BUENOS TRATOS

Apego, trauma, desarrollo, resiliencia

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miércoles, 30 de octubre de 2013

Se estrena en noviembre el documental "Approved for Adoption", basado en el famoso comic "Piel color de miel", de Jung.

Me han pasado la información del estreno de Approved for Adoption, un documental de animación, adaptación del cómic autobiográfico del ilustrador de origen coreano Jung, Piel color de miel, sobre su experiencia cuando fue adoptado a los 5 años por una familia belga. Se estrena este próximo mes de noviembre.
El documental estuvo en el Festival de Gijón y abrió el DocsBarcelona 2013. Es una pieza única y muy especial. El cómic es muy conocido (en España se ha agotado la primera edición) y la adaptación cinematográfica explora un formato muy interesante que es el documental de animación.
Os dejo un enlace directo al tráiler: http://www.youtube.com/watch?v=wywFn8gHZQ8
La primera proyección es el día 1 de noviembre, y a lo largo de todo el mes, hay más de 30 proyecciones por todo el país.
Copio literalmente un fragmento de la nota de prensa que me han enviado: "Approved for Adoption se acerca a la experiencia emocional de la adopción desde el inusual género del documental de animación, un formato 100% cómodo para los autores para poder evocar en la pantalla elementos de los cuales no existe imagen real: recuerdos, sueños, miedos, expectativas y esperanzas. Vídeos domésticos grabados en Super 8, fotografías e imágenes grabadas expresamente para el documental se entrelazan naturalmente con la ilustración poética y muy a menudo onírica de Jung"
Acabo de ver el tráiler y la primera impresión que he tenido es muy positiva porque va directo al tema en cuanto a que se atreve y aborda todas las cuestiones, vivencias, emociones y pensamientos que un/a adoptado/a puede tener. Pienso que los/as adoptados/as mayores que lo vean se van a identificar con la historia que nos cuentan.
Les deseo muchos éxitos y que llegue a la mayor cantidad posible de público.
- octubre 30, 2013 6 comentarios:
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lunes, 28 de octubre de 2013

Las dificultades para las relaciones sociales de los menores adoptados o acogidos víctimas de malos tratos: la sensibilidad paterna y materna prepara el camino para un adecuado desarrollo del cerebro social


La entrada de esta semana es vivencial, hoy hablaré de este tema en base a mi experiencia profesional.

En el vídeo de la pasada semana “Zeitgeist moving forward” uno de los expertos -en relación con el tema que vamos a abordar- decía lo siguiente: “En las plantas hay un proceso de adaptación al medio en el cual van a desarrollarse. Para los humanos, la adaptación es a la calidad de las relaciones sociales. Entonces, a una edad temprana, cómo eres cuidado, cuánto conflicto hay, cuánta atención recibes es una muestra del tipo de mundo en el que puedes estar creciendo. ¿Estás creciendo en un tipo de mundo en el que tienes que pelear por lo que quieres conseguir, vigilar tu espalda, valerte por ti mismo, aprender a no confiar en otros o estás creciendo en una sociedad donde depender de la reciprocidad, la mutualidad, la cooperación… donde la empatía es importante, donde tu seguridad depende de tener buenas relaciones con otra gente? Y eso necesita un desarrollo muy diferente a nivel emocional y cognitivo. De eso es de lo que se trata: la sensibilidad temprana. Y el ser padre es un sistema de transmitir esa experiencia a los hijos, de la clase de mundo en el que están”

Pensemos ahora en tres menores de edad diferentes pero unidos por un mismo destino adverso: la experiencia de los malos tratos y el abandono:

Iker es un muchacho de nueve años. Adoptado por su madre a los siete años tras pasar los mismos en su país de origen. Primero sufrió el abandono del padre biológico que dejó a la madre con Iker y tres niñas más. Familia sumida en la pobreza más absoluta y viviendo en una zona marginal de una gran urbe de Sudamérica, para subsistir Iker, desde muy temprana edad, callejea con sus hermanos para pedir limosna y traer algo de comida para sus bocas. La madre utiliza gran parte de ese dinero para consumir alcohol. Los niños no están atendidos en sus necesidades físicas. Además, cuando la madre está en estado de embriaguez, grita y maltrata a los niños (les pega y les insulta, descargando su cólera contra ellos) También les descuida, de tal manera que no supervisa su conducta. La madre en estado de embriaguez se comporta de modo caótico e impredecible. Un día, jugando, Iker tira una cazuela de un fogón y se quema la espalda causándose graves quemaduras. Los niños tampoco tienen satisfechas las necesidades emocionales ni de seguridad personal. Los servicios sociales intervienen e Iker es ingresado en un orfanato de pésima calidad donde puede comer una vez al día pero los educadores utilizan una disciplina basada en hacer obedecer las normas mediante el castigo físico (pegarles con la zapatilla) Ingresa en este orfanato con una de sus hermanas. Un día les llega una oportunidad de adopción de un matrimonio europeo. Tras un periodo de prueba quieren quedarse con la hermana de Iker pero no con éste porque tiene unas alteraciones de conducta y un estilo de vinculación que no soportan. Se lo dicen al propio iker el cual vive una experiencia de profundo rechazo que ahonda más en la herida. Más adelante, encuentran la oportunidad de tener el ambiente familiar seguro, estable, cohesivo y afectivo que necesitan: Iker y su hermana son adoptados por una mamá y comienza una verdadera vida para ellos.

Adela es una joven de 13 años que vivió sus cuatro primeros en un país de la Europa de Este. Hija de una madre joven que ya tenía tres hijos más, ingresa nada más nacer en un centro de acogida –pues la madre no podía hacerse cargo- donde permanece hasta los cuatro años. Sufre la ruptura de contacto con su madre biológica. En el centro de acogida tiene sus necesidades físicas cubiertas pero los cuidados y la estimulación emocional debe de compartirlas con más niños y niñas. El tipo de educación que recibe de las mujeres que educan a los niños de ese centro es muy rígida, con una disciplina basada en el tiempo fuera y los cachetes, si no obedecen. La cara de la niña en el momento de la adopción es triste, según recuerdan sus padres adoptivos que lo son desde los cuatro años de Adela.

Peter es el mayor de cuatro hermanos que viven en un entorno familiar caracterizado por la presencia física pero totalmente ausente -desde el punto de vista emocional- de su padre. La madre presenta una depresión que cursa con consumo excesivo de alcohol y juego patológico. Nadie atiende las necesidades emocionales de los niños, que desde el punto de vista funcional más básico están atendidos. Cuando el padre llega del trabajo, ambos progenitores discuten enzarzándose en peleas por el gasto de dinero excesivo que hace la madre. Ésta recrimina a su marido que no le ayude ni apoye en nada y la deje sola con los niños y su crianza. Nadie escucha a estos niños, juega con ellos, interactúa, se preocupa por sus deberes, les da explicaciones sobre la vida, fomenta el lenguaje emocional y la empatía. La casa es un auténtico desierto emocional. Al agravarse la situación en el hogar porque los niños dejan de tener la supervisión básica funcional, las autoridades adoptan una medida de protección y Peter pasa a residir en un centro de acogida de menores dado que tiene once años y a su edad un acogimiento familiar es difícil que surja.

En el primer caso, Iker es un muchacho habitualmente tranquilo, risueño y que entra en relación social con sus compañeros y con los adultos con tranquilidad y desde la reciprocidad. Sin embargo, cuando surge un conflicto, debe de tolerar una frustración o se empecina en un punto de vista… ¡zas! bruscamente cambia de comportamiento. Entra en un súbito y terrible estado de cólera que le lleva a agredir violentamente a los niños o los adultos que estén a su alrededor en ese momento. No puede entrar en razón ni calmarse porque parecería que se tratase de otro Iker. Para poder terminar con su violencia desatada, indiscriminada y peligrosa para él y los demás, un adulto fuerte y seguro debe de contenerle físicamente hasta que rompe a llorar.

¿Qué le pasa a Iker? Recordad la frase del principio: ¿Qué clase de mundo sintió Iker desde que nació? ¿Qué quedó grabado en su memoria implícita? Desde muy temprana edad, que el mundo es un lugar hostil y hay que estar preparado para luchar o huir. ¿Qué fue posteriormente registrando su hipocampo? (órgano responsable de la memoria episódica y verbal y de integrar la información proveniente de la memoria emocional en un todo coherente, ubicando los sucesos y acontecimientos en su contexto y tiempo): “soy malo”, “despreciable”, “merezco ser humillado” y “estoy en peligro” Esto queda disociado en otro estado del yo (que contiene el daño sufrido) y se activa en situaciones concretas del presente que evocan esos contenidos. En una situación íntima e interpersonal (con su madre o en la terapia) a veces se acerca y se aproxima, se muestra cariñoso, colaborador, simpático… Pero si la relación se va tornando demasiado íntima, se activan sus modelos de apego tempranos en los que quedó registrado que puede ser dañado y entonces se aleja o se torna malhumorado e incluso agresivo (comienza a pegar a la madre sin motivo alguno) El apego temprano que se forjó fue de tipo desorganizado, el más grave y propio de ambientes caóticos, violentos y donde se han vivido situaciones de terror intenso de las cuales no se puede escapar.

Adela sufre porque no tiene amigas. Siempre que comienza en un nuevo grupo empieza muy bien. Exhibe adecuadas habilidades sociales para preguntar, responder, intercambiar opiniones y hablar sobre gustos y aficiones. Puede conectar emocionalmente, a veces, con las amigas y sentirse parte del grupo. Sin embargo, Adela se siente internamente muy activada, inquieta, incluso con cierto desasosiego. Eso le lleva a no regular sus emociones y controlar sus impulsos. Se deja llevar por ellos. A veces, liga con el novio de una amiga, sin poder controlarse. Le gusta ser el centro de los chicos. Cuando le preguntan que por qué liga con el novio de una del grupo, que eso está mal, Adela miente. Las chicas del grupo desmontan su mentira. Desde luego no es la  primera vez que Adela miente o que exagera las cosas que cuenta (inventándose cosas grandiosas sobre su familia) Ya le han cogido en varias mentiras. Por ello, las chicas del grupo comienzan a llamarse entre ellas y a evitar estar con Adela. Y ésta, de nuevo, sola. Sabe que no ha actuado bien, reconoce su problema ante el psicoterapeuta y le dice: “¿Por qué siento esa activación dentro de mí, esa angustia en mi interior? Hace que me altere y que no controle mis impulsos” “¿Por qué insisto en usar mentiras y exagerar, presentarme como alguien que no soy ante los demás?” Este tipo de apego temprano, en la línea de un apego ansioso-ambivalente, activa en la relación social la evocación de no ser lo suficientemente querida y de temer un abandono. Le lleva a activar un modelo interno de apego en el que está más preocupada por su propia angustia y por ganarse la atención de los demás (para tapar esa angustia) en una suerte de mecanismo de defensa inconsciente que le da la fantasía de que no será abandonada porque duda de la disponibilidad del otro, no está segura de que el otro sea alguien fiable. El modelo operativo que se evoca en la relación con los demás contiene representaciones tipo: “no soy lo suficientemente querible”; “pueden dejarme” Y termina por provocar paradójicamente, lo que más teme: quedarse sin amigas.

Peter se ha adaptado bien al piso de acogida en los aspectos funcionales y de orden y cumplimiento básico de las normas. Sin embargo, no se relaciona con los compañeros si no es sólo mediante alguna actividad: el ajedrez (su afición favorita), los videojuegos o los comics. La preferencia son los objetos e interactuar con los demás por medio de éstos. No parece tener necesidad de tener amigos íntimos o cómplices con los que conectar emocionalmente y resonar internamente. Los profesores le definen como adaptado a los estudios, alejado de los compañeros y distante emocionalmente. En el centro de acogida mantiene la distancia y rechaza hablar con los educadores de cómo le va, sus estudios y los amigos. Cuando algún educador intenta ayudarle y apela a las emociones o las relaciones, tratar de acercarse y conectar con cercanía, Peter pasa absolutamente. Y si el educador insiste más, se puede volver irónico y despreciativo con él. Excepto si alguien toca alguno de sus objetos preciados o le desordena sus cosas. En esos casos estalla con un ataque de ira y se vuelve violento. Este tipo de apego temprano es marcadamente evitativo. En las relaciones con los otros se evoca la posibilidad de intimar, de que entren en su interior. Entonces el mecanismo de defensa es evitar, alejarse e incluso despreciar. Peter actúa como “alguien muy voraz que piensa que la comida no es lo suficientemente buena”, como diría Wallin. Se cierra y se protege con estos mecanismos porque en su momento fue rechazado emocionalmente cuando intentó conectar con los demás.

Ahora ya nos explicamos por qué los niños y adolescentes adoptados o acogidos con experiencias de abandono y maltrato crónico a sus espaldas tienen tantas dificultades para relacionarse con los demás. El cerebro es un órgano social, preparado para entrar en relación con los demás. La neurociencia moderna da la razón a Platón cuando afirmaba que el hombre es un ser social. Pero las experiencias de vida graves que comprometen el desarrollo cerebral y mental de las personas hacen que éstas tengan que adaptarse a lo que los cuidadores tempranos les han ofrecido para poder sobrevivir, como decía el autor del vídeo de Zeitgeist que os he citado al principio del post.

La semana que viene veremos qué podemos ir haciendo para reparar estas tempranas tendencias. Hay que tener en cuenta que cuanto más tiempo de maltrato y abandono, más probabilidad de que se afiancen los esquemas tempranos de apego. Pero aún y todo -y sin olvidar que algunos casos son graves y las secuelas son permanentes (sólo podemos aspirar a lograr el mayor grado de adaptación posible)- Cozolino nos dice que en neurociencia no hay nada escrito y que nunca es tarde.

Termino con esta frase de Siegel muy ilustrativa de cómo el cerebro se prepara y se diseña para las posteriores relaciones sociales en la experiencia con los primeros cuidadores: “Pensemos en un  recién nacido. Cuando nace un bebé, ya está listo para relacionar lo que ve en los demás con lo que hace él y siente en su interior. Pero ¿qué pasa si los demás sintonizan con sus necesidades sólo en raras ocasiones? ¿Qué pasa si en general sus padres no están a su disposición y lo rechazan? Al principio la mente del niño se verá invadida por la confusión y la frustración. Sin los momentos íntimos en los que se produce una conexión sistemática con sus cuidadores, puede acabar siendo una persona sin visión de la mente, sin comprender la importancia de unirse a otros. Aprendemos muy temprano en la vida a usar nuestra conexión con las personas de confianza para aliviar nuestra angustia interior. Eso constituye la base de una relación afectiva segura. Pero si no recibimos una crianza así, nuestro cerebro tendrá que adaptarse y arreglárselas como pueda…”

Y, desgraciadamente, así han vivido muchos de los niños y jóvenes que tratamos a diario en la consulta: arreglándoselas como pueden.

Hasta la semana que viene.

Cuidaos / Zaindu
- octubre 28, 2013 7 comentarios:
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martes, 22 de octubre de 2013

Conferencia-coloquio titulada: "Cómo las familias adoptivas pueden construir un vínculo seguro con sus hijos/as", organizado por el Instituto Familia y Adopción el próximo 26 de octubre de 10,00h -13,00h

Organizado por el Instituto Familia y Adopción de Barcelona, el próximo sábado 26 de octubre, de 10,00 - 13,00h impartiré una conferencia-coloquio que se podrá seguir on line desde cualquier parte del mundo. 

El tema sobre el que versará la misma será: "Como las familias adoptivas pueden construir un vinculo seguro con sus hijos/as"  

Gracias a la tecnología avanzada del Instituto Familia y Adopción, podremos vernos y escucharnos.

La conferencia durará aproximadamente una hora y media, y posteriormente tendremos un debate. Se podrán formular preguntas mediante un chat. Lo más interesante, sin duda, será que podamos hablar, compartir experiencias, intercambiar ideas, debatir sobre como tratar determinadas situaciones con los niños/as... Porque el contenido de lo que exponga no será muy diferente de lo que podéis encontrar en los temas de este blog. Vamos a procurar que se pueda producir la magia de un encuentro y un intercambio gracias a este maravilloso invento que es internet (cuando se usa para fines positivos) que permitirá que servidor desde San Sebastián (Gipuzkoa) y vosotros/as desde Barcelona y otras localidades de España o del mundo podamos estar en contacto, sintonizados emocionalmente, como sucede en los apegos seguros (Ya que de este tema hablaremos procede usar esta expresión)

¡Así pues, os espero a todos/as con mucha ilusión el próximo sábado!

Toda la información sobre el evento, contenidos y modo de apuntarse, podéis encontrarlo en este enlace del Instituto:

http://www.familiayadopcion.com/index.php?id=298

¿Todo niño viene con un pan bajo el brazo? Guía para padres adoptivos con hijos con trastornos del apego. Editorial Desclée de Brouwer. Bilbao, 2011.
- octubre 22, 2013 No hay comentarios:
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lunes, 21 de octubre de 2013

"Zeitgeist moving forward", un instructivo vídeo para psicoeducar a las familias adoptivas y acogedoras (y a los profesionales) sobre el apego y el trauma


Tal y como os anuncié la pasada semana, hoy vuelvo a ofreceros un material psicoeducativo que puede ser de inestimable ayuda en nuestro trabajo con las familias.
Este vídeo, justo es decirlo, lo descubrí en la formación en EMDR de niños y adolescentes a la cual acudí el pasado mes de abril. Cristina Cortés, del Centro Vitaliza de Pamplona, excelente profesional, es quien impartió el curso. Y cuando llegó al capítulo en el cual nos transmitió la trascendencia que tiene la labor psicoeducativa con los padres, las familias y otros profesionales con los que colaboramos, nos presentó el vídeo Zeitgeist moving forward.
Se trata de un vídeo -de larga duración pero sin desperdicio alguno- centrado en explicar la tremenda relevancia que tienen la primera y la segunda infancia en la vida de toda persona. En el mismo aparecen reputados expertos en trauma, apego y desarrollo humano. Aunque al principio puede despistar, el vídeo no tarda en entrar en materia y centrarse, primero, en la vida intrauterina (resulta asombroso cómo lo que acontezca en este contexto vital, que es un entorno, empieza ya a modelar e influir en el feto humano; no hay más que escuchar en el vídeo cómo las madres embarazadas estresadas por la guerra tenían hijos que en la vida adulta desarrollaban esquizofrenia con más probabilidad que las madres que no habían sufrido estrés), después en la etapa que en inglés se denomina infancy (se refiere a los primeros años de vida) para, posteriormente, adentrarse en el periodo de la vida que en lengua inglesa denominan childhood (niñez, la etapa que va desde los cinco años hasta la adolescencia) Lo que acontezca en estas etapas (sobre todo los primeros años de vida) nos influirá poderosamente en la vida adulta, dejándonos una impronta de vulnerabilidad o no. Como dicen en el vídeo, las primeras impresiones que recibimos y que se quedan almacenadas en la memoria emocional y que nos informan sobre cuán confortable, confiable y seguro es el mundo de fuera, marcan una tendencia que (aunque modificable e influenciable por experiencias posteriores) nos acompañará toda la vida.
 
Lo que más me gusta de este vídeo es que aúna, a mi juicio, tres grandes virtudes:
La primera, que presenta -de una manera comprensible para neófitos pero a la vez rigurosa- los conceptos más importantes que debemos saber para poder entender y ayudar a los menores de edad que han sufrido experiencias tempranas de abandono y malos tratos. Conceptos neurocientíficos que se nos revelan abstrusos tiene este vídeo la virtud de hacerlos comprensibles y accesibles a todo tipo de públicos. Por ejemplo, cómo funciona la memoria implícita, cómo influyen las primeras experiencias de vida en la conformación del cerebro/mente, por qué el abandono se graba tan a fuego en la persona, por qué debemos crecer bajo la influencia de otros y necesitamos sí o sí de un adulto sensible y empático para poder desarrollarnos y sobrevivir física y emocionalmente, por qué daña tanto que los padres estén físicamente presentes pero emocionalmente ausentes (abandono próximo, se le llama) Creo que es muy importante concienciar a los padres de lo nefasto que puede ser ese abandono próximo, esos padres físicamente presentes pero emocionalmente ausentes. Es grave. Los niños necesitan alimentarse de comida y de emociones, de contacto, de juego, de risas, de preocuparse por ellos… en suma, la función emocional del vínculo. Esto en nuestra sociedad aún no se le otorga la trascendencia que tiene. Dice Yolanda González Vara (cuyo libro “Amar sin miedo a malcriar” os recomiendo, es excelente, con una visión desde el apego y el respeto al niño) que todo el mundo pregunta, cuando ve a un bebé de un amigo/a, si duerme bien, come bien… pero… ¿Y las emociones? Por ello no preguntamos. Aquí andamos todos más perdidos y no sabemos tan bien de qué estamos hablando, pero nos referimos a algo que es fundamental y vital. Por ello creo que vídeos psicoeducativos como estos son tan necesarios para aprender y concienciar.

La segunda, que participan grandes expertos en la materia y tenemos el privilegio de poder escucharles y aprender de ellos.

Tercera, gracias a las imágenes y gráficos el visionado se hace ameno e interesante. Engancha escuchar las voces de los participantes y ver las imágenes que usan para apoyar el texto.

Una de nuestras tareas -cuando comenzamos a trabajar en terapia con un niño o adolescente y su familia- es, como ya sabéis, la psicoeducativa. Llevamos dos semanas hablando de ello y dedicándole tiempo pues es una labor ineludible. Hay que dedicar tiempo a esto porque es la base para que puedan entender qué le pasa al niño y poder colaborar con el profesional que lleva el tratamiento en la estabilización emocional primero y la integración de las experiencias traumáticas después. Si no se sabe qué es un trauma y cómo afecta, es difícil colaborar. Por ello, he empezado a echar mano de la inestimable ayuda que este vídeo me ofrece y se lo indico y recomiendo a los padres y familias cuando vienen a mí consulta. Después, lo solemos comentar y hablamos sobre ello haciendo referencia a su hijo, pues es necesario comunicar y recoger a las familias en lo emocional y asesorarles también en su caso concreto. El vídeo es un gran complemento y apoyo en nuestra tarea de instruir, apoyar y orientar a los padres y familias. También lo suelo utilizar con adultos y adolescentes con buenos resultados.
 
Me quedo, de todo el vídeo, con esta frase que puede ser el epítome final del mismo. Es del gran Winnicott: “En la infancia hay cosas que debiendo ocurrir no pasan y otras que no debiendo de pasar, ocurren"

Lo más interesante del vídeo para nosotros está entre el minuto 3 y el 38. Tened un poco de paciencia.
 
Espero que os sea de ayuda.
 



Hasta la semana próxima en la que hablaremos de las dificultades que los niños adoptados o acogidos tienen en las relaciones con los iguales.

Cuidaos / Zaindu
- octubre 21, 2013 4 comentarios:
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lunes, 14 de octubre de 2013

Dos vídeos para usar como herramientas psicoeducativas en nuestro trabajo con las familias y los niños adoptados/acogidos


Teniendo en cuenta que las entradas sobre herramientas o recursos son valoradas muy positivamente por vosotros/as (a tenor del elevado número de visitas que generan), me he propuesto combinar y variar los temas de tal modo que vayamos tratando algunos más sesudos y teóricos con otros en los que podamos ofreceros herramientas, técnicas o recursos. Si estas entradas son muy demandadas por vosotros/as supongo es porque todos estamos necesitados de medios que nos permitan desarrollar nuestra labor psicoeducativa. Podemos tener bastante claro qué queremos pero el cómo hacerlo, a través de qué medios o técnicas llegamos al niño o a las familias, puede resultar más complicado. Me propongo ir ayudándoos también en esto.

La tarea psicoeducativa se revela como una fase cada vez más fundamental en el trabajo con el menor de edad víctima de experiencias traumáticas como lo son los malos tratos, el abandono o el abuso. Antes de poder abordar los contenidos traumáticos y de ayudar al niño o joven con un relato o narrativa elaboradora de lo vivido que trate de favorecer una integración resiliente, es necesario que aquél pueda regular sus emociones y que, además, entienda el papel que el trauma ha jugado en la aparición de sus síntomas y manifestaciones conductuales desadaptadas. También es necesaria la psicoeducación a las familias adoptivas y acogedoras, pues necesitan comprender qué les pasa a sus hijos, por qué se comportan del modo en que lo hacen, cuáles son las manifestaciones del trauma y cómo proceder para reparar el apego.

Son propósitos no tanto difíciles de explicar (si se conoce la teoría) sino más bien complicados de llevar a la práctica. Muchas familias me dicen, con razón: “Y esto… ¿cómo lo hacemos?”

Por eso, cada vez que cae en mis manos un material interesante para poder dar ideas sobre el “cómo hacerlo”, lo comparto con vosotros/as. Hace unas semanas han sido unos cuentos; hoy son dos vídeos.

Hoy, como os digo, voy a presentaros dos vídeos de los cuales tuve noticia hace unos meses gracias a mi colega y maestra en psicoterapia Maryorie Dantagnan. Me los dio a conocer en el mes de abril en el marco de una formación a la cual asistimos los dos. Maryorie siempre está buscando e investigando sobre técnicas psicoeducativas y descubre “picadas” que son de gran ayuda en nuestra labor terapéutica y educativa. Del mismo modo, Maryorie también es una fuente inagotable de excelentes libros sobre apego y trauma, muchos de los cuales hemos referenciado, comentado y hasta exprimido en este blog.

El primero de los vídeos se llama: “No es maña” Hemos hablado muchas veces que lo que más repara el apego es la experiencia de sentirse sentido, como dice Siegel. El apego es sintonización emocional con el estado interno del niño, reflejarlo sin invadirlo y devolverlo de tal manera que el niño vea en los padres personas no solo en las que mirar sino en las que mirarse. Cuando el cuidador alinea sus estados mentales con los del niño, los refleja, los comprende e incluso los resuena, se produce entonces la experiencia incomparable del sentirse sentido y se fomenta el apego seguro. Conchi Martínez Vázquez que tiene un excelente blog (es un blog amigo que forma parte de esta red de profesionales APEGA de la que os hablaba la semana pasada; Conchi es una excelente profesional y mejor persona que también se ha formado en el IFIV de Barcelona en el modelo de Barudy y Dantagnan. Tiene su consulta en Valencia, así que todos/as las familias que viváis en esa zona tenéis una referencia fiable a quien acudir en caso de que necesitéis ayuda y asesoramiento profesional) llamado Resiliencia infantil habla, precisamente, en una  reciente entrada, de ello.

Cuando a las familias les explicas que un menor víctima de malos tratos o abandono necesita esta experiencia porque no ha tenido adultos que le hayan hecho sentir sentido, lo entienden. Pero entienden mejor cómo hacerlo cuando les pongo el vídeo del que os hablo:
 
 

Efectivamente, “no es maña” No olvidemos que tradicionalmente, y todavía hoy, los padres y las familias interpretan como mañosos a los niños cuando éstos responden con rabietas o malestar emocional. No se entiende que la empatía es una necesidad de primer orden como comer o beber. Los niños que han carecido de ella en demasía necesitan que sus familias sean capaces de hacerles sentir que les sienten, devolverles con calma los límites (“no me pegues que yo a ti no te pego”), hacerles comprender con juegos por qué tienen que hacer ciertas cosas como ir a clase, etc. Muchas familias me dicen que esto es difícil, complicado y que la vida nos hace ir tan rápido que no podemos tener ni la calma, ni el tiempo ni la paciencia que necesitamos. Yo les digo que entiendo que somos humanos y no podemos actuar siempre con perfección pero que el camino es ése: empatía más límite reflexionado y con firmeza, devuelto de tal manera que el niño interiorice que somos capaces de CONTENER sus impulsos y emociones -en ocasiones muy intensas- como la rabia y el odio. Hay menores que manifiestan estos impulsos de una forma muy difícil de regular, pero hemos de intentarlo. Para mí debemos estar, primero, convencidos de que esto es lo que hay que hacer (a corto plazo no será lo más eficaz pero, a largo plazo, puedo dar fe de que sí lo es porque sienta las bases de un apego más seguro con los padres adoptivos cara a la adolescencia) y, segundo, estar nosotros bien emocionalmente, tranquilos y gestionando nuestras propias reacciones, el impacto que el niño genera en nosotros (no va contra nosotros, somos su depositario y tenemos que hacer la tarea de sostenerle) Si somos capaces de tranquilizarnos y darnos cuenta de que el niño siente como siente y hace lo que puede hacer -según lo aprendido en su vida anterior- y que debemos tratar de comprenderle y limitarle reguladamente, podremos hacerlo.

El segundo vídeo que os propongo como herramienta de trabajo (éste tanto con las familias como con niños más mayores, a partir de los diez años) es este que se llama “fisiología del estrés” A mí me está dando resultados asombrosos en cuanto a que el menor de edad empieza a entender que su sistema de alerta está alterado por lo que ha vivido y no que “es malo” o “un desastre”
 
 

Ya sabéis que los niños que han vivido situaciones traumáticas que han supuesto una amenaza para la propia vida, seguridad e integridad personales (como por ejemplo, la violencia intrafamiliar o los castigos físicos duros en los orfanatos) suelen presentar una hiperactivación del sistema de defensa, de esa respuesta natural de lucha/huida que se activa cuando estamos bajo una amenaza (luchar contra un ladrón que quiere robarnos el dinero o salir corriendo) Cuando ya están fuera del peligro, aún interpretan muchos estímulos del presente como amenazantes pues su cerebro se diseñó para la supervivencia. Aún deben de aprender a mirar a su alrededor y darse cuenta de que están a salvo. La memoria implícita recuerda la amenaza y por una vía neuronal directa que no pasa por la razón (¡cuando se está en peligro o se cree estarlo, razonar no es adaptativo!) activa este sistema de defensa.

Para explicarles a los niños esto -y que lo puedan entender- la ayuda de este vídeo y de la metáfora del botón del miedo (con ese hombre primitivo asustado que aprieta el botón del cerebro para sugerir que es una respuesta que proviene de la herencia filogenética) es genial y me está dando unos grandes resultados para que comprendan el papel que el trauma ha jugado en sus vidas influyendo en la manera que tienen actualmente de responder. Tantas veces tuvo el niño que apretar ese botón que ahora está hipersensibilizado y se aprieta fácil, y cuando percibe amenazas que realmente no lo son (como cuando en el vídeo el niño cree que va a suspender el examen o al señor que le dan ganas de decirle cuatro cosas al jefe que él ha pensado que no le ha saludado porque estaba enfadado con él cuando no es así; viene muy pero que muy bien para que entiendan que no es la situación sino cómo la interpretan ellos de manera muy rápida y automática. Hay que aprender a mirar primero, tranquilizarse y ver que no hay peligro real), su reacción es escaparse o agresiva. Y tanto se apretó el botón que necesitan cuidados y ayuda terapéutica (como el hombre del vídeo que debe ingresar en el hospital víctima de estrés) El final del vídeo es positivo porque muestra que situándonos de una manera más conectada y presentificada se interpreta la situación de otro modo. No importa que el vídeo recurra a explicaciones fisiológicas un poco complicadas para los niños. Éstas se pueden pasar o dejar, no afectan porque el niño comprende el sentido de lo que se le quiere transmitir.

Ya veis que las metáforas son tremendamente útiles en nuestro trabajo. Y para los niños, las imágenes les ayudan muchísimo a poder entender. A partir de estas metáforas se puede después, profundizar en el trabajo terapéutico.

Gracias, Maryorie, por estas “picadas” tan interesantes y útiles para nuestro trabajo.

Termino la entrada de hoy recordando que esta semana pasada hemos celebrado el cincuenta aniversario de la muerte de una persona a quien siempre he admirado: Edith Piaf, la genial cantate francesa y un ejemplo -uno de los muchísimos que existen- de resiliencia. Precisamente sobre Edith Piaf escribí en este blog dos veces: una -la primera entrada que publiqué- titulada: "Emociones, y la niña gorrión" Y la segunda, hace cuatro años, hablando de -para mí- su más bella y emotiva canción: "Mon dieu, una buena canción para estas vacaciones" Os invito a visitarlas como una manera de rendirle un sentido homenaje y honrar su memoria.
La semana que viene os ofrezco otro vídeo muy útil como material psicoeducativo, y la siguiente publicaré un post tocando el tema de por qué los niños adoptados o acogidos tienen dificultades en las relaciones con los iguales.

Cuidaos / Zaindu
- octubre 14, 2013 2 comentarios:
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martes, 8 de octubre de 2013

Curso "Traumaterapia sistémica infantil: un modelo de intervención", organizado por el Centro de Psicoterapia Genos de Oviedo e impartido por Maryorie Dantagnan


Si ayer hablábamos del modelo de intervención en psicotraumatismo infantil, esta semana Yolanda Higarza me ha enviado precisamente información sobre una formación que ella organiza desde el Centro Genos Psicología sito en la ciudad de Oviedo (Principado de Asturias)

Bajo el título: Traumaterapia sistémica infantil: un modelo de intervención, y a celebrarse los días 15 y 16 de noviembre de 2013, el curso contará como docente con Maryorie Dantagnan, psicóloga y psicoterapeuta infantil del Instituto de Formación e Intervención sobre la Violencia y sus Consecuencias (IFIV, de Barcelona) Una excelente profesional y como os comentaba ayer, alma mater de un modelo de psicoterapia infantil basado en el apego, el trauma y la resiliencia. Si estáis interesados en ello, es una ocasión inmejorable para que conozcáis el modelo de intervención que ella promueve. Maryorie Dantagnan atesora gran experiencia como psicoterapeuta de menores gravemente dañados por el abandono y los malos tratos.

En este enlace tenéis toda la información con los contenidos que se van a tratar:

 
http://www.genospsicologia.com/traumaterapia.HTML

Para más información e inscripciones:

GENOS. Centro de Terapia y Mediación Familiar

C/ Uría, 66, 4º B

33003 – OVIEDO, Asturias

Tel.: 984 80 50 67  /  647 517 540

www.genospsicologia.com

info@genospsicologia.com
- octubre 08, 2013 No hay comentarios:
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lunes, 7 de octubre de 2013

Promoviendo resiliencia mediante un modelo de intervención en psicotraumatismo infantil.


Esta semana quiero exponeros con detalle el modelo de intervención en psicotraumatismo infantil. Éste lo presentaremos (Elena Borrajo, psicóloga; Maryorie Dantagnan, psicóloga; y servidor, psicólogo) en el marco del II Congreso Europeo de Resiliencia, a celebrarse en Bilbao los días 17, 18 y 19 de octubre. Físicamente solamente estará presente quien escribe estas líneas porque mis compañeras, por motivos de agenda, no pueden acudir. Pero son co-autoras del trabajo y estarán, en ese momento, con su pensamiento y sus sentimientos.
 
El texto que podéis leer a continuación es un resumen de los aspectos principales que el modelo de intervención en psicotraumatismo infantil contempla. Modelo ideado e impulsado por Jorge Baudy y Maryorie Dantagnan en el cual nos hemos formado ya cinco promociones (yo tengo el honor de ser de la primera) Tras acumular diez años de implementación del mismo en el ámbito de la psicoterapia, nos hemos animado a contar la experiencia de aplicación que hemos llevado a cabo Maryorie Dantagnan desde el IFIV de Barcelona (la casa madre, diríamos), Elena Borrajo desde el Centro Alén de A Coruña y quien estas palabras redacta, desde su consulta privada en Donostia-San Sebastián.
 
Os transcribo el texto que será publicado en el CD que se entregará a todos los participantes en el Congreso de Resiliencia de Bilbao. Daré detalles de esta bonita experiencia en dicho congreso el día 17 de octubre, a las 16,50h en el Auditorio Arriaga del Bizkai Aretoa sito en Bilbao. Dispongo de 15 minutos de comunicación y espero poder condensar nuestro trabajo en ese margen de tiempo.
 

PROMOVIENDO RESILIENCIA DESDE UN MODELO DE INTERVENCION EN PSICOTRAUMATISMO INFANTIL

 
Elena Borrajo, psicóloga y psicoterapeuta infantil. Centro Alén. A Coruña.

Maryorie Dantagnan, psicóloga y psicoterapeuta infantil. IFIV. Barcelona.
 
José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo y psicoterapeuta infantil. Práctica privada. Donostia-San Sebastián.


 
 
 
Introducción
 
Exponemos la experiencia de tratamiento psicoterapéutico -desde un marco de intervención en psicotraumatismo infantil- llevado a la práctica desde la Red de Centros APEGA de Barcelona, A Coruña y San Sebastián. El modelo -como la mencionada red- es ideado e impulsado por el IFIV de Barcelona dirigido por Barudy y Dantagnan.
 
El modelo psicoterapéutico de intervención en psicotraumatismo infantil está fundamentado en las aportaciones de Barudy y Dantagnan sobre los buenos tratos a la infancia; las consecuencias del maltrato, el abuso y la negligencia sobre el desarrollo neurológico; el reconocimiento del sufrimiento psicológico de las víctimas; la visión ecosistémica del menor y la evaluación de las competencias parentales y la resiliencia parental (Barudy y Dantagnan, 2005; 2010) Asimismo, se asienta en la teoría del apego (Bowlby, 1973, 1980; Ainsworth, 1978; Main, 1990; Liotti, 2006) y su asociación con la neurobiología interpersonal (Siegel, 2007), el trauma (Steele y otros, 2008), la psicología del desarrollo y la promoción de la resiliencia (Barudy y Dantagnan, 2005; Cyrulnik, 2003) Por lo tanto, es un paradigma integrador cuyos principales dominios son el apego, el trauma, el desarrollo y la resiliencia.
 
Los terapeutas de la Red APEGA hemos acumulado una práctica clínica significativa trabajando en psicoterapia con niños y adolescentes víctimas de malos tratos, abandono, negligencia y abuso sexual habiendo constatado que el modelo promueve la resiliencia de éstos al tratar, entre otros muchos aspectos, dos elementos que la favorecen: el vínculo y el sentido o reconstrucción de la historia de vida (o integración resiliente)
 
Objetivos
 
Proporcionar al menor de edad una experiencia terapéutica que permita la reparación del daño psicológico producido por los malos tratos, el abandono y/o el abuso sexual (el apego terapéutico, concepto impulsado por Siegel, 2007)
 
Disponer de unas técnicas y una metodología de tratamiento adaptadas al sufrimiento infantil.
 
Potenciar la resiliencia del menor de edad favoreciendo los recursos internos gracias a la disposición de recursos externos que favorezcan la emergencia de aquéllos.
 
Participantes
 
Niños y adolescentes que siguen psicoterapia en la red de centros APEGA en las ciudades de A Coruña, Barcelona y Donostia (n=60)
 
Descripción de la experiencia de intervención psicoterapéutica
 
El modelo de psicoterapia comienza con una evaluación exhaustiva del menor de edad que acude a psicoterapia. Dicha evaluación comprehende los cuatro dominios principales en sobre los que se interviene posteriormente, a saber: apego, trauma, desarrollo y resiliencia. Dicha evaluación es una propuesta planificada de acción teniendo en cuenta todos los factores y distintos ámbitos de la afectación del daño provocado por los malos tratos.
 
La evaluación comprensiva incluye al niño, a los padres o referente en el cuidado del menor de edad y el contexto. En el menor se evalúan exhaustivamente sus dificultades, su funcionamiento, su desarrollo, síntomas, su perfil de apego y la presencia o no de psicotrauma. En los padres se evalúan las competencias parentales que necesitan ser modificadas, revisadas y/o reforzadas. Y en el contexto se valora qué factores dificultan, amplifican o mantienen un determinado funcionamiento en el menor e impiden su desarrollo. El modelo incorpora también la evaluación de los recursos –pues pretende apoyar y promover la resiliencia- del menor (habilidades, talentos, capacidades cognitivas, cualidades, rasgos adaptativos…), de los padres (estilo de apego, empatía, recursos internos para modificar modelos de interacción con sus hijos, familia extensa y red social) y del contexto (maestros sensibles y afectuosos, con autoridad calmada; profesionales de la salud dispuestos a trabajar en red; espacios extraescolares y otras fuentes de resiliencia) Como vemos, un enfoque ecosistémico es fundamental.
 
La evaluación comprensiva establece objetivos realistas que refuerzan y promueven la resiliencia.
 
Se utiliza una Pauta de Evaluación Comprensiva como herramienta para recoger toda la información relevante del menor de edad y su contexto en los dominios de los que se ocupa con el fin de planificar el tratamiento. También incluye un árbol para la toma de decisiones en cuanto al análisis de la demanda, pudiendo determinar si la psicoterapia puede o no aplicarse al menor de edad en ese momento en función de la combinación de determinadas variables.
 
La relación terapéutica merece una mención especial pues es el eje fundamental sobre el que gira toda la intervención (incluida la fase de evaluación) Si los daños psicológicos que los malos tratos generan en el menor de edad se manifiestan principalmente en las relaciones interpersonales, es desde y a través de éstas como aquéllos pueden repararse. La vivencia de una relación terapéutica cálida, confiable y segura puede crear nuevos modelos internos de trabajo y generar en el menor de edad nuevas interpretaciones y expectativas acerca del otro, su sensibilidad y empatía. Los terapeutas asociados a la Red APEGA hacen suya, en el trabajo con el menor de edad, desde la primera sesión, el principio recogido por el autor Holmes (2009): “Los buenos terapeutas hacen con sus pacientes aquello que los padres competentes hacen con sus hijos” Porque es la envoltura afectiva y la calidad de la relación terapéutica que permite dar sentido y, por ende, resolver los contenidos traumáticos de las experiencias vividas.
 
Terminada la evaluación comprensiva, comienza la fase de intervención psicoterapéutica. El modelo de intervención en psicotraumatismo infantil comprende TRES BLOQUES sobre una buena base, es decir el trabajo en paralelo con los padres o referentes del niño o adolescente focalizado en promover el apego, la sintonización y la respuesta consistente. Los tres bloques siguen una lógica interna fundamentada en un orden neurosecuencial:
 
BLOQUE 1: SINTONIZACIÓN Y AUTO-REGULACIÓN
 
Tal y como Siegel (2007) postula, para construir un vínculo es preciso establecer secuencias de interacción en las que sintonicemos emocionalmente con el menor de edad de tal manera que el hemisferio izquierdo del adulto se alinee con el hemisferio izquierdo del niño o adolescente y el hemisferio derecho con el derecho. Una vez sintonizados, el adulto resuena emocionalmente al menor de edad haciendo sentir que le siente. Estas interacciones comunicativas sintonizadas y resonantes favorecen la capacidad del niño o adolescente de auto-regular sus estados internos.
 
Los terapeutas de la Red APEGA conscientes de que los menores de edad víctimas de los traumas provocados por los malos tratos presentan déficits en esta área, se centran en este primer bloque en trabajar los siguientes aspectos (Antes de poder realizar la labor de ayudar al menor a integrar resilientemente el trauma, es necesario que éste haya conseguido sintonizar con el terapeuta, con sus estados internos, así como desarrollado habilidades auto-reguladoras. Sobre este bloque, no obstante, se suele volver en otras fases posteriores de la terapia):
 

Estabilizar las rutinas en el menor de edad.
 

Potenciar los elementos del contexto que permiten la vinculación positiva, la contención y la regulación.
 

Tratamiento de la sintomatología aguda que el menor pueda presentar con las técnicas adecuadas e, incluso, con tratamiento farmacológico si es preciso (interconsulta con psiquiatría)
 

Desarrollar las habilidades de auto-observación del menor de edad para que aprenda a conocer sus estados internos y los disparadores que en las distintas situaciones los gatillan.
 

Proporcionar psicoeducación sobre los efectos del trauma en el cerebro.
 

Desarrollar habilidades de expresión y modulación adecuada de las emociones.
 

En este bloque se utilizan técnicas diversas expresamente diseñadas para trabajar estos contenidos.
 
BLOQUE 2: EMPODERAMIENTO
 
Una de las nefastas consecuencias del trauma crónico suele ser la sensación de vulnerabilidad, de indefensión y sensación de amenaza permanente que acompaña a la persona. Por ello, los autores expertos en trauma hablan de “devolver a la víctima el poder perdido”
 
Específicamente:
 

Que el menor de edad vaya siendo protagonista de su propio proceso de terapia, de tal manera que el trabajo terapéutico es co-dirigido.
 
Estimular las funciones ejecutivas que como consecuencia del trauma pueden estar debilitadas, con el fin de ayudar al menor de edad a responder y no reaccionar y a hacer consciente un proceso de solución de problemas y de planificación y secuenciación de sus actos, enseñándole a monitorizar sus propios procesos cognitivos, emocionales y conductuales.
 

Aprender estrategias alternativas a las acciones mentales derivadas del trauma (acciones mentales de orden inferior)
 
Hacer consciente al menor de edad de su propio modelo interno de trabajo y trabajar con los contenidos del mismo tratando de modificar estas representaciones.
 
Tratamiento de la identidad y la autoestima del menor de edad.
 
En este bloque se utilizan también técnicas diversas expresamente diseñadas para trabajar estos contenidos.
 
BLOQUE 3: INTEGRACIÓN RESILIENTE
 
Es el bloque de tratamiento más delicado y de gran profundización, en el que más apoyo requiere el menor de edad del terapeuta y de la red para poder tener suficiente coraje y valentía para hacer el trabajo. Específicamente:
 
Desarrollo de una narrativa histórica con el menor de edad.
 
Tratamiento de los contenidos traumáticos específicos.
 
Proyección de futuro.
 
Opciones y consecuencias.
 
Cierre de las sesiones. Éste se planifica con tiempo y se trabaja específicamente pues la despedida y la separación activan las manifestaciones de apego inseguro y las respuestas traumáticas.
 
En este bloque se utilizan también técnicas diversas expresamente diseñadas para trabajar estos contenidos.
 
En cuanto a la metodología, los niveles de implicación del menor de edad deben ir aumentando y el terapeuta debería favorecer con sus intervenciones para que esto ocurra.
 
El primer nivel de implicación tiene lugar en el primer bloque. El terapeuta dirige el trabajo terapéutico, toma un rol proactivo, dinamizador, directivo, contenedor del menor, debido a las dificultades presentes en este último para implicarse y comprometerse en el trabajo terapéutico. 
 
En el segundo nivel de implicación el terapeuta co-dirige el trabajo terapéutico, su participación es más bien semi-directiva. La terapia se realiza de manera bastante equilibrada entre la participación activa del terapeuta y la del menor lo que facilita el logro de los objetivos. Hay mayor implicación de éste que en el primer nivel.
 
En el tercer nivel de implicación el terapeuta guía o facilita el trabajo terapéutico. Existe en el menor un nivel de mayor profundización e implicación en el proceso terapéutico. La capacidad de mentalización le permite al menor jugar un rol proactivo en la terapia, se apropia de su proceso.
 
Durante los tres bloques, el trabajo paralelo con el contexto del menor y con los padres o referentes es fundamental. Estos apoyan el proceso, comparten los objetivos de cada bloque, apoyan, regulan y contienen al menor adecuadamente, participan en el trabajo de integración resiliente… Se planifican sesiones con los padres o referentes a solas para lograr su colaboración, implicarles en el trabajo terapéutico y entrenarles en habilidades y técnicas específicas psicoeducativas (modulación emocional, contención, límites, establecimiento de rutinas…)
 
Resultados
 
Los resultados de la experiencia terapéutica en los menores participantes del modelo de intervención en psicotraumatismo infantil (centros de psicoterapia de la Red APEGA de Barcelona, Coruña y San Sebastián) son, en general, positivos.
 
Los resultados los evaluamos tanto cualitativa (la propia mejoría expresada por el menor y también constatada por los padres y profesores que informan de cambios emocionales y conductuales) como cuantitativamente mediante los indicadores y cuestionarios que se incluyen en la evaluación comprensiva.
 
En general, el 90% de los participantes presentaron cambios positivos. Éstos se observan en:
 

La creación de nuevos modelos mentales de apego en relación al otro. Mejora su grado de confianza en sí mismo así como en el mundo adulto.
 
Una mayor capacidad de modular y regular las emociones.
 

La reducción de la frecuencia de aparición de las acciones mentales derivadas del trauma (agresividad, impulsividad, hiper o hipo activación emocional…) El menor de edad presenta una puntuación menor en los indicadores de trauma.
 
La desaparición o reducción de la sintomatología presentada inicialmente.
 
Un sentido de sí mismo más cohesionado e integrado.
 
Una autoimagen y autoestima más adecuadas y positivas.
 
Una identidad más definida y menos difusa.
 
La aparición de recursos resilientes y de relaciones interpersonales más positivas.
 
Conclusiones
 
El modelo de terapéutico en psicotraumatismo infantil es capaz de intervenir en los dominios que están afectados como consecuencia de los malos tratos y se ha revelado útil y eficaz para conseguir reparar el daño psicológico en los mismos y promover la resiliencia. Es un modelo de tratamiento integral y sistematizado, adaptado al sufrimiento de los menores de edad y respetuoso con los mismos.
 
Referencias bibliográficas
 
Ainsworth, M., Blehar, M., Waters, E., & Wall, S. (1978). Patterns of Attachment. Hillsdale, NJ:  Erlbaum.
 
Barudy, J. y Dantagnan, M. (2005) Los buenos tratos a la infancia. Parentalidad, apego y resiliencia. Barcelona: Gedisa.
 
Barudy, J. y Dantagnan, M. (2010). Los desafíos invisibles de ser madre o padre. Manual de evaluación de las competencias y la resiliencia parental. Barcelona: Gedisa.
 
Bowlby, J. (1973) Attachment and Loss: Separation. New York: Basic Books.
 
Bowlby, J. (1980) Attachment and Loss: Loss. New York: Basic Books.
 
Cyrulnik, B. (2003) El murmullo de los fantasmas. Barcelona: Gedisa.
 
Holmes, J. (2009) Teoría del apego y psicoterapia. En busca de la base segura. Bilbao: Desclée de Brouwer.
 
Liotti, G. (2206) A model of dissociation based on attachment theory and research. Journal of Trauma & Dissociation, 7 (4), 55-73.
 
Main, M. (1990) Cross-cultural studies of attachment organization: Recent studies changing methodologies and the concept of conditional strategies. Human Development, 33, 48-61.
 
Siegel, D. J. (2007) La mente en desarrollo. Cómo interactúan las relaciones y el cerebro para modelar nuestro ser. Bilbao: Desclée de Brouwer.
 
Steele, K., Nijenhuis, E. y Van der Hart, O. (2008) El yo atormentado: la disociación estructural y el tratamiento de la traumatización crónica. Bilbao: Desclée de Brouwer.
 
 
Cuidaos / Zaindu
 

 
- octubre 07, 2013 2 comentarios:
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