lunes, 26 de noviembre de 2012

Psicoeducación para familias adoptivas y acogedoras: desarrollar respuestas consistentes por parte del cuidador (II)

Continuamos nuestra psicoeducación. Vamos a centrarnos hoy en cómo dar respuestas consistentes, como educadores, padres o madres de niños que tienen a sus espaldas una historia traumática de vida. Seguimos a las autoras Blaustein y Kinniburgh en su obra: El tratamiento del estrés postraumático en niños y adolescentes.

Las respuestas consistentes por parte de los cuidadores las vamos a centrar en los siguientes aspectos:
Guía para el uso de la alabanza y el refuerzo positivo por parte del cuidador.
El trauma crea un distrés significativo que impacta a los niños, sí, pero también a todos los sistemas de cuidados en en los que el niño se desenvuelve (la familia, el colegio, las actividades extraescolares, las relaciones con iguales…) No es inhabitual que se instale un patrón en el que los adultos que rodean al niño se identifiquen en exceso con sus dificultades, estresores y síntomas.
Esto puede traer como consecuencia que apenas nos fijemos en los aspectos o conductas positivas y que no usemos la alabanza o el refuerzo positivo. Al final, el niño puede terminar identificado y etiquetado como raro o incluso “malo”. No se rescatan sus comportamientos positivos, sus esfuerzos, su deseo de hacer las cosas bien. Hasta, a veces incluso no se destacan porque se supone que es lo que debe hacer.
El uso de la alabanza y del refuerzo positivo contribuyen a:
Aumentar las interacciones positivas entre el niño y el cuidador.
Aumentar las conductas positivas que se desean.
Favorecer la sintonización positiva entre el niño y el cuidador.
Aumentar el sentimiento de seguridad.
Construir la autoestima y la auto-eficacia para ambos, cuidador y niño.
Aumentar los sentimientos de que el niño y el cuidador pueden dirigirse adecuadamente.
La alabanza y el refuerzo deben ser una opción consciente. Sorprendentemente, es mucho más difícil darse cuenta y hacer notar las cosas buenas que las negativas o las intensamente desagradables que vivimos. Me sucede a menudo en consulta que pregunto a las familias qué destacarían como positivo de sus hijos adoptados o acogidos y… ¡se lo tienen que pensar un rato! Tan centrados están en las conductas desadaptadas... Hay que tener en cuenta que los comportamientos positivos de los niños requieren de nosotros una selección y unos blancos a elegir para reforzar.
Seleccionando conductas positivas
No alabes cualquier conducta (lo que sea) Si se alaba cualquier aspecto del niño, puede resultar falso tanto para el menor como para el padre o la madre. Selecciona cosas que sean tangibles, que son importantes, que son objetivos de trabajo con el niño… Y focalízate en ellas.
Por ejemplo:  “¡He hablado con tu maestra y me ha dicho que llevas una semana muy atento en clase, enhorabuena, lo estás consiguiendo!”
Elegir conductas que son importantes y deseadas. Específicamente, seleccionar conductas o dianas basadas en aquello que estamos tratando de construir. Por ejemplo, si tolerar la frustración sin que el niño monte una rabieta es un objetivo importante, entonces cualquier signo que el niño esté haciendo debería hacerse notar y ser destacado. Por ejemplo, si el menor fue capaz de esperar unos minutos fuera mientras hacíamos una gestión y le decimos “¡buen trabajo!” estamos siendo muy inespecíficos. Es mucho mejor ser concretos, empáticos y reforzantes: “¡Oh!, estoy orgulloso de ti. Te dije que tenías que esperar unos minutos y tú dijiste “bien”. Yo sé que ha sido difícil pero estoy orgulloso de cómo lo has manejado”
Redefinir el “éxito”. Hay que partir de que vamos gradualmente enseñando y reforzando al niño. Es un proceso con idas y venidas (donde la gestión de nuestras emociones es fundamental) Si el último objetivo es que el niño no rompa objetos cuando se enfada, por ejemplo, entonces hay que reforzar la primera vez que el niño grita pero no golpea o rompe.
Más allá de “ser bueno”. La alabanza no siempre debe estar ligada a acciones. El niño siempre es aceptado y siempre es bueno; otra cosa es que sus conductas sean desadaptadas. La alabanza no es sólo que modelemos comportamientos positivos en el niño sino la construcción de un sentido del sí mismo.
Ejemplos de frases de alabanza:
Relativas a la conducta: “Realmente has estudiado muy bien y has terminado tus deberes” “Me gusta lo bien que tú y tu hermana habéis compartido la merienda” “Me siento muy contento cuando me dices de manera clara lo que tú estás sintiendo”
Referidas a esfuerzo: “Me he dado cuenta lo bien que has trabajado en eso” “Gracias por intentarlo, incluso aunque resulte difícil para ti ahora. Si sigues así, lo conseguirás”
Referidas a cualidades de los niños: “Estoy orgulloso de lo amable que eres” “Tienes un gran sentido del humor” “¡Qué bien sabes dibujar, me encanta!” “De portero, en fútbol, eres muy bueno; me siento orgulloso de ti”
Referidas a la relación: “Tú eres un gran niño, me siento súper bien estando contigo” “Me encanta que juguemos juntos y nos riamos, nos sintamos contentos, estemos a gusto” “Me encanta ver tu sonrisa cuando te levantas”
Sobre los reforzadores
Reforzador en psicología es un estímulo positivo que sigue a una conducta que deseamos fortalecer, esto es, aumentar su frecuencia de aparición.
No soy partidario de acordar con los niños cosas tales como “si haces esto, te ganas esto” Los reforzadores deben ser consecuencias naturales no artificialmente creadas. Si el niño hace algo positivo de manera natural y espontánea, una consecuencia que la vida nos enseña es que eso va a ser destacado y aprobado.
La alabanza, los comentarios positivos, la atención que prestamos a los niños, el jugar con ellos, el celebrar juntos con una cena especial lo bien que trabajó los deberes, el poder tener un tiempo extra con los amigos… Son ejemplos de cómo la consecuencia que los padres ponemos de manera natural enseña a los niños.
Hay aspectos que nunca nunca deben ser puestos en cuestión: la pertenencia y la aceptación. Maneras de pretender cambiar al niño tales como ignorar su persona; negarle el cariño (los besos, los abrazos); no aceptar su persona (tus conductas negativas no las tolero –“no debes insultarme cuando te enfadas; yo te voy a enseñar a calmarte y tú aprenderás a hacerlo; pero a ti te quiero y te querré siempre pase lo que pase”-. Mensaje importantísimo para todos los niños pero en especial para los adoptados y acogidos que han sido abandonados anteriormente)
Realmente, observo poco en los padres y familias el trabajo de enseñar a los niños el manejo de sus emociones. Les decimos “¡pórtate bien!" pero no les enseñamos cómo. Y también no veo que los padres alaben y feliciten a sus hijos por cómo son ellos y por sus logros a la hora de ir superando sus problemas. Esto se hace poco. Lo más habitual es que escuchemos una retahíla de frases que remarcan sus problemas, dificultades, síntomas… Esto nos debe dar que pensar y el artículo de hoy va en esta línea, en que reflexionemos sobre ello.
Cuidaos / Zaindu

martes, 20 de noviembre de 2012

Curso "Psicodiagnóstico e intervención a través del análisis de las técnicas proyectivas y los dibujos", organizado por Umayquipa. Abierto el plazo de matrícula.



UMAYQUIPA (Centro de psicoterapia y formación de psicoterapeutas) abre la matrícula para apuntarse en el "Curso de Psicodiagnóstico e Intervención a través del análisis de las técnicas proyectivas y los dibujos"

Dirige el mismo la experta psicóloga y psicoterapeuta María Barbero de Granda.
Y tengo el honor de participar como profesor en un módulo nuevo (se ha programado este año) impartiendo la técnica de la caja de arena.

Para más información, y también para matricularse:
UMAYQUIPA

C/ Alberto Aguilera 58, 3º izq. (Metro Argüelles)
MADRID
Tel.: 91 549 38 78
umayquipae@gmail.com

El objetivo de este curso es conocer el porqué de lo que le ocurre al niño y adolescente, qué hay detrás de sus síntomas o de sus conductas; para luego plantear cómo intervenimos, de qué manera (las técnicas) y muy importante: por donde empezamos a trabajar, para no desarmar a nuestro paciente sino que vaya haciendo cambios firmes y seguros.
 
De esta forma tanto el psicodiagnóstico como el trabajo psicoterapéutico lo entendemos como un modo de poder acercarnos al mundo de cada niño u adolescente, en su individualidad, en su diferencia.
 
Cada uno manifestamos lo que nos afecta de modo distinto, porque queremos, expresamos, vivimos... con estilos diferentes. Las Técnicas Proyectivas junto con el dibujo, el juego y este año el sandtray (la técnica de la caja de arena) nos brindan la oportunidad, a través de las sesiones o de cualquier actividad terapéutica, a que ayudemos a la persona a conocerse y así poder encontrar su estilo de vida, particular, propio, un estilo que sea único, que le haga sentirse cómodo y que le permita lidiar con sus conflictos internos y, desde ahí, con los del exterior.
 
Con este curso apostamos porque cada niño necesita un trabajo distinto, una forma de acercamiento adaptada a lo que puede tolerar en ese momento, ya que crearemos un espacio adaptado a sus necesidades.
 
Con las técnicas proyectivas y a través del juego conseguimos conocer en qué momento está el paciente, qué necesita, cuáles son sus recursos y conflictos, sus temores y defensas frente a ellos. Nos facilitan la manera para poder ir adentrándonos en su mundo sin que lo perciba como invasivo y como parte de un proceso de integración que ayude a su crecimiento.
 
Trabajaremos también con los dibujos y las técnicas proyectivas como forma de intervención. Ya que el mundo está formado por lo que percibimos y por lo que proyectamos en él. Utilizaremos el juego como un espejo de lo que yo soy y de cómo lo vivo.
 
De esta forma podremos descubrir esas partes más escondidas, más inconscientes, las que nos asustan mirar porque un día las guardamos para poder sobrevivir, pero que no nos permiten un disfrute de quienes somos, de todo lo que podemos llegar a desarrollar en ese precioso proceso de ser persona.
 
El curso está dividido en diferentes módulos y en cada uno de ellos hay un aporte teórico con casos prácticos.
 
En el trabajo con los niños y adolescentes es fundamental conocer su lenguaje y su modo de expresar. En este curso aprenderemos a entender lo que les duele, sus conflictos y el papel que juegan en sus problemas las figuras parentales. Todo esto a través del significado del juego, de los dibujos y de las principales técnicas proyectivas.
 
De este modo durante el curso aprenderemos a conocer al pacientito en profundidad a través del psicodiagnóstico, y a saber cómo intervenir según el caso tanto con los niños-adolescentes como con los padres. En todos los módulos hay una parte teórica y la aplicación en casos prácticos.
 
Este curso está orientado a la práctica para poder intervenir en los casos entendiendo dónde está el origen y cómo trabajarlo.
 
MODULO PRIMERO: TRABAJO CON LOS PADRES y TRABAJO CON EL JUEGO: Cómo realizar una primera entrevista a los padres. Tipos de padres en función de las defensas que emplean. Diferentes conductas en padres que nos ayudan o dificultan la entrevista. Evaluación e Intervención. EL JUEGO es una de las formas que tiene el niño para mostrarnos su mundo interno, sus dificultades. Aprenderemos a traducir el lenguaje simbólico que aparece en los juegos.

 
También veremos los diferentes estilos de juego que hace cada niño en función de su estructura de personalidad y las defensas que utiliza. Cómo intervenir y en qué momento.
 
MODULO SEGUNDO: PSICOPATOLOGÍA A TRAVES DEL JUEGO: Breve repaso de la psicopatología, las estructuras de personalidad y sus manifestaciones en los dibujos y en otras pruebas. Las distintas defensas, cuándo se utilizan y qué miedo hay detrás de estas. Breve repaso de psicología evolutiva emocional a través del juego y de los síntomas que aparecen; lo esperado y adaptado a cada edad; lo significativo de ser tratado…
 
MÓDULO TERCERO- El TRABAJO CON LOS DIBUJOS: El lenguaje de los dibujos, mediante un análisis cualitativo de los elementos esenciales que tienen que estar presentes cuales son los que están añadidos y el significado. Las alteraciones importantes en los dibujos según las edades de los niños y su intervención. Análisis cuantitativo que proporciona la base para corregir cualquier dibujo lo haremos a través de la prueba HTP y dibujo libre. También veremos el significado de los dibujos de adolescentes y adultos.
 
MÓDULO CUARTO- El LENGUAJE DE LOS DIBUJOS- 2-parte: Veremos qué rasgos aparecen según los estilos de personalidad, Dibujos tipo en estilos depresivos- fóbicos- hiperactividad- trastornos del vínculo y cómo intervenir. Supone una mayor profundización en el abordaje y entendimiento de los dibujos. El dibujo es el principal junto con el juego, canal de comunicación de los niños y en los adolescentes su modo de expresión de sus conflictos. El dibujo de los adultos nos muestra la esencia de personalidad carente del control que ponemos a la hora de funcionar.
 
MÓDULO QUINTO- PARTICULARIDADES en los tests de: HTP-LA FAMILIA: Después de aprender a corregir cualquier dibujo, veremos las particularidades de la prueba del árbol, casa y figura humana; del Test de la familia. Y el trabajo a nivel familiar. Lo uniremos con el trabajo del juego con los muñecos de la familia.
 
MÓDULO SEXTO: TRABAJO CON EL TEST TEMÁTICO- PATA NEGRA. TEST PATA NEGRA – Se analizan las relaciones familiares, que tipo de vínculo se establece, la rivalidad entre los hermanos, la forma de procesar la información, el desarrollo del lenguaje. En ésta vemos las relaciones fraternales, temas esenciales como la soledad, miedo al abandono. CAT- Haremos un repaso de esta prueba similar a la anterior y trabajaremos las diferencias y los datos nuevos que nos aporta.
 
MÓDULO SEPTIMO: TEST DESIDERATIVO- Constituye una herramienta fundamental cuando los niños y adolescentes están cerrados en psicoterapia y apenas expresan. A través de esta prueba les sacaremos de su coraza y veremos y trabajaremos los recursos ante la pérdida, el vacío y cómo es de sólida la identidad del yo, posible riesgo de destrucción y de suicidio.
 

MÓDULO OCTAVO: EL MUNDO INTERNO DE LOS ADOLESCENTES: El trabajo a través de lo proyectado.- Test de Phillipson (relaciones objetales). En esta prueba se refleja muy claro cómo se relaciona con el otro, consigo mismo, los conflictos de tira y afloja. El manejo de la autoridad, detección de indicadores de abuso o maltrato.
 
MÓDULO NOVENO: QUÉ Y CÓMO: Realización de informe escrito y devolución de resultados. Diferentes tipos de informes. Jurídicos, para colegio, clínicos, administrativos. Técnicas de trabajo con padres.
 
MODULO DIEZ: Supervisión de casos. Revisión de casos prácticos y de todo el curso, evaluación de los contenidos más importantes.
 
Como os he comentado al principio, se incorpora a este curso un MÓDULO NUEVO titulado: La técnica de la caja de arena que será impartido por este servidor de ustedes. La técnica consiste en la elaboración de mundos o escenas utilizando miniaturas diversas (hay que proveer al paciente de una muestra representativa de todos los seres animados e inanimados que existen en el mundo externo así como en su imaginario) que se colocan en la superficie de una bandeja (de unas proporciones determinadas) cubierta de arena hasta aproximadamente la mitad de su cabida.
 

 
En este MODULO de la caja de arena, pretendemos:
 
 
Conocer los orígenes de la técnica, hacer un poco de historia.
 
Perfilar para quiénes está indicada esta técnica.
 
Aprender los pasos en la conducción de una sesión con la técnica de la caja de arena, tanto de apoyo al diagnóstico como técnica para intervenir.
 
Explicar cuál debe ser la actitud del terapeuta.
 
Alcances y límites de la técnica.
 
 
Podéis conocer más sobre esta técnica haciendo clic aquí.

Estoy encantado de participar como profesor en este curso. Desde estas líneas os recuerdo nuevamente que está abierta la matrícula y os animo a que participéis del mismo pues capacita para realizar un adecuado psicdiagnóstico e intervención con menores.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Psicoeducación para familias adoptivas y acogedoras: desarrollar respuestas consistentes por parte del cuidador (I)


Esta semana retomamos el tema de la psicoeducación para familias adoptivas y acogedoras que está teniendo muy buena acogida entre vosotros.

Antes, quiero agradecer a la Dra. en psicología de la Universidad de Sevilla, Maite Román, el detalle que ha tenido (me puse en contacto con ella para pedirle permiso para publicar una reseña en este blog sobre su tesis doctoral) conmigo al responderme, darme su autorización, felicitarme por el blog y atender a mi petición de algunos materiales que a nivel profesional le solicité. No es frecuente encontrar en el ámbito universitario a profesores tan amables y dispuestos. Maite Román lo ha sido, y público hago mi agradecimiento. Os sigo recomendando que leáis su tesis doctoral por la enorme calidad que atesora y porque sus resultados son muy reveladores. Apoyan el camino que desde aquí nos proponemos: trabajar con estos niños de acuerdo a segurizarles, tener paciencia, respetar su ritmo y no presionarles a una normalidad que no pueden alcanzar debido al peso de sus muchas veces traumática historia.

Dentro del bloque destinado al APEGO, avanzamos en los temas de esta psicoeducación que estamos proponiendo para las familias adoptivas y acogedoras y nos centramos en el referido al desarrollo de respuestas consistentes por parte de los cuidadores (padres, madres… adoptivas y acogedores)

Como viene siendo habitual, tomo como referencia el libro titulado: Treating Traumatic Stress in Children and Adolescents, de las autoras Blaustein y Kinniburgh

La idea principal es que la familia adoptiva o acogedora debe de desarrollar respuestas predecibles, seguras y apropiadas a las conductas de los niños, de tal manera que tenga en cuenta (sea sensible y reconozca) el papel que las experiencias pasadas tienen en las conductas actuales.

¿Por qué es importante la consistencia?

Una parte importante en la construcción de un ambiente seguro para el niño es que el cuidador desarrolle respuestas predecibles a sus conductas.

Para los niños que han experimentado trauma por parte de sus cuidadores primarios, los límites han podido históricamente estar asociados a falta de poder (una de las tareas de la psicoterapia suele ser devolver el poder que a la víctima infantil se le arrebató con el maltrato) e intensa vulnerabilidad. Los cuidadores han podido ser percibidos fuera de control, punitivos y atemorizantes.

Incluso para los niños que no han sido dañados por sus cuidadores primarios, el trauma en sí mismo es a menudo percibido como una amenaza impredecible del ambiente.

Un entorno que cuida a los niños les provee de respuestas seguras y predecibles a sus conductas. Esto les reasegura en que hay reglas y consecuencias significativas, tanto positivas como negativas. Fijaos bien que hablamos de consecuencias y no premios o castigos. La idea es ser consistente en nuestras actuaciones de tal manera que el niño entienda que la consecuencia enseña. Palabras como castigo tienen una carga peyorativa y el niño (traumatizado por la violencia o los malos tratos) interpretará como un ataque o como que se le quiere hacer daño. El castigo también gatilla la memoria traumática y dispara la cólera que se sintió ante el maltratador. El premio a menudo lleva a estos niños a chantajear a los cuidadores. ¿Cómo hacerlo? Dos ejemplos adecuados vistos esta semana en mi consulta en dos familias adoptivas. La primera le dice al niño que en la vida hay que aprender a hacer un buen uso de las cosas. Como él no respeta el tiempo de uso de la consola, los padres se la van a guardar (es suya) hasta mañana donde probarán de nuevo a ver si es capaz de apagarla cuando se comprometió a hacerlo. Le dicen que sabe hacerlo y que puede hacerlo, tienen esa expectativa. “Sabemos que te sientes enfadado, pero esto es lo que tienes que aprender” - le dicen. La segunda familia me informa en sesión de terapia, delante del niño (estoy trabajando con la misma), que éste ha hecho muy bien sus deberes escolares durante la semana. Y que han pensado que, para celebrarlo, se van todos juntos a cenar esa noche. La consecuencia enseña que cuando se cumplen con las responsabilidades, vienen cosas positivas. Es una manera natural de hacerlo y de enseñarlo.

Conductas traumáticas que desafían a las respuestas consistentes

Ante la impredecibilidad y el caos (no olvidemos que muchos niños adoptados o acogidos han vivido esta ausencia de poder desarrollar un sentimiento de control ante las amenazas de golpes, abandonos, rechazos… pues éstos no eran claramente predecibles; el niño queda sumido en una paradoja sin solución pues muchas veces no puede huir ni escapar) que vienen asociados al trauma, los niños, posteriormente, a menudo tratan de controlar su medio ambiente y a los demás. Este control es el esfuerzo que el niño hace por alcanzar la seguridad en lo que se percibe como un mundo impredecible y peligroso. Antes de pretender cambiarlo, hay que entenderlo así y no como desobediencia o desafíos del niño al adulto. Y para que el niño lo pueda cambiar y entregar el control al adulto, éste le ha tenido que mostrar que en su vínculo es incondicional. También, por supuesto, ha tenido que ser consistente en sus respuestas. La predecibilidad le dará seguridad y poco a poco el niño estará en disposición de cambiar y ceder parte de este control.

Si son claros, los límites consistentes ayudan a los niños a sentir la seguridad y son cruciales para un desarrollo sano. Muchos niños tienen una historia en la que los límites no se vivieron de un modo consistente o fueron amenazadores de su integridad personal. Los niños pueden mostrarse reactivos ante nuestros límites (y pueden actuar como disparadores de emociones traumáticas vividas en el pasado) e inicialmente percibirlos como una amenaza a su propio control.

La semana próxima nos centraremos en proporcionar una guía sobre cómo dar respuestas consistentes apropiadas para este tipo de niños.

Antes de terminar, quiero anunciaros que mi amiga y colega Pepa Horno presenta el próximo martes 4 de diciembre un coloquio en el que su último libro titulado: Un mapa del mundo afectivo: el viaje de la violencia al buen trato” servirá de base para poder charlar sobre estos temas que tanto nos apasionan. El encuentro tendrá lugar en la librería Tipos Infames (C/San Joaquín, 3 – junto al metro Tribunal), a las 20:00h. Pepa ya tiene nuevo libro (será tan bueno como son todos los que publica), y desde aquí os animo a todos los que vivís en Madrid y alrededores a que acudáis a esta cita pues charlar con Pepa es siempre un gusto. Desde estas líneas le felicito por la publicación de esta nueva obra.

Cuidaos / Zaindu

lunes, 12 de noviembre de 2012

"El apego en niños y niñas adoptados: Modelos Internos, Conductas y Trastornos de Apego", magistral tesis doctoral realizada por Maite Román Rodríguez de la Universidad de Sevilla


Esta semana dedicamos esta entrada a acercarnos a la investigación científica sobre el apego y la adopción. Además de las perspectivas profesionales que a menudo solemos incluir en este blog,  considero que la investigación es una oportunidad única para que podamos aprender más, y desde otra óptica, sobre este apasionante campo de la psicología como es el apego. Los estudios científicos revisan la literatura existente sobre el apego, plantean unas hipótesis de trabajo, eligen unas muestras, recogen los datos y los analizan, obtienen unos resultados y comprueban si dichas hipótesis se confirman o no; y finalmente, discuten y disertan sobre el alcance y conclusiones del estudio así como líneas futuras de investigación.

Mi amiga Pilar Surjo (bucea a menudo en la red internet y encuentra artículos, libros o documentos bien interesantes sobre psicología) me envió hace unas semanas por correo electrónico una tesis doctoral (está publicada en internet y se puede leer entera: http://fondosdigitales.us.es/tesis/tesis/1297/el-apego-en-ninos-y-ninas-adoptados-modelos-internos-conductas-y-trastornos-de-apego/) cuya autora es la Doctora Maite Román Rodríguez. Con la misma obtiene el Grado de Doctor con Mención Europea. Maite forma parte del equipo de investigación del Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de Sevilla, del cual es Catedrático Jesús Palacios.

La autora de la tesis presenta un curriculum formativo brillante. Como ella misma expone en su tesis, se ha formado en el Anna Freud Centre de Londres; en el Centro para el Estudio de la Familia y el Niño de la Universidad de Leiden (con una autoridad en la materia como lo es Van IJzendoorn); en el Center for Attachment Research, de New York recibiendo formación con Miriam Steele (otra experta mundial); y por si fuera poco, en el Institute of Infant and Early Childhood Mental Health, en Nueva Orleans (con el equipo de otro primer espada mundial en el tema del apego: Zeanah) Y por supuesto, la Universidad de Sevilla, con Jesús Palacios, otro especialista en el área del apego. Por lo tanto, se trata de un trabajo fruto de muchos años de esfuerzo, dedicación, estudio e investigación. Es por ello por lo que el resultado, la tesis titulada: El apego en niños y niñas adoptados: Modelos Internos, Conductas y Trastornos de Apego (mayo 2010) es excelente. Para quitarse el sombrero. Os recomiendo que la leáis. Ha sido una gran  idea que los responsables de la web de la Universidad hayan colgado la misma en la red de internet para que podamos acceder libremente y beneficiarnos. Y es de agradecer a Pilar Surjo que la haya compartido conmigo (gracias, Pilar, ¡celebro tu generosidad!)

Yo ya la he leído, y me gustaría comentar algunos aspectos de la misma que han centrado mi interés y me han sorprendido. Me gusta cotejar lo que aprendo de trabajos tan sobresalientes y exhaustivos como este con lo que me ha ido enseñando la práctica clínica en mi ejercicio como psicoterapeuta de niños, adolescentes y adultos con problemas o trastornos del apego. Algunos de los cuales -ya sabéis- son adoptados.  

No hay que perder la perspectiva de que -como toda tesis doctoral- se hace con unas muestras concretas y que sus resultados y conclusiones no se pueden aplicar a TODOS los adoptados. Aunque desde luego, muchos de los aspectos que se ponen de relieve en la misma me atrevería a decir que sí. Por ejemplo, en la introducción teórica de la tesis, queda claro y es una constatación que se comprueba en múltiples investigaciones, que la institucionalización en los niños que luego son adoptados tiene efectos muy negativos en su salud mental y física, incluso a largo plazo. Así pues, Maite Román nos dice en su magnífica tesis (pág. 37): “A principios de los años 50, Bowlby elaboró un informe para la Organización Mundial de la Salud en el que advertía de los efectos de la institucionalización y el potencial daño emocional que podía provocar en los menores. Posteriormente, Tizard y su equipo (…) realizaron un estudio longitudinal en Londres en el que se exploró el comportamiento de niños institucionalizados hacia sus cuidadores, dentro del contexto institucional, mostrando las limitaciones que los niños institucionalizados tienen para formar relaciones de apego y las secuelas a nivel emocional de la institucionalización años después de la misma (…) El Equipo de Bucharest Early Intervention Project, ha realizado algunas de las investigaciones más relevantes sobre el apego en niños institucionalizados de Rumania (…) confirmando los efectos negativos de la institucionalización sobre el apego, siendo alta la frecuencia de apego desorganizado y el desarrollo de trastornos del apego” Aunque bien es cierto -nos aclara la autora más adelante- la calidad de las instituciones varía mucho de un país a otro y de una institución a otra. Los niños de las muestras utilizadas en su tesis doctoral provienen de instituciones de la Federación Rusa y del Estado Español.

Si no recuerdo mal, a raíz del estudio de Zeanah sobre el apego en los niños adoptados de las instituciones de Rumania (he tenido en mi consulta en tratamiento a varios de ellos y me ha impresionado saber las condiciones tan terribles de vida que tenían en bastantes centros de este país; y constato en efecto, una alta prevalencia de trastorno del apego en estos niños), que también fue reseñado y expuesto en la revista “Mente y Cerebro”, las autoridades rumanas decidieron no ingresar a niños bebés o menores en instituciones y derivarlos a acogimiento familiar (la experiencia de estar en una familia previa a la adopción reduce la probabilidad de daño emocional o en el apego de los niños; pues existe la posibilidad de que los cuidados y las atenciones sensibles y empáticas se prolonguen en el tiempo, sin producirse esa escasa oportunidad de establecer vínculos selectivos, que es lo que ocurre habitualmente en las instituciones. Pero si la familia biológica ha maltratado o abandonado al niño, también existen secuelas, sobre todo porque es bastante probable que el niño desarrolle un apego desorganizado en el que también suele aparecer trauma complejo. Bastantes niños provenientes de la Federación Rusa y de Ucrania que he tratado tenían estas alteraciones. Aunque no se puede generalizar a toda la población de adoptados provenientes de esta zona, por supuesto) Lo realmente sorprendente y doloroso es saber que han tenido que pasar 50 años para que suceda esto, pues Bowlby -como nos dice la Doctora Maite Román- ya lo había comprobado. Es una de las vergüenzas que los seres humanos arrostramos como especie: no dar a cada niño una familia cuando la suya no puede cuidarle. No me quiero ni imaginar (porque presiento que probablemente haya sido trágico) el destino que muchos niños institucionalizados que no tuvieron la oportunidad de ser adoptados ni acogidos hayan podido tener… Es muy triste, sin duda.

Dada la amplitud de la tesis, no me es posible por cuestiones de espacio –y porque en la red la tenéis disponible- transcribir todo lo que me gustaría. Sí me parece de gran interés y utilidad para nosotros (tanto los profesionales como las familias), copiar literalmente gran parte  del apartado de la tesis que hace mención a las implicaciones prácticas. Pienso que las conclusiones son generalizables a prácticamente casi todos los niños adoptados con experiencia adversa de institucionalización. Las consecuencias prácticas que Maite Román desprende de su tesis coinciden y van en la misma línea de lo que os suelo transmitir desde mi realidad profesional. Eso nos refrenda en que estamos en el camino, y que camino tenemos que seguir haciendo. Os dejo con las palabras de Maite Román. Solamente me queda darle mi más efusiva enhorabuena a ella por habernos brindado tan excelente y útil trabajo. No dejéis de leerlo.

“Para finalizar la reflexión en torno a los resultados derivados de nuestro estudio consideramos conveniente hacer una exposición de sus principales implicaciones prácticas, que tienen que ver con el trabajo de los profesionales que intervienen con familias adoptivas y en el sistema de protección de menores, y con la política que subyace al sistema de protección infantil.

Como planteábamos al inicio de este trabajo, la teoría del apego ofrece un rico marco teórico y metodológico desde el que entender y atender de forma más completa y precisa los procesos implicados en la adopción, que afectan a adoptados, adoptantes y profesionales. La teoría del apego nos ayuda, por ejemplo, a darle sentido y comprender la función adaptativa que en el contexto previo a la adopción tienen ciertos comportamientos que aparentemente podrían carecer de explicación tras la incorporación a la familia adoptiva (…) La persistencia hallada en este trabajo de ciertos efectos negativos en el apego a nivel representacional, años después de la adopción, y la relación entre la sintomatología de los trastornos de apego a la llegada a la familia adoptiva y la sintomatología presentada años después, justifican la necesidad de preparar a los padres adoptivos en este sentido [Comentario personal: ¿Cómo es la cantidad y la calidad de las formaciones que recibís?  ¿La consideráis suficiente? Espero vuestros comentarios]

Precisamente, uno de los objetivos de la preparación para la adopción consiste en asegurarse de que las expectativas de los adoptantes sean lo más realistas posible (…), por lo que se vuelve imprescindible que entiendan el desarrollo del apego de los niños adoptados, sus posibles reacciones, las trayectorias esperables y las potenciales limitaciones que pueden existir a nivel emocional (…) Los padres adoptivos tienen que estar preparados para aceptar una evolución progresiva del desarrollo emocional, al menos a ciertos niveles, y, como sostiene Howe, conformarse a veces con progresos modestos. [Comentario personal: aquí me acuerdo mucho de las palabras que a menudo repetimos en este blog: paciencia y perseverancia. No hay peor camino que presionar al niño a una “normalidad” para la que puede que no esté preparado todavía]

Asimismo -continúa Maite- en la preparación de los adoptantes se les debe de dotar de estrategias que les permitan afrontar de la manera más adecuada las necesidades de sus hijos, para que no generen un ciclo de interacción negativa debido a una mala interpretación de los comportamientos infantiles, y para que con la coherencia y constancia de un estilo de vinculación basado en la seguridad vayan desconfirmando las expectativas negativas de los menores, favoreciendo así la reestructuración de los modelos internos de apego y la creación de unos vínculos afectivos marcados por la seguridad (…)

Más allá de la preparación, es necesario estar con los padres durante la fase de integración, en la que los servicios postadopción [Comentario personal: ¿Cómo valoráis el servicio postadoptivo que os ofrece vuestra comunidad o región? Espero vuestros comentarios] tendrán un papel fundamental en el acompañamiento de las familias adoptivas y en la promoción de una base segura de apego (…) Por otra parte, cobra especial relevancia detectar la sintomatología relacionada con los trastornos del apego a la llegada a la familia adoptiva. Si ésta estuviera presente, será conveniente plantearse la posibilidad de una intervención terapéutica, ya que esta sintomatología puede verse relacionada con el apego a nivel representacional y conductual años después de la adopción, como han mostrado los resultados del presente trabajo, además de que la sintomatología inicial está muy relacionada con la sintomatología posterior a la adopción (…) Según los resultados derivados de nuestro estudio la seguridad en las conductas de apego con los padres adoptivos puede ser alta, mientras que las representaciones mentales de apego pueden estar aún marcadas por la inseguridad y la desorganización (…) Finalmente, muchos de los menores que pasan por el sistema de protección español tras ser separados de la familia biológica que los desprotege no pasan al contexto protector de una familia, sino que la medida tomada, en determinados casos, es el acogimiento residencial. A nivel del sistema de protección infantil, los resultados de este estudio avalan las propuestas que bogan por un mayor énfasis en políticas que apoyen y promuevan medidas de protección familiar (adopción y acogimiento familiar) frente a las medidas de tipo institucional”
La semana que viene retomamos las entradas en torno a la temática de la Psicoeducación para familias adoptivas o acogedoras.
Cuidaros / Zaindu

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Taller "El trabajo con los niños y los cuentos", organizado por Umayquipa e impartido por María Barbero de Granda

Me han informado sobre la celebración, próximamente, de una interesantísima e innovadora propuesta organizada por el Centro de Psicoterapia Umayquipa, de Madrid: un taller formativo para trabajar con los niños y adolescentes mediante los cuentos.
 
Por ello, traslado aquí el texto de presentación de este taller que la profesora María Barbero de Granda ha elaborado para explicarnos qué se trabajará y cómo, esto es, la metodología.
 
Como todos los talleres que organiza UMAYQUIPA, será vivencial y práctico, con aplicaciones y pautas para que las podamos aplicar en el trabajo diario con los niños y adolescentes en los distintos ámbitos en los que realizamos nuestra labor. Os animo a que os apuntéis y participéis del mismo, pues será muy enriquecedor.
 
El trabajo con niños y adolescentes a través de los cuentos  
Los cuentos con los que hemos crecido: La bella durmiente; La Cenicienta; El patito feo... simbolizan los temas y conflictos por los que pasamos en la infancia y adolescencia. De esta manera trabajamos rasgos y procesos como  los roles, la pasividad, la indefensión, el perfeccionismo, la pareja, etcétera.

Quién soy yo como mujer u hombre, qué tengo para gustar al otro.


Las historias son una herramienta ideal cuando el paciente se bloquea, no conecta o está a la defensiva.
 
Cómo lo haremos: trabajaremos a nivel vivencial con los cuentos y aprenderemos qué analizar, qué nos dice de nosotros y las pautas a poner en práctica


Información e inscripciones:

UMAYQUIPA
c/ Alberto Aguilera, 58, 3º izq. (Metro Argüelles)
MADRID
umayquipae@gmail.com
Tel.: 91 549 38 78

 

lunes, 5 de noviembre de 2012

"El cerebro del niño", del autor Siegel. Un libro que no podemos dejar de leer y aplicar


Hace unos años podíamos excusarnos en el “no sabíamos qué hacer”; “hicimos como mejor supimos” ; “nadie nos enseñó” ; “eran otros tiempos” ; “no se sabía tanto como se sabe ahora” Pero hoy en día no podemos refugiarnos en este tipo de frases para justificar que como padres desconocíamos maneras apropiadas de educar a nuestros hijos. Actualmente existe cada vez un mayor cuerpo de conocimientos psicológico y pedagógico que nos enseñan los métodos más apropiados para criar a los niños para que en el futuro sean felices y responsables (dos de las palabras más oídas a los padres y a las familias cuando se les pregunta qué desearían para sus hijos en el mañana) Pero además, asistimos a una eclosión de conocimientos neurocientíficos sobre cómo es la estructura y función del cerebro. Y también sabemos que el cerebro no se crea sólo o aisladamente (o lo que es lo mismo: el ser humano no puede desarrollarse si no es bajo la influencia de otros); necesita de la relación interpersonal para conformarse y constituirse armónica y equilibradamente. Esto es lo que nos aporta la neurobiología interpersonal: cerebro-mente-relaciones interpersonales. Y uno de los máximos exponentes es un autor que a mí me encanta y que ha salido en este blog innumerables veces: el gran Daniel Siegel.

En esta ocasión, os presento uno de sus últimos libros. No sé si será el último porque es un autor muy prolífico. Tiene libros científicos para profesionales y libros divulgativos. Entre estos últimos, está el que hoy os presento: "El cerebro del niño"

Partiendo de cómo está conformado y cómo funciona el cerebro del niño (porque hoy en día sabemos mucho de este órgano, aunque todavía haya todo un mundo por descifrar), Siegel se propone ofrecer a los padres unas pautas educativas que tengan en cuenta este saber. Realmente, como padres y familias, son más quienes están en el camino acertado en cuanto a la educación de sus hijos que los que no, afortunadamente. Lo único que observo –puedo estar equivocado- es que a veces nos falla el timing (qué hay que hacer en cada momento); la gestión de nuestras propias emociones (perdemos la calma demasiado pronto) y el obsesionarnos con la modificación de las conductas negativas de los niños descuidando otro tipo de pautas, como las que ayudan a la conexión emocional con el niño. Estas últimas son fundamentales y allanan el camino para poder enseñar normas a los menores. Siegel nos ofrece esto, además de otras muchas cosas.

Las pautas que Siegel ofrece pueden aplicarse en el día a día cotidiano. No hace falta dedicar un tiempo específico para hacer lo que nos recomienda, sino que desde los problemas que nos aparecen en la cotidianeidad con los niños podemos actuar. Pero además, el autor nos proporciona algo más ambicioso: la posibilidad de que nuestros hijos progresen. Porque a la larga –dice Siegel- conforme el cerebro de los niños se desarrolla refleja el de sus padres. Esto nos tiene que dar mucho que pensar. Si hablamos de los niños adoptados y acogidos con experiencias familiares adversas, cuando llegan a la nueva familia y muestran los problemas emocionales y de conducta que a menudo suelen presentar, probablemente estarán reflejando el cerebro de las personas con quienes se relacionaron. Y si estas personas (padres o educadores de instituciones) han sido maltratadores o han abandonado emocionalmente a los menores, nuestra tarea será que su cerebro (tan caótico o rígido, según el patrón de apego del niño) llegue a parecerse al de su nueva familia (que debe ser equilibrado)

El libro comienza con un primer capítulo en el que el autor da a conocer el concepto de la paternidad basado en la estructura del cerebro y presenta la idea sencilla y poderosa de la que parte el enfoque del cerebro pleno: la integración. Esto nos resulta bien interesante para los niños con historia de trauma de apego: el cerebro de estos niños no está integrado. En un segundo capítulo, Siegel se centra en ayudar al hemisferio izquierdo y al hemisferio derecho a trabajar conjuntamente para que el niño pueda estar conectado con su faceta lógica y su faceta emocional. En el siguiente apartado, se resalta la importancia de conectar el “cerebro inferior” instintivo, con el “cerebro superior” Esto reviste de gran trascendencia para todos los que trabajamos con niños víctimas de malos tratos: su cerebro instintivo está superdesarrollado porque las estrategias que el niño tuvo que poner en marcha estuvieron dirigidas a la supervivencia. La tarea, en la actualidad, cuando el niño está protegido, es ir haciendo que cerebro superior e inferior se conecten. Siegel nos dice cómo. El capítulo cuarto explica cómo puedes ayudar a tu hijo a hacer frente a los momentos dolorosos del pasado iluminándolos con la luz de la comprensión, para poder abordarlos de una manera intencionada, consciente y delicada. Otro capítulo de gran interés para todos los que trabajamos -o tienen niños a su cargo- que presentan pasados muy dolorosos, como es el caso de muchos niños que son adoptados o acogidos. El capítulo quinto ayuda a enseñar a los menores que pueden pararse a reflexionar sobre su estado de ánimo. Y el último capítulo pone de relieve las maneras en que puedes enseñar a los niños la felicidad y la satisfacción que se derivan de estar conectados con los demás al tiempo que mantienen una identidad única.

Nos dice Siegel: “...teniendo en cuenta que uno de nuestros objetivos principales ha sido que este libro sea lo más útil posible, proporcionamos las herramientas concretas para que tu papel como padre o madre sea más fácil y la relación con los hijos más plena. Por eso casi la mitad de cada capítulo está dedicada a la sección ‘Lo que puedes hacer’, donde damos recomendaciones y ejemplos prácticos de cómo se pueden aplicar los conocimientos científicos del capítulo. Otra sección final de cada capítulo se llama ‘Integrarnos nosotros mismos’, dedicada a aplicar los conceptos de cada capítulo a tu propia vida y tus relaciones personales. A medida que los padres adquieren mayor conciencia y son cada vez más sanos emocionalmente, sus hijos cosechan los frutos y también ellos avanzan hacia la salud. Eso significa que integrar y cultivar tu propio cerebro es uno de los regalos más afectuosos y generosos que puedes ofrecer a tus hijos” Por ello nosotros en este blog estamos también dedicando un monográfico a la psicoeducación para familias adoptivas y acogedoras, pues si nosotros nos volvemos más conscientes y competentes ayudaremos a que nuestros niños progresen mucho más.

El libro tiene al final un resumen con los conocimientos más importantes de cada capítulo y las pautas y recomendaciones que se proponen. Le llaman “hoja para la nevera”, con el fin de que la peguemos ahí y la tengamos presente. La obra ofrece muchos dibujos para poder enseñar al niño cómo funciona su cerebro.

En resumen, un libro extraordinario, de los que no podemos dejar pasar la oportunidad de adquirir, leer y empezar a aplicar. Escrito por uno de los mayores expertos, junto con una psicoterapeuta. La referencia completa del libro es: Daniel J. Siegel y Tina Payne Bryson. El cerebro del niño. 12 estrategias revolucionarias para cultivar la mente en desarrollo de tu hijo. Editorial Alba. Barcelona, 2012. Lo tenía pendiente de leer, lo acabo de terminar y me ha entusiasmado por su rigor pero a la vez su sencillez.

Para terminar, las familias o profesionales que criamos o trabajamos con niños que han sido víctimas de malos tratos y pueden presentar apegos disfuncionales o trauma, hemos de ser conscientes –en mi opinión- de que estas pautas y recomendaciones funcionarán. Sin duda. Pero no probablemente de una manera tan rápida como los padres o profesionales que tratan con niños que se apegaron seguramente. Los caminos en el cerebro de los niños con un pasado muy doloroso están muy trillados y volver a construir otros es una tarea ardua, que requiere paciencia, calma y tiempo. Pero a la vez es muy gratificante. Esto es para que tengamos en cuenta que no existen remedios mágicos sino trabajo. Pero cada día es un avance si nos proponemos hacer equipo para el niño.

La semana que viene os comento una tesis doctoral sobre el apego en niños adoptados que me ha enviado Pilar Surjo. Como siempre, generosa y amable compartiendo lo que investiga en internet, librerías, cursos… Es muy interesante esta tesis, aparte de estar magistralmente elaborada. Nos interesa acudir a lo que la investigación científica descubre.

Cuidarse / Zaindu