lunes, 1 de febrero de 2016

Dos cuentos publicados recientemente por Pepa Horno Goicoechea, cuentos con alma y sensibilidad.

Sabéis que tengo por costumbre elaborar posts en los que recojo cuentos que me parecen muy interesantes desde el punto de vista del desarrollo psicoafectivo del niño/a. Hay varios posts dedicados a este fin, y también los que ha escrito Verónica Pérez Gutiérrez sobre acogimiento familiar

La gran persona y profesional que es Pepa Horno Goicoechea, psicóloga, actualmente trabajando en la Consultoría Espirales, muy querida y admirada por todos/as los/as que trabajamos en el ámbito de la educación, la psicología, pedagogía, la protección a la infancia… ha desarrollado una meritoria carrera como consultora en diversos temas de infancia (trabajó en Save The Children), psicoterapeuta, autora de numerosos e importantes libros y además, ahora escritora de cuentos infantiles.

Pepa Horno Goicoechea tiene un alma y una sensibilidad especiales que la convierten en una autora privilegiada para acercarse al mundo de los niños/as y poder ofrecerles uno de los medios que más les facilitan el acercamiento a temas complicados y complejos de abordar: los cuentos. A través de los mismos, los niños/as pueden entender mejor determinadas vivencias. Además, los cuentos favorecen que -junto con el adulto con el cual los menores los leen- puedan expresar sus sentimientos, inquietudes, preocupaciones…

Recientemente ha publicado dos títulos que he tenido el gusto de leer y que me han encantado por su valor educativo y emocional:

El mago de los pensamientos: José era un niño tan listo que los pensamientos no le cabían en la cabeza, se le salían a borbotones y a veces le asustaban y le impedían concentrarse. Su maestra decía que parecía estar cazando moscas. Hasta que un día conoció a un anciano que le enseñó un truco casi mágico… ¿Quieres saber cuál fue?

Me ha parecido genial este cuento porque enseña de una manera sencilla y muy sensible cómo calmar la mente llena de pensamientos de los niños/as, tan sabelotoda, con un suave y sencillo gesto, que recuerda, al menos a mí, al mindfulness.

Colabora con magníficas ilustraciones Margarita Sada.

El lenguaje de los árboles: El lenguaje de los árboles es ese lenguaje que sólo los que tienen el corazón dividido, mitad en el cielo, mitad en la tierra, pueden escuchar. Sobre todo si son niños o niñas dispuestos a creer en la magia del amor. Ese amor es el que une a las nubes con las hojas de los árboles y llena los silencios de significados.

Esta bella historia de un niño y su abuelo nos enseña que la muerte, el dolor y el miedo forman parte de la vida.

Precioso este cuento. Pepa Horno se ha atrevido con gran delicadeza a acercar a los niños el tema de la muerte, algo que nuestra sociedad trata de evitar, de apartar, de alejar... Sin embargo, es necesario que nos sentemos y podamos hablar de ello con nuestros niños/as. Porque forma parte de la vida, como dice Pepa en la reseña del cuento. Por eso no podemos obviarlo. El cuento se completa con unas palabras para el alma de los mayores, las cuales nos sugieren cómo hablarles a los niños de la muerte.

Las igualmente magníficas ilustraciones han estado a cargo de Martina Vanda.

Puedes comprar los cuentos y libros de Pepa Horno Goicoechea en http://www.casadellibro.com/

¡Enhorabuena, Pepa!, sigue con ello y regálanos más pinceladas de ese alma tuya que también reflejas en tus obras, para adultos o para niños/as. 

2 comentarios:

Pepa Horno dijo...

Que regalo formar parte de tu blog, Jose Luis! Casi tanto como el de tu amistad.
Estos cuentos son un pequeño tesoro para mi.
Gracias por tus palabras y un abrazo grande.
Pepa

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Querida Pepa, estos cuentos son tan maravillosos como tú! Un abrazo, José Luis