martes, 26 de abril de 2011

¿Cuando hablamos de trastornos del apego, hablamos de patología?

Tras una semana de descanso, vuelvo con energías renovadas y retomo el tema del apego pues -como podéis comprobar los que seguís habitualmente el blog- a partir del extraordinario libro titulado “Vinculaciones afectivas”, de las profesoras de la Universidad de Valencia María José Cantero y María Josefa Lafuente, estoy prácticamente dedicando un nuevo monográfico a este apasionante tema. La profesora María José Cantero es autora de un capítulo del libro (el número 2 titulado: "Calidad del vinculo de apego en la infancia") Y la profesora María Josefa Lafuente es autora de todos los demás, esto es, de los 8 capítulos restantes. Capítulos dedicados a temas tan interesantes y apasionantes como el concepto del apego; el sistema de apego; la formación del primer apego y evolución del mismo durante la infancia; la privación y la separación afectiva en la infancia y la calidad del apego después de la infancia y la niñez. Además, aborda aspectos referidos a otras vinculaciones afectivas como el amor romántico, las relaciones con los iguales y el vínculo de amistad y la vinculación de los padres hacia los hijos. Como vemos, la autoría de casi la totalidad de la obra le corresponde a la profesora María Josefa Lafuente.


Me he puesto en contacto vía correo electrónico con las profesoras María Josefa Lafuente y María José Cantero para felicitarles por su magnífico libro e informarles que lo estoy dando a conocer en este blog. La respuesta de las profesoras ha sido amable y de apoyo y reconocimiento a Buenos tratos; viniendo de dos autoridades en la materia, para mí ha sido muy gratificante. Además, he de destacar la disponibilidad y apertura a la colaboración tanto de María Josefa Lafuente como de María José Cantero, cuyas respuestas me han emocionado por el exquisito trato dispensado y por la ayuda que me han brindado. Pensaréis que así debe ser toda relación con el mundo universitario y sin embargo, no es tan habitual encontrarse personas con cualidades humanas como las de estas profesoras. Desde aquí les envío mi público agradecimiento y el testimonio de mi consideración.


Bueno, entro en materia. El tema que hoy quiero tratar se refiere al concepto trastornos del apego, lo cual puede resonar en la mente de más de una persona, especialmente en la de los padres, a patología. En el diccionario de la Real Academia de la Lengua leemos que "trastornar" significa: “Perturbar el sentido, la conciencia o la conducta de alguien, acercándolos a la anormalidad”; y trastorno: “Alteración leve de la salud”


Y es aquí donde quiero poner el acento: los trastornos del apego no son patología en el sentido de constituir alteraciones como pueden ser los trastornos de ansiedad, del estado de ánimo u otras. Son características o rasgos de personalidad que se adquieren en el contexto de una relación prolongada con los cuidadores primarios de tal manera que el sujeto desarrolla un modelo mental, unas representaciones en su mente –ya presentes a modo de primera previsión, no inmutables desde luego, y evaluables desde el segundo año de vida- acerca de cómo simbolizarse a los otros y la expectativa de cómo le tratarán y cuidarán. Si la continuidad de los cuidados ha estado presidida por el abandono y maltrato al niño, es probable que éste desarrolle unas características diferenciales que se recogen en lo que se llaman apegos inseguros, los cuales no constituyen patología pero le confieren a la persona una especial vulnerabilidad. Hablamos de apegos inseguros (evitativo, ansioso-ambivalente y desorganizado) como formas de ser pero no patologías. La mirada hacia el niño no es patográfica sino fundamentalmente contextual-relacional.


¿Y el apego desorganizado, subtipo de apego inseguro del que hemos hablado en otros post varias veces? Es el subtipo más frecuente en niños maltratados, atemorizados por unos cuidadores desorientados o en menores institucionalizados, y el que más asociación ha mostrado con la psicopatología. Pero tampoco es psicopatología en sí, a pesar de que se observen, a largo plazo, en los niños que lo padecen deterioros cognitivos, emocionales y sociales. Además, como nos dice Siegel, un apego desorganizado supone tener una dificultad para integrar la coherencia de la mente y una tendencia manifiesta a los cambios abruptos de mente que luego se traducen en una elevada dificultad para regular las emociones y la conducta.


¿Cuándo se puede hablar, entonces, de trastorno del apego? He estado tiempo dándole vueltas y reconozco que he estado confuso, pues el tema no es fácil. La lectura del libro “Vinculaciones afectivas” nos ayuda a aclarar dudas en este sentido. Hemos de referirnos a trastorno del apego cuando está presente el Trastorno de apego reactivo –que es sobre el que trata Rygaard en su famoso libro “El niño abandonado”- Para mí, hasta ahora, apego desorganizado y Trastorno de apego reactivo eran casi sinónimos y creo no es así, estaba equivocado.


María José Cantero y María Josefa Lafuente nos dicen en el libro “Vinculaciones afectivas” (pág. 173) lo siguiente: “El trastorno de apego reactivo, que es fácilmente identificable en su dos vertientes (inhibido y desinhibido) está presente en niños maltratados y en menores criados en orfanatos en proporciones superiores a los de la población de niños nunca institucionalizados” Este trastorno está recogido en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales en su cuarta revisión (DSM-IV) y presenta una serie de síntomas. En este enlace podéis leer los síntomas descritos por el DSM.


Prosiguen las profesoras: “Las características del patrón desorganizado se solapan con las descritas en el Trastorno de apego reactivo” (pág. 174) Eso mismo me ha ocurrido a mí a la hora de trabajar con los niños. “Por esa razón, Boris, Hinshaw-Fuselier, Smyke, Scheeringa, Heller y Zeanah indican la forma de diferenciarlo" A continuación os pongo las diferencias (pág. 174):


"El sujeto con Trastorno de apego reactivo no ha tenido una figura de apego mientras que el sujeto desorganizado sí pero la relación con la misma fue perturbada. Las alteraciones conductuales se muestran respecto a esa figura concreta y no respecto a otras personas, mientras que el Trastorno de apego reactivo se manifiesta de forma general" He de decir -en mi opinión- que esto no siempre es así de meridianamente claro.


"El sujeto desorganizado tiene un riesgo más elevado que el apegado seguro de ser diagnosticado con Trastorno de apego reactivo, lo que pone de manifiesto que las conductas de los patrones de apego están relacionados con el Trastorno de apego reactivo, pero no son lo mismo que los trastornos de apego.


El sujeto con Trastorno de apego reactivo puede incluso actuar aparentemente como el apegado seguro. Por lo tanto, mostrar pautas de apego inseguro no es ni necesario ni suficiente para manifestar Trastorno de apego reactivo"


Creo que estas precisiones terminológicas nos ayudan a situarnos y comprender mejor a los niños y su forma de comportarse, así como hacer un diagnóstico más certero que nos proporcione un conocimiento del niño y el mejor modo de ayudarle en un tratamiento psicológico.


Porque –necesito aclararlo- de eso se trata: de conocer al niño. No me olvido de la frase de mi profesora de psicodiagnóstico en tercero de carrera: “Diagnóstico significa conocimiento a través de”. Diagnóstico no es adscribir un sujeto a una categoría determinada ni colocarle un cartelito o etiqueta demoledora que nos impida otra mirada hacia el menor. Y, sobre todo, que nos perturbe con pensamientos tipo: "Hay poco que hacer porque es muy grave lo que el niño tiene"


El diagnóstico no sólo es esta categorización (que bien usada -no debemos ser tampoco anti categorías- puede ser útil), sino que es mucho más: comprende la recogida de las experiencias de vida del niño y de cómo han interactuado modelando su ser. Requiere un conocimiento profundo del contexto de vida pasado y presente del niño, de sus rasgos y características, de sus fortalezas y debilidades, de su repertorio de conductas, habilidades y mecanismos adaptativos y de cuáles son necesarios fortalecer y cuales debilitar. Sus ideas, creencias, valores, gustos, aficiones... En suma, conocer a la persona del niño.


Por ello, en este tema de los trastornos del apego -como con cualquier otro en psicología- mucha cautela y prudencia, tal y como la psicóloga Violeta Alcocer -visitad su excelente blog titulado: Atraviesa el espejo- nos indicaba, hace unas semanas, en un acertadísimo comentario. Ni aunque se determine que el niño presenta el Trastorno de apego reactivo hay que llevarse las manos a la cabeza (esto no es más que una descripción sintomatológica, insisto en que hay que conocer a cada niño) Sólo es una primera previsión. Hay que tener presente que el niño es un ser en desarrollo -y por tanto en constante cambio- que puede superar muchas de las dificultades y problemas con la evolución y sobre todo, con la ayuda de toda una red social (padres, cuidadores, profesionales, profesores…) Incluso cuando existen rasgos desadaptativos u otras patologías asociadas que permanecen en el tiempo, es necesario seguir trabajando. Porque el cerebro muestra su plasticidad a lo largo de toda la vida, nos dicen los expertos en neurociencia. Y no debemos olvidarnos del maravilloso fenómeno de la resiliencia que puede transformar a los niños.


Muchos de estos niños lo que necesitan es un recorrido mucho más largo, por la mochila que traen a sus espaldas, de experiencias de buen trato, de aprendizaje de habilidades, de vivencias que desarrollen su empatía, adquirir una identidad de niños "buenos" pese a sus problemas, un sentimiento de pertenencia familiar (el apoyo incondicional de la familia es clave) y social (tratar de encontrar espacios en grupos sanos donde poder relacionarse y “pertenecer a”, tan importante sobre todo en la adolescencia) y… muchas cosas más que requieren de nuestra paciencia y de no tener prisa porque lleguen a ser como los demás tan rápido como los demás. Esto la verdad es que nos puede a todos.


Quiero terminar esta entrada compartiendo materiales e informaciones de interés que me han enviado distintas personas que siguen Buenos tratos.


En primer lugar, Rosa me envía un enlace a un vídeo titulado: "El maltrato sutil". No tiene desperdicio, es impactante pero una realidad, como dice la propia Rosa. Para que reflexionemos sobre determinadas pautas educativas y culturales de las cuales todos hemos sido un poco cómplices alguna vez. No os lo perdáis.


En segundo lugar, Mei me ha enviado la referencia de un libro titulado “El amor maternal”, de la autora Sue Gerhardt. Lo tenéis referenciado en la parte derecha de este blog. Mei me dice que ha empezado su lectura y que le parece interesantísimo. Trata sobre la influencia del afecto en el desarrollo mental y emocional del bebé. Quizá la propia Mei se anime a enviarnos una reseña para que la publiquemos en el blog. ;)


Y, por último pero no menos importante, entre los seguidores y participantes de Buenos tratos cuento con José María Lezana, Jefe de la Sección de Protección a la Infancia de la Diputación Foral de Gipuzkoa, entidad para la que trabajo como psicoterapeuta desde hace unos años. Para mí ha sido una agradable y gratísima sorpresa saber que este blog le gusta y resulta interesante. Me ha enviado un amable correo electrónico para compartir un excelente artículo sobre neurobiología del maltrato infantil, de los profesores Patricia Mesa-Gresa y Luis Moya-Albiol del Departamento de Psicobiología de la Facultad de Psicología de la Universidad de Valencia. Sobre la influencia del maltrato en la infancia -y de la posibilidad de que predisponga al adulto a la violencia- hablamos hace unas semanas. José María Lezana ha tenido el detalle de informarnos a todos sobre este artículo en el que "se revisa y recapitula sobre los resultados obtenidos por diversas investigaciones de tipo clínico sobre las consecuencias estructurales y funcionales del maltrato infantil sobre el sistema nervioso central, e integrarlas y relacionarlas con aquellas descritas en adultos violentos" Se titula: "Neurobiología del maltrato infantil: el ‘ciclo de la violencia’ y podéis descargarlo desde este interesantísimo blog que os invito a descubrir.
Agradezco a todos las informaciones y espero con gusto, como siempre, vuestros comentarios.

20 comentarios:

Violeta Alcocer dijo...

José Luis, muchísimas gracias por tu mención pero, sobre todo, muchísimas gracias por la exquisita labor divulgativa que estás llevando a cabo.
No me extraña que recibas el reconocimiento y elogio de aquellos a quienes admiras, porque tu manera de comunicar transmite respeto, interés sincero por la infancia y una gran bondad... además de una impecable profesionalidad.

¡Cómo me alegro de haber encontrado tu blog en mi camino!.
Un abrazo,
Violeta A.

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Hola Violeta: Muchísimas gracias por tus palabras, me he sentido feliz cuando las he leído. El reconocimiento es mutuo y para mí tu blog es genial y un gran descubrimiento que también me alegra haber encontrado. Un abrazo, José Luis

Concha dijo...

No puedo por menos que coincidir en que la labor divulgativa que haces a traves de tu blog, es simplemente magnifica.

Efectivamente un diagnostico tiene que servir para trabajar con el niño, no para asumir que todo está perdido, incluso en el peor de los casos, en el del trastorno del apego reactivo, ya Rygaard nos hablaba de pautas de trabajo para con estos niños, de las terapias ambientales.

Que estupenda la incorporación de nueva información al respecto, incluso el replantearse ciertos aspectos como haces tú. La plasticidad no solo está en los cerebros infantiles.

Aunque me repita yo siempre necesito darte las gracias. Un abrazo.

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Hola Concha: ¡Qué te voy a decir! Que millones de gracias, a ti y a todas las personas que me animáis porque de este modo el tiempo y esfuerzo que invierto revierten positivamente y me motiva a seguir. Un fuerte abrazo, José Luis

Juliana dijo...

Este tipo de artículos explicativos, concretos y escritos en un lenguaje sencillo, son los que motivan a la lectura e instrucción. He recomendado esta pagina innumerables veces. Muchas gracias

Gelso dijo...

Gracias por tan magnífica información. Asisti a un curso que impartiste en palma de mallorca y me encantaron tu dominio del tema y tu propuesta. Mi pareja creo que padece un trastorno de apego aunque nadie se lo ha diagnosticado. Resulta dura y frustración la relacion afectiva con el. Me recomiendas bibliografia para profundizar y tener pautas que nos ayuden? Gracias y enhorabuena por tu labor.

Gelso dijo...

Gracias por tan magnífica información. Asisti a un curso que impartiste en palma de mallorca y me encantaron tu dominio del tema y tu propuesta. Mi pareja creo que padece un trastorno de apego aunque nadie se lo ha diagnosticado. Resulta dura y frustración la relacion afectiva con el. Me recomiendas bibliografia para profundizar y tener pautas que nos ayuden? Gracias y enhorabuena por tu labor.

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Buenas tardes Gelso: Gracias por tus palabras. Me alegro de que el blog te aporte y te ayude en tu vida personal. La terapia, si tu pareja
acepta ir, es una oportunidad para poder trabajar sobre las propias representaciones de apego. Pero es posible que no tenga conciencia de la necesidad de abordar su historia, síntomas y problemas relacionales. Sobre la bibliografía te recomiendo el ultimo libro que he escrito "Vinculate" También el de Barudy y Dantagnan "Los buenos tratos a la infancia" Finalmente, el libro de Marrone "La teoría del apego, un enfoque actual". Un saludo cordial

Maria Altamirano dijo...

Muchisimas graciad por el trabajo que estais haciendo.
Llevo desde que era una niña con un problema interior que ha hecho de mi vida un infierno.
No sabia que me ocurria .Con ello no quiero culpavilizar a nadie porque por desgracia la consecuencia de muchas dificultades y carencia de los padres hace que los hijos sean victimas propiciatorias de todas las carencias materiales y emocionales que pieden llegar a sufrir los hijos.
Pero quisiera saber si el haber sufrido estas circustancias mas o menos leves una vez llegada la edad adulta hay alguna forma de apaciguar algunos sintomas que por desgracia puedes arrastrar y no permiten llevar una vida como es debido .
Yo reclame ayuda a porfesionales y no han sido capaz de dar un diasnostico tan acertado como cuando he encontrado esta informacion y me he sentido retratada en ella con sus matices porsupuesto.
A mi me dijeron que tenia una ansiedad cronica debida a acontecimientos vitales pero tomar un ansiolitico cuando la vida se transforma insoportable y siento este avando cronico no soliciona nada.
Habria alguna forma de aptender a transformar esta conducta?y este se timiento terminal que se apodera de mi?
Un saludo cordial y afradecida

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Buenas noches. Gracias por tu comentario. Arrastras sufrimiento desde niña y desde luego que se pueden no sólo apaciguar los síntomas sino alcanzar cotas altas de bienestar, si se trabaja en psicoterapia con un profesional con el que sientas confianza y experto en traumas infantiles. La medicación puede ayudar pero en casos como el tuyo no es suficente, se necesita acompañarla de una terapia. Si te decides a ello, escríbeme a mi mail particular (jgonzalomarrodan@yahoo.es) y es posible que en tu localidad pueda conocer a alguien. Un saludo

Eliseo Escareño UNADM dijo...

Buen dia Doctora...
Tengo un amigo que tiene 23 años, el actualmente vive con su hermana en EUA desde hace 1 mes, ha vivido en varios lugares diferentes los ultimos 3 años. Luego de salir de casa de su padre cuando tenia 19 años.
Creo que tiene algunos sintomas que usted menciona referente al Transtorno afectivo del apego. Mi pregunta es como ayudar a una persona que tuvo vivencias desafortunadas en su infancia, el perdio a su madre ala edad de 3 años, vivio con sus abuelos y en casa de su padre donde tuvo que convivir con una segunda familia y nunca pudo establecer tampoco relacion padre hijo, ya que al morir su madre el padre hizo una nueva familia dejando a sus hijos con abuelos, vivio con su padre algunos años de su adolescencia solamente.
El tiende a tener muchas relaciones afectivas pero no duraderas, no tiene estabilidad y busca siempre estar moviendose de lugar.
Podria darme algunos consejos en general que podria hacer para ayudarlo.. tiene 23 años y no me gustaria que llegara a los 27 siguiendo los mismos patrones de inestabilidad en su vida.

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Buenas tardes, orientar los casos desde el blog es complicado, son conocer a la persona. Es posible que tenga un trastorno del apego. La mejor formar que tienes de poder ayudarle es tener una charla tranquila en la que puedas valorar si es consciente del sufrimiento infantil y de cómo ha influenciado su presente. Si es capaz de relacionar ambas cosas y si es consciente de ello. En ese caso, el siguiente paso sería poder animarle a encontrar un profesional con el que sienta confianza y trabaje con él el trauma infantil y sus secuelas. Por tu parte mantenerte incondicional, disponible y brindarle apoyo y afecto. Muchas veces el apoyo de peorsnas significativas se convierte en una oportunidad para transformarse, gracias al efecto beneficioso que tienen las personas unas en las otras. Será un camino duro que requerirá de tiempo, paciencia y perseverancia. Esperemos que él sea capaz de beneficiarse de la ayuda. Un saludo cordial.

Unknown dijo...

Buenas Tardes Jose Luis, super interesante el blog, al cual accedí por búsqueda y la información está fantástica. gracias!!

Joyce dijo...

Hola, buenas noches desde la Ciudad de México. Estoy buscando un psicólogo familiarizado con el Trastorno Reactivo de Apego para mi hija adoptada a los 4 años, que ahora tiene 5. Lo hemos llevado bien (por supuesto con muchas dificultades) con MUCHO trabajo por mi parte, investigaciones en Google, libros, etc, Sin embargo creo que hemos llegado a un punto que necesitamos mas, o mas bien, me animo otra vez a buscar a alguien. No confio mucho en los psicólogos generales aquí, la mayoría ni han escuchado del asunto, mucho menos tratado con una persona adoptada.

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Hola, Joyce. Es muy importante que el psicólogo que os atienda conozca sobre adopcion. Si me dejas un par de días, quizá alguna persona que conozco me pueda dar una referencia de fiar. Saludos cordiales, Jose Luis

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Estimado Joyce: Colegas míos me han pasado la información de un profesional especializado en adopcion en Ciudad de México. Escríbeme a jgonzalomarrodan@yahoo.es y te paso sus datos de contacto. Saludos

Unknown dijo...

Hola, Jose Luis Gonzalo. Me he animado a comentar, puesto que yo fui adoptado y es bastante probable que tenga el transtorno Reactivo del Apego. Tengo ya 24 años y sinceramente me parece genial que con este tipo de Blogs se intente ayudar a los padres que se animan a adoptar. Lamentablemente cuando yo fui adoptado, no se conocía o estaba bastante poco estudiado este Transtorno. Leyendo un poco por encima, algunas de tus explicaciones, das a entender que tiene solución a corto o largo plazo pero la tiene. Me imagino que eso lo pones para dar animo a los padres que tengan niños asi. Como se que es difícil encontrar personas con este "problema", solo decir que aunque a lo largo de mi vida lo he pasado bastante mal. Si que ahora con ayuda de la familia y ya sabiendo que es lo que me pasa, todo va cada vez mejor. Entonces lo que si es cierto por lo menos en mi caso. Es que la familia, tiene que primero entenderte y después apoyarte para salir adelante y como tu dijiste alcanzar a los demás lo mas rápido posible.
PD: Enhorabuena por tu blog de verdad, se agradece que haya personas dispuestas a debatir y tratar estos temas tan poco investigados, gracias de nuevo.
Saludos.

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Hola Javier, me alegro mucho de que cada vez vayas mejor. Y también de que te hayas animado a dejar un comentario. Los testimonios como los tuyos tienen mucho valor. Cuando escribo los posts, lo hago desde el realísmo de la esperanza: sabemos por la
ciencia que es duro y complicado reparar el apego temprano cuando hay trastorno, pero también vamos acumulando la experiencia suficiente para saber que con el trabajo educativo, la promoción de relaciones seguras, un entorno protector y paciencia y perseverancia se llega a mejorar e incluso en algunos casos, a recuperarse. Gracias a ti. Saludos

Anónimo dijo...

Me presento. Soy madre adoptiva de un adolescente de 14 años que adooté a los 11. Hemos hecho dos años de terapia juntos y hemos cambiado de terapeuta cuando la pofesional lo sugirió al no dar resultados un tipo conductual de terapia. En salud infantojuvenil de la SS no hacen caso a mis preguntas sobre el apego o el trauma, a pesar de que mi hijo pasó sus orimeros 5 años desatendido y 6 años en un orfanato. Ahora le han diagnosticado TDAH y lleva 3 días con medicación. No veo mejoría, todo lo contrario en su comportamiento. Sigo un tipo de crianza conectiva que descubrí en este eterno investigar para entenderle. Pero creo que se me está yendo de las manos. Podría ayudarnos?

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Hola, como veo que me has escrito a mi mail, paso a responderte de manera privada. Saludos.