegue el día en que no quede un colegio en España que no haya recibido al menos nociones básicas de que es el apego, y los trastornos del mismo.

    Que los psicólogos puedan perder el miedo a escribir informes que hablen de eso cuando van dirigidos a un colegio, y que no se tengan que amparan en falsos TDAH, para que el colegio no se asuste, y trate de "deshacerse" del niño.

    Estoy hablando de colegio público y de experiencia propia.

    ResponderEliminar