lunes, 16 de diciembre de 2013

Sólo una palabra, tan sólo una palabra: aceptación

Permitidme -en estas fiestas navideñas y en este 2013 que ya toca a su fin- que mi gustosa comparecencia semanal en Buenos tratos con todos/as vosotros/as sea hoy atípica y diferente.

Esta entrada es la última del año. Buenos tratos continuará en el 2014 con el compromiso de ofreceos, al menos, dos post mensuales. Volveré encantado con todos/as vosotros/as el día 13 de enero. Con entusiasmo, energía y pasión por nuestro trabajo con los niños, niñas y adolescentes con los que, día a día, luchamos para ayudarles a que, a pesar de sus heridas invisibles, puedan tener un buen funcionamiento e incluso, experimentar una trasformación personal, por qué no.

Hoy no tengo un tema concreto sobre el que estructurar este texto. Escribo desde el hemisferio derecho del cerebro, según voy sintiendo fluye la narración. Es un post que brota de la emoción y de la sensación sentida.

Lo he titulado aceptación porque -en este final de año en el que todos/as echamos la vista atrás y nos paramos a reflexionar- siento que es la palabra clave. Pensando en las entrevistas y diálogos que tengo con los padres y madres, en muchos momentos de sintonía y resonancia con los menores en la psicoterapia, en múltiples entrevistas con profesores, educadores… es lo que me viene a la mente: aceptación. Creo que tenemos que concienciarnos de que la palabra, el camino y el trabajo a hacer por parte de todos/as los/as que realizamos nuestra labor con los menores acogidos y adoptados -de los que hablamos habitualmente en Buenos tratos desde la perspectiva del apego, el trauma y la resiliencia- es éste de la aceptación. Todo no se puede cambiar. Y, paradójicamente, quizá el cambio “proviene”, “parte de”, “empieza, “se produce” y “prosigue” en la aceptación. Mágica palabra. Fácil de decir y escribir. Complicada de llevar a la práctica. Porque la aceptación supone un cambio profundo en el interior. Es una acomodación y no una asimilación, que diría el psicólogo ginebrino Jean Piaget.

Vamos a centrarnos en la palabra aceptar.

El diccionario wordreference recoge estos sinónimos de la palabra aceptar:

Admitir, confesar, reconocer, aprobar, aplaudir, acceder, consentir, tolerar, soportar, transigir, comprometerse, obligarse, recibir, recoger, tomar.

Antónimos: negar, rechazar, recusar.

Quizá, en unas palabras, todo un compendio de lo que es la parentalidad.

Dice un principio budista: “Lo que se acepta, se transforma. Lo que se resiste, persiste” Creo que aquí está comprehendido el mensaje que hoy -cerca ya de los últimos suspiros del 2013- quiero compartir con todos/as vosotros/as que me acompañáis en Buenos tratos desde que surgió, allá por el 2007.

¿Aceptar... qué?

Os ofrezco este decálogo que he ideado desde la sensación sentida. Dedicado a los niños, niñas, adolescentes adoptados y acogidos:

Acepta mi persona incondicionalmente, con independencia de mis conductas, características, sexo, raza, creencias y forma de ser.

Acepta que los motivos de mi conducta externa no siempre coinciden con las interpretaciones que tú haces. Pregúntame que siento y pienso por dentro para comportarme del modo en el que lo hago y, si no lo sé, ayúdame a tomar conciencia. Escúchame antes de aplicarme ninguna consecuencia. Enséñame calmadamente. Repara tus equivocaciones conmigo.

Acepta que tengo dificultades para aprender y que yo soy el primero que lo sufre aunque a veces me tenga que defender desde la indiferencia o con otro mecanismo de defensa, y que hago lo que puedo.

Acepta que no puedo ser como tú, que soy diferente. Y que muchas veces no puedo alcanzar el nivel de exigencia que tú me marcas.

Acepta que tengo un pasado que muchas veces influye en el presente y prospectivamente en el futuro.

Acepta que pueda tener sentimientos que no te gusten ni agraden como la ira, el odio hacia ti, el temor, la inseguridad… Si los contienes y les das forma y palabra con reflexión, podré ir canalizándolos.

Acepta que como padre y madre has de revisar y reflexionar sobre tu propia historia de apego y el modo en el que te influye a la hora de educarme y vincularte conmigo.
 
Acepta que mi mente puede no estar bien organizada aún y que me has de ayudar, apoyar y tener mucha paciencia para que pueda estabilizar y organizar adecuadamente muchas de mis buenas intenciones

Acepta que las relaciones sociales me evocan experiencias de vínculos pasados y que no me resultan fáciles porque a veces las puedo querer pero las rechazo porque las temo; otras veces las desprecio porque no conocí lo que es la emoción sentida. Y en otros casos, no sé dirigirme porque no conozco los códigos o entro en caos por mi activación interna o mi desconocimiento de cómo hay que relacionarse.

Acepta que has de volcarte en mí, que no tuve infancia, que me la robaron... Reconoce mi dolor para empatizar no con el fin de justificarme. Recuerda que si me das un punto de apoyo incondicional el tiempo que lo necesite, transformaré mi mundo y conoceré la resiliencia.

Estos diez principios se encierran en dos: aceptarás (y respetarás) al niño/a sobre todas las cosas y circunstancias y le acompañarás (ni dos pasos por delante de él/ella, ni dos por detrás) en todas las cosas y circunstancias.

Trabajemos por ello y para ello.

Y con este decálogo -que bien puede ser un epítome final- quiero despedirme de todos/as vosotros/as –a muchos/as os he podido conocer en persona en las distintas formaciones, congresos y encuentros en los que coincidimos a lo largo del año- hasta el 13 de enero del 2014, día en el que regresa el blog. A las 9,30h, como siempre. Os agradezco todos los mensajes y correos que me enviáis –os pido disculpas, pero no me da la vida para contestar a todos/as como merecéis-, el apoyo a Buenos tratos, vuestras valoraciones positivas, por supuesto las críticas que ayudan a avanzar… en suma, por el cariño. Cada vez somos más los que nos citamos aquí, en Buenos tratos, porque compartimos la filosofía de educar y tratar a los niños/as y adolescentes desde este modelo respetuoso.

Os deseo una muy feliz Navidad y lo mejor para el año 2014, y os regalo esta canción de Navidad del grupo Queen –tan atípica como la entrada de hoy- pero que a mí me parece preciosa: Thank God, it´s Christmas – Gracias, Señor, es Navidad. No en vano Queen ha formado parte de mi adolescencia, por eso recuerdo a este grupo musical y al ya desaparecido Fredy Mercury con mucho afecto.

Zorionak eta urte berri on! Buenos tratos blog-a hurrengo urtean berriro helduko da (urtarrila 13an) Eskerrik asko denoi!

Cuidaos / Zaindu





 

14 comentarios:

Esme dijo...

José Luis, creo que ha sido una entrada fabulosa y una bonita manera de terminar este año.
A mi particularmente me ha encantado y me ha hecho pensar..así que muchas gracias...
Esme

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Hola Esme: Si la entrada te ha hecho pensar, ha cubierto el objetivo que me propuse al escribirla. Gracias a ti.

Pepa Horno dijo...

Que bueno que eligieras tus palabras! Es una entrada impagable, José Luis, mil gracias por ella y Féliz Navidad!
Pepa

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Gracias, Pepa, te deseo igualmente una Feliz Navidad, un abrazo!

Chiquita adorada dijo...

Muchas gracias José Luis por este gran regalo de Navidad. Tomo el decálogo para ponerlo en un sitio bien visible, a fin que todos los días recuerde estos diez puntos.

Lo mejor para tí en estas fiestas y que el 2014 venga lleno de bendiciones. Agradezco lo mucho que nos diste durante el 2013.

Un abrazo desde México.
Alejandra

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Gracias a ti, Alejandra, y que pases una buena Navidad. Con mis mejores deseos para el 2014, recibe un abrazo.

CARMEN MARTÍN dijo...

Muchísimas gracias por el blog en general y por esta entrada en particular. La aceptación es la clave no sólo para tratar a nuestr@s hij@s sino como un camino que puede regir nuestras relaciones con los demás en cualquier ámbito. Te doy las gracias de corazón porque este enfoque va más allá de lo educativo o terapéutico, para mí es también una fuente de crecimiento y enriquecimiento personal.Un fuerte abrazo y feliz descanso navideño.
Marta

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Hola Marta, muchas gracias a ti por tus palabras, me satisface saber que el blog es una fuente de crecimiento personal. Que pases una buena Navidad y mis mejores deseos para el 2014. Un abrazo

Anónimo dijo...

Suscribo lo que han dicho los demás. Feliz Navidad de corazón para ti también. Seguiremos leyéndote en el 2014.
Por cierto, me he tomado la libertad de copiarte y felicitar a algunos de mis familiares y amigos con la canción de Queen. A mí también me encanta.
Carmen.

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Que bien que compartamos canción para felicitar las fiestas de Navidad a nuestros seres queridos! Gracias por tu comentario.

Cuaderno de Retazos dijo...

José Luis una entrada genial. Con tu permiso copio el decálogo y lo llevo a mi blog.

Zorionak eta urte berri on

Cuaderno de Retazos dijo...

José Luis una entrada impagable. Muy bien eso de utilizar la parte derecha de tu cerebro. :)
Con tu permiso recojo tu decálogo y lo llevo a mi blog.

Urte berri on

Itsaso

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Por supuesto, Itsaso, puedes coger lo que quieras. Para mi es un honor que lo hagas, además cuanto más se difunda, mucho mejor! Gracias!